Mostrando las entradas para la consulta Vallfogona ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Vallfogona ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

domingo, 12 de febrero de 2023

CARTA CXXVIII. Biblioteca del Carmen descalzo de Barcelona.

CARTA CXXVIII. 

Biblioteca del Carmen descalzo de Barcelona. Noticia de la vida del canónigo Don José Gerónimo Besora y de los muchos libros raros y preciosos que con toda su selecta librería legó al referido convento.

Mi querido hermano: La biblioteca de los PP. Carmelitas descalzos de esta ciudad es uno de los objetos que excitan la curiosidad de los viajeros. Y lo es ya desde el año 1654 en que el sabio canónigo de Lérida Don José Gerónimo Besora legó a esta comunidad toda su exquisita librería compuesta de 5567 volúmenes, gran parte de ellos manuscritos. La grandeza de este don, hecho a toda la república literaria, me obliga a honrar la memoria de tan insigne bienhechor con las noticias que he podido recoger. Era natural de Barcelona y canónigo de Lérida, prebenda que obtuvo el día 21 de octubre de 1621, tomando posesión por él su padre Agustín Francisco de Basora, ciudadano de Barcelona. Estuvo varias veces ausente de su iglesia, encargado de sus negocios en Barcelona, donde fue uno de los diputados del principado en 1656. Vivía todavía en 1663 en que explicó una inscripción y estatua Romana que se halló en Tarragona, como dice Roig, Historia de Gerona, pág. 401. Consta que hizo un viaje a Roma, mas no se sabe cuándo ni con qué objeto. Murió en Barcelona en su casa propia, sita en la calle del portal del Ángel, día 14 o 15 de febrero de 1665. En el último de estos días se hizo la publicación de su testamento, el cual tenía hecho de su letra desde el año 1654 y había entregado cerrado a Bartolomé Plea, notario, a 3 de diciembre del mismo. Empieza con su lema ordinario, que escribía al frente de todos sus libros: Jesús, María, Joseph, Spes mea D. O. M. 

Nombra por testamentarios a Don José de Corts, Arcediano de Santa María del mar y canónigo de Barcelona, a los PP. procuradores de la Cartuja de Montealegre y del convento de San José de Barcelona, y a Pablo de Salvador, vecino de Ascó, diócesis de Tortosa. Elige sepultura en Montealegre “en lo claustro petit devan la porta de la iglesia que esta prop de la cadira prioral del cor; y vull que sobre lo lloc del cadáver se asente una llosa quadrada de jaspe negre, la cual fassa com a paviment y estrado a dita porta; en la cual llosa estiguen esculpides tres linees, ço es, la primera dient: José. Hiero. Besora; la segona: Praesbiter; la tercera: requiescat in pace. Despues un poc mes avall estiguen esculpides dos linees; la primera dient: universa vanitas; la segona omnis homo vivens. Sino fos que moris professant en algun orde, per que en tal cas vull ser enterrat junt als religiosos de aquell orde.” 

La erudición de este ilustre Catalán se ve en la oración in laudem Sanctae Theresiae, que dijo en un certamen en las fiestas de la beatificación de dicha Santa que se hicieron en Barcelona, y anda en el tomo que sobre este asunto se imprimió en 1615. También se descubre en las notas que puso de su mano al catálogo de los Obispos de Lérida en el ejemplar impreso que poseía, y a la biblioteca de escritores Jesuítas compuesta por Alegambe. Otro libro tenía de su mano, que intituló de cosas memorables; pero no parece. Acaso del viaje a Roma nació la correspondencia que conservó con Juan Bautista Laura de Perusia, en cuya centuria 2 Epistolarum, impresa en Roma en 1621, hay una carta suya en que da gracias a nuestro Besora por la oración que le envió de Santa Teresa, de la cual hace grande aprecio. Otra hay de Besora al mismo. Pero nada de esto conservará tan viva la memoria de su saber como su biblioteca. Es verdad que algunas veces el ansia en acopiar libros no tiene más causa ni objeto que la vanidad. De lo cual (¡) ojalá hubiera muchos ejemplares que contraponer a los muchos y muy dolorosos estragos que hace aquella violenta pasión! El sabio Besora no tuvo otro móvil en sus preciosas adquisiciones, que el amor a la literatura recóndita y poco vulgar, y fue uno de aquellos genios que no pudiendo contenerse en la esfera de las ciencias abstractas, desean conocer los sabios que han trabajado antes que nosotros, conservar la memoria de sus escritos rescatándolos de las manos descuidadas e ignorantes, y procurarles un depósito digno de sus autores y del público para quien se trabajaron. Esto logró aumentando tan copiosamente con su biblioteca la que ya tenía esta comunidad. La franqueza con que estos PP. me han tratado, singularmente el P. Fr. José de la Virgen, bibliotecario, reprende y avergüenza la envidia de otros, que se llaman y tienen a sí mismos por sabios, olvidados ciertamente del capítulo VII del libro de la Sabiduría. Pero dejemos esto y vamos a lo que importa, que es la descripción y noticia de algunos manuscritos de esta biblioteca, de los cuales hablaré por el orden que se me antojare.

Lo primero que vi fue un tomito en 8.° (B. 42) de varias poesías, parte buenas y parte malas. Pero es muy apreciable por contener algunas de las del P. M. Fr. Luis de León más completas y exactas que las ya publicadas, las cuales o copié del todo o noté las variantes más sustanciales. Tales son la famosa canción: Virgen que el sol más pura, etc. y los salmos 1, 4, 12, 41, 44, 113, 124, 129, 136, 147 y algunos otros. Hállanse además tres salmos mezclados con los que son ciertamente suyos, y cuyo lenguaje y frase poética me parecieron al pronto de la misma mano. Son el 83, Quam dilecta, el 119, Ad Dominum y 122, Ad te levavi oculos meos. Mas no hallándolos en las ediciones que publicaron Quevedo y Mayans, sospeché que fuesen de otro de los buenos de aquel tiempo. Y efectivamente, son del M. Fr. Pedro Malón de Chaide, el cual los ingirió en su Conversión de la Magdalena. De todo esto he dado puntual razón al P. M. Fr. Antolín Merino con el deseo de cooperar al mayor esmero de la colección de las obras del maestro León, que ha comenzado a publicar. Ojalá se hubiera hecho otro tanto con las obras inéditas del célebre humanista y filósofo Valenciano Pedro Juan Núñez, que se hallan en esta biblioteca (F. 325 sig.) y se enviaron a Madrid para este efecto y volvieron a su lugar sin conseguirlo. Cuatro vols. en fol. manuscritos se le atribuyen. Los tres primeros contienen varios escritos filológicos, es a saber: vol. I. Institutiones oratoriae ex variis scriptoribus ac praesertin ex Hermogene. = La oración pro M. Marcello, traducida al español. = Escolios sobre su texto latino, y varias fórmulas de elocuencia escogidas de ella. Actio 1.a in Verrem, y la Philipica nona, ambas traducidas con escolios como la antecedente. Vol. II. Praecepta ad epistolas artificio contexendas atque illustrandas. = M. T. Ciceronis epistolae selectae per genera con la traducción española, escolios y análisis de sus frases. In Aphthonii progymnasmata dictata acuratissima. = Oratio XIII. pro lege Manilia, con la versión castellana, escolios, etc. Vol. III. De historia Romana (son escolios al Epítome de L. Floro). Scholia in libros de finibus M. T. Ciceronis. = Traducción en prosa de la Égloga VII de Virgilio: Forte sub arguta con sus escolios. = De examine orationis M. T. C. pro lege Manilia. = Scolia in quoddam fragmentum orationis pro L. Corn. Balbo, con su versión. = Quam viam sequatur Valerius Maximus ad colligenda exempla. El vol. IV sólo contiene unos comentarios latinos a la geografía de Dionisio Africano. Y aunque no se hallan atribuidos en el título a Núñez, como se observa en los antecedentes, se sabe por Don Nicolás Antonio y Ximeno que son obra suya. Al fin de ella y a renglón seguido de la obra se lee lo siguiente: His scribendis finem imposuit Berenguarius á Castro, filius primogenitus Baronis Lacunae (Laguna), et Vice-Comitis Hillae (Illa) tertio kal. maias ann. 1576, donde se ve la laboriosidad y amor a la literatura de este caballero Don Berenguer de Castro, que copió de su mano todos esos cuatro tomos, como se ve por la uniformidad del carácter del último con los tres antecedentes.

Tras estos me vinieron a las manos dos códices que contienen algunas obras lemosinas de San Pedro Pascual. El 1.° (N. 356) contiene la conocida con el nombre de Biblia parva, cuyo prólogo es: Com yo Religios é Bisbe per la gracia de Deu de la ciutat de Castella açi anomanat hagues legit XXX. anys theologia. (N. E. Ver más abajo otro prólogo parecido que empieza: “Com yo Religios e Bisbe per la gracia de Deu de la ciutat de Jaen del regne de Castella...” 

Título o capítulo 1.° Del peccat de Adan, quin fon, ne la manera com se havia á quitar. El último de la gloria de Paradis. Son XXXVIII en todo; los cuatro más que se hallan en la obra latina impresa en Madrid 1676. Son extensión del artículo de la ley de Moisés, que aquí es uno solo, y faltan los que en el impreso son 9, 10, 11, 12. Llaman aquí a este libro Catecismo de San Pedro Pascual, y con razón y más propiedad que Biblia parva, pues su contexto es de preguntas y respuestas. Mas dejando aparte esta disputa de nombre, digamos de una real y verdadera; quiero decir de otra obra del mismo Santo que aquí se conserva manuscrita en fol. (L. 329) con este título: Disputa del Bisbe de Jaen contra los Jueus sobre la fé catholica. De la cual porque no hallo noticia en ninguno de los autores de Bibliotecas, copiaré el índice y prólogo, y tú juzgarás si es obra común con las ya conocidas: Titol I. Qui comensa la questio sobre la ley de Moyses. = Tit. II. Que la ley de Moyses no fon dada acabadament. = Tit. III. Quina diferencia ha de grau maior a menor. = Tit. IV. A que aprofitá la ley de Moises a aquells qui la tingueran, pus no era acabada per haber salvacio. = Tit. V. De la lig de Moyses e de les images. = Tit. VI. Del aiustament de Deu ab home. Tit. VII. De la lig de Moyses e de la canticha de Moyses. = Tit. VIII. Del peccat de Adan e de la manera com se havia a quitar. (Nota que este capítulo y los demás que se hallan con el título idéntico en la Biblioteca parva están tratados de otro modo y son diferente escrito). = Tit. IX. Com les animes anaven en infern. = Tit. X. Si les colpes de Adam egualment foren pagades. = Tit. XI. dels crits que les animes fahien en infern. = Tit. XII. Com lo cors de Jhu. Xpist. fó mes en lo sepulcre. = Tit. XIII. Quin captaniment feu Lucifer quant vehe la Sancta anima de Jhu. Xst. en los inferns. = Tit. XIV. Quin Captaniment feu la anima de Adam quant vehe la Sancta anima de Jhu. Xpist en los inferns. = Tit. XV. Que vol dir com dix Deu: yo son Deu e no hom. = Tit. XVI. De la Circuncisio de Jhu. Xst. = Tit. XVII. De la Resurreccio de Jhu. Xst. = Tit. XVIII. Si la remso es feta, perque hom viu ab suor de sa cara e perque la dona infanta ab dolor? = Tit. XIX. Com Deu dix, yo he amat Jacob, e he hagut en hoy Esau; e dix mes: la casa de Jacob será foch, e la de Josep será flama. = Tit. XX. Del meniar de carn del porch. = Tit. XXI. Que lo Macies es vengut, ço es, Jhu. Xst. = Tit. XXII. Ques pot, es deu afermar quel Macies es Deu. = Tit. XXIII. Com les animes dels salvats ensemps ab lo cors muntaran al cel apres la resurreccio. = Tit. XXVI. De la Sancta Trinitat primerament de la semblansa de la crehensa. = Tit. XXV. De la Sancta Trinitat. = Tit. XXVI. Perque lo fill sencarna, e no lo Pare, ni lo Sanct Sperit. = Tit. XXVII. Com son tres persones en la Divinitat, e totes tres un Deu. = Tit. XXVIII. Del Sagrament de la Misa. = Tit. XXIX. Perque lo cors precios de Jhu. X'st (más arriba no se ve el apóstrofe, pero hay un espacio) es alsat dues vegades per lo prevere sots semblansa de pa e de vi, com no sia sino un sol Deu. = Tít. XXX. Com Jhu. X'st. sia un sol hom, com pot esser en una hora en tants altars hon se fa lo sacrifici cascun jorn. = Tit. XXXI. Del orde quis tindrá al general juy. = Tit. XXXII. Quants inferns son, e les penes que los dampnats hauran. = Tit. XXXIII. De les benenuyranses de la gloria de Paradis. = Tit. XXXIV. Com se fa que en una pocha forma de hostia capia lo cor de Jhu. X'st., qui es axi gran com una forma de home. = Titol XXXV. Com Deu se aiusta ab hom. = Titol XXXVI. Com per fe verdadera se salven los Xpristians. = Tit. XXXVII. Com la temptatio de Adam fo del Diable e no de la serpent. = Tit. XXXVIII. De les vuyt batalles fetes per lo Diable. = Tit. XXXIX. De Mafumet e de la sua secta. = Tit. XL. De la doctrina de Mafumet. = Tit. XLI. De la semblansa de la lig de Moyses. = Tit. XLII. De la virginitat de la Verge Maria. = Tit. XLIII. Com Deu se volch encarnar en cors de fembre, qui naturalment ha moltes coses leges. = Tit. XLIV. Del fust de la Sancta vera Creu. = Tit. XLV. Qui tracte del Sanct babtisme. = Tit. XLVI. Que vol dir de la sal que donan al bateiar. = Tit. XLVII. Del drap, de la capida, á (e) del oli sanct de la sancta crisma. = Tit. XLVIII. De les aygues fora lesgleya, que no son sagrades per lo prevere sis pot bateiar en aquelles. = Seguexense (la g parece q) los XII. articles de la fe, ço es, lo Credo in Deum, fet per los dotze Apostols. 

Aquí acaba la disputa de San Pedro Pascual con los Judíos, cuyo argumento declara el mismo en el prólogo, que es parecido al de la Biblia parva, y dice así: "Com yo Religios e Bisbe per la gracia de Deu de la ciutat de Jaen del regne de Castella, e açi no anomenat, com per mia ventura fos pres en poder del Rey de Granada: E vehent molts dels Xpians esser catius no sabents letres, ne be de la fe dels Xpians, tot die qui un qui laltre se tornaven a la mala secta dels Moros: E vehent yo aço fiantme en la aiuda de Deu, misme a ensercar los libres de la Biblia e de tots los Prophetes qui parlat havien de la Encarnacio, e del Naximent, e de la Adoracio, e de les altres coses de Jhu. Xst, e de la virginitat de la Verga Maria nostra dona; mostrantho yo als Xipians qui aqui eran presos, los cuals per molts Juheus que aqui eran tot dia venian per ells amonestar e inclinar a creura la falsa secta dels Moros: e yo reptant aquells de so que fahian e dehian, so es, los Juheus als Xpians qui daso los crehien, alguns soptils Juheus specialment dos assi anomenats, primerament Moxi Rabbi, e Jacobi Moxi Rabbi, sabent que yo contradehia a la lig dels Juheus, e dels Moros, e aço per mantenir la fe christiana catholica, moguts de gran fellonia e malicia ferent scrits, e aquells tramateren a mi. En los quals scrits havia moltes e diverses demandes, e no res menys a mi, e devant mi volgueren disputar. E yo confiantme en la misericordia de Deu, Pare e Fill e Sanct Sperit, tres persones en un Deu, en mantenir la sancta fe catholica dich a tu Juheu Moxi Rabbi, e Jacobi Mavi (f. Moxi ut supra) que digats tot ço queus vullats contra mi, axi com per los mestres vostres e actors Juheus atrobarets scrit e glosat; demanant lo dit Rabbi Juheu a mi primerament dient axi.” 

Sigue la disputa sobre el título I, proponiendo los Rabinos varias dificultades contra la fe Católica, y soltándolas el autor. Diálogo gracioso y de erudición sólida, y muy digna del Santo. A este tratado siguen la explicación de los diez Mandamientos y del Pater noster, que es obra suya; y a renglón seguido, en el folio 197 del volumen, se halla la letra que trames un Juheu a un altre Juheu, en que aprovave la sancta fé catholica. Esta carta es la mismísima de Rabí Isaac de Sujulmeza a Rabi Samuel, cuya traducción lemosina hallé en el convento de San Miguel de los Reyes, extramuros de Valencia, y de que ya se dijo en la carta XVI (a: En la citada carta, si te acuerdas, dije equivocadamente que la del Judío Isaac era inédita, ignorando que se hubiese publicado seis o siete años antes por el P. Fr. Manuel de Santo Tomás de Aquino (Tragia), Carmelita descalzo, en la obra intitulada Única religión verdadera, impresa en Valencia 1795. Efectivamente, se halla en el tomo 1, página 338, no sólo en lemosín, como está en San Miguel de los Reyes, sino con la versión castellana del P. Fr. Francisco (no Vicente) Vives, bibliotecario de aquella casa. De paso noté en la pág. 337 estas palabras: "al fin de ella (la respuesta de Rabí Isaac a Rabí Samuel) da a entender que no distaba mucho de Marruecos, pues le dice que dentro de treinta días se verán. Por esto, y por hallarse manuscrito en Valenciano, se puede creer que escribió desde Marruecos a Valencia, y que Rabí Isaac era de este reino”. Lo que hay en esto es que Rabí Isaac se hallaba en Sujulmeza, ciudad del mismo reino de Marruecos, distante poco de la capital donde estaba Rabí Samuel; y que, así como este le escribió en arábigo, Isaac le contestó en el mismo idioma, lo cual hiciera, aun cuando fuese Valenciano y hubiera estado en Valencia, donde el idioma lemosín no se introdujo hasta su conquista. (N. E. Craso error para un autor valenciano, siempre que se refiera a la conquista de Jaime I.) Así que por ninguno de los dos capítulos se infiere que el Isaac fuese Valenciano. Cuanto más que el mismo texto lemosín del códice de San Miguel está indicando que es del siglo XIII, casi doscientos años después de los dos Rabinos. 

¿El hallarla ahora aquí, junto con las obras ciertas de San Pedro Pascual, la consonancia del lenguaje, y el versar ella sobre un argumento que con tanto calor trató él mismo en la Disputa que antes decía, no podrá servir de conjetura para hacerle autor de esta versión lemosina? No me atrevo a afirmarlo, mayormente siguiendo a esta carta otros escritos que son de otra mano, es a saber, la versión de algunos sermones de los PP., y dos tratados con estos títulos: Libre del plant del mon, e de les miseries de aquell quels homens sostenen. = Libres de natures de besties, e daucells, e de la lur significacio.

Tampoco es fácil creer que sean del mismo Santo Obispo los tratados que se le atribuyen comúnmente, y se hallan aquí en otro volumen 4.° manuscrito (I. 298), y son los siguientes: Comença la ystoria de Sant Latzer, com visque, ne com fo reconciliat, ne apres la mort, com fon resuscitat, ne com visque, e com mori Bisba de la ciutat de Marsella, e hon mori, o hon iau lo seu cors. = Contemplacio del dimecras sant com Jhu. X'st., e la Verge Maria parlaren molt familiarment ensemps, e de que parlaren. = Aquesta es la Passio del nostro Redemptor Deu Jhu X'st, la qual cascum feel crestiá deu devotament e piadosa contemplar. (Este tratado incluye el de la Santa Corona y el de San Dimas). La historia dels Sants Ignocents, los quals moriren martirs per Jhu X'st, e com ne en quina manera foren conservats fins al dia de vuy, e seran fins a la fi del mon. = Com ni perque dix Sant Johan Baptista lo primer Agnus Dei, e hon lo dix, ne aqui (a qui) ó dix e com nos devem per son dit millorar. = Com Sant Johan ach vist la visio del primer Agnus Dei, e desigava veura lo segon, e com lo ves, e com lo contempla, e com nos devem per son dit millorar sil contemplam. Lo tercer Agnus Dei, e com Mossen Sant Johan veu la tercera part de la sagrada Passio Jhu. X'st. = Al fin de este tratado se hallan estas palabras: Fon spleguat de ascriura per mi Johan Ferrandez, scrivent en Barcelona dimecres a XXV de juny en la dita ciutat de Barchina. anny M.CCCC.XXXVIII. Debo añadir que al principio del volumen hay un tratado lemosín Dichos de doce Santos hermitaños, y al fin: Vida de Sancta Angelina, la qual scrivi lo seu confessor. Entre estos dos tratados se hallan los de San Pedro Pascual, digo los que comúnmente se le atribuyen, de los cuales no te digo más, porque son los mismos que copiamos habrá cinco o seis años de un códice del real monasterio del Escorial.

También he hallado aquí un volumen, de quien daré noticia sólo por ser continuación de una obra de que ya hablé en la carta XXXIII, y es el Compendio historial que de orden del Rey Don Pedro IV de Aragón escribió el maestro Fr. Jaime Domenech, Dominico, Inquisidor de Mallorca y de los condados de Rosellón y Cerdaña. En la citada carta da noticia de los dos libros primeros de esta obra, los cuales existen en la biblioteca de mi convento de Valencia, y llegan hasta el tiempo de la Encarnación del Hijo de Dios. Pues aquí se halla el tercer volumen y libro que continúa la historia desde ese día hasta el año 626 de Cristo. La identidad de la obra y del autor, y el enlace de estas épocas consta del epígrafe y prólogo, que omito por no alargar mucho mi narración; mayormente que estos libros no tienen otro mérito que el de presentar recogidos los hechos más insignes de la historia, sacados de Orosio, Sigeberto, Don Rodrigo y otros escritores, cuyos nombres nota al margen. Hablando de las persecuciones de la iglesia cuenta las actas de los Mártires, según el orden del calendario. El manuscrito es del siglo XV, el códice está señalado L. 326.

Quisiera dar una muy detenida noticia de un libro en 4.° manuscrito del mismo tiempo (G. 627), que contiene casi tantas obritas como hojas y es muy grueso. El compilador, que se llamaba Narciso Guall o Gall, lo intituló Jardinet de orats (Jardinito de locus), aludiendo con esto a las piezas que contiene así en prosa como en verso, por la mayor parte poéticas, y del tiempo de la ciencia gaya. Hay muchas de autores Catalanes, cuya noticia vendría bien, si este principado tuviera su Biblioteca de escritores, como la tienen ya casi todas las provincias de la nación. Efectivamente sería cosa ridícula antes de publicar los principales escritos de los sabios, darles a conocer por lo que sólo fueron ocios o ensayos de sus tareas e ingenio. Así que sólo contaré de este volumen lo que ilustre o añada algo a lo que ya se sabe de otros. Tal es la Vida de Sancta Ana feta per lo magnifich Mossen Johan Roiz de Corella, cavaller de Valencia e studiant en sacra teologia, dirigida a la magnifica Senyora Montpalava de Castellvi. En su breve dedicatoria se dice que esta Señora era casada con Mossen Luis de Castellvi, y esto más se sabe de lo que dijo Ximeno de este escritor. Del mismo siendo ya profesor de teología son Les lamentacions de Mirra, e Narcisso e Tisbe; item la Tragedia de Caldesa y otras cosas mitológicas que se saben de él. = Cobles fetes per Mossen Fenollar e per Mossen Joan Scriva, Valencians, contemplant en Jesus crucificat. = Questio moguda per Mossen Fenollar Prevere a Mossen Joan Vidal Prevere, an Verdanxa, e an Vilaspinosa, notaris de Valencia. La cuestión es sobre cual es la cosa que más fomenta el amor; la vista, el gusto, el oído o la voluntad, aunque mejor lo dirá la primera estancia que copiaré aquí:

Fenollar

“Per be que lo mon en tals fets huy sia

No prou favorable, past es singular

E vist que damor se parla tot dia

De quatre luquets saber yo volria

Qual mes la enten e la fa doblar.

Yo dich que lo veure, que mostra carrera

A tot quant apres li dona combat.

Mossen Vidal veig del Grat fa bandera.

Verdancha l' Entendre diu que la prospera.

E Vilaspinosa deffen voluntat. 

Tales son por la mayor parte las flores de este Jardinito.

Más juiciosa y de mucho mayor aprecio es otra colección (O. 372) de papeles y cartas tocantes a negocios de los siglos XVI y XVII, los cuales acaso merecen la atención del que desee instruirse en algunos negocios políticos de aquel tiempo, y antes que diga de ellos, y porque no se me olvide, sepas que hay en este libro un pergamino manuscrito del siglo XIV que contiene nada menos que lo que voy a decir: Epistola S. Bernardi ad quemdam militem, de cura et modo rei familiaris gubernandae. = Gratioso et felici militi Domino Raimundo Castri S. Ambrosii Bernardus in senium deductus, salutem. Cupis a nobis de cura doceri et modo rei familiaris utilis gubernandae, etc. Está dividida en varios títulos, es a saber: De gubernatione domus. = De sumtibus seu expensis. = De gulosis. = De avaritia. = De superbia. = De foeminis familiaribus suspectis. = De vestibus fiendis. = De amicis. = De consilio amico dando. = De jocunditatibus spernendis. = De familia repellenda, etc., y así otros que ya me canso. De esta misma carta posee una traducción lemosina el muy R. P. M. ex-Provincial de la orden de San Agustín Fr. Juan Izquierdo entre los manuscritos antiguos que conserva, de que hablé otro día. ¡Ahí es una friolera! ¡Una carta de San Bernardo desconocida a los PP. Mabillon y Martene! Grande hallazgo por cierto si no fuera, como es, parto legítimo, no de San Bernardo de Claraval, sino de Bernardo Carnotense (a: Atribuye a San Bernardo esta carta Pedro Díaz de Toledo en el Comentario al proverbio XXXVI del Marqués de Santillana, edición de Anvers de 1552.). Véase el Mansi en la edición de la Biblioteca latina de Fabricio y basta. Vamos a los papeles ciertos y no equívocos de este tomo de Miscelánea que digo, y son: Relación de la venida a Ferrara de la Reina de España Doña Margarita de Austria, con algunos otros políticos. = Copia de la carta que escribió el licenciado Busto de Villegas, Gobernador del Arzobispado de Toledo al Rey Don Felipe II, sobre el breve de las jurisdicciones de las iglesias y ventas de ellas. Tres cartas originales de Fr. Mariano Azaro (o Azazo), Carmelita descalzo, escritas desde Lisboa el año 1584 al duque de Sessa y Somma en Baena. Tratan particularmente de las llagas, raptos, etc., de Sor María de la Visitación y de otros puntos curiosos. Acaso las copiaré. Un papel hay también que tiene este título: El orden que se guarda en esta Academia (de Poesía) de Toledo, siguiendo el que se ha observado en las de Madrid. Al fin dice:

Los Poetas de la Academia de Toledo admitidos en ella siendo Presidente Don Diego López de Ayala, Conde de Fuensalida, por su orden como están en la tabla. = El Conde de Fuensalida. = El Maestro Joseph Valdivielso (como Val de Belsa o Bielsa). = Martín Chacón. = El licenciado Gerónimo Maranyoso. = Martín de la Fuente. = El jurado Andrés de Quirós. = Juan Martínez. = El doctor Gregorio de Angulo Jurado. = El licenciado Juan de Sepúlveda. = Diego Antiveros. = Don Pedro Vaca de Herrera. = Alonso Castellón. = José Noguel (o Nogués). = El doctor Matías de Porras. = El doctor Christóbal Pérez. = Don Juan Gaitán de Menesses. = El licenciado Juan Antonio de Herrera Teminyo. = El doctor Francisco de Pisa. = Miguel Maréjon. = José de Tovar. = Alonso de Contreras. = Gil Pérez Sarmiento. = Agustín Castellanos y el Pintor.

Con esta noticia ¿quién no se acuerda del conato con que nuestros antepasados cultivaron las buenas letras formando academias privadas, y estimulándose mutuamente al estudio de la poesía, oratoria y de los conocimientos que para ellas se requieren? El siglo XVII fue el más fecundo en estas juntas puntualmente cuando más decaídas estaban la poesía y oratoria. Entonces se erigió en esta ciudad la famosa academia dels Desconfiats, a quien sucedió la que hoy se llama de Buenas letras, de cuya forma y tareas diré algún día. Otra había en Gerona, cuya alma fue el célebre García, cura de Vallfogona. En Valencia a fines del siglo XVI estaba en grande auge la academia llamada de los Nocturnos, de quien dio noticia Don Francisco Cerdá y Rico en sus notas al Canto del Turia, pág. 515. Otra había allí mismo hacia los años 1691, cuya constitución 2.a dice así: Las materias que se han de tratar por agora en la Academia serán: 1. Política. 2, Matemáticas. 3, Poesía. 4, Música. 5, Danza. Por esta muestra se ve la utilidad que podían sacar los nobles y todos los individuos de estas academias, que no eran precisamente, como el vulgo piensa, juegos de ingenio los que en ellas se trataban. No sería perdido el trabajo que se pusiera en recoger las memorias de estos pequeños cuerpos literarios, si se lograba con ello dispertar la ociosidad de muchos y el deseo de saber algo, que tan tirado anda. Además ¡cuánto ganaría la historia de la poesía!

Mas ya que no puedo remediar esto, déjame que diga de una obra compuesta por uno, individuo de la más célebre academia de estas que decía, que fue la de Tolosa, erigida en 1323 con el nombre del gay saber o de la ciencia gaya. Don Antonio Bastero, en su Crusca Provenzal, pág. 94, habló de un célebre poeta llamado Arnaldo Vital de Castelnovo D' arri, a quien los VII trobadores de aquella academia adjudicaron en 1324 el premio de la violeta de oro. Yo hallo aquí dos obras de un Juan de Castellnou, escritas en ese mismo año, con la circunstancia de llamarse ya entonces uno de los VII mantenedores de aquella academia; siendo así que, según dice Bastero, no se introdujo este dictado hasta el año 1354. Como quiera que esto sea, allá va la noticia de estas obras, aunque sea breve. La primera es un compendio de los defectos o vicios del lenguaje, así en prosa, como en verso. Veraslo en el epígrafe: 

Aquest es le compendis de la conexença dels vicis ques poden esdevenir en los dictats del gay saber, axi fora sentença, com en sentença. Lo qual compendi ha feyt Mossen Johan de Castellnou, us (un) dels VII mantenedors del Consistori de Tholosa de la gaya sciencia de trobar. 

El lenguaje y el tiempo en que escribía este trobador, lo verás mejor en la segunda obra, que es la siguiente: Començe lo doctrinal de trobar, am la glosa o correccio, o declaracio sua. Este Doctrinal es obra de Ramón de Cornet, a la cual pone sus notas Castellnou glosándola verso por verso. En el prólogo dice así: Ad honor del mout aut, poderos Senhor mon Senhor lenffant en Peyre del mout aut poderos Senhor en Jayme de bona memoria Rey Darago fill, per la gracia de Deu Comte de Ribagorça e Dampuries, yeu Johan de Castellnou vuells far aquesta obra apelhada 

Glosari, sobre aquest Doctrinal, etc. Para muestra de su método pondré la glosa de los primeros versos:

Quare sabers mo permet. Glosa: Veus frevol comenssament qar a lauzor de si, e no de Dieu comensa. 

Yeu Ramons de Cornet

Capelas ordonats 

A Santh Antoninats. 

Glosa: veus aqui replicacio can dits ninats, y e es gran vicis.

Faray un doctrinal

Ab rethorica tal 

Que bo romans demostre.

Glosa: mal dits; car rethorica no esse ha bo romans parlar, mas bel parlar.

Esta glosa parece hecha el mismo año en que se trabajó el Doctrinal, que como se dice al fin, fue en 1324 en el mes de septiembre, y dedicadas ambas al mismo Infante Don Pedro.

Con estas obras hay otras de la misma materia y son: Mirall de Trobar, compuesto por Berenguer de Noya. Es una explicación de figuras poéticas y declaración de la fuerza de cada letra del alfabeto. = Regles de trobar, compuestas por Ramón Vidal de Besalú (a) y explicadas por Jofre Foxa. 

(a). Este se supone el fundador de la academia de Tolosa de 1323 (V. a Don Tomás Sánchez, tom. 1.° de la Colección de Poesías anteriores al siglo XV, pág. 5). 

= Doctrina de Cort. Comienza así:

En lo nom de Dieu ques subirans

Pare, Fill, e Sperit Sans 

E guidans de tots pecadors 

Faut mon accord perls amadors 

...

...

Don ieu Teramayguis de Pisa

Comens en aquesta guisa: 


Comensament de doctrina provincial vera, e de rahonable locucio. 


Tot en aysi con le rubis

Sobre totas peyras es fis

E laurs sobres metails cars, 

Sobre tots razonats parlars

Parladura lemoyzina

Es mays avinens e fina. 


Sigue: 


Flors del gay saber. 


Las flors del gay saber 

Qui las voldrá saber 

No sia de cor sopte 

Qar sol qui trop nos sopte 

El punhemen no dopte 

Gran odor sentra sopte

Quil gitara de dopte.


El autor de este tratado es Guillermo Moliner. Libre de concordances, appellat Diccionari, ordenat per en Jachme March, a instancia del molt alt e poderos Senyor en Pere per la gracia de Deu Rey de Arago, e fou feyt en lany MCCCLXXI (1371). De esta obra ni de su autor no se tenía noticia, hasta que la dio Sánchez (loc. laud., pág. 77) citando un manuscrito de la santa iglesia de Sevilla. Don Francisco Cerdá, en sus notas al Canto del Turia (página 487) publicó algunas octavas, que se hallan aquí también. Y esto basta por ahora hasta que venga ocasión de hablar de ello más extendidamente. Todo es del vol. N. 352. 

En un códice fol. (N. 359) hay una traducción lemosina del Arbre des batailles, (Libre de les batalles más abajo) compuesto en idioma provenzal por Honorato Bonet (a), Prior de Salon, en la Provenza

(a) En una edición de este libro hecha en Lion por Olivier Arnoullet de principios del siglo XVI, que he visto después en Sevilla en la biblioteca Colombina, se llama el autor Honore Bonhor, y se dice que floreció en el reinado de Carlos V, Rey de Francia.

Casimiro Oudin es el que da más extendida noticia de este escritor y su libro (de Script. ecclesiast., tom. III, pág. 1271), donde cita una edición hecha en París en 1493. Yo puedo añadir lo que resulta de esta versión, por la cual consta que fue nacido y educado en la Provenza, que era doctor en decretos, y que floreció a fines del siglo XIV, en los tiempos del Rey de Francia Carlos VI, a quien, siendo aún joven, dedicó la presente obra; así que debió escribirla poco después del 1380, y cuando más enardecido estaba el cisma entre Clemente VII y Urbano VI, de lo cual habla como de cosa presente, según diré después. Llámase aquí Prior de Salon, como también le llaman algunos escritores Franceses citados por Oudin, y así también diría el original por donde se hizo esta versión, que, según muestra el carácter, es muy próxima a aquel tiempo. Oudin corrige Gaillon por Salon. Era esta una Cartuja de la diócesi de Rouan (Rouen). Intitúlase aquí constantemente y repetidas veces Libre de les batalles, y así le llama su autor en el prólogo, no arbre, como dijeron algunos de sus paisanos, engañados con un capricho del autor, el cual, antes del libro, que en nada alude a la metáfora del árbol, quiso pintar uno para manifestar la discordia del actual cisma. Dícelo él así concluido el prólogo: mes puys que aço he feyt, ne cove trobar materia de la qual io fassa mon hobratge. E si mes vengut un aital smaginament que io fassa un arbre de dol en lo comensament de ma obra. Et primerament de sus larbre vos porets veure los regents de la Sancta Sglesia en cruel tribulacio... El artificio del actual árbol se reduce a que en lo más alto de él está figurada una rueda, y sobre ella este lema:

Superiora infimis, infima superioribus

Gaudemus: hoc continuo ludo ludemus

Fortuna. 

A la derecha del círculo hay estas palabras: Clemens. Hic pingat pictor Papam Clementem, et suos Cardinales, et eius debellatores. A la parte izquierda dice: Hic pingat pictor Antipapam et suos Cardinales, et eius bella... (debellatores, de bellum) A una y otra parte del medio del tronco se mandan pintar los Reyes que son de ambos partidos, y más abajo los grandes señores principales, y las naciones. Al rededor hay algunas palabras de la Escritura alusivas a lo indicado. Y este es todo el artificio del árbol; mas en esto poco se ve que el autor escribió viviendo aún los Pontífices sobredichos; porque a haber ellos finado pusiera los nombres de sus sucesores en el cisma. También se ve que seguía el partido de Clemente VII, que era el de Carlos VI, coronado por el mismo Papa. A este árbol sigue el libro, dividido en cuatro partes: 1.a Contiene la aplicación del Apocalipsi, digo, de las visiones de los Ángeles a las calamidades anteriores de la iglesia; entre ellas está el cuento de Johanna Papissa. 2.a Habla del poder de los imperios antiguos, señaladamente del de Roma. 3.a y 4.a De las guerras y su justicia, causas, leyes, derechos de vencedores, prisioneros, escudos y banderas militares, con buenos documentos para los Reyes. Algunos creen que esta obra sea la que se atribuye al mismo, intitulada Somnium viridarii. Mas en este códice falta la hoja primera de la primera parte, que es donde debía constar en todo caso la ficción del sueño. Por lo demás la obra nada presenta con este aspecto. Y por no cansarte más copiaré algo de su prólogo, con que te certificarás de gran parte de lo dicho. “A la sancta corona de Fransa la qual al iorn de vuy per la hordonansa de Deu regna Carles lo VI en aquel nom fort ben amat (así es conocido con el nombre de el Amado) e per tot lo mon redobtat, so es duna gloria e lausor sobre totes senyories terrenals molt gran Princep yo mapel per mon dret nom honorat Bonet, Prior de Salon en Provincia, doctor en decrets. Soven e moltes hores he agut en volentat de fer algun libre ...”  Y alegando las razones que le obligaron a ello dice: "Primerament com lestat de sancta mare Esgleya es en semblant tribulacio, que si nostre Senyor noy pren algun remedi e Vostra Senyoria, la qual es acostumada de metre a fi, he acabar les cruels aventures de la fé cristiana, io non veyg via ni cami, que sia bona, ni breu acordarse. La segona raho, car io veyg tota sancta crestiandat axi gremada de guerres e de enveges, de rancos e de discordies, que a grans penes pot hom nombrar una petita terra, si es de Compte, de Duch, ho Baronia, que ben sien en pau.

La terça raho es car la terra de Provincia, don io son nat e nodrit, es de present tal tornada ... Perque aquestes rahons man forsat de fer alguna cosa novella per tal que vostra Joventut sia enformada de molts enteniments de la Sancta Scriptura ...”

Hasta aquí lo que me propuse copiar del prólogo. Al fin del libro ofrece escribir sobre les continenses que totes persones sien eclesiastichas o seglars, homens o fembres deven aver. Lo cual no sé si se cumplió. Me he extendido algo en este artículo por amor de los extranjeros, a quienes no les es tan fácil ver esta versión y lo que de ella resulta. El idioma lemosín, que en el siglo XIII había sido el de las cortes de Aragón, Sicilia y Provenza, conservaba todavía en los siglos XIV y XV toda su grandeza, y era lo que ahora el francés en cuanto al número de traducciones. Apenas había obra filosófica, política e historial que no sonase en lemosín. La pequeña corona de Aragón cultivaba entonces a maravilla las ciencias, singularmente las de gusto. Son innumerables los códices que a cada paso se hallan ignorados, y sus autores también. Cuando el principado de Cataluña presente la Biblioteca de sus escritores, y la añada a las que ya han publicado los reinos de Aragón y Valencia, entonces conocerá la Europa que en la corona de Aragón era la literatura la causa de los progresos en la marina, milicia, comercio, artes e industria. A cada paso lamento la falta de esta obra, que me obliga a dejar en el silencio muchas obritas, cuya noticia vendría bien, si fueran ya conocidos sus autores. Esto he dicho porque nadie tilde mi silencio respecto de algunos códices Catalanes de poca consideración. Vamos adelante con los que merezcan ser apuntados, que todavía quedan algunos en esta biblioteca.

De Francisco Alegre, que hizo una elocuente versión en lemosín de los libros de los Metamorfosis de Ovidio, impresa en Barcelona en 1498, queda aquí otra obrita inédita (F. 274), y es la traducción de la primera 

guerra púnica, compuesta en latín por Leonardo Aretino. Dice así en la dedicatoria: Al magnifich cavaller, e maior germa Mossen Anthoni de Vilatorta prefacio de Francesch Alegra en lo trasladar de la primera guerra punica. Al fin dice: Fi de la primera guerra punica acabada de traduir en vulgar catalá, aiudant aquell interminat començ e fi qui nostres fets be començats endressa a X V. de juny del any M. CCCC. setanta dos (1472). Otros ocios mitológicos del mismo autor se hallan en el ya dicho Jardinet de Orats.

De otro escritor que hasta ahora no conozco, y es de mi orden, y de algún mérito, quiero dar noticia, por si otro más feliz que yo alcanza a saber quién es. Su obra es un tomo fol. manuscrito vit. del siglo XIV (B. 320), y tiene este epígrafe: Exposicio de tots los libres de Seneca feyta per frare Luchas, Bisbe Auximen. del ordre dels Preycados, al Senyor Papa Clement VI. Este Papa murió en 1352. El obispado Auximen. será acaso de la iglesia de este nombre en la Marca de Ancona; mas en parte alguna he hallado quién sea este Lucas, que era Catalán y muy docto, como lo muestra este libro. En la inicial de la dedicatoria están entretejidas estas palabras: Jaume buesa ma escrit.

No menos sería digno de saberse el autor de otro tomazo en lemosín (B. 243), que tiene este título: Aquest libre es apellat Suma de collacions u de aiustaments. Es una instrucción de todos los estados y condiciones de la vida humana; pero tan completa, limada y elocuente, que podía ser de gran provecho traducida al idioma común de la nación. La obra se divide en siete partes, y cada una de ellas en muchos capítulos.

También es anónima otra obra, con este título: Tractatus de vita et moribus philosophorum, et de quibusdam dictis eorum. En el prólogo se dice dedicada a Don Pedro, Obispo de Calahorra y de la Calzada, asistente del Papa Sixto IV. Al fin hay: Additio in vitas Ipocratis et Terentii. El epígrafe final descubre algo más lo que ello es.

Dice así: Explicit de vita et moribus philosophorum, poetarum, oratorum ac grammaticorum in civitate Calciatensi tertio kal. aprilis 1482.

En la letra N. 311 se ve un vol. 4.°, que contiene el Tractat dirigit al molt alt Senyor lo Senyor Don Alfonso, Duch de Gandia, reduit de latí en vulgar sobre lo rahonament fet entre Scipio Africa e Anibal, e la batalla entre ells seguida: obra inédita de Fr. Antonio Canals, de mi orden. Contiene en once capítulos lo que sobre esto escribió Francisco Petrarca.

Sigue a esto un escrito anónimo: Tractat de una disputa e demandes fetas per un Prior dels frares de la orde dels Prehicadors del covent de Bolunya ab la anima ho spirit de Guido de Corvo, ciutada de Bolunya a XVI de setembra del any MCCCXXXIIII. Tras esto sigue: Epistola Fr. Bernardi de Riparia ad Guidonem Episcopum Maioricarum de visione et locutione quam habuit Fr. Johannes Gobi, Prior conventus Alestensis, quod idem dicit ac Bononiensis cum Guillermo de Corvo defuncto.

Merecen lugar aquí la vida de Carlos V, escrita por Pedro Mejía, en cinco libros incompletos, de cuya obra inédita cita algunos manuscritos Nicolás Antonio: esta está señalada N. 345. Desconocido es otro manuscrito (N. 343), que trata de los Linajes de toda España, por orden alfabético. Lo compuso el licenciado Don Alonso Coronado, de quien sé que lo escribía a fines del siglo XVI, que es donde concluye la genealogía de las familias, con la expresión de hoy posee este mayorazgo, reside en Madrid, y otras a este tenor; y la descendencia de los Condes de Barcelona la continúa hasta Felipe II y el año 1582. A este tenor podía decir de otros códices, pero sería molesto a mí más que a ti, y de poca utilidad para los dos.

De los privilegios antiguos y costumbres de Cataluña en los siglos XIII y siguientes, hay en esta biblioteca un repertorio, o sea extracto formado en el año 1476 por Francisco Martí y Bernardo Soler, siendo conselleres Galceran Carbó, Berenguer de Junyent, Gerónimo Rayola, Bernardo Marquíllez (Marquilles) y Salvador Spano. Es un vol. fol. vit. (M. 556). escrito con lujo y grande exactitud. Contiene, como digo, el extracto de todos los privilegios, diplomas y cartas de Reyes, que se hallan en cuatro libros del archivo de la ciudad, a los cuales llama primero y segundo verdes, primero y segundo colorados. Los que no puedan disfrutar los originales, tienen en este prontuario las noticias que puedan apetecer para la historia del comercio y artes de Barcelona, y aun muchas eclesiásticas de que acaso haré uso algún día: aunque ya poco hay que añadir a lo que publicó Don Antonio Capmany en sus Memorias. Otro vol. hay en fol. que sirve al mismo objeto, y contiene las cortes celebradas en Cataluña desde el año 1449 hasta el 1452. Propiamente son las actas y proceso de las cortes, de donde el político puede aprovechar conforme sus ideas. Yo he copiado algunas cartas y cosillas, así tal cual, que a su tiempo verás.

Todo entero debe ser copiado y publicado un códice (N. 347) que lo está ya en latín, y por mano extranjera, que tanto ha sido menester para que disfrutase el mundo de cosa tan preciosa. Hablo del libro de los oficios de la Casa real de Aragón, ordenados por el Rey Don Pedro IV, a 18 de octubre de 1344, el cual publicaron los editores de las Actas de los Santos, y después segunda vez en el tomo I del Thesaurus ecclesiasticae antiquit. donde recogieron todos los documentos y cosas más particulares de aquella vasta obra. Aquellos editores dicen que lo copiaron de un códice de Antuerpia, cuya historia refieren ellos mismos. Lo que yo sé decir es que he careado con esta edición el ejemplar que aquí hay en lemosín, y sé que aunque faltan al nuestro todos los dibujos que adornan al de Antuerpia, es mucho más exacto y expresivo que la traducción, y en algunos lugares más completo. El título dice así: 

Libre de tots los officis de Casa del Senyor Rey, del que quiscu ha de fer segons son offici. Al fin hay estos versos:

Qui scripsit scribat, semper cum Domino vivat.

Johannes Roig vocatur qui scripsit benedicatur. Amen.

Die XX. mensis octobris ann. M.CCCCLXVII. (1467) 

Sirva esta noticia por si no pudiere ver otros ejemplares, que según me dicen hay en el archivo real, y algunos de ellos con figuras y representaciones de los oficios. Lo que digo que debía hacerse con este códice, he hecho yo, y con no poco trabajo, con otro documento histórico tan largo y embrollado como útil. Es el caso que en un vol. fol. men. (L. 335) manuscrito en vit. se halla lo siguiente: Varios sermones de Conceptione, ortu et Assumptione Beatae Mariae Virginis, de Inventione Sanctae Crucis etc. Item constitutiones D. Joannis Sabinen. Episcopi in Illerda. = Synodus Barcinone habita a D. Petro de Albalat 1241. No es provincial, como creerá alguno, sino diocesano, vacando esta iglesia. Synodus D. Fr. Petri de Centelles, Episcopi Barcin. 1243: fragmentos del de 1244 y algunas otras cosillas que no pierdo de vista, y que se llevarían toda la atención, si no se hallaran entre ellas 28 hojas que contienen un Cronicón entero desde la era I de España hasta la 1340. Obsérvase en él alguna variedad de caracteres y tintas, lo cual prueba que es obra de diversas manos, y esto lejos de desautorizar el escrito, le da más autoridad. ¡Ojalá en esta clase de obras se observara siempre esa diferencia; por donde pudiera inferirse que escribían las noticias testigos oculares o coetáneos! Sin embargo, en la que digo no se advierte que haya trabajado ninguna mano anterior al siglo XII, y aun a duras penas se podrá decir que sea de ese tiempo el que formó el plan de toda ella, escribiendo en los cuadritos que resultan de varias lineas horizontales y verticales, todos los cómputos, eras, años de Cristo, indicciones, epactas, áureo número, ciclos y días de la Pascua. Y aunque son muchos los que en él trabajaron, sobresale la mano de algún monje Benedictino de Santa María de Ripoll, que tuvo cuidado de notar los óbitos de sus Abades y aun de algunos monjes, y las varias dedicaciones de su iglesia, y aun al año 935, dice así: In isto anno fuit secunda dedicatio huius coenobii Rivippulli. Así que sin impropiedad he creído deberle llamar Cronicón de Ripoll, y aunque sean conocidos otros con el mismo nombre, este es mucho más completo, no sólo en el número de artículos en que no hay comparación, sino también en la extensión con que escribe los ya publicados en otros. Particularmente se ve esto, si se compara con un Cronicón que hay en el día en dicho monasterio, del cual tengo copia exactísima, o más bien un dibujo, y sólo comprende desde el año de Cristo 27 hasta el 1191, con poquísimas y escasas noticias. No carece el nuestro de inexactitudes, singularmente en la cronología de los Papas de los primeros siglos, y aun en la de los Emperadores; pero es tan exacto como abundante desde el siglo X. Por esta razón, he querido copiarle todo, como está, para nuestra colección, no siendo difícil a los doctos corregir las erratas, y más con la ventaja de disfrutar entero este documento, que es el más completo de los Ripollenses. Con él y el que ahora dije de aquel monasterio, y los dos que copié en Tortosa, y el que he copiado aquí en mi convento de Santa Catarina, tenemos cinco Cronicones que regalar al público, y endulzar un tanto nuestras tareas. Descansemos hoy de ellas, que harto queda para otros correos.

A Dios. Barcelona. 


https://es.wikipedia.org/wiki/Convento_del_Carmen_(Barcelona)

domingo, 6 de noviembre de 2022

Tomo 12. ÍNDICE DE LAS COSAS MÁS NOTABLES.

ÍNDICE DE LAS COSAS MÁS NOTABLES. 

(Las páginas son las del PDF que he editado, no concuerdan con este formato)


Abades simultáneos. 24. 

Abiell (Guillermo), arquitecto. 173. 

Abril, obispo de Urgel. 30. 

Adaulfo, obispo de Gerona. 160. 

Adón: su martirologio. 123. 

Adulfo, obispo de Pallas (Pallás, Pallars). 53. 

Ager (colegiata): sus constituciones sinodales mss. 96. 

S. Agustín: himno en alabanza suya. 113. 

Alfoncelo (Andrés) (Alfoncello, Alfonzello): su manual. 104. 

Aloy, escultor. 176. 

Álvaro, conde de Urgel. 81. 

Andreu (Raimundo), platero. 183. 

Antigoni (Antonio), arquitecto. 173.

Arévalo y Zuazo (D. Francisco), obispo de Gerona. 127 - 174. 

Aristóteles: su edición. 68. 

Arnulfo, obispo de Gerona. 156. 

Artal, conde de Pallás. 44.

Artal II, conde de Pallás. 45 - 51.

Atón, arzobispo de Tarragona. 156. 

Atón obispo de Pallás. 47. 


Balastay (S. Fructuoso de), monasterio. 46. 

Barcelona: ordenó el archivo de su catedral el P. Caresmar. 86. 

Barners (Pedro), platero. 183. 

Basilea: su concilio. 106 - 151. (Basel)

Beato: su explicación del Apocalipsi. 118. 

Beda (Ven.) (venerable): sus homilías sobre el Evangelio de S. Mateo. 118. 

Bellera (S. Ginés de), monasterio. 49. 

Belljoch (Juan), escultor, 176. 

Bello, abad de San Pedro de Escales. 31. 

Bellpuig de las Avellanas, monasterio. 76. 

S. Benito. 145.

Berenguer (Pedro), obispo de Urgel. 28. 

Berenguer Borrel (Borrell), conde de Barcelona. 22.

Biblia del siglo XV. 97 - otra ms. de Gerona. 108. 

Boffiy (Guillermo), arquitecto. 172.

Bonesindo: hace una donación al monasterio de S. Clemente de Codinet. 11. 

Borrel, conde de Barcelona. 31 - 32. 

Borrel Obispo de Vich. 156.

Breviarios antiguos. 93.

Burgal (S. Pedro de), monasterio. 41. 

Burgundio: su interpretación de las homilías de S. Juan Crisóstomo sobre el Evangelio de San Mateo. 120. 

Brunet (Maestre): su libro del Tesoro. 122. 


Cabanellas (Guillermo de), obispo de Gerona. 125. 

Cadena: qué significa. 58.

Calordo, abad del monasterio de S. Saturnino de Tabernoles. 3 - 8.

Calzada, libro ms. del cabildo de Gerona. 105.

Canet (Antonio), arquitecto y escultor. 173. 

Capilla (D. Fr. Andrés), obispo de Urgel. 55. 

Carbonell (Pedro Miguel): su miscelánea. 111.

Caresmar (D. Jaime), premonstratense: su artículo. 8.

Carlo-Magno. 108 - 160 - 167 - 170. Su fiesta. 162.

Carlos el Simple: cuando fue reconocido como Rey. 41.

Castellá (D. Galcerán). 186.

Castellbó (colegiata de). 54.

Castellnou (Pedro de), obispo de Gerona. 178.

Catalán y de Ocón (D. Francisco), obispo de Urgel. 69.

Celles (S. Miguel de), monasterio: 158.

Centelles (S. Andrés de), monasterio: existía en tiempo de Carlo-Magno. 16 - suprímese. 18. 

Cerdañola (S. Lorenzo de), monasterio. 23. 

Cesario, arzobispo de Tarragona. 156. 

Cesulis (Fr. Jaime de): su tratado del aljedrez. 121. 

Ciprés (Pedro), arquitecto. 174. 

Cisma de Occidente: documentos relativos al mismo. 120. 

Claperos (Antonio), escultor. 175.

Codinet (S. Clemente de), monasterio: existía en tiempo de Carlo Magno. 10 - suprímese. 13. 

Colección de cánones, ms. de Gerona, 107.

Colección diplomática. 60.

Coma (Pedro), arquitecto. 172.

Compostela: su concilio defendido. 156.

Concepción de Nra. Sra.: mándase celebrar su fiesta en Gerona. 105.

Corpus: cuando se introdujo esta fiesta en Gerona. 190 - 197. 

Creixell ( Arnaldo de), obispo de Gerona. 152. 

Cruilles (Berenguer de), obispo de Gerona. 183. 

Dorca (D. Francisco): 129 - 143 - 160. 


Edifredo: funda el monasterio de Sta. Cecilia de Elins. 23. 

Elins (Sta. Cecilia de), monasterio: su fundación. 23 - suprímese. 30. 

Era: cuantos años precede al de la Encarnación. 15. 

Erasmo: su gramática. 95.

Eril (Berenguer de), obispo de Urgel: suprime la abadía de Sta. Cecilia de Elins. 30. 

Ermemiro, obispo intruso de Gerona. 155. 

S. Ermengol, obispo de Urgel. 40 - 56 - 93 - 143.

Ermengol I., conde de Urgel. 13.

Ermengol II, conde de Urgel. 22.

Ermengol IV, conde de Urgel. 5 - 19 - 21 - 26 - 32.

(falta Ermengol V)

Ermengol VI, conde de Urgel. 28.

Ermengol VII conde de Urgel. 78.

Ermengol VIII, conde de Urgel. 81 - 83.

Ermesindis, condesa de Barcelona. 178.

Escales (S. Pedro de), monasterio: su fundación. 30.

Estatuts: los de la iglesia de Gerona. 105.

S. Esteban: representación de su martirio. 195.

Evangelios: ms. de los que se leen en las dominicas y principales fiestas. 123. 

Ferrer (José), arquitecto. 174. 

Flisco (Esteban): sus sinónimos. 97. 

Formas ensangrentadas. 186.

Francemiro: dase a instancia suya a los monjes Benedictinos la iglesia de S. Pedro de Escales. 31. 

 Franquezas (Sta. María de), monasterio de monjas Cistercienses. 36. 

Fredolo, conde de Pallás. 37 - 61. 

Fueros de Aragón: ms. 121. 

Fulcon, vizconde de Cardona. 57. 


Galilea: que era. 177.

Gaufrido, obispo de Tarazona. 185.

Geraldino (Alejandro y Antonio): sus odas y epitafios. 112.

Gerberto: nombre con que era más conocido en España el Papa Silvestre II. 15. 

Gerona: su conquista por Carlo-Magno. 160.

Gerona (catedral de): su archivo. 101 - 115. - incendio del episcopal. 126. - hizo memoria en el oficio divino de S. Félix Mr. 130. - su canónica. 132. - no fue la agustiniana. 144. - no se observó allí la regla de S. Benito, 145. - su sello. 159. - 

su hermandad con la de Puy. allí: sus hábitos corales, 165. - cuando se edificó. 166. - su altar mayor. 180. - sus inscripciones. 188. - sus ritos. 193. - sus libros rituales. 207. 

Gerri (monasterio de): 5 - 38 - 44 - 45 - 46 - 51 - 58.

Grata (Sta.), monasterio. 38.

S. Gregorio M. Papa: sus diálogos. 93 - 118. - sus morales. 118. 

Gual (Bartolomé), arquitecto. 173.

Gualter (Sta. María de), monasterio: su fundación. 32.

Guillén (Bernardo), obispo de Urgel. 57.

Guillermo, obispo de Pallás. 47.

Guillermo Guifredo, obispo de Urgel. 40 - 44 - 56 - 73.

Guinguamps (Juan de), arquitecto. 173. 

Guitardo, conde de Pallás, 56. 


Ilperico, hace una donación al monasterio de S. Clemente de Codinet. 12. 

Isarno, conde de Pallás. 41 - 56. 

Ispania: qué se entendía con este nombre. 33.


B. Juan de Orgañá. 78 - 81.

S. Julián (monasterio de), su fundación. 42.

S. Justo, obispo de Urgel. 93. 


Leccionarios antiguos. 92 - 93.

Leideredo, obispo de Urgel: hace donación al monasterio de S. Saturnino de  Tabernoles. 3 

López de Ayerbe (D. Fr. Sancho), arzobispo de Tarragona. 185.

Lord (S. Lorenzo del valle de), monasterio, 19. - suprímese. 22. 

Ludovico Pío. 8.


Magnulfo o Mangolfo: funda la iglesia de S Pedro de Escales. 30. 

Malezas (S. Pedro de las), monasterio. 45.

Marca enmendado. 41.

Martí (D. José). 71. - su artículo. 98.

Marunys (S. Lorenzo de), monasterio. 19. - suprímese. 22.

Masdeu enmendado. 9.

Mata (S. Salvador de), monasterio. 40.

Mata (Guillermo de la), arquitecto. 173. 

Mazo de S. Benito: qué era. 146. 

Misal Urgellense. 69. 

Mommagastre (S. Miguel de), monasterio. 48. 

Monasterios antiguos. 1.

Moncada (D. Gastón), obispo de Gerona. 177. 

Monells (Guillermo de), obispo de Gerona. 153. 

Monells (Ponce de), obispo de Tortosa. 35.

Mongrí (Guillermo de), arzobispo de Tarragona. 126 - 190. 

Monrodó (Arnaldo de), obispo de Gerona. 162 - 171. 

Monte Rotxerii (Guidón de): su obra Manipulus curatorum. 121.

Moreto (Francisco): autor del catálogo de obispos de Gerona, conocido con el nombre de Romaguera. 128. 

Mulaza: qué es. 176. 

Mur (Sta. María de): monasterio. 70.

Mur (Dalmacio de), obispo de Gerona. 109 - 173. 


Navot (Nabot) (Fr. Juan): su tratado sobre la concepción de la Virgen. 119. 

Nantigiso, obispo de Urgel. 31 - 40 - 52. 

Notarios: lo eran los monjes. 4. 


Obispillo: qué era. 196. 

Obispo titular. 

Obispo titular Othoniense (Juan). 64.

S. Odón, obispo de Urgel consagra la iglesia de Cerdañola. 23 - 45 - 63 - 93. 

Orgaña (colegiata de). 55. (Orgañá, Organyà, Organniano)

Ovez u Oveix (S. Vicente de), monasterio. 43. 


Paladio Rutilo Tauro: su obra de la agricultura. 119. 

Palau (Berenguer): introdujo en Gerona la fiesta del Corpus. 190 - 197. 

Pallás (condes de): coexistencia de tres. 9 - 50. 

Paratavia. 74.

Pascall (Fr. Juan): su obra Beatitut. 121.

Pascual (D. Jaime): su disertación sobre el obispo de Pallás. 68. - su artículo. 90. 

Pau (Bernardo), obispo de Gerona. 106. 

Pau (Gerónimo): sus poesías. 113. 

Pedro, conde de Pallás. 73.

Peranzules (Conde D.): socorrido por el monasterio de S. Saturnino de Tabernoles. 5. (Peransúrez y otras variantes de su nombre)

Perexens (Arnaldo de), obispo de Urgel. 79 - 82. 

Pérez (Guillén), obispo de Lérida. 35. 

Petra Apilia (San Esteban de), monasterio. 46. (apilia : abella, abeja)

Plana (Francisco de), arquitecto. 172. 

Pontich (D. Fr. Miguel), obispo de Gerona. 174. 

Pontich (D. Sulpicio): su repertorio. 110.

Posedonio, obispo de Urgel. 39.

Posesión: cómo se tomó la de un molino. 83.

Potentia: no se sabe lo que era. 176. (en una iglesia)

Premoles o Premola: escritor Valenciano. 94. (Pere Mola ?)

S. Privato (monasterio de). 46.

Proceso de 1239. 125.

Puigt (Puitg) (Jaime): una obra suya mss. 96. 


Raimundo, conde de Pallás. 51 - 59 - 73.

Ramón Berenguer, Cap de estopa, conde de Barcelona. 178. 

Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. 77.

Raset (Dalmacio), canónigo de Gerona. 106. 

Raudulfo, obispo de Urgel. 51 - 62. 

Relles (P. Onofre). 128.

Rocaberti (Pedro de), obispo de Gerona. 148 - 182. 

Roger (Pedro), obispo de Gerona. 142 - 167 - 169. 

Roig (Juan), escultor. 177. 

Roig y Jalpi (Fr. Juan Gaspar). 127. 

Romaguera (Francisco). 128. 

Rosanes (Berenguer), obispo de Vich. 157. 


Sagrera (Guillermo), arquitecto. 173. 

Saila, abad de S. Pedro de Vellanega. 9. 

Salla, obispo de Urgel: estaba en la corte de Roma. 14. 

S. Juan (Pedro), arquitecto. 172. 

S. Salvador (monasterio de). 8. 

Sánchez Verceal (Clemente): su sacramental. 97. 

Santa Fé (Gerónimo): sus disputas contra los judíos de Tortosa. 120. 

Sanz (Bernardo), obispo de Urgel. 59. 

Sarga (S. Esteban de la), abadía. 75. 

Sclua, obispo intruso de Urgel. 155. 

Servus Dei, obispo de Gerona. 154 - 157. 

Silvestre II, Papa. 13.

Sisebuto II, obispo de Urgel: su testamento. 12 - 16. 

Soler (Arnaldo de), Arcediano de Besalú. 184. 

Spanella, pariente de Carlo-Magno. 61. 

Suniario, conde de Urgel. 53. 

Tabernoles (S. Saturnino de), monasterio: existía en tiempo de Carlo-Magno. 3. - suprímese - allí. - monasterios agregados a él. 52.

Tabertet (Guillermo de), obispo de Vich. 83.

Tajón, obispo de Zaragoza: su libro de las sentencias. 12. 

Tarragona (concilio de): no conocido hasta el día. 35.

Taverant (Jaime de), arquitecto. 172.

Taverner (D. Miguel Juan), obispo de Gerona. 187.

Tocco (Fr. Benito), obispo de Gerona. 193.

Tort (Bernardo), arzobispo de Tarragona. 59.

Treballa (D. Fr. Raimundo), obispo de Urgel. 69.

Tremp (Colegiata de). 67. 

Tresponts (S. Andrés de), monasterio: existía en tiempo de Carlo-Magno. 16. - suprímese. 18. 


Usajes de Cataluña: ms. 121. 

Valerio Máximo: traducido al lemosín. 96. 

Valleras (Arnaldo de), arquitecto. 173. 

Vallfogona (Pedro de), arquitecto. 173. 

Vautier (Rotlinio), arquitecto. 174. 

Vellanega (S. Pedro de): monasterio fundado antes del siglo X. 9. - suprímese. 10. 

S. Vicente M.: sus reliquias. 61. 

Vilamarí (Bernardo), obispo de Gerona. 117 - 155 - 178. 

Vilamur (Ponce de), obispo de Urgel. 84. 

Vilanova (monasterio de). 36. 

Vilanovas (D. Galcerán de), obispo de Urgel. 69. 

Villar (Juan): su correspondencia con Carbonell. 114. 

Viu (San Juan de), monasterio: su fundación. 47. 


Wigo, obispo de Gerona. 155 - 156.

Wiliera: hace una donación al monasterio de San Vicente de Codinet. 12. 

Wisado II, obispo de Urgel: concede a los monjes Benitos la iglesia de San Pedro de Escales. 31 - 59. 


Xulbe (Juan de), arquitecto. 173. 

Xulbe (Pascual de), arquitecto. 173. 

lunes, 31 de octubre de 2022

CARTA XCIII. Templo y canónica del siglo XI: su dedicación: reliquias de aquel antiguo edificio:

CARTA XCIII. 

Templo y canónica del siglo XI: su dedicación: reliquias de aquel antiguo edificio: fábrica de la nueva iglesia en el siglo XIV: arquitectos que entendieron en ella: su descripción, cementerio y sepulcros insignes: altar mayor de plata y noticia de algunos artífices que lo trabajaron: cimborio que lo cubre: silla episcopal detrás de él: formas incorruptas que allí se guardan: la iglesia actual no está consagrada: claustro e inscripciones notables de él.

Mi querido hermano: No queda vestigio del templo antiguo, digo del que hubo en tiempo de los Godos. Se sospecha que permanecería algo de su edificio a principios del siglo XI cuando el Obispo Pedro Roger emprendió la construcción de un nuevo templo, alegando que el que había era antiquísimo y tan deteriorado (pone deteriodado) que en tiempo de lluvias no podían celebrarse en él los divinos oficios. 

Así lo asegura en la escritura con que él y su capítulo vendieron al Conde de Barcelona Raimundo y su mujer Ermesindis la iglesia de S. Daniel, extramuros de esta ciudad, por precio de cien onzas de oro que habían empleado en la fábrica de la catedral. Publicó esta escritura el padre Roig, pág. 190, copiada del original que yo he visto en el archivo del monasterio de S. Daniel. De ella infiere el citado escritor que el templo que llamaba viejo el Obispo era el del tiempo de los Godos, conservado hasta el siglo XI: porque si Carlo Magno lo hiciera nuevo, cuando se conquistó esta ciudad, no parece, dice, verosímil que al cabo de 300 años (sólo son 230) se hallase tan deteriorado. Valgan o no estas conjeturas, es cierto que se había ya comenzado la fábrica de un nuevo templo el año 1015, que es al que pertenece, según la cuenta más común, el año XVIIII de Roberto notado en aquella escritura, y nunca puede pertenecer al 1017 como dijo el padre Roig; ni al 1016 como aseguró Pontich. El mismo año, y al otro día de esta venta, los sobredichos Condes en aumento de aquel precio dieron a la sacristía de esta iglesia cuatro modiatas de tierra en el llano de esta ciudad junto al río Guadello (hoy Guell) (Güell). Va copia del original que está aquí (armari. de la Canonja). Esta escritura basta para hacer ver que la Ermesindis, bienhechora insigne de esta iglesia, no fue mujer de Ramón Berenguer, sino de Ramón Borrell, que murió poco después en 1017 (a: Ap. núm. XXXIII.). Es regular que juntamente se construyesen el claustro y demás oficinas de la canónica; y no hay dificultad en entender así materialmente lo que dice la escritura de dotación de la canónica en 1019. Statuerunt... ut domus canonica construeretur = ad construendum et ditandum jam dictam canonicam. El edificio anterior, o estaría también deteriorado o sería mezquino y poco acomodado a los usos del siglo XI. En la escritura de consagración de la iglesia en 1038, se dice expresamente que el Obispo Pedro y su hermana Ermesindis domos in quibus qui Deo militare cuperent, canonice viverent... struxerunt. Y estas casas o edificios son los que indicaron distinguiéndolos de la iglesia, cuando decían: universas praefatae ecclesiae facultates, et congregationis ejusdem canonicae cum utrumque una sit eclesia propter fidei unitatem, et alterum utriusque diversum videatur habere nomen pro melius vivendi consuetudine. Continuaba esta obra en 1064, según se ve en el testamento que dije otro día de Ponce, precentor, el cual dejó centum mancusos auri monetae aeneae ad ipsam mansionem de ipsa canonica, quam Johannes facit edificare. El nuevo templo estuvo ya para ser consagrado en el año 1038, día 21 de septiembre: solemnidad a que concurrieron Wifredo, Arzobispo de Narbona, y los Obispos Oliva, de Vique, Heriballo, de Urgel, Bernardo, de Coserans, Guilaberto, de Barcelona, Berenguer, de Elna, Arnaldo, de Magalona y Guifredo de Carcasona (este último había sido Obispo de Besalú) (a: V. Tom. VI de este Viaje, págs. 192 y 204.), todos los cuales a ruegos de nuestro Obispo Pedro Roger y su hermana Ermesindis dedicaron el templo y confirmaron su dotación. Publicose esta escritura en la Marca Hispánica (apéndice número CCXVIII.), aunque con algunas inexactitudes de poca entidad, sino es haber omitido la palabra era en la fecha. Digo esto porque la he cotejado con el original. Permaneció este templo hasta principios del siglo XIV. Queda todavía una parte de él en la torre que el vulgo llama de Carlo Magno, y está al lado del norte; obra conocidamente del siglo XI, y que sirvió entonces de torre de campanas, como entre otras cosas consta de la escritura de erección del altar de San Esteban, hecha en 1362 in capella subtus campanile vetus (arch. episcopal, not. 43, fol. 37), y hasta hoy permanece bajo de dicha torre. La longitud total de este templo era lo que es ahora la nave grande del nuevo, y tenía también dos puertas, occidental y meridional, casi en el mismo lugar que las actuales. De esto se darán algunas pruebas en el discurso de este viaje.

A fines del siglo XIII se trataba ya de construir un nuevo templo, como se ve de una cláusula que más abajo copiaré del testamento del tesorero Guillermo Gaufredo. Y cierto que no podía obligarles a ello la ruina del que entonces había, pues tan fuerte es lo que nos queda de él. La empresa sin embargo no se verificó hasta entrado el siglo XIV. La primera memoria que hay de ello está en el Lib. verd. fol. 119, donde se lee: "Anno Domini M.CCC.XII. III. kal. maii capitulum Gerunden. in cerca nova ecclesiae Gerunden. more solito congregatum statuit, voluit et ordinavit, quod capud ipsius ecclesiae de novo construeretur et hedificaretur, et circum circa ipsum capud, novem capellae fierent, et in dormitorio veteri, fieret sacristia. Et cura ipsius operis fuit comissa per dictum capitulum, venerabilibus Raimundo de Vilarico, Archidiacono, et Arnaldo de Monterotundo Canonico." A estos comisionados se entregaron desde luego 10.000 sueldos que para el objeto había dejado el citado Guillermo Gaufredo. Repitiose el mismo decreto en 1316 (ibid. fol. 121). 

De las mismas palabras citadas se infiere que ya había entonces algunas obras nuevas, tal como cerca nova, donde se congregaba el capítulo, lo cual se repite en otros lugares. A principios de este mismo siglo se congregaban in dormitorio claustri. Más adelante in theca nova, y in volta (la nave) S. Johannis. En 1345 el Obispo Arnaldo de Monrodó (Monterotundo) ya fundó un beneficio en la capilla de los Santos IV mártires, Germano, Justuro, etc., que es una de las nueve que se construyeron en el cap o testero de la iglesia. El año siguiente se trasladó el altar mayor del antiguo sitio al actual. Sin embargo la obra prosiguió con lentitud bajo la dirección de varios arquitectos. Los que yo conozco son Jaime de Taverant, Francés, maestro de la catedral de Narbona, admitido a trabajar aquí en 1320: Francisco de Plana, Catalán, lo era a mitad de ese siglo, y fue excluido en 1368, cuando dieron la dirección de la obra a Pedro Coma (de Cumba), que al mismo tiempo trabajaba en la colegiata y torre de San Félix. En 1397 trabajaba Pedro de San Juan, de natione Picardiae. Otros se dirán más adelante. A principios del siglo XV la fábrica se continuó bajo nueva forma. Habíase trazado primero para templo de tres naves, circuyendo las colaterales el altar mayor. Bajo este plan se siguió la obra hasta los machones que sostienen el cimborio (pone simborio), inmediato al presbiterio. Parecioles entonces que su conclusión por el mismo término haría el edificio mezquino y agobiado. Y así se emprendió su continuación, de una sola nave que tuviese de latitud lo que las tres primeras, y mucho mayor elevación según correspondía. Dirigía esta obra Guillermo Boffiy. Levantados ya los machones laterales y paredes, se comenzó a dudar en 1416 sobre la solidez de la construcción, mayormente contra los embates de los vientos y estrépito de los truenos, estando como está en lugar tan elevado. Para asegurarse en punto tan principal fueron convocados los arquitectos siguientes: Pascual de Xulbe, arquitecto de la iglesia de Tortosa (llámanle lapicida et magister operis, y así a los siguientes), Juan de Xulbe, hijo del antecedente, y su sustituto en la misma obra de Tortosa, Pedro de Vallfogona y Guillermo de la Mata, arquitectos de la catedral de Tarragona, Bartolomé Gual, de la de Barcelona, Antonio Canet, escultor de Barcelona y arquitecto de la catedral de Urgel, Guillermo Abiell, director de las fábricas de Santa María del Pino, Carmen, Monte Sión, San Jaime y hospital de Santa Cruz de Barcelona, Arnaldo de Valleras, de la de Manresa, Antonio Antigoni de la parroquial de Castellón de Empurias, Guillermo Sagrera, de la de San Juan de Perpiñán, y Juan de Guinguamps, vecino de Narbona. Oídas las declaraciones juradas de todos, resolvió el Obispo Don Dalmacio de Mur con el capítulo proseguir la obra de una sola nave, porque a más de la solidez del edificio tendría mucho mejores luces y mayor elegancia. De este acto va copia (a: Ap. núm. XXXIV.) que no disgustará a los amadores de las bellas artes. Su obra continuó bajo este plan hasta su conclusión. En 1427 entró a ser su director Rotlinus Vautier dioces. Biterrensis. Excluido este en 1430 le sucedió Pedro Ciprés. La última bovedilla de la obra en el siglo XVII la construyó Josef Ferrer. A proporción que se iban concluyendo las capillas, se construían en ellas sepulcros para los que murieron antes de comenzarse la nueva fábrica, y habían costeado o elegido para sus entierros las capillas antiguas de la misma advocación. Y esto debe tenerse presente para evitar equivocaciones. Delante de la catedral hay una gran cuesta hasta el llano de la calle. A la escalera antigua que allí había, quiso sustituir otra el Obispo Don Francisco Arévalo Zuazo, a principios del siglo XVII. Al fin del mismo lo verificó el sucesor D. fray Miguel Pontich. Es un cuerpo de obra magnífico, cuyo total dividido en tres rellanos o mesetas, consta de ochenta y seis escalones con su balaustrada lateral de granito. La latitud en las gradas es de cincuenta y seis palmos, y en las mesetas de más de ciento. Mirando desde abajo presenta un todo elegante coronado con la fachada de la catedral, que aunque no está concluida, ni es de las de Herrera, conserva algunos vestigios del buen gusto. La puerta colateral del mediodía se llama de los doce Apóstoles por las imágenes de barro que en ella hay en otros tantos casilicios, labradas en 1458 por Antonio Claperos, obrer de Ymagens ó imaginaire, como decían, de Barcelona por precio de 600 florines de moneda de aquella ciudad. Existe la contrata en un lib. de act. capitul. en la curia episcopal, donde entre otras cosas se estipula que se labrasen de aquella ó semblant terra que es obrada la ymage de S. Eularia è la creu del portal nou de Barcelona, y que se cociese el barro y se barnizase de la misma manera.

La latitud del templo, así en la única nave como en las tres, es de 112 palmos, excluyendo el fondo de las capillas. La longitud total es de 408 salvo error, excluido también el fondo de la capilla última. De esta cantidad los 249 palmos, son la longitud de la única nave hasta el arranque de las tres, y los restantes 159 es la longitud de estas. La magnificencia y grandiosidad de la primera pieza, queda afeada con el coro que ocupa un buen espacio de ella, y es de mal aspecto y mezquino en lo exterior. Lo más notable que hay en él es, que en su salida al altar mayor hay cuatro sillas por parte de espaldas a dicho altar, las cuales tenían su destino determinado para ciertos oficios y dignidades. En los dos ángulos exteriores hay dos púlpitos donde se cantan las epístolas y evangelios. 

Las lecciones diariamente se cantan en el corillo alto al testero del coro. Sobre todo él cuelga desde la bóveda una como tienda recogida que llaman la mulaza, la cual despliegan (pone desplegan) para cubrir el coro en tiempo de grandes fríos. No sé qué parte de él se llamaría potentia, nombre con que expresan una obra de madera que en él se hacía por los años 1351 en el coro del Obispo, y para cuyo adorno labró algunas estatuas un maestro Aloy imaginator civis Barchinon.; cuya apoca está en la curia episcopal (not. 25. fol. 31). Advierto que el imaginator o ymaginayre de entonces, era lo que ahora decimos escultor. 

En los altares hay la desigualdad consiguiente a los tiempos de su construcción. En la segunda capilla a mano derecha están las fuentes bautismales, que son una taza octágona sostenida sobre un pie, adornada de buenas labores. Tratose de su construcción en 1535, y que fuese ex nostro optimo et duro lapide, encargándola a Juan Belljoch, Francés (que dirigía la fábrica de la catedral ya desde antes de 1528) por precio de setenta ducados de oro. Cobradas las dos terceras partes se fugó el artífice, en cuyo lugar entró Juan Roig, escultor. Esto digo porque no perezcan los nombres de estos profesores que me vienen a mano. Otras capillas están decoradas con sepulcros de Obispos, y en algunas se han ocultado estas memorias respetables con los adornos del mal tiempo. Dos sepulcros hay insignes en esta iglesia, los cuales estaban antiguamente en su galilea o cementerio a la parte exterior de la puerta principal, en tiempo en que la piedad de los fieles respetaba el sagrado del templo con una humildad que califica de soberbia la costumbre actual. En este punto eran tan religiosos los canónigos de esta catedral, que no se hallará uno enterrado dentro de ella antes del siglo XVI. Desde que se comenzó la obra del claustro actual en el siglo XIV, hicieron constitución con su Obispo D. Gastón de Moncada, en la cual se concedió a los prelados que ahora llaman dignidades, canónigos, presbíteros y clérigos de capítulo elegirse sepultura en el plano de él. Esto fue el año 1331. Antes de esta época se enterraban en el cementerio, y esto aún en 1292, como se ve en el testamento de Guillermo Gaufredo, tesorero de la catedral y hombre muy rico. Los presbíteros llamados stabiliti se enterraron siempre, y aún hoy por lo regular, en el carner del marrech, cementerio delante de la puerta de los Apóstoles. Los Obispos hasta todo el siglo XIII se enterraban en la sepultura que había en el capítulo, como se ve en el testamento del Obispo Don Pedro de Castellnou, y el del sucesor don Bernardo de Vilamarí, dice de aquella sepultura: ubi consuetum est pontifices ipsius ecclesiae sepeliri. Pontich dice que los Obispos cuya sepultura se ignora, se ha de creer que están en la del coro, que él llama Común de Obispos. Mas he registrado este depósito abierto a mis instancias, y con no pequeño trabajo, y hallé ser tan reducido, que apenas caben en él los dos únicos cadáveres que contiene. Los sepulcros principales que decía son del Conde Ramón Berenguer de Barcelona, llamado Cap de estopa, que murió violentamente a 6 de diciembre de 1082, y de la Condesa Ermesindis, que murió a 1.° de mayo de 1058, o 1059 como quieren otros. Ambos estuvieron antes en el lugar que he dicho hasta el año 1385, en que a 28 de julio mandó el Rey Don Pedro IV estando en la villa de Figueres, que fuesen trasladados donde hoy se hallan, es a saber, el del Conde sobre la puerta de la sacristía, y el de la Condesa al lado opuesto en lo alto de la pared entre las capillas de Corpus y San Juan. De la traslación del Conde da razón un letrero que hay junto a él, y dice así: in hoc tumulo iacet corpus illustris ac potentis viri domini Raymundi Berengarii, Comitis Barchinonae filii Dni. Raymundi Berengarii Comitis Barchinonae qui usaticos condidit. Hic propter multitudinem et densitatem crinium crisporum fuit dictus cap de stopes, qui vulnerato decessit nonas december in civitate Gerundae anno Dni. M.LXXXII. et fuit sepultus in quodam tumulo constructo foris in presenti Sede iuxta portam. Et postmodum translatus per illustrissimum principem et dominum Dnm Petrum tertium aragonum Regem (III de Cataluña y IV de Aragón) (3° como conde de Barcelona) ipsius comitis octavum neptem V. die november anno Dni. M.CCC. LXXXV regnique sui quinquagessimo. Pons dijo que esta era la Condesa Mahalta, mujer de aquel Conde, la cual después de muerto el marido en 1082, casó con Aimerico, Vizconde de Narbona, y vivía aún en 1111. Tengo por más verosímil que la Condesa aquí enterrada es la que dije, Ermesindis, mujer del Conde Ramón Borrell, hermana del Obispo Pedro Roger, la cual hizo mil bienes a esta canónica, fundó la capellanía de Santa Anastasia, la única que había aquí en su tiempo, dio trescientas onzas de oro como se dirá, y murió en 1058. Todos estos motivos de afecto y de gratitud inclinan a creer que de ella es este sepulcro, faltando en él inscripción y documentos coetáneos que lo testifiquen. Tampoco hay inscripción en el sepulcro del Conde, ni otra cosa más que el rótulo que dije.

Lo más notable de esta Iglesia es el altar mayor por su materia, labores y construcción. Su ara es una pieza de mármol de unos doce palmos de longitud y seis de latitud, adornada de varios recalados en su plano, los cuales se llenan con tablas para comodidad del sacrificio. Está enteramente aislada, y sus cuatro costados cubiertos con gran riqueza de plata y oro, y algunas piedras no despreciables. El principal está cubierto con un frontal de oro, que creo ser la tabula aurea, para cuya construcción dio la Condesa Ermesindis trescientas onzas de oro el día que se consagró la iglesia, como se dice en su escritura. A lo mismo pertenecerá la manda que Berenguer Guillem hizo en su testamento a 10 de marzo, año XXV de Luis el Craso (hacia el 1132), con estas palabras: Ad tabulam altaris Sanctae Mariae XL, et I mancussos almodienses: añadiendo además seis morabatines ad chorum faciendum Sanctae Mariae. Dicho frontal está dividido en treinta y dos cuadros, que representan de relieve varios pasajes de la vida del Salvador, cuyo centro ocupa un óvalo con una imagen de nuestra Señora. Al pie de este óvalo hay otro pequeñito, en que está figurada de esmalte una señora sentada, y al rededor se lee: Gisla Cometissa fieri iussit. Esta fue la segunda mujer del Conde Berenguer, hijo de Ermesindis, la cual ejecutó los deseos de su suegra, cuyo nombre se ve entallado en una piedra al lado derecho del que mira el ovalito, donde se lee: Ermesindis. Las figuras todas son de pésimo dibujo; cosa tanto más para extrañar viendo en el contorno y fajas divisorias algunas grecas y arabescos que no displacen. En los cuatro ángulos se pusieron de esmalte las figuras alegóricas de los Evangelistas con sus respectivos lemas. De los cuales sólo pude leer el de San Juan, que dice: More volans aquilae verbo petit astra Johannes. Entre las piedras engastadas hay un camafeo que me pareció la cabeza de Medusa, y dos sellos árabes que no copié por lo incómodo de su localidad. Las tablas laterales y testera son de plata, con varios relieves menos incorrectos que los otros, y que saben al siglo XIV. A lo menos es cierto de ese tiempo la tabla testera, pues a 1.° de julio de 1320 el Obispo Don Pedro de Rocaberti resolvió con su capítulo quod quadraginta Carlini qui erant... deputati ad opus turris de Subiranicis, ponerentur in opus tabulae argenteae quae erit RETRO altare... et ponderarunt dicti Carlini quinquae marchas et III uncias. (V. act. Capitul.) Yo no sé si pertenecerá a esta pieza la apoca que he visto de mil sueldos de Barcelona pro solvendo et satisfaciendo magistro Bartholomeo argenterio de operibus per eum factis et completis in retrotabulo argenteo altaris maioris, fecha VI, id. Maii, año 1325. Porque esta palabra retrotabulum propiamente es el retablo, o lo que ahora impropiamente decimos altar.

Este es también de plata desde el nivel de la mesa arriba, de la cual está separado obra de una vara, y tendrá de elevación unos doce palmos. Divídese en cuatro cuerpos iguales subdivididos en varios cuadrados, y con muchos relieves y figuras. El primero es obra de los dos Obispos Cruilles, hacia la mitad del siglo XIV, como se dirá en sus artículos: en los extremos están las figuras de estos dos prelados con muchos escuditos de sus armas, y en la base de este cuerpo se lee: Pere Bernec me feu. En la Curia Episcopal (lib. not. 34, fol. 102. b.), se llama este artífice Petrus Barners argenterius Valentiae et de domo Domini Regis, el cual a 1.° de diciembre de 1358 firmó a favor del Obispo Don Berenguer de Cruilles apoca final de todo lo que este le debía ratione illius (pone ilius) tabulae argenti cum universis imaginibus in ea per me factis... quae deposita et affixa est iuxta et retro altare Beatae Virginis Mariae Sedis Gerundae. Yo no decidiré si estas palabras se han de entender de la plancha que cubre el testero de la ara o del primer cuerpo del retablo, lo que sí me parece que el mismo artífice lo es de ambas cosas. Por otra parte me consta que Raimundo Andreu, platero de Gerona, ofreció al mismo Obispo en octubre de 1357 fabricar totam tabulam argenti quam vos facere intenditis subtus retrotabulum argenteum altaris maioris. (Ibid. not. 36. fol. 64.) Otro letrero había repartido en las dos pilastritas laterales de este primer cuerpo, mas cuando se trasladó a Barcelona todo el altar con motivo de la última guerra con los Franceses, saltaron varias planchas en que estaban las letras, y hoy sólo se lee: En lany M... bra deiars. El centro del segundo y tercer cuerpo ocupa el Sagrario, y el del cuarto la imagen de nuestra Señora, titular de esta iglesia: en sus extremos se hallan las de San Narciso y San Félix. También hay en las extremidades dos arquillas, que sin duda serán de reliquias. Remata el retablo en algunas cartelas, que llaman juratoris, y tres grandes cruces, dos de las cuales tienen antigüedad respetable. El retablo y mesa y escaño está todo cubierto con un pabellón o cimborio de plata, sostenido sobre cuatro columnitas cubiertas del mismo metal, y apoyadas sobre bases de mármol de mezcla en que abunda este país. Tratábase ya de su construcción en el siglo XIII, como se ve en el testamento citado del tesorero Guillermo Gaufredo de 12 de agosto 1292, en que dice: Dimitto etiam ad capud praedictae ecclesiae, vel ad cimborium argenteum faciendum desuper altare Beatae Mariae ad recognitionem Dni. Episcopi et capituli... illa decem millia solidorum barchinon. quae ad illud dare promisseram iam est diu. Mas quien costeó lo principal y se tiene por su autor es Arnaldo de Soler, arcediano de Besalú, que murió en 1326. La grandeza de este don merece que se copie aquí la inscripción sepulcral del bienhechor, que se halla en el claustro junto a la capilla que llaman de nuestra Señora de Bellulla. Dice así: Hic iacet Arnaldus de Solerio Archidiaconus Bisuldunensis, Doctor in jure canonico et civili, qui semper pro posse extitit promptus et fidelis atleta pro libertate et iuribus ecclesiae defendendis: qui etiam suis expensis propriis fecit fieri cimborium seu cohopertam argenteam super altari maiori ecclesiae Gerunden. Obiit autem anno Dni. M.CCCXX sexto. VIII. Kal. Augusti. R. dic pro tua et eius anima Pater noster. Cuando se construyó este cimborio estaba todavía el altar en su sitio antiguo, porque como dije, este presbiterio, o como llamaban Cap de la Esglesia, no se comenzó hasta por los años 1316, ni el altar se trasladó al sitio actual hasta el día 12 de marzo de 1346 (1347), a cuyo acto asistió el Arzobispo de Tarragona Don Fray Sancho López de Ayerbe, el cual consagró de nuevo el altar colocando en él las reliquias que se hallaron en el antiguo, y la misma taza de plata en que estaban depositadas. De esto se hizo escritura que he visto en la Curia Episcopal (not. 18. fol. 50), y no añade cosa particular a lo dicho, sino es la asistencia a este acto de Gaufrido, Obispo de Tarazona, y de Don Nicolás de Jamvila, Conde de Terranova, con otros nobles. Del mismo año hay noticia auténtica de otras reliquias, que serían de varios altares viejos. Va copia de la escritura (a: Ap. n. XXXV.). 

El grande espacio que queda entre el remate del retablo y el arco del cimborio o pabellón es oportunísimo para una práctica bien singular de esta iglesia. Por ambos lados del altar se sube en trece escalones al nivel del remate del retablo, donde en el intercolumnio central del presbiterio está colocada la silla pontifical de mármol blanco de una pieza y de buen gusto en sus sencillos adornos laterales. Téngola por obra del siglo XII. Más antigua que esto es la costumbre de subir el Obispo a esta silla cuando celebra de pontifical después de la primera turificación, y de continuar allí la misa hasta el ofertorio en que baja a concluirla al altar. De este rito antiquísimo y otras circunstancias suyas se dirá más otro día. Véase Martene de antiq. eccl. rit., lib. I, cap. IV, art. 3, mientras yo sigo mi descripción.

En un armario detrás del altar mayor está depositado un relicario que costeó D. Galcerán de Cartella en 1630, en el cual hay seis formas numularias ensangrentadas de color muy subido, pegadas a un lienzo. Se ignora el origen y circunstancias de estas formas: y esto basta para que no se expongan a la pública veneración. Conducta prudente que ojalá imitasen otros cuerpos. Un sepulcro de mármol que hay en el presbiterio es del cardenal Anglesola, de que se hablará. Está aquí corriente el uso de la cortinilla negra al tiempo de la elevación de la hostia. Si el edificio de esta catedral, que existió desde el siglo XI hasta entrado el XIV, estuvo consagrado o no, es cosa difícil de averiguar. Porque aunque existe la escritura de lo que llamamos consagración en 1038, ya sabes que muchas de estas actas no prueban más que la simple dedicación y confirmación de la dotación clerical. Con más certidumbre puedo hablar del templo moderno, que cierto no está consagrado: En 1539 con ocasión de un incidente funesto se declaró que no lo estaba quia nondum consumata (act. capitul. eo ann. fol. 27). En 1544 se mandó averiguar en libros antiguos y escrituras si constaba de su consagración; y como nada se hallase habita est pro non consecrata (ibid., fol. 320). Congregado aquí el concilio provincial de 1717, presidido por el Obispo de esta silla D. Miguel Juan de Taverner, como decano de la provincia, se entabló la pretensión de que se consagrase esta iglesia, mas no se efectuó. Sin embargo, se reza de su dedicación en la dominica II de octubre, día fijado por resolución capitular de 1581; antiguamente, quiero decir, en el siglo XI y XII, se hacía esta fiesta XI. kal. octob., como se lee en el martirologio Adoniano de este archivo, que es el día en que se efectuó la dedicación en 1038. 

En el siglo XIV se celebraba en la dominica inmediata a las témporas de septiembre, según dice una consueta escrita en 1360. El claustro ya creo que dije que es obra del siglo XIV y XV (a: El continuador de la España Sagrada, tom. 43, página 19, dice que puede ser obra del siglo IX. Tanta admiración me causa eso como el que atribuya (ibid.) la obra de los claustros de la catedral de Vique a los siglos X y XII; y mucho más diciendo en la página siguiente que sus columnas las trabajaba el cantero Portello en 1325. La verdad es que uno y otro claustro son del siglo XIV.) 

Algunas inscripciones hay en él que excitan la curiosidad por lo ingenioso de los leoninos usados entonces. Vayan algunas por muestra. 

A la parte de la iglesia y pegado a su pared. 


Post decies septem centum bis denique mille 

Et post tres annos Julii nonas bonus ille 

Bn. de Quexanis prohibens sua tempora vanis 

Sedis secundus precentor, crimine mundus 

Transiit ad regem celi servans bene legem. 

Iste corum rexit clare modulamina vexit. 

Cum superis vivit qui perpetuo stabilivit 

Ut sapiens obitum precibus misisque munitum 

In monasterio sancti de monte vocato 

Laurenci, proprioque loco Sedis sibi grato. 

Tu qui me cernis, pro me da vota supernis, 

Ut per vota pia valeat michi Virgo Maria. 


A la parte de la capilla de nuestra Señora del Claustro se halla este otro. 


Hoc iacet in pulcro persona pudica sepulcro 

Domnus Jazpertus. Folcradi laude refertus, 

Qui Gerundensis nituit Sacrista secundus 

Ac Ilerdensis virtute decanus abundus 

Consultus legum Patriarcarum quoque Regum 

Pluribus expertus in cunctis vir bene certus 

Norma bonorum, dogma piorum, semita morum. 

Forma proborum, duxque virorum, flosque decorum. 

Ut prius optavit, cum sanctis se sociavit, 

Regno Regnorum jubilans rectore polorum 

Anno milleno ter C. que quater duodeno 

Vicenoque die Junii cum fonte Sophie: 


En el foso que se abrió en el terreno del testero de la iglesia, luego que él estuvo concluido, comenzaron a enterrarse algunas personas ilustres, cuyos sepulcros se conservan sostenidos sobre columnitas y de otras construcciones en lo alto de la pared. Tanto más que estaban a la vista, y como que pertenecían sus entierros al cementerio que todavía se llama dels negres. De entre ellos va la siguiente inscripción de uno que se halla a espaldas de la capilla que antes fue de corpore 

Xpi, y ahora se llama del Crucifijo o Gregoriana, que refiere la institución de la fiesta del Corpus en esta iglesia antes de 1314. 


Iste Berengarius de Palacio vocitatus 

Moribus egregius vite meritis trabeatus 

Sedeque Sacrista pariterque Diacon in ista 

Contemplans festa Dominique salubria gesta 

Qualiter in cena residens turba duodena 

Panem mutavit in corpus, sicque sacravit 

Vinum fans ore suus hinc fit sanguis honore 

Ipse Sacramenti tanti statuit reverenti 

Voto laude pari sollemnia concelebrari 

Huius formosi pre cunctis et preciosi 

Corporis hic Xpi. per quem gens salva fuisti 

Anniqueversaria duo constituit peragenda 

Digne pro venia sibi cultus attribuenda 

Unum maiorum, reliquum quoque Presbiterorum

Quisquagenorum petiit requiem superorum 

Anno milleno tercenteno quoque deno 

Quatuor addendis, Februique bis octo Kalendis. 

Hunc comitem mense Sanctorum Xpe. recense. 


Y ya que estamos en inscripciones no es de omitir la del sacrista de esta iglesia Guillermo de Mongrí, electo Arzobispo de Tarragona, cuya silla gobernó desde 1234 hasta 1238; varón célebre por los hechos que de él se dirán en el catálogo de los prelados de aquella metrópoli, como por la humildad con que se resistió siempre a ser consagrado, y con que al fin logró que se le admitiese la renuncia. Vivió ejerciendo su dignidad de sacristía hasta el 1273: tiempo en que fundó la cartuja de S. Pol de marítima, trasladada después a Montalegre. Hállase hoy su sepulcro sobre la puerta que sale de la iglesia al claustro. El epitafio es de su tiempo, y está distribuido en dos columnas que no se han de leer seguidamente como está en las copias que hay por acá, sino pareando los versos de una con los de la otra, así: 

Vivendi norma sit cunctis haec mea forma. 

Sum G. de Montegrino Sacrista Gerunde 

De cujus fonte multi dotantur habunde 

Metropolim rexit, hereses sua dextera flexit. 

In Terrachona donavit grandia dona, 

Christicolis apta per eum fuit Eviza capta 

Et Frumentera, statuendo cantica vera. 

His de Cartoxa dat cenobium sua doxa 

Edeque Sacriste templum Domino dedit iste 

Dans Sancti dici missas ara Dominici 

Lumine centeno Sedes hec gaudet ameno 

Claustris eximie per eum fit imago Marie:

Prequedicatores vestiri datque minores 

Pascuntur miseri panibus huius heri. 

Denos presbiteros ter constituit probus heros 

Transiit e mundo Cristo societur eundo. 

Anno milleno C. bis cum septuageno 

Et tribus undenas Julii jungendo Kalendas. 


Más apreciable que todas estas deberá ser una inscripción romana, que según me dijeron está en el altarcito de Santa Elena en el tránsito del palacio a la catedral. No me retrajo de su examen lo difícil que era desembarazar aquel lugar para poderla leer, sino el haberme asegurado un amigo que estaba ya publicada por D. Ramón Lázaro Dou, canciller actual de la Universidad de Cervera, en el cuaderno que imprimió en aquella ciudad en 1767 con el título: Inscriptiones romanae Catalaun. repertae post vulgatam Syllog. Josephi Finestres. Con lo cual, pues no era cosa nueva, pasé a ver otras que lo fuesen (a: En el tomo 43 de la España Sagrada, pág. 16, y sig. se publica dicha inscripción como inédita, supuesto que ni Pujades, ni Marca, ni Roig, ni Masdeu la publican. Mas también lo es que Dou la publicó, y que de su obrilla dio noticia la Bibliot. de escrit. de Carlos III, y que la conoció y disfrutó el padre M. Risco en el tomo 34 de la España Sagrada pág. 30.) 

No faltan en esta iglesia pinturas buenas. En el aula capitular y piezas anteriores las hay de mérito. En las ciudades limítrofes, como esta, la frecuencia y estragos repetidos de las guerras, no dejan estar de asiento las bellas artes, que sólo medran a la sombra de la paz y tranquilidad pública y privada. He llegado tarde y cansado a estas reflexiones. A Dios, etc.