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lunes, 31 de octubre de 2022

Carta XCIV. Noticia de varios ritos de Gerona y de sus códices rituales.

CARTA XCIV. 

Noticia de varios ritos de Gerona y de sus códices rituales. 

Mi querido hermano: Una de las cosas que más deben excitar la curiosidad de los anticuarios en esta iglesia de Gerona es la multitud y singularidad de sus ritos antiguos. Yo creo que así por ellos como por la gravedad de los oficios eclesiásticos mereció esta catedral ser llamada madre de las ceremonias, título que suponía ser ya muy antiguo el Obispo Don fray Benito de Tocco en una alocución que hizo al capítulo sobre reforma del culto, día 2 de octubre de 1574. Sería pues un delito no seguir mi costumbre en dar alguna muestra de las más notables que se practicaron antiguamente, guardando para la historia de los ritos de España un cúmulo inmenso de observaciones con que saldrá enriquecida de los códices Gerundenses. El que más me ha servido para el objeto es una consueta manuscrita a fines del siglo XIV, el año 1360. De ella y de los otros libros rituales y capitulares, es tomado el ensayo siguiente: Comenzando por el principio del año eclesiástico en los maitines de la primera Dominica de adviento, se decía con voz baja: Domine labia. Deus in adjutorium, y también el invitatorio hasta el Hodie si vocem, etc. Entonado el primer salmo, dejado su asiento el precentor tenens ferulam viridem in manu dextra et incedit per chorum faciendo clericos decantare. De uno y otro han quedado reliquias hasta nuestros días. La férula parece ser el bordón o insignia de su oficio en las solemnidades. En otras partes he advertido también el uso de la voz submisa en los maitines e introitos de las misas, que sólo dejaba de practicarse en las ferias y semidobles. En los maitines de Navidad había cuanto en otras partes se ha dicho de prosas, verbetas, sibilas, profetas, laudes intra misam, representación del parto, y otras mil cosas. Para la misa pontifical del día, señala la consueta el rito de subir el Obispo a la Sede alta detrás del altar mayor, como ya insinué los correos pasados. Y para que formes alguna idea añadiré hoy lo siguiente: Salía el prelado de la sacristía acompañado de diez presbíteros, el diácono y el tesorero, todos con capas sericas, rezando el salmo Judica me. Llegado al altar decía la confesión “Ipsa finita (dice la consueta) osculatur textum, et postea retrocedit ad ianuam rexiarum. 

Postea diaconus primo, et postea thesaurarius, et postea sacerdotes sibi assistentes singulariter accedunt ad eum, et quilibet eorum osculatur sibi manus, et postea os. Et postea episcopus ascendit ad Sedem et ibi facit officium usque ad Credo inceptum; postea venit ad altare et ibi finit Credo. Quo finito osculatur textum Evangelii... et ista fiunt in his diebus solum et S. Johannis, Paschae et Pentecostes, Asumptionis beatae Mariae et Corporis Xpi... et ut episcopus videatur in Sede retro altare, vertantur per clavigerum ganfernones", que son las cartelas de plata en que remata el retablo. Hoy queda esta solemnidad en algunos días; mas en lugar del ósculo en la boca, besan los sobredichos el hombro del Obispo. En las segundas vísperas de Navidad, llegando a la conmemoración de San Esteban, fiat, dice la consueta, repraesentatio martyrii B. Stephani: que cierto, si se hacía al vivo sería cosa notable. En las segundas vísperas de San Juan Evangelista, en la conmemoración de los Inocentes, comenzaba a ejercitar su oficio el Obispillo electo anticipadamente el día de San Nicolás de Bary (Bari) con todas las circunstancias de hacer el oficio, predicar, bendecir, etc. Todos los niños, como familia y empleados principales del Obispillo ocupaban el coro superior, sirviéndoles el clero libros, velas, y cuanto ellos hacen los otros días del año. Omito la noticia de otras extravagancias que tengo copiadas. Figuraba además la administración del Sacramento de la confirmación, durante toda la octava de los inocentes en que duraba su autoridad. Grandes males y alborotos se seguían de esto, y más con las competencias que había entre el Obispillo y el abad de San Félix, que también se elegía un niño a quien llamaremos Abadillo. Sentidamente se quejaba de ellos el sabio arcediano de Besalú, Don Andrés Alfonzello en 1475, cuando propuso al capítulo la total abolición de representaciones tan indecentes, a imitación de la catedral de Valencia y otras que las habían quitado del todo. Mas la consideración de lo que es una costumbre envejecida, obligó al Obispo Don Juan de Margarit, en cuyas manos puso el capítulo la resolución a permitir su tolerancia con ciertas restricciones prudentes que verás en el cronicón de cosas notables que he formado de los registros capitulares de dicho Alfonzello, y ya envié los correos pasados. Duraba todavía esta tolerancia en 1539, en que a 11 de enero hizo el capítulo la ordinación siguiente: quod nullus maxime magnorum invitus sive coactus apportetur ad episcopellum pro confirmando: sed si magni et parvi bonis verbis induci possunt ut confirmationem à dicto episcopello accipiant, hoc toleretur (Act. cap. eo anno fol. 343). Del 1541 queda un decreto corrigiendo aquellas insolencias, que va copiado (a: Ap. núm. XXXVI.). A fines del mismo siglo se quitó del todo esta costumbre.

No era reliquia de la penitencia antigua en el principio de Cuaresma la costumbre que había en el siglo XV, y expresa un manual de la curia episcopal (n. 20. fol. 153) con estas palabras: "Praecentor tenetur prima die lunae kadragesimae qua dicitur advenerunt nobis dies poenitentiae, omnes scholares scholarum cantus facere spoliari ratione maioritatis et in signum correctionis quam habet in ipsis; et dum ipsi cantant advenerunt spoliati in camisiis, percutit eos cum corrigia, secundum quod meruerint et postea dat eis placentulam valentem unum denarium." Hacíase esto privadamente, y pues era justo que se hiciese en un tiempo o en otro, se escogía para tal ceremonia el de la penitencia pública.

En todas las Dominicas de Cuaresma se hacía ese mismo siglo XV en esta catedral una representación de la historia del Evangelio, por la tarde a la hora del sermón, que por la misma razón no se predicaba por la mañana como en todos los otros días. Así se mandó en el año 1473, como verás en los extractos de los libros de Alfoncello. Esta es también la época de la Cuaresma continua, digo, de los sermones diarios predicados por uno mismo: que en esta carga se conmutó al lector de la catedral la que tenía de leer la escritura. En el mismo estatuto se ve que ya entonces era por la tarde el sermón de Carlo Magno; lo cual es una prueba de que entonces había ya cesado aquí su fiesta establecida hacia el 1346. La consueta que aquí queda más antigua con ser del año 1360, no pone esta fiesta en el calendario. Mas pónela en el cuerpo con este título: In natale Sancti Karoli magni Imperatoris et confessoris, al otro día de la fiesta, dormitionis Sanctae Paulae. Su rezo tiene algunas antífonas propias, mas la mayor parte es del común. Al margen hay una nota de letra de fines del siglo XV, que dice: “Istud officium hodie non celebratur, qui per Summum Pontificem per suum breve fuit mandatum capitulo non celebrari: et ideo fuit ordinatum supersederi in dicta celebratione, donec aliter fuerit ordinatum per Sedem apostolicam". De esto ya se dijo en los correos pasados. Hoy queda la costumbre de predicar de este héroe en la Dominica II de Cuaresma a la una de la tarde. El sermón que yo oí este año 1807, me parece muy ajeno del espíritu de la iglesia, que tolera se haga un recuerdo fúnebre de este héroe, mas no un elogio cual se hiciera venerándolo en los altares. Es esto mucho más chocante a quien conozca el poco motivo que hay para que Gerona distinga aquel Príncipe con este honor: que cierto no le debe más de lo que deben Barcelona y Urgel a Ludovico Pío, Vique a Odón, Lérida y Tortosa al Conde Don Ramón Berenguer IV, y Valencia a Don Jaime el I; y con todo, no se hallarán en aquellas iglesias otras memorias de sus bienhechores sino las que la religión quiere que se hagan de los finados no declarados por Santos y dignos de culto. Mas dejando esto a quien toca, vuelvo al canto llano de mis ritos. Una cosa hay loable en este acto, y es que antes de comenzarse dicho sermón se lee en el púlpito la nómina de los que murieron en la ciudad desde el mismo día del año anterior. Las demostraciones de alegría que la iglesia hace en la Dominica IV de Cuaresma reducidas a que se taña el órgano en la misa mayor, eran aquí mucho mayores en el siglo XIV y de costumbre muy antigua. Porque se hacían tres procesiones: una después de Laudes a la capilla del Santo Sepulcro, cantando la antífona: Ecce mater nostra Jherusalem, donde se celebraba una misa solemne. La segunda después de prima por el claustro, donde el cantor segundo cum ferula in manu, entonaba Alleluia: Confitemini Domino, etc., la cual cantaban todos, y luego se repetía en tono más alto que la vez primera. Después se entonaba el R). Christus resurgens ex mortuis iam non moritur: mors illi ultra non dominabitur: quod enim vivit, vivit Deo: alleluia. V). Dicant nunc Iudaei quomodo milites custodientes sepulcrum, perdiderunt Regem ad lapidis positionem: quare non servabant petram iustitiae? Aut sepultum reddant; aut resurgentem adorent nobiscum dicentes: alleluia. Con esto remataba esta procesión. La última se hacía después de tercia, según la costumbre de todas las Dominicas: Quare fiant, añade la consueta, hae processiones, his versibus continetur: 

Urbs hodie sancta Jherusalem iam tot liberata

Letatur, gaudet, exultat laude novata.

Sed quoniam veterum nova sunt monimenta beata,

In Gerundensi processio fit triplicata.

Prima notat pulcrum Domini canendo sepulcrum:

Res nova vox munda Alleluia secunda:

Tertia sollempnis, ut est jus mosque perhemnis. 

En la Semana Santa hay curiosidades notables. Diré de algunas. Los maitines de tinieblas se cantaban post solis occasum. No había tenebrario, sino que se colocaban veintisiete cirios sobre las rejas del altar mayor, cuyo medio ocupaba el llamado Traditor, por la antífona ad Bened. del primer día, que es cuando lo quitaban. Los cirios se iban matando al principio de cada salmo y responsorio. Al fin se decían las rimas que otras veces he dicho, que antes llamaban Fars y ahora Fassos, derivados de Farsa, nombre propio de ciertas preces rimadas. Las tablas de que se servían en lugar de campanas ya se llamaban en el siglo XIV batzoles. La Eucaristía en el Jueves Santo se reservaba in armario Sancti Martini, cum sindone munda, poniendo delante del armario cuatro velas. En la capilla del mismo Santo se colocaba al amanecer del Viernes una cruz en el pavimento para que los fieles la adorasen, cuando venían por devoción. Y este puede decirse el origen de nuestros monumentos tal cual se usan hoy día. En el que digo del Viernes Santo se mostraba al pueblo la Santa Espina antes de la adoración de la Cruz. Concluidos los oficios se lavaba el altar mayor (cosa de que no se habla el Jueves Santo), por el Obispo y doce presbíteros del Capítulo, y el pavimento al rededor por los ministros inferiores de la iglesia. Durante esto se cantaban en alta voz el himno Pange lingua, etc., y varios R)R). No se cantaba cosa alusiva a Santa María cum hac die (dice la consueta), ipsa fuerit multum mesta et tristis propter filii passionem et cum altare filium representet, et broques, sive fustes aut rami cum quibus purgatur vel mundatur altare, representent coronam spineam capitis, et etiam aqua quae ibi loco vini et aquae ponitur, representet aquam et sanguinem lateris J. C.; ideo in hac sancta ablutione non fit comemoratio Sanctae Mariae.

En la pasión del mismo día al decir partiti sunt, quitaban dos clérigos las toallas del altar per modum furantis vel frangentis pannum propter sortem vestimentorum vel fugam discipulorum. Así esta pasión como las demás la leía uno solo. A fines del siglo XV se introdujo el cantar entre tres la del Domingo de Ramos, por ser más solemne. Hízose la primera vez en 1474, leyendo el diácono de la misa mayor las palabras quae dicuntur sine cantu, y lo restante otros dos. Agradó mucho la nueva invención; pero hubo algunos más serios que dijeron: quod passione non debent cantari cum cantu organi. Para conciliar ambos partidos resolvió el Obispo Don Juan de Margarit que en adelante se cantase por tres la pasión del Domingo de Ramos por ser tan solemne, y los otros días la leyese uno solo (Reg. de Alfonzello, fol. 18. b.) En el Sábado Santo, mientras el Obispo bendecía el fuego se cantaba el himno que comienza Inventor rutilis, y entonces se quitaban las capas corales negras y comenzaba el uso de la sobrepelliz. Una nota del siglo XV en la misma consueta dice que esto se hacía concluida sexta. En las profecías no se leía título (rubrica), ni in diebus illis, ni haec dicit Dominus; y da la consueta esta razón: Quia sumus sine capite, id est, sine Christo. Antes de entonar la Gloria in excelsis anunciaba el Obispo por tres veces al pueblo la resurrección, diciendo: Christus Dominus resurrexit; y el coro respondía: Deo gratias. No se decían hoy completas, quia hoc officium est totum de nocte sequenti, et propter neophitos in lege fuit ordinatum ita breve. Todas estas ceremonias se practicaban a proporción en la colegiata de San Félix, donde sólo hallo que advertir que en el año 1378 se mandó que en el día de Jueves Santo se adornase el altar de San Esteban de pannis pulchrioribus dictae ecclesiae pro ornamento corporis Domini nostri Jesu Christi qui inibi ipsa die reponitur reservandum pro die Parasceve. Mandábase también poner delante del mismo altar la Cruz para que el pueblo la adorase, como hasta entonces se pusiese delante del de San Narciso. Item aún antes de ese año dos clérigos leían todo el salterio delante del cuerpo del Señor. Prueba de que se depositaba en público, cuando en otras iglesias se reservaba in sacrario; y como dicen más expresamente algunos códices in sacristia. El Domingo de Pascua por la tarde, a la hora de vísperas, se hacía la representación de las tres Marías por los tres canónigos más modernos, a lo cual se obligaban en su ingreso. En 1539 se reformó en parte esta costumbre, como verás en la copia adjunta (a: Ap. núm. XXXVII.), que indica lo que esto era anteriormente, y también otras representaciones del mismo día.

En las rogaciones no se hacía procesión sino en la feria II. Así es que en un acta capitular de 1535 se dice que las tres procesiones en los tres días eran de uso reciente en esta iglesia. La fiesta del Corpus ya vemos que la instituyó aquí el sacrista Berenguer de Palau, que murió en 1314. Dícelo su inscripción sepulcral, que ya envié. Hacíase su procesión por la mañana, y en ella, además de los gigantones y otros comparsas, se representaban en las plazuelas de San Pedro y del Vino el sacrificio de Isaac, el sueño y venta de José y otras historias sagradas, las cuales ejecutaban los beneficiados de la catedral. En la procesión de la fiesta del Ángel Custodio iba un muchacho representándolo y cantando coplas en lengua vulgar, lo cual se quitó en 1585. En Valencia todavía hay algo de esto.

Los invitatorios de los días clásicos los cantaban doce presbíteros con cirios encendidos. Las antífonas ad Magnificat y Benedictus en estos códices se llaman Antifona in Evangelio, sin duda porque se tomaban de la letra de él. La hora que decimos sexta llamaban alguna vez meridies (siesta, mediodía). A este tenor hay otras mil observaciones que en la historia de nuestros ritos vendrán bien y aquí serían importunas. Escusado es decir que esta iglesia continuó en el uso de sus libertades por lo tocante al oficio eclesiástico hasta los tiempos de San Pío V, cuyo decreto, con el orden del Breviario Romano, no fue aquí admitido hasta el día 4 de febrero de 1574, seis años después que lo publicó y mandó el sobredicho Papa. 

Entonces resolvieron el Obispo y capítulo comenzar el oficio nuevo en las vísperas de la Dominica inmediata de Septuagésima. Consiguiente a esto ordenaron a 10 del mismo mes y año, que en adelante al fin de la misa no se dijese la Salve Regina, según era costumbre inmemorial, sino que en su lugar se dijese el Evangelio de San Juan In principio, según el orden Romano. Conservaron con todo eso algunas cosas propias suyas, tal es la letanía antigua de esta iglesia después de los salmos penitenciales, que no se dejó hasta 1599, en que resolvieron admitir la romana.

Los códices Gerundenses más notables que he visto anteriores a la admisión del nuevo oficio son los siguientes:

I. En la curia episcopal un Breviario cuyas circunstancias expresa el epígrafe que se halla en las tablas de cómputo hacia la mitad del volumen. Dice así: Anno Domini M.CCC.XXXIX. currit aureus numerus in decem: unde fuit Pascha illo anno dominica post VI kal. Aprilis (como si dijera: fue la Pascua a 28 de marzo, la primera Dominica después del día 27 en que cayó el plenilunio: cuenta exactísima) in quo anno Breviarium istud fuit completum per manum Petri Arnaldi de Podiolo (Pere Arnau de Pujol), tunc clerici Sancti Petri de Gallicantu. Est autem Breviarium Vitalis de Blanis Abbatis. Fue este Vidal abad de San Félix desde el año 1337 hasta el 1342, en que fue hecho arcediano mayor y más adelante Obispo de Valencia. El códice es precioso, y de él se tomaron varias curiosidades y copia del oficio de la Concepción y del de Carlo Magno, que se halla al fin añadido cuando se instituyó esta fiesta en 1345. Ya creo haber dicho que esta última fiesta no se guardó siempre en la iglesia de San Félix; mas como su Abad puede residir en la catedral se escribió allí el oficio para esta circunstancia. 

El archivo de la catedral conserva más de treinta volúmenes rituales de varios tamaños, edad y objeto. El más considerable por su antigüedad es un códice que contiene los santos cuatro Evangelios con el índice de las festividades y del texto que en ellas se leía. En él hay mención de pocos Santos Españoles y ninguno Gerundense: llama al sábado feria VII; pone en cada día la estación de Roma. Va copiado este índice (a: Ap. núm. XXXVIII.). Con esto es cierto que el códice es de allá, y acaso uno de los primeros que acá sirvieron en la introducción de aquel rito; porque es indubitable ser escrito en el siglo XI. Y como no es fácil fijar el año, pudo suceder que sea anterior al 1069, en que dicen se admitió el Romano: no siendo irregular que acá se practicase antes de ese año, como se probó de la catedral de Vique. Las cubiertas del códice de madera están adornadas de relieves y figuras: por las fórmulas de obediencia canónica en las primeras hojas se ve que sirvió para estos actos y el juramento que los acompañaba.

Posteriores a este son los misales, pontificales y ordinarios que quedan; algunos de ellos escritos con gran lujo y delicadeza. Es notable que en algunas de las rúbricas que prescriben, dicen estar así mandado in libello Romano. Tal es la de quitar los manteles del altar in modum furantis el día de Viernes Santo, cuando en la Pasión se decía partiti sunt vestimenta, etc. De donde se ha de inferir que otras ceremonias no menos nuevas para nosotros que la sobredicha eran de costumbre antigua y no mendigadas de allende, digo, de más allá de los Alpes. No sé si diga lo mismo de los Kiries, Gloria y Sanctus propios para cada fiesta principal del año. Hay de ellos una colección que he copiado, junto con muchas prosas, todo ms. en el siglo XI, con las notas de canto sin llaves ni rayas. Omito otras curiosidades.

Además de todos estos códices hay la consueta que antes decía, muy completa, escrita en 1360, ya desusada en el día en la mayor parte. De ella se formó otra acomodada al siglo XVI en 1595, la cual está ya también en gran parte anticuada, y de esta se formó en 1656 otra, que es la que rige. En estos libros se ve el origen y suerte de muchas ceremonias. A Dios, etc.

jueves, 5 de enero de 2023

CARTA CXII. Ritos, arquitectos y varones ilustres de Lérida.

CARTA CXII.

Ritos, arquitectos y varones ilustres de Lérida

Mi querido hermano: Tras esto no me falta más sino dar noticia de algunos ritos anticuados de esta iglesia con que desempalagar de otras tareas. Uno de ellos y muy célebre era la representación de la venida del Espíritu Santo en los términos que expresa la siguiente deliberación capitular, copiada del libro que comienza en las del año 1518:

“Die Jovis intitulato XV mensis aprilis, anno a Nativitate Domini 1518, convocati et congregati Rmus. Dnus. Episcopus, Sacrista Cortit, locum tenens Decani Pinyol, Tort, Garoça, Olcinelles, Creixença, Salvador, Beramon, Mahull, Torés et Pou, canonici, capitulantes et attendentes, hactenus fore servatum quod singulis annis in die Pentecostes misterium illud, quod vulgo dicitur la Colometa in memoriam illius Spiritus Sancti in Mariam Virginem sacratissimam, ac Christi Redemptoris Matrem et Apostolos missionis, non ab re fiebat, seu representabatur in ecclesia Illerdensi; considerantes tamen ex eo ut experientia docuit, ex tonitruum igniumque multiplicationibus necnon et fumo sulfureo, ex aspectantiumque murmuratione divinum oficium perturbari: altaris quoque et ecclesiae huiusmodi, ac in eis ministrantium et asistentium paramenta atque vestes non modicum periclitari et aliquotiens concremari; volentes ut dixerunt praedicta in melius comutare, et periculis damnis, et aliis premissis prout convenit obviare, deliberarunt quod a cetero singulis annis in praefato die Pentecostes infra missarum solemnia, de solemnitate ac mysterio diei populo fiat sermo, et premissa ne quam fiant: sperantes in Domino, meliores fructus ex dicto sermone, quam de representatione praedicta, Christi fidelibus devenire."
Usose esto en todo el siglo XV, en que solían pagarse ochenta sueldos al que dirigía la máquina. También consta el gasto de almuerzo y merienda a los que representaban los Apóstoles, sobre quienes bajaba la paloma. Así parece que debió practicarse aquel año. Mas el pueblo, acostumbrado a aquella diversión religiosa, pudo tanto con sus instancias, que el Capítulo por evitar otros daños, tuvo que revocar esta constitución el año siguiente 1519, sábado, en la vigilia de Pentecostés, mandando que en el día siguiente se practicase dicha representación, y en adelante quedase a disposición del Capítulo o continuarla o mandar que hubiese sermón en su lugar. Tomose esto con tanto calor que el mismo (leo mis-mismo) día por la tarde multaron en treinta sueldos al nuevo Sacrista de esta iglesia Don Pedro Agustín, hermano de Don Antonio Agustín, que había entrado en dicho oficio día 18 de enero de 1518, porque non fecerat servitium in vesperis et completorio... dels tronadors, alias cüets, de la Colometa. Por donde parece que esta ceremonia se hacía también la vigilia de dicha fiesta, y que el gasto de los cohetes estaba a cargo del Sacrista. El año siguiente, a 25 de mayo, se mandó suspender dicha ceremonia, porque no incomodase al Obispo, que quería celebrar de pontifical, sin eximir por ello al Sacrista de pagar ignes flammantes, sive cohets tronadors. En una Consueta de esta iglesia, que vi en Roda, manuscrita en el siglo XIV, se establece el rito del Obispo de los niños (Ver episcopellum, obispillo, en tomos anteriores) in secundis vesp. S. Johannis Evangelistae, diciendo: "Dum dicitur Magnificat pueri cum eorum Episcopo in pontificalibus praeparati extra chorum post Magnificat incipiunt añam. commemorationis Innocentium (leo Innocentum), scilicet, Splendent Bethlehem nitidi campi... et eiiciunt Dominum Episcopum de cathedra sua et intret Episcopus scolarium in loco Episcopi, et ibi faciant officium... et fiat processio ad altare S. Joannis... Postea Episcopus scolarium det benedictionem episcopalem... In missa fiat sermo per Episcopum puerorum. Finito sermone, duo pueri dicant: Princeps ecclesiae, scilicet, unus dicat: Princeps; et alter respondeat cum mansuetudine.” 

La elección de este Obispo se hacía la vigilia de San Nicolás, Obispo. En el día de este Santo dice así: “In vigilia S. Nicolai post vesperos et collatione facta, dum dicitur completorium, scolares debent remanere in Capitulo, et ex eis eligere Episcopum. Quo facto, Episcopus det dignitates et comittatur eis officium diei SS. Inocentium (santos inocentes), scilicet lectiones et omnia alia. Et spectant quod completorium totaliter sit finitum, et intrabunt cum electo eorum alta voce: Te Deum laudamus, et illud dicendo ad altare maius ibunt. Et dictus electus dicat orationem Concede nos, etc. Postea dabit benedictionem circumstantibus. Et stans sine mitra ibit cum superpellicio suo tantum.” Esta con otras representaciones prohibió el Concilio provincial de Barcelona de 1566. Sus Constituciones publicó Don Antonio Agustín en 1567, (Ritual.) Y no hay duda que duró hasta su tiempo esta clase de representaciones, puesto que entre las constituciones de la iglesia se halla una de 22 de diciembre de 1537 en que el Capítulo ordenó quod ab inde non solvatur illud regale quod dabatur canonicis in festivitatibus post natale qui se vestiebant ad innocentiam et quod a cetero nullatenus se faça lo Innocent, nisi in vesperis et in die Sanctorum Innocentium. Para estas fiestas se guardaba en lo antiguo en la sacristía mitram pro pueris y annulum puerorum, (mitra del obispillo, y anillo) como dice un inventario de 1344, y en otros de 1381 se lee que de las capas usadas solían hacer otras pequeñas pro scolaribus.

Del rito del Santo Pañal se dijo ya en su lugar. Nada diré de la práctica de la Sibila en la noche de Navidad y del Evangelio Liber generationis, que se cantaba después de los maitines, como en los de la Epifanía el otro Factum est autem cum baptizaretur, etc., y otras cosas de esta clase comunes a todas las iglesias de esta provincia.

La fiesta del Corpus no estaba aún aquí introducida en el año 1300 ni los dos siguientes, cuando entre los días feriados para la universidad no se cuenta este entre los muchos que prescriben sus estatutos. 

Pero se hace ya mención de ella y de su solemne procesión en una deliberación del Consejo general de esta ciudad del día 21 de junio de 1340, en que prohíbe entalamar (entoldar) (N. E. de tálamo) las calles por causa de alguna novia, si no es el frente de la casa de donde sale o donde entra, a excepción de casamiento de Reina o la fiesta del Corpus Christi ó per les ledanies, que serían las rogaciones (letanías). En las actas siguientes hallo que el Consejo general publicaba el bando acostumbrado, señalando la carrera (: calle; recorrido) de la procesión. Desde principios del siglo XVI se halla que cuando esto se resolvía, juntamente se solía acordar que se corriesen toros en las solemnidades acostumbradas, que eran San Juan, San Pedro y Santa María Magdalena, mandando hacer barreras, pero nada indican por donde se colija que eran toros de muerte. Volviendo a la procesión del Corpus hallo en 1671 que el Capítulo de esta iglesia resolvió a 20 de diciembre que se hiciese un Drach (drac; draco; drago; dragó; dragón) como el que había antes de las guerras (de Felipe IV) para dicha procesión en memoria, dicen, del que matà lo Comte de Barcelona en la montayna de Monserrat. Con esto es regular que hubiese también otras representaciones que todavía duran.

El origen de los monumentos no es aquí anterior al siglo XV. En el antecedente todos los Misales y Consuetas dicen que el jueves santo se deposita el cuerpo del Señor en la sacristía. Habíalo ya en 1482 cuando el Capítulo resolvió que cada canónigo pagase un cirio para el monumento. Más antiguo que esto es el uso de las matracas o tenebres (matraques) en los días de Semana Santa, de cuya construcción y uso con mazoles hay ya memoria en 1362 cuando se compusieron las viejas. En los oficios de esta misma semana hay varias curiosidades rituales notadas en mis legajos, para cuando Dios conceda escribir la historia de este ramo de erudición. Me han servido para ello abundantemente tres Rituales antiguos de esta iglesia, que me ha franqueado Don Juan Ángel de Arriola, canónigo limosnero de la iglesia de Roda. El primero es del siglo XV y de los principios de la tipografía española, sin nota de editor ni año ni lugar; pero sin foliatura, y con todas las señas del tiempo que digo, y por consiguiente perteneciente al pontificado de Don Luis Juan del Milá, Cardenal y Obispo de esta iglesia. El segundo es ordenado por el Obispo Don Jaime Conchillos, impreso en 1532 en León por Dionisio de Harsy. 

En el frontis se pinta el escudo de armas del Obispo, que era una cruz con tres conchas, y en la vuelta la imagen de San Vicente Mártir, cosa que es reparable, no teniéndole esta iglesia por titular. El tercero es dispuesto por el famoso Don Antonio Agustín, y por lo mismo y por lo raros que se han hecho sus ejemplares mucho más estimable. Imprimiose en Lérida en 1567, en 4.°, por Pedro de Robles. Dícelo al fin, donde se lee: Petrus Roburius Illerdae, mense maio, anno salutis M.D.LXVII., colocando entre las dos lineas el escudo de armas de esta ciudad. De esto se dirá algo más en el artículo de este grande Obispo. Sólo añado por prevenir tu reconvención que he copiado su prefacion y dos edictos suyos insertos en este Sacerdotale, que así le llama, el uno sobre la clausura de las monjas, dado en 1564, y el otro sobre la decencia en misas, ornamentos, procesiones, etc., fecha dos años después. Hasta las semínimas hubiera recogido de lo establecido en este libro: pero no hay de ello mal recaudo, y mis circunstancias no permitieron más, ni creo que sea menester.

Con gran cuidado observé si había algo en ellos sobre lo que hoy se usa en esta iglesia en las procesiones, que delante del estandarte llevan un farolón grande de hierro con labores muy menudas. Aludirá a que no falte luz en este acto sagrado. 

ARQUITECTOS.

1.° Pedro Dercumba o de Cumba (de Coma) (N. E. antes añade Cescomes, ipses comes, çes comes, y yo encuentro también de Cumbis) era arquitecto director de la fábrica de la Catedral de Lérida, que comenzó el año 1203 y todavía se conserva. Dícelo la inscripción que entonces se grabó, cuando se puso la primera piedra, y ya publicamos arriba. En 1364 era maestro de la obra Jaime Castayls. Dos años antes hallo que construía el retablo mayor B. Robio, como principal fabricante. Así se ve en las cuentas de la obra de aquellos años.

2.° Pedro de Peñafreyta, cuya lápida sepulcral en el claustro antiguo saliendo de la puerta de las fuentes bautismales, decía así: Anno Domini M.CC.LXXXVI. (1286) XI kal. octobris obiit Petrus de Pennafreita, magister operis huius ecclesiae, qui constituit sibi aniversarium XV solidorum, et unam cappellaniam in hac Sede, cui assignavit CXX sol. censuales, cuius anima requiescat in pace. En 1392 era magister operis Guillermo Çolivella, a quien entonces se encargó la visura y cuidado de las vidrieras que fabricó Juan de San Amat para tres óvalos de la iglesia con vidrios pintados con historias de Apóstoles. Es de notar que le llaman magister operis Sedis Illerdensis y lapicida. Por el primer dictado le dan claramente a conocer como arquitecto; y en eso le distinguen de los llamados obreros (operarii), que eran regularmente canónigos, a quien tocaba recoger y gastar las rentas de la fábrica. Ambos oficios se distinguen abiertamente en la inscripción ya mencionada. Por lo segundo se ve que el nombre de lapicida (lapis : piedra + scindere, escindir) no significaba precisamente lo que ahora llamamos cantero; porque estos regularmente eran llamados pica petras. (Como Pedro y Pablo, los picapiedra, y los apóstoles. Pedro, Petrus, Pietro, Peter, Petra, piedra, Pere, Peire, Peira, pera, Petrvs, Petronila, Peronella, &c.; Saulo, Saúl, sauló, Paúl, Paul, Paulo; un tipo de piedra arenosa que aún se llama en Beceite sauló). 

Pero es indubitable que el mismo trabajaba de escultura: pues en 1391 el maestro de la obra hizo dos estatuas de los Apóstoles, que hoy se conservan en la iglesia de San Pablo, por precio de 240 sueldos cada una. De este arquitecto hallo todavía memorias en 1404. Seguramente murió luego, porque en 1410 le había ya sucedido en la dirección de la obra del campanario, que aquel había comenzado, Carlos Galtes de Ruan. En la conclusión de esta torre entendía en 1416 el maestro Carlí, que sin duda es el mismo Carlos Galtes. Poco después y hasta la mitad del siglo XV suena maestro arquitecto de la Catedral Jorge Çafont (ipsa, sa, ça + font y variantes), el cual debió morir a fines de 1456 o principios del siguiente, porque a 21 de enero de 1457 nombró ya el Capítulo por sucesor a Andrés Pi, a quien concedieron ese día la porción canonical, como era costumbre: y añaden que no era su intención, que por eso dimittat opus hospitalis civitatis, quod ipse magister Pi facit. Y es así que la obra del hospital había comenzado en 1454, poniéndose la primera piedra día 13 de abril. En 1418 Fr. Pedro Creus (no consta de qué orden) magister organorum, repuso el órgano viejo de la Catedral. En 1490 era maestro arquitecto Francisco Gomar, con quien pactó ese año el Capítulo la construcción de huna croera ho volta se ha de fer sobre lo portal dels Apostols per preu de setse mil sous. En 1520 se contrató con Pedro Hom de Deu, vecino de Tarragona, y pintor que pintase al óleo el retrato de San Joaquín y Santa Ana en la sacristía de la Catedral, donde debía depositarse la Eucaristía y el Santo Pañal. El precio de la pintura novanta (: noranta) lliures. Comisionado Don Pedro Agustín. En 1564 fue admitido por maestro de la obra y lapicida Jaime de Oduga.

VARONES ILUSTRES. 

Una de las cosas que más honran a las iglesias es el contar entre sus individuos sujetos ilustres por su saber y virtud, y por la ocupación de las dignidades y primeros puestos de la iglesia. La de Lérida, además de los Obispos que la gobernaron en los dos primeros siglos de su restauración que, según costumbre, se elegían de entre los individuos del Capítulo, tiene la gloria de haber dado a otras iglesias, y aun a la de San Pedro, Obispos y Pastores dignos de tan altas Sillas. Diré de algunos que me ocurren por lo visto en otros archivos y en el de acá. En el siglo XIII era Sacrista de Lérida Ponce de Vilamur, electo Obispo de Urgel en 1230, que murió en 1257. Al mismo tiempo era también canónigo de ella Pedro de Albalat, que de Obispo suyo pasó a ser Arzobispo de Tarragona en 1238, y vivió allí hasta 1251 ilustrando la provincia con nueve concilios por lo menos. Hacia el 1268 era Sacrista de esta iglesia el Deán de la de Valencia Jaime Çaroca, Obispo después de Huesca en 1273, varón muy sabio y guerrero, que mandó una galera armada a sus costas en la desgraciada expedición que emprendió el Rey Don Jaime I para conquistar la Tierra Santa (Vid. Marsilio. lib. IV. cap. 24). Hacia el 1332 fue electo Obispo de la Her Gonzalo, Arcediano de Benasque, por el Papa Juan XXII, y la vacante se dio a Pedro, Cardenal del título de Santa Práxedis. La bula de esta última provisión está fecha III idus septembris pontific. ann. XVI. Desde antes de 1223 hasta la mitad de ese siglo hay varias memorias de Petrus frater Domini Jacobi Regis Arag. canonicus Illerd. Canónigo era también de esta iglesia ya desde fines del siglo XIV el noble Don Hugo de Urries, electo Obispo de Huesca en 1421, de cuya silla aún no había tomado posesión, ni estaba consagrado el día 9 de agosto (Vid. Lib. delib. cap. de ese año y día). Gobernó aquella Silla hasta el 1443, en que murió. Por el mismo tiempo fue provisto de un canonicato de esta iglesia, y de otro de la de Valencia Pedro de Cardona, hijo de Juan Ramón Folch, Conde de Cardona, que entonces tenía cinco años de edad, para cuando cumpliese la de nueve años. La bula de Martino V es de 16 de enero, año primero de su pontificado, que es el 1418. Este fue después largos años Obispo de Urgel. A la misma época pertenecen Don Gonzalo de Híjar (Ixar), de stirpe regia Aragonum procreatus, como le llama Martino V en bula del año 1424 para permutar su canonicato de Lérida: fue Arzobispo de Tarragona. Don Dalmacio de Mur, Arzobispo también de Tarragona, que tomó posesión a 19 de junio del arcedianato de Ribagorza. Esta dignidad dejaba entonces Don Otón de Moncada, canónigo de esta iglesia desde el 1403, provisto en el arcedianato de Valencia, que gobernó la Silla de Tortosa desde el año siguiente 1415 hasta 1473, y fue Cardenal. Don Francisco Tovía, canónigo de esta iglesia desde 17 de febrero de 1404, fue después Obispo de Urgel en 1413 hasta el 1436. Del mismo 1404, a 24 de julio, es la admisión en canónigo del Cardenal de Catania, que entiendo ser Pedro Serra, natural de Játiva. Un César de Borja entró en posesión de un canonicato en 1488, y pagó por capa 75 libras. En 1505 el Cardenal de Santa Sabina Francisco de Loris, tomó posesión de la camarería. Por remate de este largo catálogo merece contarse Calixto III, que fue por muchos años canónigo de esta iglesia. Dícelo él mismo en una bula que expidió pridie kalendas maii del 1458, en que confirmando la de su antecesor Nicolao V, que estableció aquí un canonicato para magisterio de teología, y las calidades de los que habían de ser recibidos en canónigos, mencionando el afecto con que miraba las cosas de esta iglesia, dice de ella y de sí mismo: in qua dudum in adolescentia constitui canonicatum et praebendam recolimus habuisse. He buscado con diligencia las memorias que de ello quedasen aquí, y hallo que a 23 de marzo de 1412 era ya canónigo y oficial, es decir, Vicario general Sede vacante. Del mismo año hay otras tres memorias, es a saber, de 16 de septiembre, 4 de noviembre y 17 de diciembre; sino que en estas tres últimas fechas no se le llama oficial, y suenan Vicarios generales auctoritate apostolica Sede vacante Juan Castells y Miguel de Noya. Efectivamente vacaba la Sede por muerte de Don Pedro de Cardona, Obispo; y como los Papas andaban entonces tan celosos en cercenar la autoridad de los Capítulos, inhibiendo los Vicarios generales que estos cuerpos nombraban conforme a su derecho antiguo, ellos instituían otros que por lo mismo eran los fiscales y enemigos de cualquier conato que el Capítulo hiciese para elegir Obispo. A esta existencia de Vicarios generales no se opone que Alfonso de Borja fuese oficial al mismo tiempo, como se verá que lo fue hasta el año 1417. Eran muy distintos estos cargos. El oficial tenía al suyo toda la parte de judicatura, y el Vicario general la gubernativa de la diócesi. Aquel usaba del sello propio de su tribunal, que siempre fue un báculo asido de una mano con el lirio, como he visto en documentos de varios siglos. Este usaba, o del sello del Capítulo, Sede vacante, o del del Prelado que le eligió. Continuando pues las memorias de este insigne hombre, hallo en el registro Recoll. ann. 1400 a 1432, fol. 147, que día lunes a 10 de diciembre de 1413 Alfonso de Borja, canónigo y oficial Illerdense U. J. Doctor, et ordinarie legens in studio Illerdensi, propuso al Capítulo Sede vacante y a su Vicario general Juan Castells, que el Papa, junto con la gracia hecha a la universidad de 500 florines para dotación de los catedráticos, había mandado que sólo hubiese tres clavarios para la universidad, es a saber, un canónigo, un ciudadano y un individuo del mismo estudio, como hasta entonces se usase haber seis, dos de cada clase, conforme el Capítulo con esta propuesta. 

A los 19 de junio de ese año 1414 fue uno de los que dieron posesión a Dalmacio de Mur del arcedianato de Ribagorza, vacante por promoción de Otón de Moncada al arcedianato de Valencia. A 6 de julio del mismo asistió y votó, porque el canónigo Martín de Boix, electo clavario del estudio general, pudiese asistir a la elección de catedráticos y su dotación, que aún entonces hacían los mismos estudiantes antes de prestar el juramento acostumbrado. Otras memorias de su existencia aquí se hallan en lo restante de ese año y todo el 1415, en que por lo común le cuentan el último. A 21 de abril de 1416 asistió al Capítulo, en que Juan Senant, Sacrista de esta iglesia, presentó quandam bullam citatoriam de concilio Constantiae (Konstanz, Constanza) una cum quadam littera regia super hoc idem destinata, como dicen los libros de deliberaciones capitulares de estos años, de donde son estas noticias. A 4 del mayo siguiente fue uno de los que resolvieron sobre este gran negocio, y aún mereció ser nombrado procurador de la iglesia para el concilio. Dice así la resolución: Concordarunt omnes in hoc voto super mittendo ad Constantiam; videlicet, quod si alia Capitula vel maior pars mittunt ad Constantiam, Capitulum ecclesiae Illerdensis debet mittere; super quibus habeatur primo informatio ab aliis ecclesiis; et si mittunt, eo casu dat vocem Domino Alphonso de Borja ad dictum viagium; ita tamen quod procuratorium causetur honeste. Parece que por varias razones políticas no se resolvían los cuerpos y Obispos a asistir ni enviar a aquel concilio; y así se mandó tener una junta en Barcelona para deliberar sobre ello, y quiénes habían de ser los enviados. Para asistir a esta junta fueron dados los poderes a nuestro Alfonso de Borja por este Capítulo a 28 de julio del mismo año. Nada más sé del resultado de este gran negocio, y sólo puedo conjeturar que no hizo aquel viaje, puesto que se halla existente aquí a 15 de diciembre de 1416, y hasta el 6 de mayo de 1417, en que hay memoria de otro viaje que hizo a la corte del Rey para negocios del Capítulo, el cual resolvió ese día entregar de pecuniis eleemosinae Domino Alphonso de Borja, canonico et officiali Illerden. ibi etiam praesenti centum florenos auri pro viagio seu itinere quod facit ad Dominum Regem pro censualibus emfiteotich. No dice más. Hizo el viaje, y allí renunció, que es la última memoria que de ello nos conservan los citados libros. Sábese, sin embargo, que no renunció el canonicato hasta el año 1421, lo cual hizo en manos del Papa por su procurador Jorge de Ornos, notario pontificio y después Obispo de Vique, y famoso en los cuentos del concilio de Basilea. La vacante se dio a Bartolomé Rovira con bula de Martino V, dat. VIII. idus junii, año cuarto de su pontificado. La he visto en el Reg. de bulas de 1403.

En los libros de Registro de esta ciudad nos quedan algunas memorias suyas. En el Manual de 1419 (fol. 38) consta que había leído lectura de cánones a la hora de prima en esta Universidad. Ya vimos arriba el año 1413 que era ordinarie legens in studio Illerdensi. En un registro de cartas de 1421 hay una, fecha de 27 de noviembre de ese año, en que los paheres avisan a la Reina Doña María, Gobernadora de estos reinos, que al mismo tiempo que ella había nombrado Canciller de esta universidad al canónigo Melchor Queralt, su marido, el Rey Don Alfonso V, que estaba ausente del reino, había provisto el mismo oficio en Alfonso de Borja. Ruegan a la Reina que haga porque se mantenga su nombramiento, alegando que el Queralt era de mayor virtud y nobleza que Borja, y que había gran diferencia de persona a persona. 

Si Borja no hubiera sido canónigo el día de la fecha de esta carta, este era sin duda el principal motivo que los Cónsules debían alegar contra él; puesto que por la constitución de la universidad no podía ser su Canciller quien no fuese canónigo de Lérida. Y esto hace sospechar que la fecha de la bula de Martino V cuando proveyó la vacante de este canonicato estará errada en la copia del Registro, que antes citaba, y que debe ser del día 6 de junio del año quinto de su pontificado, que corresponde al 1422; en el cual y a 17 de septiembre están fechas las ejecutorias de aquella gracia a favor del sucesor. 

Con esto dice mejor la noticia de otro Registro de cartas de 1423 en que sabemos que Alfonso de Borja acababa de regentar el oficio de Vice-canciller, y que había sido nombrado para el obispado de Vique. Hay en dicho libro una del día 1.° de diciembre de ese año (fol. 139), en que los paheres dicen al Rey Don Alfonso lo siguiente: 

A la vostra molt alta et excellent Senyoria ab tenor de la present significam, que lo offici de la vice-cancellaria del studi de aquesta ciutat, vague à present per promociò de Micer Alfonso de Borja, doctor en quiscun dret del bisbat de Vich, ò per dimissio de la canongia de aquesta ciutat per ell feta. 

Dos causas alegaban los paheres para probar la vacante de la vice-cancillería: una la promoción de Borja al obispado de Vique, y otra es la vacante del canonicato. Nada más sé de esto, y después de dicha época ya no se halla memoria de su residencia en esta ciudad.

Junto con este canonicato obtenía otro al mismo tiempo en la Catedral de Barcelona, y regentaba el curato de la parroquia de San Nicolás de Valencia. Consta esto de la bula de Martino V, que he visto aquí dada V. id. sept., anno 2.°, en que le concede por un quinquenio los frutos de las tres prebendas, por estar ocupado en el séquito del Rey, cuyo consejero era, o si le importaba asistir y permanecer en algún estudio general.

viernes, 21 de abril de 2023

CARTA CLII. Códices rituales existentes en Mallorca:

CARTA CLII.

Códices rituales existentes en Mallorca: noticia de algunos ritos antiguos de su iglesia: solemnidad notable de la misa pontifical: funeral de sus Obispos: muestra de las neumas en su canto: modo singular con que se cantaban los himnos de las horas en algunas fiestas: culto de los llamados Santos Mártires Cabrit y Bassa e historia de su martirio.

Mi querido hermano: Hoy estamos de ritos: materia agradable para mí y para cuantos tengan nociones de la disciplina eclesiástica; y muy abundante en esta iglesia, en que ciertamente he hallado, contra toda mi esperanza, cosas dignas de la historia general de los ritos antiguos de España. Y es que a pesar de su vecindad a las iglesias del continente, que le obligó a admitir muchas de sus costumbres, la independencia en que estaba de su metrópoli le proporcionó mayor libertad en adoptar otras peculiares suyas, como parecía a sus Prelados y Capítulo, que entonces eran libres en esta parte. Las fuentes de que me he valido para estas noticias son: 1.°, La Consueta de tempore o libro en que están prescritos los oficios de dominicas, ferias, festividades movibles de Cristo, etc. Es un cód. fol. vit., harto maltratado con la humedad, pero que todavía he podido disfrutar bien. Está escrito con lujo hacia la mitad del siglo XVI, y según conjeturo, antes de la muerte del Obispo Don Antonio Colell, esto es, antes del año 1363. En el rito de la fiesta del Corpus se habla de la muerte del antecesor Berenguer Batlle, y de las alhajas que él y su padre habían regalado a la iglesia, de las cuales se manda usar sólo en la sobredicha fiesta, y esta ordinación se dice hecha a 5 de junio de 1360. Más claro es lo que en la rúbrica del miércoles santo expresa sobre la porción de candelas que el Sacrista debía dar al clero; cuya costumbre antigua dice que confirmó D. Antonius Episcopus Maioricensis, qui nunc ipsi ecclesiae praesidet. Y si alguno me objeta que pudo aquí hablarse del Obispo inmediato sucesor, que también se llamó Antonio (Galiana), que murió en 1375, no me empeñaré en sostener mi conjetura, porque siempre queda salva la antigüedad del códice, anterior a ese año citado, no hallándose ya otro Obispo Antonio hasta el 1496, época a que ciertamente no pertenece. 2.° La Consueta de Sanctis, códice de folio mucho mayor que el antecedente, pero escrito con igual prolijidad y esmero. Ordenose a principios del siglo XVI, porque no sólo trae el oficio de la Visitación de nuestra Señora y el de su Concepción, atribuido a Sixto IV, sino que en el cuerpo cita Actas capitulares del año 1505 (en el día de la Presentación) y del 1512. Yo creo que este es el códice cuya conclusión encargó el Capítulo en acta de 9 de enero de 1516 al domero de esta catedral Don Juan Font y Roig. Es imposible tratar de los ritos de esta iglesia sin hacer honorífica memoria de este docto presbítero, que era ya domero en 1496, y tanto trabajó en este ramo de ritos, como diré luego. Yace en la capilla de Santa Cecilia al lado del evangelio con su breve inscripción. Cuando se publique la biblioteca Mallorquina, podrán contarnos sus autores la vida de este ritualista. Yo sigo mi plan hablando de otros códices que son suyos.

3.° Consueta de la sacristía: libro manuscrito en papel, donde está notado cuanto pertenece al régimen de la sacristía, campanas, etc.

4.° Los libros de fábrica, sacristía, aniversarios, etc., etc.; en todos los cuales están indicadas por incidencia las costumbres de los tiempos antiguos. Todos los códices dichos están en el archivo de esta catedral.

En el convento de PP. Capuchinos he disfrutado otros Rituales, y son:

5.° Missale secundum usum almae Maioricensis ecclesiae: impreso en Venecia por Giunta en 1506, siendo Obispo Don Antonio de Rojas. Pero estaba ya ordenado muchos años antes, como se ve en el rito del sábado santo, donde se manda que en la tablilla se ponía en el cirio pascual se notase el año 1473.

6.° Ordinarium de administratione sacramentorum cum pluribus additionibus adeo necessariis secundum ritum almae Sedis Maioricensis. Dispúsolo el citado Font (siendo Obispo Don Rodrigo Sánchez de Mercado), como yo creo que también dispuso el Misal sobredicho, aunque esto no consta, como consta lo del Ordinario en su prefacion. Al fin se dice impreso en Valencia por Juan Jofre en 1516.

7.° Otros tres o cuatro códices mss. hay allí mismo, muy dignos del esmero con que los conserva el erudito P. Fr. Luis de Villafranca, bibliotecario, con cuya amistad me honro, sino que algunos de ellos están incompletos. De todos me he servido, singularmente de un Breviario que se escribió antes del año 1303, que es el primero en que comienza la tabla pascual que pone al fin del códice, la cual acaba en 1353. Estos son los originales de donde he tomado abundantísimas noticias y copias completas de ritos, que quedan ya en su respectivo legajo, para cuando Dios quiera darme oportunidad de escribir la historia de nuestra disciplina ritual antigua. Sin perjuicio de esto, que precisamente debe tardar algunos años, hoy daré una muestra de lo que ello era y de la variedad de los ritos más principales. Y comenzando por los ordinarios y comunes de todo el año, iré diciendo los que me vengan a mano. En todas las vísperas se decía un responsorio propio de la fiesta después de la capítula, como aún ahora usa mi orden. El Magnificat se cantaba en la mayor parte de las fiestas yendo el clero en procesión (como aún hoy se usa) al altar del santo del día, donde se concluían las vísperas con dos Benedicamus, el segundo después de las conmemoraciones. En las completas siempre antífonas propias del día, y en las de Cuaresma el responsorio In pace, etc., en lugar de In manus. En los responsorios VI y IX de maitines se decía Verbeta, esto es, la prosa rimada que ya he dicho varias veces. Antes de los laudes versículo propio, como ahora en mi orden, al cual llamaban Declinatorium. En todas las fiestas el invitatorio se cantaba en voz baja hasta el tercer versículo, como el introito de la misa hasta el Gloria Patri, del mismo modo que aún hoy usan en Barcelona y otras partes. Al fin de completas aspersión del agua bendita con el responsorio Asperges me. El Asperges, o como llamaban Salispasso, en las dominicas comenzaban en el altar mayor por el preste, quien de allí iba al coro rociando el pueblo a uno y otro lado, y en el coro decía la oración.

Decíase todo el año el oficio parvo de nuestra Señora, es a saber, los maitines rezados (legendo) y las vísperas cantadas a voz baja. Mas en el tiempo de Adviento los responsorios de maitines se decían rezados hasta su última palabra, la cual se cantaba; seguía el versículo con canto, después del cual la presa rezada, hasta la última palabra de ella que se volvía a cantar. El autor de la Consueta de Sanctis, ms. a principios del siglo XVI, dice que preguntó a los ancianos de la iglesia la razón de esto; y que le respondieron haber oído decir a sus antepasados que esto se había introducido para imitar el canto de la sinagoga, cuyos sacerdotes deseaban ardientemente la venida del Mesías. Aliam rationem, dice, non invenimus. Siempre que celebraba misa pontifical el Obispo de esta iglesia le acompañaban doce presbíteros con ornamentos sacerdotales, es a saber, los cinco curas de la ciudad, los capellanes de los hospitales de San Andrés, San Antonio de Padua y Santa María Madalena, con cuatro presbíteros de la catedral. Así lo establece la Consueta de mediados del siglo XIV, en que se supone ya este rito muy antiguo, y de él hacen mención las constituciones pro choro del Obispo Berenguer Batlle, hechas en 1333, como vimos en el episcopologio. Según esto, ¿qué diremos del cronista Dameto y de los demás que aseguran que esta solemnidad comenzó en el Obispo Gil Muñoz a mitad del siglo XV, como privilegio y distinción concedida a sus sucesores por haber él obtenido bien o mal los honores pontificios?

Las fiestas en que el Obispo celebraba de esta manera eran la de Navidad, de jueves santo, de Pascua, de Pentecostés, de la Asunción de nuestra Señora y la de Todos Santos. Dichos doce presbíteros con capas pluviales acompañaban al Obispo a la procesión claustral, concluida la tercia y para la misa vestían todos casullas. Con este acompañamiento salía el Obispo al altar, y dicha allí la confesión, se subía inmediatamente a la silla que está detrás del altar mayor, de que te hablé en los correos anteriores, y allí comenzaba la misa, entonaba la Gloria, etc. hasta el Dominus vobiscum, después del Credo, y mientras en el coro se cantaba el ofertorio bajaba al altar a continuar la misa hasta el fin. Después del Pater noster y de la fracción de la hostia, dicho Per omnia saeculorum, antes de decir Pax Domini, etc., se entonaba en el coro el versículo Princeps ecclesiae, y luego el diácono, tomando el báculo pastoral, vuelto al coro decía el versículo Cum mansuetudine, etc., y el coro respondía el versículo Humili voce, etc. Hecho esto, el Obispo, que había dejado sobre la patena las partículas de la hostia, y el cáliz cubierto, tomando la mitra y el báculo en la mano derecha, se volvía de cara al pueblo, apoyando el codo derecho sobre la espalda del diácono, y el izquierdo sobre la de su socio, vestido de capa. Este socio iba en todos los pontificales, a la izquierda del Prelado, en lugar del subdiácono, que tenía otros objetos. En esta aptitud daba la bendición al pueblo, como se prescribía en el Ordinario. Concluida la cual proseguía la misa hasta el fin.

En el día de jueves santo se celebraba con el mismo aparato la consagración de los óleos, aunque la hiciese un Obispo auxiliar, único día en que se concedía esta distinción a los que no eran Obispos propios de esta iglesia. Y como de estos Prelados titulares solía haber muchos a un tiempo en esta isla en los siglos XIV y XV, las Consuetas tienen gran cuidado de distinguirlos para esto del Obispo propio, a quien llaman Episcopus proprius: lo Bisbe major. A esta misa pontifical solemne llaman las mismas en lemosín fer seu (hacer silla), en alusión a la de las espaldas del altar. De paso advierto que de esta solemnidad, que estaba en práctica a fines del siglo XIV, debe inferirse cuál sería el altar que se construyó y consagró en 1346 por el Obispo Berenguer Batlle, es decir, más bajo que la silla episcopal, desde la cual el Prelado debía ser visto del pueblo por encima del altar. De esto se dijo ya en lo de la fábrica.

En la elección y entrada de los Obispos no hay cosa que notar. En su muerte se sacaba su retrato en yeso para la estatua, que después de enterrado se ponía en una de las salas de palacio, en su féretro, con ornamentos pontificales, a donde el clero, formado, iba todos los días, concluidas las completas, a cantar un responsorio, hasta que se verificasen sus exequias, rodeando la estatua todos los parientes y familiares del difunto, encapironats. El día de las exequias llevaban la estatua en procesión por la ciudad, haciendo la vuelta del día del Ángel Custodio; a cada uno de sus lados iba un home encapironat e cascu aportera un ventall de ploma de paguo, y anira aventant la dita estatua. Concluida la procesión cada comunidad cantaba su responsorio al rededor de la estatua, la cual quedaba en la catedral para la misa de cuerpo presente, que se celebraba al otro día. Todo esto es de la Consueta de la sacristía, manuscrita a principios del siglo XVI.

Viniendo ahora a tratar de los ritos particulares de cada fiesta, seguiré el orden del año eclesiástico. En el cual, lo primero que ocurre es la fiesta del Obispillo, en el día de San Nicolás, cuya elección hacían todos los niños que servían en la iglesia, inmediatamente antes de las vísperas del Santo, en las cuales asistía ya a la estación en su capilla durante el Magnificat, dando después la bendición episcopal. Luego era conducido por todo el clero a la parroquia de San Nicolás, y allí, y a su vuelta en el altar mayor de la catedral, daba también la bendición. En suma, por no repetir lo dicho en otros viajes, en este día hacía todos los oficios episcopales, y los presbíteros más ancianos servían los ministerios de los niños. Su principal fiesta era el día de Inocentes, como diré en su lugar.

En la fiesta de la Concepción de nuestra Señora, concluida la lección VIII de maitines, antes de decirse Tu autem Domine, entonaban dos cantores la antífona Tota pulcra es amica nostra, columba nostra; y otros dos decían et macula originalis non est in te; y los cuatro juntos Alleluia; y luego, el que dijo la lección, la concluía con el Tu autem. Esta fiesta se celebraba ya aquí en 1397.

La de la Expectación de nuestra Señora la introdujo aquí el Obispo Don Gil Sánchez Muñoz, hacia la mitad del siglo XV.

En los maitines de Navidad (omitiendo por no molestar otras mil curiosidades) las tres homilías eran las lecciones VI, VII y VIII; la IX era la acostumbrada en la Sibila, con las mismas formalidades que de otras partes. Este rito se abolió a mitad del siglo XVI; mas hacia el 1572 se restauró momentáneamente a instancias del Obispo Don Juan Vich, y también se introdujeron entonces las letras vulgares, que llaman Villancicos. En la segunda lección, Consolamini, cantaban dos las palabras Vox dicentis. Y uno solo: Clama. El otro: Quid clamabo? El otro: Omnis caro fenum. Los dos juntos: et omnis gloria eius, etc. El responsorio VI, escrito en música al fin de la Consueta de Tempore, nos conserva una muestra clara de lo que era el neuma en el canto. Decíase en él, antes del Gloria Patri, la verbeta siguiente, de esta manera: Dos cantores: Hunc prophetae cecinere. Otros dos: e e e. Dos: Nasciturum Christum ex Virgine. Dos: e e e. Dos: e e e. Dos: Egrediens. Dos: Ta a a. Dos: a a a. Dos: a a a. Los cuatro: Tamquam sponsus Dominus procedens de thalamo suo. Dos: Gloria, laus et potestas. Dos: a a a. Dos: Decus, atque virtus sit perhen... Dos: i i i. Dos: Honor Jesu Christo et aeterno. Dos: o o o. Dos: Glo... Dos: o... Dos: o... Dos: o... Los cuatro: Gloria Patri et Filio, etc. En lo demás había evangelio, Liber generationis antes de laudes: estas dentro de la misa, y en la antífona 5.a Pastores respondían desde el altar mayor los niños: Infantem vidimus, como otras veces hemos dicho de otras iglesias. En este día y los siguientes no se decía en la misa mayor la prosa Laetabundus, sino sólo en el día 6, infra octavam, en el de Santo Tomás Cantuariense (Thomas Beckett, Canterbury), San Silvestre, y en las octavas de San Esteban, San Juan e Inocentes.

En las segundas vísperas de Navidad al tiempo del Magnificat venía de la sacristía al coro un diácono representando a San Esteban, con la cara cubierta y vela en la mano, acompañado de dos presbíteros con cirios y bajo de palio, que llevaban cuatro presbíteros vestidos de capas. Así iban, concluidas las vísperas, con todo el clero a hacer estación a la capilla del Santo, y así asistían a los oficios el día siguiente, acompañando al subdiácono y diácono que iban a leer la epístola y evangelio. En la prima y demás horas de este día y otros muchos del año se cantaban los himnos al tono de mira divinae gratiae benignitas, pero de un modo tan original que quiero notarlo como lo he visto escrito con canto en la Consueta del siglo XVI, en que se hacía todo lo sobredicho.

Entonado por dos cantores el versículo Jam lucis orto sidere, respondía todo el coro: mira divinae gratiae. Cantores: Deum praecemur suplices. Coro: Benignitas. Cantores: ut in diurnis. Ut in diurnis, Coro repetía estas palabras. Cantores: ut in diurnis actibus. Ut in diurnis actibus, Coro repetía. Cantores: Nos servet. Nos servet, Coro repetía. Cantores: nos servet a nocentibus. Nos servet a nocentibus, Coro repetía. Cantores: alle. alle. alleluia. Alleluia, Coro repetía. Cantores: Linguam refrenans temperet. Coro: alle. alle. alleluia. Cantores: ne litis horror insonet. Coro: alleluia. Cantores: visum fovendo. Visum fovendo, Coro repetía. Cantores: visum fovendo contegat. Visum fovendo contegal, Coro repetía. Cantores: ne vanitates. Ne vanitates, Coro repetía. Cantores: ne vanitates hauriat. Ne vanitates hauriat, Coro repetía. Y así se cantaba todo el himno, una estrofa con la glosa de mira divinae gratiae, y otra con la de Alleluia. Todo lo dicho se hacía en el día de San Juan Evangelista, sino que el personaje que representaba a este Apóstol iba vestido de casulla; y que con él iba otro representando al Bautista, vestido de pieles, con el cordero y cruz de plata. Ambos debían ser presbíteros. Concluido el segundo Benedicamus de las vísperas de San Juan, venía el Obispillo con todo su séquito al coro: et ascendat trunam, dice la misma Consueta, et distribuat et conferat redditus et beneficia, secundum quod sibi videbitur faciendum. Acompañábanle en este acto y en todo lo restante de la fiesta cuatro canónigos, según se estableció por el Capítulo a 13 de diciembre de 1514, comenzando por las dignidades por turno, bajo pena de diez sueldos. Bajando del púlpito y sentándose en la silla episcopal se decían completas, en las cuales y en maitines y en lo demás el Obispillo y los niños hacían los oficios principales, haciendo los presbíteros los que tocaban a ellos. En la procesión antes de la misa mayor los canónigos llevaban la cruz, candeleros, estandartes y turíbulos. Durante la misa el Obispillo estaba en la cátedra episcopal del altar mayor. A toda esta ceremonia (cuya descripción extensa queda para la historia de los ritos) llama la Consueta ms. de la sacristía Entremes del bisbató, y supone que salía con tiara y varias veces le llama Papa.

En el episcopologio queda dicho que esta fiesta fue enteramente abolida por el Capítulo en 1549. En la procesión de las candelas del día de la Purificación a la entrada en la iglesia se cantaba el introito de la misa. Y esto lo advierto porque era rito general en todas las procesiones que se hacían después de tercia en todas las fiestas del año.

La Consueta del siglo XIV, después del rito de la bendición de la ceniza y de la absolución general de los difuntos en la iglesia, claustro y cementerio, en que se hacían diez estaciones, se manda que el Obispo vista casulla blanca para la misa, y que el diácono y subdiácono tomen igualmente casullas, et portent eas, dice, plicatas ante brachia. Epistola dicatur a subdiacono, deposita casulla super altare, et dicitur ante letrinum; et postea non reddit ad altare sed vadat parare calicem cum vino et hostia, et hoc facto induat casullam. (Era común este rito de preparar el cáliz después de la epístola). Diaconus, finita prima oratione missae, vadat retro altare, et ibi exuat se casulla, et plicatam portet eam super dorsum, scilicet, super stolam, et sic portet eam usque ad comunicandam; et dum dicetur comunicanda, vadat retro altare et induat se dictam casullam sicut prius. De esto es una reliquia el estolón que viste el diácono. Nada se dice en esta Consueta ni en otra alguna de la imposición de penitencia pública, sin embargo que se hacía su absolución solemne en el jueves santo. Los velos con que se cubrían los altares, cruces, etc., durante la Cuaresma, todos eran blancos.

La sobredicha Consueta del siglo XIV nada dice de la procesión de la cruz en la dominica in passione y días siguientes, sino sólo que el coro debía arrodillarse cuando se cantaba el versículo O Crux, del himno Vexilla. Al fin del mismo Códice se halla ya notada de letra posterior dicha procesión, con poca diferencia como ahora se hace, mandándose turificar la cruz. La bendición del domingo de Ramos se hacía en el Padrò. El Obispo iba con ornamentos verdes. Lo demás casi como en las demás iglesias de aquel tiempo. La pasión, con Dominus vobiscum, Et cum spiritu, Passio Domini nostri. Gloria tibi, se leía por uno solo, aun en el principio del siglo XVI, como consta del Misal impreso en 1506, donde después se han añadido de pluma las señales que distinguen las tres voces, que son: C., +. y S.

Los maitines del jueves santo y dos días siguientes se llamaban ya en el siglo XIV dels Fars, o Fasos, de la palabra latina farsa, que se dio a las preces rimadas que se cantaban al fin de estos oficios, cuyos versículos se decían aquí alternando entre el coro, y seis u ocho presbíteros que subían para el objeto a la capilla de la Trinidad, encima del altar mayor. Poníanse veinte y cinco cirios, que se iban matando al fin de cada salmo y responsorio. Cosas muy curiosas hay en los ritos de este día, singularmente en la consagración de los óleos, pero son larguísimas de contar y las guardo para cuando no esté de viaje. A mitad del siglo XIV no se conocía el uso de monumentos: el Obispo reservaba en la sacristía la hostia consagrada para el viernes santo. Pero a fines del mismo siglo ya se reservaba en el altar de Corpus Christi, adornado de propósito al efecto. Consta del libro de la sacristía del año 1396, donde se lee la partida siguiente de gasto. "Item compri cent canes de cayamas de Burguya (lienzo de Borgoña) (cañamazo) per lo sobrecel de la capela de Corpus Christ, hon esta reservat lo Cos precios de Jhu. Xst. lo digous é divenres sant, á rao de III sol. y II diners la cane. Per lo cual pagui vint é hun flori é un sol. é vuyt diners, qui valen XX lib., XVI sol. é VIII diners.” Ya entonces llamaban vulgarmente, como ahora, al monumento la Casa santa. En esta procesión se cantaba el símbolo Quicumque. También se quitaba este día de las pilas el agua bendita, como se hacía en toda la provincia Tarraconense. Curioso era el rito de la reconciliación y absolución de los penitentes que se hacía en este día en el Padrò con la lectura de sus sentencias, etc., etc.; pero es largo además y ando escaso de ocio. Había en el siglo XIV la costumbre de decir después del IX responsorio el Planctus de nuestra Señora, que era una letra vulgar: y también el robo de las toallas del altar al decirse las palabras de la Pasión: Partiti sunt vestimenta mea, etc.; nada de elevación de hostia y otros ritos comunes a otras iglesias. Según la Consueta de la sacristía de 1511 iban los celebrantes al monumento, donde se decía la confesión, vestidos de ornamentos blancos, como había mandado el Capítulo en 1492, y de allí llevaban al altar mayor el Cuerpo de Cristo, el cual elevaba el Obispo in modum circuli, puesto sobre un escaño alto. Omito otras cosillas. En el sábado santo se leían las profecías antes de la bendición del cirio pascual. Poníase en él la tablilla en que se notaba la letra dominical, año de la Encarnación y el día de la Pascua. De esta tablilla queda la descripción siguiente en un inventario de la sacristía del año 1399 (Act. cap.) Item unam cassam depictam, in cuius capite est depictus Jesus crucifixus cum Beata Maria et Sancto Johanne, et cum aquila, et Angelis ad latus, cum uno magno († (a: Así está escrito y no sé lo que significa.); et est in ea calendarium Nativitatis Domini, quod solet apponi in cereo pasquali. 

En la bendición del cirio está (aun en los Misales del siglo XVI) el elogio de la abeja, como en otras iglesias se usaba.

En los maitines de la mañana de Pascua al concluirse el III responsorio se cantaba la prosa Victimae de esta manera. Salían tres presbíteros de la sacristía con dalmáticas, cara cubierta y cirios en las manos, y puestos ante el altar mayor, vueltos hacia el coro, decían los tres primeros versos, uno cada uno. Luego los cantores preguntaban desde la puerta del coro por tres veces: Dic nobis Maria quid vidisti. A cada una de las cuales respondía uno de los tres los versículos Sepulcrum. Angelicos. Surrexit. Luego los cantores se entraban en el coro diciendo: Credendum est magis Mariae veraci, quam Judeorum turbae fallaci. Después de lo cual se entonaba el Te Deum. Esta era la fiesta de las tres Marías.

Esta prosa Victimae no se decía en la misa de estos dos primeros días, sino sólo en el tercero y siguientes de la octava. El sermón era después del Credo y ofertorio, como en otros días del año. Mas en el de este día mandó el Capítulo a principios del siglo XVI que en lugar de la salutación angélica Ave Maria, se dijese la antífona Regina coeli, la cual cantaban los doce presbíteros oficiantes con gran solemnidad (in sono maiori).

En el lunes de Pascua, al tiempo del ofertorio de la misa, el Obispo, canónigos y varios presbíteros sacaban todas las reliquias de la sacristía al altar mayor, donde permanecían todo el día, dándose a adorar al pueblo. Queda ya dicho del rito semejante que había en otras iglesias.

En el martes se cantaba la prosa Victimae, vistiéndose para ello un presbítero con dalmática verde y cubierto con una tela colorada en representación de la Magdalena; el cual, preguntado por los cantores, respondía como dijimos en el día de Pascua, mostrando al mismo tiempo al pueblo algunas pinturas alusivas a sus respuestas, las cuales llama Improperia la Consueta lemosina de la sacristía de principios del siglo XVI; la cual añade: "E quant vindra en aquell pas que la Maria aura á cantar dels cossos resucitar, seran aparellats davall laltar major set ó vuyt fedrins, ó tants quants volran, ab camis, é cuberts los caps ab amits; é quant vindra lo loch de resucitar, axiran davall laltar, é radolant fins baix al darrer graho, anarsen an á la sacristia.“ También de un Ángel que debía cantar no sé qué cosas, que la Consueta no dice, desde encima de la capilla de San Gabriel, dice: "Quant vindra lo cas que aura á cantar, tindra les ales plenes de candeles enceses; é axint fara una bombarde ó alguna ramor, significant lo impetut del seu axir.”

La dominica in albis se llamaba ya en el siglo XIV dia de la caritat, y en el libro de fábrica de 1368 no tiene otro nombre. Acaso nació esto de alguna limosna pública que se hiciera ese día, para lo cual se haría alguna procesión, de que todavía queda una reliquia, en la que me han informado que hacen las parroquias sin la catedral. Mas ni de uno ni de otro hay memoria en los libros del siglo XIV. El vulgo, que es quien suele conservar con más tesón las costumbres antiguas, da aún hoy este nombre a los días de la infraoctava de Pascua, en los cuales aún las meriendas que se hacen en el campo libre se llaman Pa en caritat.

En todo el tiempo pascual no había más que un nocturno. Cuando se rezaba de tempore todos los del coro estaban en pie en reverencia de la Resurrección, y cuando de algún Santo, alternaban los coros como entre año. En el lunes siguiente a la dominica in albis se celebra la fiesta del Ángel Custodio de esta ciudad y reino; y esto desde el año 1407 en que se instituyó, como queda dicho en el episcopologio. En la primera procesión, que se hizo ese año, iban niños representando los Ángeles. A fines del siglo XV (como se ve al fin de la Consueta de tempore) se manda que vayan doce presbíteros con capas cum sisternis (a) pergamini signatis signo civitatis in manibus. Esta procesión, como todas las de esta iglesia, comenzaba por el cántico Te Deum, al cual seguían varios responsorios en distintas estaciones, y finalmente la Salve a la entrada en la catedral. En los días de Pentecostés no había prosa en la misa hasta el jueves infraoctavo.

(a) La palabra sisternus significa sin duda un cuaderno de seis hojas, como quaternus de cuatro. Yo por lo menos no hallo otro significado. Llevarían, pues, aquellos presbíteros unos cuadernos abiertos, o sean cartones (a quienes por la semejanza se diese el nombre de sisternos), en los cuales iban pintadas las armas de la ciudad.

La fiesta del Corpus es muy antigua en esta iglesia, y ya se hacía en ella procesión solemne a mitad del siglo XIV, cuando el Obispo Berenguer Batlle, que murió en 1349, regaló para ello una custodia, cuya descripción nos conserva el inventario citado de la sacristía de 1399 por estas palabras: "Item unum lignum argenteum cum suo crucifixo, et imaginibus Sanctae Mariae et Sancti Johannis, et cum duobus Angelis, et pede argenti: et in medio est reservatorium cristallinum ubi immititur hostia salutaris die festi Corporis Christi; et sunt signa in eo de Papagays, quod est signum Dni. Berengarii Baiuli, quondam Episcopi Maioricensis.” Creo que ha de quedar alguna parte desta alhaja.

En la misa no se decía prosa alguna aun entrado el siglo XVI, como se ve en los Misales de aquel tiempo, sin embargo de que había algunas verbetas en los responsorios de maitines. En la misma época iban en la procesión los doce Apóstoles, cada uno con la insignia de su martirio, todos vestidos de dalmáticas, a excepción de San Pedro, que iba con casulla y tiara (Consueta de la sacristía). Al fin de la Consueta de tempore se ve que en el siglo XV iban en la profesión varios Profetas induti camisiis, y que al concluirse se daba la bendición con el Santísimo, elevándolo in modum circuli. En el Ordinario impreso en 1516 nos queda una exacta descripción del modo con que se hacía esta procesión en dicho tiempo con las siete estaciones que mandó el Rey Don Pedro IV de Aragón en 1368. Es artículo curioso, mas no puedo copiarlo, como también lo es la que nos conserva la Consueta de tempore, ms. a mitad del siglo XIV, cuando la procesión no solamente era por la mañana, sino también antes de la misa mayor. La costumbre de hacerla por la tarde no se había introducido aún en 1597, como consta de las Actas capitulares.

No se conoce el origen de la antigua costumbre de poner la imagen de nuestra Señora sobre una cama en medio de la iglesia en el día de su Asunción. Hacíase esto al comenzar los laudes, y juntamente se sentaban al rededor de la imagen doce presbíteros en representación de los doce Apóstoles, todos con dalmáticas, a excepción de San Juan, que iba con casulla y una palma en la mano. Así iban también en la procesión que se hacía antes de la misa mayor y en la otra que había después de completas. Esta última se estableció por resolución de ambos cabildos en el año 1456, mandándose llevar en ella la imagen de nuestra Señora solamente. En el año siguiente pareció que se llevase alguna reliquia, y en efecto se llevó la Verónica, en el inmediato las espinas del Señor, y luego volvieron a llevar la Verónica, como se usaba todavía en 1511, cuando se escribió la Consueta de la sacristía, de quien es todo esto que he dicho. Omito la noticia de otros ritos para poderla dar de la fiesta que se celebraba en esta iglesia a los llamados Santos Mártires Cabrit y Basa (Bassa), naturales de esta isla, en la dominica infraoctava de Todos Santos. Y es de notar que de dicha fiesta no hay mención en ninguna de las Consuetas ni otros códices rituales que yo he visto, los cuales en ese día ponen el oficio de todos los santos Mártires que tenían todo el segundo nocturno propio, siendo lo demás de dominica. En 1627, día 24 de septiembre, resolvió el Capítulo que se escribiese al Papa pidiéndole oficio y rezo de estos Santos. De este tiempo son las únicas noticias que tengo de la celebración de dicha fiesta; las cuales he tomado de un ms. que hay en el archivo de esta catedral, intitulado Noticiari. En él se lee que se celebró la fiesta en 1631, y que predicó el P. Fr. Agustín Salvador, Dominico; y en 1632 en que predicó lo Pare fra Costa, Guardiá de Jesus.

Otra prueba más terminante de eso es el sermón impreso en 1625, del cual poseo un ejemplar; y por ser este papel raro y contener toda la historia de estos Mártires voy a hacer de él un extracto, aunque sea largo. Su título es este: Sermón de los ínclitos Mártires Sant Cabrit y Sant Bassa, naturales del fidelísimo y dorado reino de Mallorca, naturales de la villa de Alaro (: Alaró): predicado por el muy R. P. Fr. Gerónimo Planes, religioso descalzo del orden de Sant Francisco. En Mallorca por Gabriel Guasp, año 1625, a costa del doctor Juan Coll, rector de la villa de Alaro, especialísimo devoto de los Santos. En el frontis están estos pintados en pie con la armadura militar y lanzas. Sigue la dedicatoria a los Jurados de Mallorca, en la cual se ingiere una carta dirigida a los mismos por el Cardenal Cisneros, fecha en Alcalá a 8 de octubre de 1503, en que recomienda mucho la doctrina de R. Lull. Sigue el sermón que se dice compuesto según la admirable traza del Arte magna revelada por Dios al invencible mártir y doctor iluminado Raimundo Lullio, natural también de dicho reino y gran Senescal y mayordomo mayor de su Rey y Señor. = Tema: Beati qui persequtionem patiuntur. Supone el orador que esta fiesta era real, celebrada antiguamente por los cristianísimos y devotísimos Reyes de Mallorca: que estaba olvidada por haberse dejado el rezado del Breviario antiguo deste santo obispado, en el cual se rezaba dellos en este día de la dominica después del día de Todos Santos en compañía de los otros Mártires. La historia de este martirio la saca de las lecciones que dice se hallaban en dos antiguos Breviarios, impresos el uno en Mallorca en 1488, y el otro en Venecia en 1506, los cuales dice que existían en su tiempo. Y será así sin duda; mas ahora no nos queda ningún ejemplar de aquellos códices. Y así tendré que sacar estas copias del sermón, por las cuales verás que cuando el Rey de Aragón Alfonso III despojó en 1287 del señorío de Mallorca a su tío el Rey Don Jaime, intimó la rendición al capitán del castillo de Alaro, llamado Cabrit. Este se resistió perseverando fiel a Don Jaime; y en alusión al nombre del Rey, llamado vulgarmente Anfós, y a que este es el nombre que dan al pescado llamado mero en Castilla, dijo burlando que Anfós era bueno para salsa. Airado el Rey juró asar al capitán Cabrit y a su compañero Bassa como se asan los cabritos. Y lo cumplió luego que tomó el castillo. Sabido esto por el Papa Gregorio XII excomulgó al Rey, el cual consiguió la absolución prometiendo restituir el reino a su tío y edificar un altar en honor de todos los Mártires, entre los cuales estuviesen los dos sobredichos. Estas cosas verificó el Rey Don Jaime, y su hijo Don Sancho instituyó en 1312 un beneficio en honor de dichos Santos. Esta es la historia que resulta de las lecciones cuya copia incluyo (a: Ap. núm. XI.), en la que sólo advierto por ahora la equivocación con que atribuye la excomunión del Rey Alfonso al Papa Gregorio XII, que fue posterior mucho más de cien años, no quedando arbitrio para decir que sería el X o el XI, porque el primero murió mucho antes del suceso, y el segundo fue Papa casi cien años después. Omito otras reflexiones porque no me he propuesto impugnar el hecho, sino sólo hablar de él en la parte ritual. Por lo demás el orador desempeña su objeto, que fue probar lulísticamente que estos soldados padecieron por la observancia del juramento hecho a Dios en manos de su teniente el Rey Don Jaime ... mayormente que les podía mover a la conservación dél la esperanza que podían tener que vendría su legítimo Rey, favorecido del Rey de Francia, por cuya ocasión le había su sobrino quitado el reino.

En el mismo sermón se lee que los huesos de estos Mártires están en la catedral debajo del altar de la capilla de San Simón y San Judas, los cuales se reconocieron en tiempo del orador. Novísimamente fueron reconocidos día 7 de noviembre de 1805 por varios señores canónigos y otras personas. Así se halla notado al margen del libro de las Actas capitulares que empiezan el día 16 de noviembre de 1633. Uno de los que asistieron me ha informado que se hallaron cenizas y muchos huesos quemados. Están en arcas de piedra de Santañí, debajo del altar de la Piedad, que acaso antes se llamaría de San Judas. Y baste de esto.

De otros ritos podía hablar tocantes a la administración de sacramentos y otros puntos de disciplina. Pero para muestra de las costumbres antiguas de esta iglesia basta lo dicho. A Dios. Palma etc.

jueves, 15 de diciembre de 2022

Tomo 14. ÍNDICE DE LAS COSAS MÁS NOTABLES.

ÍNDICE DE LAS COSAS MÁS NOTABLES.

(Las páginas son las del pdf)


S. Acisclo: su cuerpo se venera en el monasterio de S. Salvador de Breda. 206.

Adriano VI: avísale su promoción al pontificado el Obispo de Gerona. 67.
Sta. Afra, 143.

Agustín (D. Antonio), Obispo de Lérida. 89.

Alejandro VI: concede un jubileo a la diócesis de Gerona. 59.

Alfoncello (Andrés). 46 - 47 - 53.

Alonso II Rey de Aragón: concede privilegios al monasterio de S. Pedro de Galligans. 146.

Altramuces: son lo mismo que lopins. 172.

Amer (Sta. María de), monasterio. 216.

Anacoretas Esclavones: pasan por Gerona. 79.

Anglesola (Berenguer de), Obispo de Gerona. 22.

Anglico (Bartolomé): edición antigua de su obra De propietatibus rerum. 172.

Aragón (D. Francisco de), pedido para Obispo de Gerona, 60.

Aragón (D. Juan de), Arzobispo de Tarragona. 5.

Arce (D. Juan de): comandante de los tercios Castellanos. 104.

Arcedianatos: cómo se daba su posesión. 8.

Arévalo de Zuazo (Francisco), Obispo de Gerona. 96 - 156 - 245.

Arnal (Fr. Guillermo): absuelve de irregularidad al Obispo y canónigos de Gerona. 9.

Arnulfo, Obispo de Gerona. 252.

Arzobispos titulares:

Jerosolimitano (Antonio). 14.

Seleuciense (Fr. Martín). 22.

Tesalonicense (Juan Miralles). 67.

Augurelli (Juan Aurelio): edición antigua de sus Poesías. 172.

Aula capitular: empieza a servir. 118.
Aulo Gellio: edición antigua de sus Noches Áticas. 165.

Auter (Fr. Severo Tomás), Obispo de Gerona. 110.

Ávalos (D. Gaspar de): si fue Obispo electo de Gerona. 72.

Azara (Eustaquio), Obispo de Ibiza. 233.


Balmaseda (Fr. Alonso), Obispo de Gerona. 109.

Baluzio enmendado. 252.

Bañolas (S. Esteban de): monasterio. 240.

Barbarroja: moneda de Gerona así llamada. 195.

Baronio (Cardenal): escribe al Obispo de Gerona. 97.

Basilea (concilio de). 36 - 37.

Basilio, Obispo Plonasense. 51.

Bastero y Lladó (Baltasar), Obispo de Gerona. 118.

Beda (Ven.): ms. de su Liber scintillarum. 174.

Bellovacense (Fr. Vicente): edición antigua de su Speculum historiale. 167.

Benedicto VIII: confirma los privilegios del monasterio de Bañolas. 253.

Benedicto XII: excomulga al Rey de Aragón. 9.

S. Benito: su maza. 70. - Su fiesta. 93.

Berenguer, Obispo de Elna. 254.

S. Bernardo: edición antigua de una obra suya. 173.

D. Bernardo Arzobispo de Cáller. 25.

Bernardo Cardenal Legado del Papa. 9.

Bernardo Vizconde de Cabrera. 7.

Bertrán (Andrés), Obispo de Gerona. 31.

Biblia llamada de Carlo-Magno. 30.

Blanes (Francisco de), Obispo de Gerona. 27.

Blanes (Vidal de), Obispo de Valencia. 8 - 137.

Blasfemias: prohíbense. 53.

Bocacio (Juan): (Giovanni Boccaccio) edición antigua de sus Genealogías de los Dioses. 166.

Boil (Fr. Bernardo), primer Patriarca de las Indias. 62.

Boil (Fr. Guillermo Ramón), Obispo de Gerona. 62. - Recibimiento que se le hizo al regresar de su cautiverio. 68.

Bollandos enmendados. 243.

Borrell, Conde de Barcelona. 146.

Bovage (derecho de). 22. (bouage, bovaje; bou, bovis)

Breda (S. Salvador de): monasterio. 200.

Breve (Tribunal del). 85 - 98 - 102 - 110.

Breviarios (pone Berviarios) impresos para el obispado de Gerona. 66 - 91.

Buada (Juan): autor de un Cronicón del monasterio de Breda. 208.


Cabanilles (Guillermo), Obispo de Gerona. 212.

Cabrera (Bernardo de). 15.

Cáliz: consérvase uno del siglo XIV en el monasterio de Bañolas. 246.

Calzada: libro del archivo de la Catedral de Gerona. 30 - 38.

Campana de las horas en la Catedral de Gerona: bendícese. 92.

Canet (Jofre), comendador de la orden de S. Juan. 33.

Capuchinas: monumento que se conserva en su convento. 184.

Capuchinos: su convento de Gerona. 93 - 174.

Carbonell (Pedro Miguel), archivero de Barcelona. 164.

Cardona (Bernardo de), Obispo de Gerona. 105.

Cardona (Jaime de), Obispo de Gerona. 43.

Cardona (Juan de), Obispo Plonacense. 66.

Caresmar enmendado. 62 - 94.

Carlo Magno: su oficio. 10.

Carlos (Pedro), Obispo de Gerona. 90.

Carol (Ramón): funda un colegio en Gerona. 155.

Cartellá (Roger de), Obispo electo de Gerona. 43.

Casanova (Fr. Juan de), Obispo de Gerona. 34.

Casanova (D. Tomás de): sus obras mss. 168.

Casiano: edición antigua de sus Colaciones. 209.

Cassador (Jaime), Obispo de Gerona. 93.

Castelanis (Miguel de): su obra inédita de música. 174.

Castellá (Fr. Raimundo de), Obispo de Gerona. 27 - 155 - 181.

Castellbisbal (Fr. Berenguer de), Obispo de Gerona. 162.

Castellón de Burriana (cortes de). 5.

Castellnou (D. Pedro), Obispo de Gerona. 247.

Castillo (Fernando): su obra inédita de música, 176.

Catalani (José): dedica al Obispo de Gerona la edición de una obra de S. Juan Crisóstomo. 119.

Catón: edición antigua de su opúsculo De re rustica. 164.

Cátulo: edición antigua de sus Poesías. 165.

Cementerios de la Colegiata de S. Félix. 140.

Cercada (S. Pedro de): iglesia. 210.

Cicerón: edición antigua de sus Epístolas familiares. 173.

Cladells (S. Miguel de): fúndase en esta villa el convento de S. Salvio. 113.

Claquí (Bertrán). 19.

Clemente III: confirma los bienes del monasterio de Amer. 228.

Coangélico: qué significa. 354.

Colaciones: prohíbense en el refectorio. 18.

Sta. Coloma de Farnés: sacrilegios cometidos allí por los tercios Castellanos. 104.

Columella: edición antigua de su opúsculo De re rustica. 164.

Coma (Fr. Pedro Mr.): asiste al concilio de Trento. 88.

Conferencias morales. 115.

Copons (Pedro), Obispo de Gerona. 117.

Cornelia: torre así llamada. 183.

Corona de Cristo: institúyese su fiesta en Gerona. 12 - 45.

Cosechas: mándanse hacer rogativas para lograrlas. 22.
Cruces: sumergíanse en agua en las procesiones de rogativa. 87.

Cruillas (Guilaberto de), Obispo de Gerona. 1.

Cruilles (Berenguer de), Obispo de Gerona. 8 - 14 - 137.

Cruilles (S. Miguel de): monasterio. 152 - 153.

Custodia del Corpus: cuánto costó. 34.

Dalmacio, Arzobispo de Narbona. 255.

Dalmacio (Berenguer), Obispo de Gerona. 210.

Bto. Dalmacio Moner. 163. - su beatificación. 117.

S. Daniel (monasterio de). 3 - 21 - 157.

S. Daniel Mr. 160.

Delats: quienes eran. 79.

Despés (Juan), Obispo de Gerona. 60.

Diago (Fr. Francisco): dispone el catálogo de los Obispos de Gerona. 97.

S. Dionís (D. Narciso de). 29.

Diurnos impresos para el obispado de Gerona. 91.

Sto. Domingo: extiéndese el edificio de estas beatas. 124.

Sto. Domingo: convento de frailes de Gerona. 162.

Dorca (D. Francisco): su Disertación inédita sobre el monumento conservado en el convento de Capuchinas. 187.

Dou (Francisco), Obispo de Gerona. 108.

Duda (Sta.): qué es. 160.


Empurias (Condes de): su Historia. 117.

Encarnación: cuando se acabó de contar los años por esta época. 15.

Entredicho: disposiciones tomadas en este tiempo. 39.

Episcopologios enmendados. 63.

Ermitaño: uno desconocido hace renunciar al Obispo de Gerona. 100.

Escalera de la Catedral: empiézase a construir. 98. conclúyese. 113.

Escrituras: como se calendaban en Cataluña hasta el siglo XIII. 192.

Esperanza (Ntra. Sra. de la): hospital. 154.

Eusebio: edición antigua de su Historia eclesiástica. 166.

Evangelio de S. Juan: mándase decir al fin de la misa. 92.

Excomunión: ritos con que se imponía. 65.

Eymerich (Fr. Nicolás): sus obras mss. 170.


Farnés (Bernardo): costea un relicario de plata para la cabeza de S. Félix. 142.

Fasciculus temporum: Crónica así intitulada. 174.

Faxeda (Fr. José), Obispo de Gerona. 107.

Sta. Felicísima: sus huesos se veneran en el monasterio de Amer. 221.

Felipe II: su entrada en Gerona. 82. avisa su casamiento. 84.

S. Félix Mr: búscanse sus reliquias. 98. Concédese su oficio. 125.

S. Félix Mr (Colegiata de): sus prebendados no podían serlo al

mismo tiempo de la Catedral. 6. - Su historia. 127.

Fernández de Heredia (D. García), Obispo de Vique. 23.

Fernando V: su entrada en Gerona. 57 - 58.

Florines de oro: cuanto valían. 40.

Fluviá (S. Miguel de): monasterio. 152.

Font pudosa. 241.

Franceses: son rechazados delante de Gerona, 111. Fiestas con motivo de esta victoria. 133. Destrozan la Colegiata de S. Félix. 139.

S. Francisco: convento de frailes de Gerona, 171.


Gallego (Arias), Obispo de Gerona. 86. - 155.

Galligans (S. Pedro de): monasterio. 145.

Garriera (Çarriera) (Juan de): excomulgado por el Obispo de Gerona. 50.

Gerona (concilio de). 115 - 226.

Gerona, título de ducado concedido a los primogénitos del Rey de Aragón. 15 - 198. - Múdase en el de principado. 31.

Gerona. Sus sitios. 47 - 198.

Gerona (Universidad de). 40 - 52 - 189.

Geronella: torre así llamada. 179.

S. Gerónimo: edición antigua de sus obras. 173.

Gigantones: prohíbese entrar en la iglesia a los de la procesión del Corpus. 111.

Godmaro, Obispo de Gerona. 219 - 225.

Granizo: procesiones de rogativas con este motivo. 40.

Guido, Abad de Amer. 9.

Guigo, Obispo de Gerona. 219.


Hispano (Pedro): edición antigua de sus Súmulas. 209.

Honorio III: confirma los privilegios del monasterio de S. Pedro de Galligans. 146.

Hospicio: constrúyese el de Gerona. 123.


Imágenes: sumergíanse en agua en las procesiones de rogativa. 69.

S. Isidoro: edición antigua de sus Etimologías. 173.


S. Jaime Apóstol: dótase su fiesta en la Catedral de Gerona. 94.

Jesuitas: fundación de su colegio en Gerona. 93 - 155.

Josa y Cardona (Bernardo de), Obispo de Vique. 204.

Fr. Juan, Arzobispo Arborense. 25.

Judíos: su persecución en España. 24.

Jueves santo: mándase cerrar aquella noche las iglesias de Gerona. 111.

S. Justo (iglesia de). 145.


Lactancio: edición antigua de sus obras. 174.

S. Lamberto Mr: nombrado patrón de Lledó. 15.

Lectura de Escritura: múdase la hora en que se tenía para que pudiese asistir a ella el clero. 59.

Lérida (concilio de). 30.

Lérida (Cortes de). 17.

Lérida (Universidad de). 48.

Lladoners (fuente de): concédese permiso para construir su cañería. 44.

Llers (Berenguer de), Obispo de Gerona. 198.

S. Lope conf.: institúyese su fiesta. 53.

López (Juan Luis), autor del Defensio juris privati. 86.

López Ayerbe (Fr. Sancho), Arzobispo de Tarragona. 15.

Lopins (lupins; altramuces): cuando se introdujeron en Gerona. 172.

Lorca: mándase hacer una cuestacion para fortificar sus fronteras con castillos. 6.

Lorenzana y Butron (Butrón) (Tomás de), Obispo de Gerona. 123 -

144 - 157.

Lull (Raimundo): sus errores condenados por el Papa 23. - Edición antigua de una obra suya. 209.


Mamotrecto: una edición suya del siglo XV. 173.

Manresa: pretende hacerse Catedral. 104.

Manrique (García Gil de), Obispo de Gerona, 103.

Margarit (Juan). 33.

Margarit (Juan de), Obispo de Gerona. 45 - 191.

Otro Margarit. 13.

Sta. Margarita: consérvase una camisa suya en el monasterio de S. Salvador de Breda. 207.

Marías: abólese esta representación. 90.

S. Martí (Mossen Francesch de). 33.

Mártires Gerundenses: translación de sus reliquias, y ordenación de su oficio. 10. Decreto sobre la celebración de su fiesta. - 32. - Enterrados en la Colegiata de S. Félix. 128.

S. Martiriano Obispo y Mr,: venérase su cuerpo en el monasterio de Bañolas. 245.

Dr. Masó: asiste al concilio de Trento. 88.

Mater caeremoniarum: título que se había adquirido la Catedral de Gerona. 92.

Matrimonio: decreto del Rey de Aragón sobre la licencia necesaria para contraerle, 11.

Maximiliano, Rey de Bohemia: pasa por Gerona. 84.

Médicis (Julio), administrador del obispado de Gerona. 61.

Mendigos: prohíbeseles entrar en el coro a pedir limosna. 78.

Menores recoletos: fundación de su convento en la Bisbal. 94.

S. Mer: consérvase su cuerpo en la parroquia de Guialbes. 243.

Merced: determinación sobre las facultades de los frailes de este convento de Gerona. 11.

Miro, Obispo de Gerona. 253.

Misa primera que celebró de pontifical el Obispo Boil, 65.

Misa primera que celebró de pontifical el Obispo Margarit. 74.

Misales: impresos para el obispado de Gerona. 76 - 80 - 91.

Moles (D. Leonardo), comandante de los tercios Castellanos. 104.

Moncada (Pedro de), Obispo de Gerona, 100.
Monedas: cuales eran las de la ciudad de Gerona. 194.

Monjuich, monte vecino a Gerona. 198.

Monrodó (Arnaldo de), Obispo de Gerona. 3 - 161 - 162 - 229.

Monrodó (Bertrando de), Obispo de Gerona. 8 - 20.

Monseny (S. Marcial de): monasterio. 207.
Monsuar (Manuel de), Deán de Lérida. 44 - 48.

Monzón (cortes de). 66 - 82.

Mur (Dalmacio de), Obispo de Gerona. 29.


S. Narciso: determínase el día en que debe celebrarse su fiesta. - 97. Edifícase su capilla. 125 - 143. Visita su sepulcro todos los años el Cabildo de Gerona. 133.

Sta. Narsaria Mr. 172.

S. Nicolás (iglesia de). 151.

S. Nicolás de Camprodon (convento de): disposición sobre la clausura. 21.

Nider (Fr. Juan de): ediciones raras de sus obras. 168.

Ninot (Josef), Obispo de Gerona. 108.

Niños de canto: erígese para ellos un colegio. 50.


Obispillo: estatutos sobre esta ceremonia. 80. - Su abolición. 87 - 90.

Obispos: pasan por Gerona los que iban al concilio de Trento. 84.

Obispos titulares:

Abtense (Fr. Juan o Adán). 15.

Auguriense (Fr. Gonzalo). 41.

Aurense (Lorenzo). 66.

de Babilonia (Fr. Bernardo de Lotaringia). 143.

Cirenense (Baltasar de Heredia). 75.

Civitatense (Antonio). 39.

Civitatense (Fr. Francisco). 25.

Constantinense (Fr. Juan Jubí). 83.

Cunaviense (Fr. Francisco). 20.

Doliense (Juan). 23.

Drivascense (Pedro Fernando o Fernández). 67.

Fesenense (Francisco). 74.


Galltellinense o Galtelliense (Fr. Amado). 15 - 16.

Geropolitano (Fr, Vicente). 57.

Iponense (Bernardo). 57.

Iponense (Guillermo Serra). 59.

Laodicense (Fr. Julián). 35.

de Moronea (José Mora). 112.

Niocense (Miguel). 41.

Ortanense u Ottanense (N.). 23.

Rondense (Fr. Antonio). 39.

Sambariense (Fr. Pedro). 35 - 40.

Solsitanense (Fr. Antonio). 39.

Suellens. (Fr. Pedro). 25.

Tagatense (Francisco) 57.

Terrenove (Fr. Raimundo). 25.

Tribiense (Jaime). 19.

Uticense (Fr Domingo Romeu). 75 - 216.

Xposolimi. (Berenguer). 2.

Observantes (frailes): introdúcense en Gerona en vez de los claustrales. 91.

Sta. Odilia Mr. 172.

Odón, Obispo de Gerona. 226.

Oliva, Obispo de Vique. 152.

Olot: edifícase en esta villa un hospicio. 124.

Ordinario impreso para la diócesis de Gerona. 82.


P. Obispo de Monte Marano. 2.

Pablo, tirano: roba del sepulcro de San Félix la corona de oro. 130.

Pacifich: moneda de Gerona así llamada. 194 - 208.

Palain (Fr. Miguel): escribe las Memorias del convento de Sta. Engracia de Zaragoza. 63.

Palamós (lugar de): mándase fortificar. 10. - Destrúyenle los Turcos. 81.

Palladio: edición antigua de su opúsculo De re rustica. 164.

Palmero y Rallo (Manuel Antonio de) Obispo de Gerona. 121.

Papirio (Papino más arriba) Stacio: edición antigua de sus Poesías. 165.

Parcero (Gregorio), Obispo de Gerona. 103.

Pascual (Antonio), Obispo de Vique. 111 - 112.

Pau (Berenguer de), Obispo de Gerona. 55.

Pau (Bernardo de), Obispo de Gerona. 37 - 190 - 259.

Pedro IV, Rey de Aragón: sus desavenencias con el Obispo de Gerona. 7. - Arregla el modo de contar los años. 193.

Pedro, Conde de Empurias. 4.

Sta. Pelaya: excesos cometidos en la iglesia de este pueblo. 65.

Pentecostés: determínase que sea colendo el martes de esta semana. 40.

Peregrinos enviados a Santiago de Galicia. 54 - 69.

Pérez de Arenillas (Santiago), Obispo de Gerona. 126.

Perpiñán (cortes de). 193.

Peste en toda Europa. 12.

Peste en Rosellón. 54.

Peste en Gerona. 57.

Pi-joan (Francisco), Obispo confirmado de Gerona. 106.

Pinta: moneda de Gerona así llamada. 196.

Plauto: edición antigua de sus Comedias. 166.

Plinio: edición antigua de su Historia natural. 165.

Pneuma: qué era. 141.

Poggio, Cardenal Legado: pasa por Gerona. 85.

Ponce, Abad de Sta. María la real de Mallorca. 21.

Ponte (maestre), pintor del Rey Católico. 64.

Pontich (Fr. Miguel), Obispo de Gerona. 112.

Portugal (Cardenal de): su entrada en Gerona. 81.

Propercio: edición antigua de sus Poesías. 165.

San Próspero: ms. de sus Epigramas. 141.

Puigmarí (Pedro de), Obispo de Solsona. 204.


Quiñones: su Breviario. 82.


Raimundo, Conde de Empurias. 16.

Raimundo (Guillermo): si fue Obispo de Gerona. 61.

Ramírez de Arellano (Juan Agapito), Obispo de Gerona. 126.
Ramón Berenguer. 2. - Restaura el convento de San Daniel. 158.

Raset. (Dalmacio de). 30 - 40.

Reart (Onofre), Obispo de Gerona. 99.

Recaredo: ofrece una corona de oro al sepulcro de San Félix. 130.

Redimentia (Homines de): quiénes eran. 46. (pagesos de remença)

Regina coeli: mándase decir de rodillas. 70.

Reina: pasa por Gerona una fingida o verdadera. 80.

Reliquias: sumergíanse en agua en las procesiones de rogativa. 69.

Ripoll: saqueo de este monasterio. 48.

Rituales de Gerona: imprímense. 58 - 118.

Riudarenas: sacrilegios cometidos allí por los tercios Castellanos. 104.

Rocaberti: moneda de Gerona así llamada. 196.

Rocasalva (Fr. Raimundo de), Abad de Amer. 9.

Rodlando: si fue Abad de San Pedro de Galligans. 150.

Roger (Pedro), Obispo de Gerona. 158 - 198 - 226 - 254.

Roig enmendado. 63.

Romaguera (D. Francisco): ordena e ilustra con doctos comentarios las Sinodales de Gerona. 113.

Rosas destruido por los Turcos. 81.

Rosas (Sta. María de) monasterio. 233.

Rosellón: invadido por los Franceses. 81.

Rosellón (Condes de): su Historia, 117.


Salterio: cómo se rezó en tiempo de rogativa por falla de agua. 68.

Salterio en tiempo de guerra. 79.

Salve Regina: mándase cantar in jubilo. 17. - Abólese el rito de decirla al fin de la misa. 92.

Sampsó (Miguel), Abad de Bañolas. 77 - 204 - 260.

Sancius (A.), arquitecto. 139.

Sclua, Obispo intruso de Urgel. 251.

Seminario conciliar. 90 - 96 - 125 - 154.

Senjust (Fr. Francisco), Obispo de Gerona. 102.

Serroni (Fr. Jacinto), Obispo de Orange. 105.

Servus Dei, Obispo de Gerona. 251.

Sinagoga: róbase y destrúyese la de Gerona. 30.

Sinodales de Gerona. 97 - 113.

Sobreportas (colegio de). 155.

Spital (Fr. Pedro), Dominico. 35.

Sudario (Sto.): examínase per ignem el de San Feliu de Guixols. 66.

Sueldo: moneda de Gerona así llamada. 197.

Suetonio Tranquilo (C.): edición antigua de sus Vidas de los Césares. 166.


Tapias (maestre), platero de Barcelona. 64.

Taranco y Musaurieta (Lorenzo), Obispo de Gerona. 120.

Tarragona (concilios de). 6 - 15 - 16 - 32 - 82 - 89 - 90 - 92 - 94 - 214.

Taverner y Dárdena (Josef de), Obispo de Gerona. 116.

Taverner y Rubí (Miguel Juan de), Obispo de Gerona. 114.

Templum Domini: título de una obra escrita por el Obispo Margarit. 49.

Ter: sus inundaciones. 40.

Tercios Castellanos: son excomulgados. 104.

Terremotos en Cataluña. 32 - 220.

Theutario, Obispo de Gerona. 249.

Tibulo (Tíbulo): edición antigua de sus Poesías. 165.

Tito Livio: edición antigua de su Historia. 166.

Tocco (Fr. Benito de), Obispo de Gerona. 91.

Sto. Tomás: edición antigua de la primera parte de su Suma. 173.

Torre de las campanas de la Catedral: comiénzase a fabricar. 98.

Torre de las campanas de la Colegiata de San Félix. 140.

Torrell (Juan): compone una prefacion para el Misal de Gerona. 80.

Tortosa (cortes de). 33 - 58.

Trecas (concilio de). 249.

Tregua real. 33.

Trento (concilio de) 83 - 87.


Urbano II: confirma los privilegios del monasterio de Bañolas. 256.


Valls (D. Cyro). 112.

Vallterra (Íñigo), Obispo de Gerona. 17 - 230.

Varron (Varrón), edición antigua de su opúsculo De re rustica. 164.

Vera (Juan de), Obispo de Salerno. 260.

Verdesquas: qué eran. 139.

Versor (Juan): edición antigua de su comentario a las Súmulas de Pedro Hispano. 209.

Vestidos de los clérigos: constitución acerca de ellos. 26.
Sta. Victoria Mr.: su cuerpo se venera en el monasterio de S. Salvador de Breda. 206.

Vilademuls (Berenguer de), Arzobispo de Tarragona. 135.

Vilamarí (Guillermo de), Obispo de Gerona. 137.
Villena (Pedro de), Obispo de Sta. Justa. 43 - 44.

Voto hecho por la ciudad de Gerona. 104.

Wamba: restituye al sepulcro de S. Félix la corona de oro. 130.

Wifredo, Arzobispo de Narbona. 152.

Wifredo (Berenguer), Obispo de Gerona, 153.


Zacoma (Çacoma) (Pedro), arquitecto. 140.

Zacosta (Çacosta) (Galcerán de), Obispo de Vique. 2.

Zacosta (Çacosta) (S. Martín): iglesia. 154.

Zatria (Çatria, Çatrilla) (Jaime), Obispo de Gerona. 19.