CARTA XCVII.
De la colegiata de San Félix: su sitio fue en lo antiguo cementerio de los Cristianos. Cuándo se erigió su templo; por qué tiene el título de San Félix y se le añadió después el de Santa María. Su clero se separó del de la Catedral en el siglo X, y entonces comenzó a tener Abades propios: catálogo de estos Prelados: reliquias que quedan de la unión primitiva: número de sus canónigos: si profesaron la canónica Aquisgranense: escasez de su archivo y códices: noticia de arquitectos y de lo más notable del templo y de los monasterios de esta ciudad.
Mi querido hermano: El segundo templo después del de la Catedral es el llamado de San Félix, o San Feliu, situado fuera de los muros antiguos de la ciudad, delante de la puerta por donde se tomaba en tiempo de los Romanos el camino de las Galias. Circunstancias que, junto con haber sido sepultados allí todos los Mártires de Gerona, llegan a fundar una probabilidad histórica de que allí estaba el cementerio público y común de los Cristianos, en cuyas cavidades fue martirizado San Narciso año 307, y cuarto de la persecución de Diocleciano y Maximiano. Porque cierto no es imaginable que tomando tan a pechos como tomaron aquellos Emperadores, y particularmente el segundo de ellos, la demolición de los templos de los Cristianos, quedase en pie iglesia alguna en aquel sitio antecesora del actual. Así que viene abajo la opinión que introdujeron los falsos cronicones, y que aquí cundió algún tiempo, de que allí hubo primitivamente un templo dedicado a Santa María, en el cual fue muerto San Narciso, y fueron enterrados todos los Mártires Gerundenses. Noticia que sólo pudo inventar y creer la ignorancia de la costumbre de aquellos tiempos, en que a nadie se daba sepultura en iglesias, sino en los cementerios subterráneos cavados fuera de las ciudades. En este que digo fueron sepultados San Félix Africano y San Narciso Obispo, hallados allí a fines del siglo X por el Obispo Mirón, y permanentes en nuevos sepulcros. En él fue también sepultado el otro San Félix Diácono, trasladado a París por Carlo Magno hacia el año 786, y los Santos Mártires Germano, Paulino, Justo y Sicio, trasladados por el mismo tiempo a la Catedral, dentro de los muros (.) Finalmente, este fue el depósito de casi todos los mártires de aquella persecución del siglo IV, que llegaron a ser casi trescientos: cosa que basta para persuadir a cualquiera medianamente noticioso de la disciplina de aquel tiempo, que en aquella época no había en tal sitio iglesia alguna, sino sólo cementerio. De lo mismo se colige que tampoco la hubo en los años anteriores a la persecución; porque a ser así, estaría designado en otra parte el cementerio común. La primera época de templo en aquel punto fue la paz de Constantino, en que se comenzaron a construir muchos, y particularmente los levantaron sobre las criptas o cementerios célebres por el depósito de mártires famosos. Y así es muy verosímil que habiéndose hecho tan conocido el Félix Africano, y habiendo como había muchas iglesias en España y fuera de ella dedicadas a su nombre en los siglos V y VI, fuese Gerona la primera en dar ejemplo de ello, construyendo templo sobre el lugar de su sepulcro, llamado de su advocación, con exclusión de la de San Narciso y los demás, por la fama y celebridad en que les excedía, a que no contribuyó poco Prudencio con sus himnos. De la iglesia con el título de San Félix hay, entre otras, memoria en el siglo VII cuando Recaredo ofreció la corona de oro al sepulcro de San Félix, la cual, robada por el tirano Pablo, fue luego restituida por el Rey Wamba. Hoy día no permanece esta alhaja, y Dorca conjetura prudentemente que debió ser una de las muchas que el Rey Hissen de Córdoba robó de las iglesias de Narbona y Gerona, y que invirtió en la construcción de la Catedral de Córdoba. En la invasión de los Árabes pasó la catedralidad a esta iglesia de San Félix, como ya se dijo, en la cual por esta razón se puso el titular de Santa María, como hoy permanece, con gran conformidad al altar mayor de la Catedral, esto es, la imagen de nuestra Señora en medio, y a los lados San Félix y San Narciso. Y aun de aquí pudo provenir el que tal cual vez se haya llamado esta iglesia de Santa María. Restituida la Catedral por las armas de Carlo Magno, quedan muchas memorias de la existencia de la de San Félix como templo distinto de la Catedral. Así se ven nombradas estas dos iglesias en la dotación de una canónica hecha por Carlo Magno en tiempo del Obispo Teotario, año IV de su reinado (882), que va copiado entre los documentos de mi Episcopologio. También va otro del año VI del Rey Odón (893), y es un juzgado a favor del Obispo Servus Dei sobre la posesión de la villa de Bascara, en el cual repetidas veces se expresa la misma distinción de templos. También les distingue el testamento del Obispo Mirón del año 979, que se dirá en su lugar; y así otros constantemente dando a la Catedral el título de Santa María.
De los mismos dos documentos citados se colige también que ambos cleros se contaron por uno solo en todo el siglo IX, como se ve en la donación del Obispo Teotario, año 882, teniendo ambos una misma mensa y viviendo una misma vida canónica, que como ya se dijo, fue la Aquisgranense. Separáronse sin duda hacia la mitad del siglo X: por lo menos el Conde Seniofredo de Barcelona en su testamento del año 966 (Marca Hisp., ap. núm. CIV) los supone separados. Y en varios testamentos del siglo XI son ya frecuentes las mandas a la canónica de San Félix como distinta de la de Santa María. A esto alude el hallarse ya memorias de Abad propio de la iglesia de San Félix en 975, lo cual claramente indica diversidad de cuerpo, a quien presidiese distinta cabeza. En el Martirologio de Adón ms., propio de esta Catedral, se lee el día 2 de diciembre: eodem die obitum Wadamiri abbatis sancti Felicis, anno DCCCCLXXV, y es letra de aquel tiempo, como también la de otro Abad de la misma iglesia llamado Teudesindo, cuya muerte se fija a 7 de las calendas de mayo. En el pontificado del Obispo Godmaro al año 943 ya viste que entre las firmas de una escritura se halla la de Teudesindus Archilevita et Abba, y que seguidamente suscribe Wadamirus Levita. Así que Teudesindo lo fue primero que Wadamiro. Y no habiendo memoria de abades anterior a esta, se ha de creer que las dos iglesias se dividieron, formando cada una su canónica antes de la mitad del siglo X. Sin embargo, la frecuencia con que hasta el siglo XII los Abades de San Félix se firmaban juntamente Arcedianos de Santa María, hace sospechar que había en ello alguna ley o costumbre. Después del siglo XII ya no eran los Arcedianos los que poseían aquella dignidad, pero siempre era un individuo de la Catedral, como hoy persevera, y es la cuarta de sus dignidades.
Juntamente con esto, a pesar de la sobredicha división, se conservaron entre ambos cleros ciertas urbanidades como reliquias de la unión antigua. El de San Félix era antes admitido al coro de la Catedral en las fiestas de la Natividad, Resurrección, Pentecostés y Asunción de Nuestra Señora; y el Cabildo de la Catedral bajaba a la iglesia de San Félix en el segundo día de las tres primeras festividades, y en el de San Félix, San Narciso y Viernes Santo, concluido el oficio y la ablución de altares que se hacía ese día.
Y de esto dicen las consuetas que ibant de bona consuetudine. Así se observó hasta el año 1578 en que el Capítulo, exonerando al clero de San Félix de la concurrencia a la Catedral, quedó con la obligación de ir a aquella iglesia en las fiestas de San Félix, San Narciso y Anunciación. Hoy, variada aquella ordinación, sólo baja el día de San Narciso por la mañana, concluido el oficio, a visitar el sepulcro del Santo, y el día 24 de mayo a la fiesta de gracias que allí celebra el ayuntamiento por la victoria alcanzada contra los Franceses en 1684.
La canónica que en lo antiguo profesó y observó el clero de San Félix fue la Aquisgranense. Vese esto palpablemente en el texto de esa regla con su prólogo, escritos al fin de los Martirologios que allí quedan. Y que esto fuese para la lectura en la Praetiosa además de su localidad, lo dicen las consuetas que en muchos días prescriben se lea la lección de decreto SS. Patrum: expresión que sólo cuadra a aquella vita canonica. Esto, junto con la conexión primitiva de los dos cleros, obliga a concluir que en ambos se observó dicha regla.
El número de los canónigos de San Félix se fijó, como está hoy, al de diez con el Abad en el año 1376, cuyo decreto confirmó el Obispo Bertrando de Monrodó, como hasta entonces la liberalidad de los Papas no dejase lugar para número determinado. La noticia de los Abades de esta iglesia bien ves que puede ser útil a la historia, siendo como son muchos de ellos personas notables. Y pues con no poco trabajo recogí sus memorias de acá y de acullá, donde hallé documentos originales, voy a copiar su catálogo hasta fines del siglo XV.
Principio. Existencia. Muerte.
Teudesindo 943.
Wadamiro 975.
Arnulfo,
juntamente Obispo
de Vique 993. 1010.
Borrell, Obispo de idem 1013 1017
Rolando
Coloco aquí el nombre de este Abad, que ciertamente lo fue, aunque ignoro su época. En la descripción del monasterio de San Pedro de Galligans irá copiada su inscripción sepulcral, cuyo carácter es del siglo XI; y donde, juntamente con decirnos que su padre se llamó Bernardo, nos dice que fue Abad y Archilevita, cosas que sólo se unieron en los Abades de San Félix. Ojalá nos dejara dicho el año de su muerte.
Juan Raymundo. 1100
Raymundo. 1106-1110
Berenguer. 1116
Guillermo. 1129
Berenguer.
1133-1145
Acaso el Berenguer Arnal, cuyo óbito nota el
Martirologio Adoniano
de esta Catedral sin indicar el año. Su existencia en 1145 consta de la escritura de fundación del monasterio de Rocarosa.
Guillermo. 1154-1157
Berenguer de Vilademuls. 1171 1194
Fue Arzobispo de Tarragona. Ignórase el principio de su abadía. Con este título suscribe en una donación del Obispo de Gerona Guillermo de Peratallada al monasterio de Ripoll del año 1167. Mas como juntamente añade allí el dictado de Arzobispo electo, y no obtuvo aquella dignidad hasta el 1174, infiérese que su suscripción es posterior a aquel año. Y así le damos a la aventura tres años de abadía desde el 1171.
Raymundo de Rocaberti. 1197
Pedro de Requesens 1216 1220 1128 (1228)
Sin duda es este el que está enterrado a la entrada de esta iglesia por la puerta lateral con este letrero:
Forma venustatis, scola iuris, vas probitatis,
Primas iusticie, fons dogmatis, arca sophie,
Iste fuit Petrus, pius abbas, dignus et equs,
Sumptibusque donis ascendit culmen honoris.
Mors mala, mors seva, quam cunctis intulit Eva,
Foelicis festo capit istum funere mesto.
Quesumus, ó Christe, cum sanctis gaudeat iste:
Gloria solamen sis illi celitus. Amen.
Obiit autem kal. augusti anno Dni. M.° CC.° X.°... II.°
La rotura que hay en las decenas dejan hueco suficiente para las notas XVI, que juntas a las que existen hacen la cantidad de 1228.
Raimundo de Bas. 1228 1245
Dalmacio de Peratallada 1256 - 1269
Jazperto
de Botonac. 1272
Fue obispo de Valencia.
Pedro de Peratallada. 1273
Raimundo de Aviño. 1292
Su entierro está en la puerta lateral de la iglesia de San Félix, donde se lee que murió ese año, día 9 de noviembre.
Bernardo de Palau. 1294
Pedro de Pontons. 1296 1308
Guillermo de Vilamarí. 1309 1312
Fue Obispo de esta iglesia de Gerona.
Hugo de Cruilles. 1313 1336.
Vidal de Blanes. 1337 1342.
Fue Abad hasta 25 de julio de 1342, en que fue promovido al arcedianato mayor. Más adelante en 1356 le hicieron Obispo de Valencia.
Berenguer de Cruilles. 1342
Fue después Obispo de Gerona.
Bernardo Esteve. 1359
Nicolás, Cardenal de S. Sixto 1363
Diego Rodrigo de Heredia. 1363 1386
Domingo Jurado. 1399-1410 1417
Pedro Armengol. 1417
Juan Bertrán. 1424
Francisco Vilella. 1425. 1461
Claudio Zavastida (Çabastida). 1470-1471
Miguel Moner. 1475 1493
Jorge Sarriera (Çarriera). 1493.
A pesar de la antigüedad de esta iglesia, la de su templo actual es muy poca; pues no pasa del siglo XIV en que se resolvió su restauración, juntamente con la de la Catedral, según indica el decreto del año 1313, que publicó Dorca en la Disertación de los Mártires p. 331. Parece que a esta nueva fábrica dio motivo, no sólo la pequeñez del templo antiguo, sino también su demolición o quebranto en gran parte por las armas de los Franceses, como expresan algunas escrituras de ese tiempo; y sin duda aluden a las guerras del 1285 en tiempo del Rey Don Pedro III. Como quiera que esto sea, es cierto que hacia el año 1318 se construía el cap de la iglesia, o sea el cascarón de su presbiterio, de lo que hay varias apocas. El resto del edificio a simple vista, manifiesta ser obra de ese tiempo. Tratose igualmente de construir claustro nuevo, a cuyo efecto se compraron algunas casas en 1344 delante de la puerta que mira al norte. Dirigió esta obra del claustro el arquitecto A. Sancii, y habiendo quedado cuasi concluida hacia los años 1360, sin embargo se mandaron derribar en 1374 por el capitán de la ciudad, como un estorbo de la defensa de la iglesia contra los atentados de las familias y compañías que molestaban a Cataluña, y particularmente a esta ciudad. Con la misma ocasión se construyeron ciertas torres, o cosa tal que llamaban Verdesquas, y eran de madera: nombre de que derivaban el verdesquar, que es fortificar. Todo esto es de los libros de cuentas de la fábrica. También se destruyó entonces el refectorio que habían hecho de nuevo: las reliquias del claustro serán acaso las que se advirtieron en los cimientos de la actual capilla de San Narciso, que era su sitio. En él había un cementerio, que aún en el siglo XVII se llamaba de les clastres. Otro había ante la puerta principal llamado de la escala, y otro en la de mediodía, llamado el mayor. Vense en este último muchas inscripciones sepulcrales desde el siglo XII, entre ellas algunas de los Abades de esta iglesia. La torre de las campanas es vistosa, y de las buenas obras de lujo en el gusto gótico. Compráronse algunas casas para su sitio en junio de 1368, y el día 11 de agosto siguiente se comenzó ya su fábrica, siendo su arquitecto Pedro Çacoma, que juntamente construía la obra del puente nuevo. Vivía aún este profesor en 1376. La torre se concluyó hacia el 1392. En 1581, día 9 de enero, dicen las Actas capitulares de la Catedral, que un rayo desmochó la cúspide de la pirámide en que remata esta hermosa obra. Celebrábase antiguamente la dedicación de esta iglesia en la Dominica IV de septiembre: hoy día no hay tal solemnidad.
La mayor parte de estas noticias son de los pocos libros y papeles que quedan en su archivo, que cierto es uno de los que más han experimentado el furor de las guerras. La escritura más antigua que en él se conserva es del año 1132; guárdanse allí sin embargo algunos códices que merecen atención. Tal es un trozo de antifonario manuscrito a principios del siglo XII con las notas de música semejantes a las mozárabes, sin rastro de claves ni de rayas. Vese en él expresado claramente lo que era el pneuma; porque en los finales de responsorios y sus verbetas, pone separadamente el canto que se repetía sobre la última vocal de la palabra, y aún se observa lo mismo en el final de cada versículo de la verbeta o prosa que ingerían después del Gloria Patri R) VI y IX. Del mismo siglo XII es un Misal del rito Romano, que sólo contiene las oraciones; pero es de escritura de este país, y propio de la iglesia de San Félix, como se ve en la solemnidad de este Santo, y en las iniciales y otras menudencias. Quedan igualmente dos consuetas propias de esta Colegiata, que he disfrutado para mis ritos, como también de las Constituciones Tarraconenses y Gerundenses que hay al fin de una de ellas. En un códice psalterio manuscrito del siglo XIII vi la colección de los Epigramas de San Próspero. Item, hay un Martirologio manuscrito, año 1502, por Fr. Baltasar Costa, de la orden de la Merced, a expensas de Pedro Pau, canónigo de esta iglesia, con la circunstancia de hallarse al fin de él la canónica Aquisgranense; que cierto, en tiempos tan bajos es mucho mayor prueba de que aquí se observó esa regla y no otra. A este tenor hay algunos otros libros útiles, amén de una porción de impresos, algunos del siglo XV. Volviendo ahora a la iglesia, el altar mayor es de cosa del siglo XV, su ara de una pieza entera, su titular como dije es Santa María, con los laterales San Félix y San Narciso. El cuerpo del primero se venera allí mismo, después de varias traslaciones dentro de la iglesia de que habla el citado Dorca en su obra de los Mártires Gerundenses. Está allí mismo separada la cabeza del Santo mártir, cuyo reliquiario de plata costeó un Bernardo Farnés, como se lee en el necrologio de dicha Colegiata. En la pared lateral de la parte de la epístola se conserva la antigua inscripción del Obispo Servus Dei, que ya envié en su artículo correspondiente. No sé si será suyo el sepulcro que está colocado bajo de ella. Así él como los otros cuatro que hay en el mismo presbiterio, téngolos por obra del siglo XIV. Persuádenlo varios y curiosos relieves y bien ejecutadas figuras que son propias de ese tiempo, en que estaba en auge la estatuaria, junto con el pésimo gusto de pintura y ninguna elegancia de arquitectura. El altar donde antes estaba depositado el cuerpo de San Narciso, es hoy intitulado de Santa Afra. Consérvase en él el sepulcro antiguo del Santo, construido en el siglo XV. Consagró el altar en 1647, día 27 de octubre Don Fr. Bernardo de Lotaringia, Carmelita descalzo, Obispo de Babilonia, Vicario Apostólico * Aspaliamense, administrator episcopatus Ctesiphon. y consejero del Rey Cristianísimo. Esto consta en la inscripción grabada en tabla de mármol, que sirve de frontal al mismo altar. Léese en ella, que la iglesia de San Félix prima Sedes Episcoporum fuit. Credat Judaeus, etc. El sobredicho cuerpo de San Narciso se trasladó en 1792 a la suntuosa capilla comenzada diez años antes, cuya descripción hace Ponz en su Viaje. Es toda de jaspes hasta la cornisa. Y si como se tuvo la mira en que fuesen todas de canteras del país, se hubiesen buscado de mayor solidez y combinado de otra manera, la hermosura de tan costoso edificio podía contar con muchos siglos de permanencia, que no tendrá por la mala calidad de la piedra. Es sin embargo loable, y común a pocos, la liberalidad y constancia del Obispo Don Tomás de Lorenzana, que comenzó y concluyó la obra, edificándola puntualmente en el mismo sitio que fue el antiguo cementerio. Sobre esto y sobre la integridad del cuerpo de San Narciso, y también sobre el famoso milagro de las moscas en 1285, trata el citado Dorca. En el machón intermedio del coro y presbiterio a la parte de la epístola, hay en la superficie que mira al coro, la inscripción siguiente en mármol:
Oh martir sanctae sanetur qui iacet ante
A febre quartana vexatum tu prece sana
Vivens mundatus, moriens sit in ethra locatus.
Parece que el Santo invocado aquí es San Félix Mártir, cuyo cuerpo estuvo depositado en lo alto del mismo machón en el lado que mira al altar mayor por espacio de algunos siglos. En el atrio de la puerta meridional hay algunas inscripciones sepulcrales del siglo XII y siguientes. Van por muestra estas dos:
I.
Istius ecclesiae speculum decus hic requiescit
Presbiter insignis, populi lux, luce patescit
Plebanus fuit hic stola fidei decoratus
In Christi regno regnet sine fine beatus
... ad Incarn. Dñi. CLXXVIIII. post. mill.
Está cortado algún verso.
II.
Pluribus hic annis requiescent ossa Johannis
De Mercatallo mundo vixit bene vallo
Anniversario bis sex solidos stabilivit
Idus septembris quinto fuit hic sine membris
X tribus apponas in C. bis milleque donas.
Junto a esta iglesia había otra pequeña intitulada de San Justo, de quien hay memorias en escrituras de los siglos X y XI en los testamentos sacramentales, en que regularmente juraban los testigos sobre el altar de dicho Santo. Hoy no queda memoria de su sitio.
SAN
PEDRO DE GALLIGANS.
Dentro de los muros actuales de esta ciudad, por la parte de N., hay un monasterio de Benedictinos, perteneciente a la congregación Tarraconense, intitulado de San Pedro de Galligans (en el latín antiguo de Galli cantu), nombre que tomó de un arroyo pequeño que baña sus paredes y desagua en el Oñar. Antiguamente estaba fuera de la ciudad, en el arrabal llamado de San Pedro, donde el Abad tuvo jurisdicción por concesión que de ella hizo el Rey Don Alonso II de Aragón en 1171 al Abad Umberto; y propiamente hablando no fue concesión, sino confirmación de este privilegio. Fue esto a 17 de mayo hallándose en Gerona el Rey, a quien dicho Abad dio trescientos sueldos. Confirmó todo esto el Papa Honorio III en su diploma dado VIII idus martii, pontific. anno primo, que es el de 1216. Así continuó esta jurisdicción hasta el año de 1358, en que el monasterio la permutó con el Rey Don Pedro IV por el señorío de Palafurgell (Palafrugell). No hay duda en que será este monasterio uno de los más antiguos del país, cuyo origen suba a los tiempos de Carlo Magno; mas también es cierto que carece totalmente de pruebas de tanta antigüedad. La primera memoria de esta casa es de los tiempos del Conde de Barcelona Borrell, el cual en el año 992 cedió a este monasterio el señorío del Burgo, o arrabal que antes decía. Más cierta es para mí la memoria que queda del año siguiente, en el cual hizo testamento dicho Conde, y en él varias mandas a esta casa, que pueden verse en la Marca Hisp. (ap. núm. CXLI). Desde esta época se hallan ya otras noticias del monasterio en varios testamentos. Allí mismo (núm. CCCLIX), se publicó la escritura con que el Conde R. Berenguer sujetó esta casa a la de Santa María de la Grasa, diócesi de Carcasona, y a su Abad Berengario para que reformase aquí la vida monástica. Esto fue en 1117. (V. el Episcopol., art. Berenguer Dalmacio).
Nada más se sabe de los siglos antiguos, porque los incendios y guerras han acabado con todos los instrumentos de aquel tiempo, de los cuales ni aun malas copias han quedado. Una u otra escritura hay de la mitad del siglo IX, y pocas más del siguiente, todas relativas a establecimientos y cosas judiciales de poca monta. Sin embargo, pondré aquí un catálogo de sus Abades hasta el siglo XVI, cuyas noticias, aunque disminuidas, he recogido de acá y de acullá.
Existencia. Muerte.
Guifredo. 1019
Asistió a la restauración de la canónica de Gerona.
Oliva. 1063 1068
Se halló en el concilio celebrado ibid.
Gaucefredo. 1103
Umberto. 1152 - 1171 1185
Pedro. 1197
Dalmacio. 1204
Pedro. 1207
Bernardo. 1221 - 1226
Pedro. 1239
Bernardo. 1255
Creo que este es el apellidado Aguiló, muerto en 1273, cuya inscripción sepulcral copiaré luego.
Principio. Exist. Muerte.
Umberto. 1282
Guillermo, electo. 1284
Arnaldo, electo. 1286 1293 1298
Bernardo. 1306
Gaufredo. 1312
Guillermo. 1317 1320
Pedro. 1323
Guillermo
de Socarrats,
confirmado en 1326. 1334 1346.
Pedro. 1350 1379.
Pedro Dulcia, electo. 1379 1381 1417
Jaime Ginesta, electo 1417
Bartolomé 1424
Bernardo Cavalleria, electo en 1439 1447
Nicolás Deslor. 1503 1533
Era al mismo tiempo Abad de Santa María de Rosas.
Pablo 1569
Bernardo Cassá. 1592
Bien veo que esta noticia es muy incompleta, pero peor fuera que perecieran estos apuntes.
Viniendo ahora a la parte material del monasterio, su iglesia no es más antigua que el siglo XII, como lo dirá cualquiera que examine su construcción. Es de tres naves espaciosas; la del centro se eleva proporcionalmente sobre columnas empotradas en los machones con sus grandes capiteles al arranque de la bóveda. Cuando a principios del siglo pasado blanquearon la iglesia, cortaron bárbaramente algunas de estas columnas a poca distancia de los capiteles, con lo cual se quitó toda la ilusión del arte. El altar mayor es de madera, dividido en tres cuerpos con sus casilicios, de buen gusto, y pinturas no malas en los intercolunios. Del tiempo de la restauración de esta arte en España, hay un cuadrito al testero del coro y parte de su colateral. La portada principal del templo consta de varios arcos concéntricos, sostenidos sobre columnitas estriadas, que parecen más antiguas que el resto del edificio. Los claustros a lo más, son obra del siglo XIV. En ellos se conservaron tres memorias sepulcrales anteriores, de las cuales solas dos están legibles. Allá van para desempalagar.
I.
(cruz,
alpha, omega)
Quam cito mutatur quicquid potenter amatur
Exitus ostendit quo mundi gloria tendit
Ossa verenda patrum fecit reverentia fratrum
Abbas Rodlandus venerabilis archilevita
Cum patre Bernardo fruitur perpete vita.
Tengo por cierto que este Rodlando que suena qui Abad, no lo era de este monasterio, sino de San Félix en el siglo XI, y juntamente Arcediano de la Catedral. El carácter y nexos de la inscripción saben a aquel siglo; la piedra es mármol de mezcla. De piedra común es la otra, escrita en los metros siguientes:
Abbas (mirae) bonitatis
Hic Bn. Aquilus,
Tumulatus qui beatis,
dotatur virtutibus,
suffragamen paupertatis,
castus, rectus, et pius:
dat candelam feriatis
vesperis, et noctibus:
lampas matri pietatis
astat per hunc noctibus,
et altare sanctitatis
ditat libaminibus
Jacobi, cum quo in altis
requiescit sedibus
XIII. kal. Janu. anno Dni. M.CC.LXX.III.
Dentro del cementerio hay una iglesita con la advocación de San Nicolás Obispo, la cual hasta nuestros días ha servido de parroquia a este vecindario como anejo (anexo) de la matriz, que es el monasterio, para administrar los sacramentos a los enfermos. Hoy está del todo profanada, y es almacén de varios enseres de la milicia. Su construcción denota grande antigüedad. Mas esto por acá no es nuevo.
SAN MIGUEL DE FLUVIÁ.
Con la pérdida de los papeles de este monasterio se ha perdido igualmente gran parte de las noticias de otras dos casas que se le incorporaron en 1592, y son la de San Miguel de Fluviá y la de San Miguel de Cruilles. La primera era una abadía de Benedictinos, en el condado de Empurias, junto al río Fluviá, cuya iglesia consagró en 1045 el Arzobispo de Narbona Wifredo, junto con Oliva, Obispo de Vique. No se halló el Obispo de Gerona Pedro Roger, a cuya diócesi pertenecía. Trae esta escritura la Marca Hisp. (ap. núm. CCXXVIII). Desde la fundación de este monasterio quedó sujeto al de Cuxá; lo cual aparece de las presentaciones de Abades, hechas por el de la casa matriz. Las memorias que he recogido de estos Prelados son las siguientes:
Existencia.
Pedro 1119. 1133.
Berenguer 1164
Bernardo 1176
Ermengol 1218
Bernardo 1283
Juan, electo en 1286 1319
Berenguer de Forgues 1322 (Forges : forjas)
Raimundo 1351. 1379.
Ferrario 1391
Francisco 1399
Berenguer de Castlario 1442. 1443.
Pedro Lor 1517
SAN
MIGUEL DE CRUILLES.
El otro monasterio que decía es el de San
Miguel de Cruilles, también de Benedictinos, gobernado siempre por
un prior, cuyo origen ignoro. Sólo sé por dos escrituras originales
que quedan en el de San Pedro de Galligans, que a 12 de las calendas
de diciembre del año III del Rey Felipe (1062), el Obispo de Gerona
Berenguer Wifredo dedicó la iglesia de Santa Eulalia de la villa de
Cruilles, a ruegos de sus parroquianos, principalmente de Gaufredo,
clérigo de Gerona, que la gobernaba; y que más adelante, en 1144,
la sujetó el Obispo al monasterio de San Miguel y su prior, como a
cura párroco de aquella feligresía. Las rentas de ambos monasterios
se unieron a este de San Pedro, con bula de Clemente VIII del año
1592. Junto a este mismo monasterio hay una iglesita propia de un
hospital titulado de Nuestra Señora de la Esperanza, destinado al
servicio y asistencia de los eclesiásticos enfermos, y acaso de los
seglares también. Al lado de la puerta de la iglesia hay esta
inscripción:
Hic duo sunt clausi domus huiusque ministri
Pauperibus curam dantes pro nomine Christi.
Moribus et vita concordes sacra tenentes
Jura sacerdocii, pietatis munere pleni.
Nomina si queris, Petrus est, alterque Johannes:
Illis non liceat stigios transire per amnes.
SAN MARTÍN ÇACOSTA Y SEMINARIO CONCILIAR.
Otra iglesia se conserva en esta ciudad intitulada de San Martín Çacosta, o de la Cuesta (ipsa costa), por el lugar de su situación. Hay de ella varias memorias en escrituras del siglo XI, en que comienza a sonar poseída y servida por los canónigos reglares de San Agustín, sujetos a un Prepósito, cuya elección confirmaba el Obispo, a quien estaba canónicamente sujeto. De estos Prepósitos no he hallado más memorias, o no me ocurren ahora más que las siguientes:
Existencia.
Guillermo en 1332.
Guillermo Vidal, electo en 1348.
Murió en dicho año de peste.
Berenguer
de Podio, electo
en dicho año 1348
Murió en 1374.
Guillermo
Salavedra
(Salaveteri), electo en 1374. 1379.
Así permaneció hasta los años 1581, en que suprimida esta prepositura y canónica Agustiniana con el curato y parroquialidad aneja, y se entregó la casa a los padres de la Compañía de Jesús, que la poseyeron hasta su extrañamiento. Entonces se trasladó a ella el Seminario conciliar, que desde los últimos años del siglo XVI estaba en el colegio llamado de Sobreportas, por el nombre de la puerta de la ciudad sobre que estaba fundado; o de Carol, por el fundador Ramón Carol, doctor en medicina, que lo había fundado en el siglo XIV, según dicen. Yo sé que lo estaba ya en 1409, en que el Obispo Don Raimundo Castellar proveyó en él la plaza de maestro de gramática. Aquella piadosa institución era la única en esta ciudad, donde recogidos algunos jóvenes estudiaban la gramática y filosofía, hasta que se pusieron estudios mayores en la universidad, erigida en 1561. Luego que se publicó el concilio Tridentino, y volvió acá el Obispo Don Arias Gallego, que asistió a su conclusión, hizo los esfuerzos posibles para erigir aquel colegio en Seminario. Mas ni él ni los sucesores lo lograron hasta el Obispo Don Francisco Arévalo de Zuazo, que antes de cumplirse un mes de su entrada en esta ciudad, es a saber, día 5 de septiembre de 1598, en presencia y de acuerdo con su Capítulo, hizo la erección formal de dicho seminario, expresando que ninguno de sus antecesores, a quienes nombra, lo habían verificado. Dos días después le dotó con las rentas del priorato de Santa María de Besalú, luego que vacase por muerte o por renuncia de su obtentor Don Miguel Tormo. La escritura de todo esto existe en la curia episcopal (Lib. Not. de ese año, litt. B. fol. 193 v.). La unión de este priorato no se verificó, oponiéndose de contado a ello el Arcediano de Vique (Actas Capitulares de ese año). Como quiera que esto sea, de que nada más sé, dicho Prelado, en prosecución de tan útil proyecto, instaló y dio posesión a los primeros seminaristas en dicho colegio de Sobreporta (Sobreportas más arriba) a 7 de febrero de 1599. De ellos había cuatro de la familia de Carol. Para este acto salieron los candidatos en procesión desde el convento de los padres Franciscos, con música; y viniendo al colegio el Obispo, acompañado de los jurados, les vistió toga, dice la escritura, ex panno vulgo monachino nuncupato, el becca purpurea, ac birreto clericali. La escritura de este acto se halla en el mismo archivo de la curia episcopal (Lib. Not. de ese año, lit. C. fol. 51). Trasladado el Seminario a la casa de San Martín se aumentó después con nuevo edificio para ejercitantes, a donde se recogen por algunos años los que han de ser promovidos al orden clerical. Los estudios de esta casa, servidos de un competente número de maestros, están incorporados con todas las Universidades de España. Esto se debe a las instancias y celo del Obispo Don Tomás de Lorenzana, cuya biblioteca forma con separación una parte muy principal de la del Seminario, que es pública. La inscripción Romana que el padre Roig (pág. 328) refiere como existente debajo del altar mayor de dicha iglesia, está copiada exactamente, y así no la repito.
SAN DANIEL.
Del
monasterio de religiosas Benedictinas de San Daniel, extramuros de
esta ciudad, habló con mucho acierto y tino el padre Roig, que me
excusa decir más en cuanto a su fundación y origen. Con gran
satisfacción mía vi en el archivo de dicha casa los instrumentos
que aquel escritor copió, e ingirió en su obra para probar que,
siendo como era, la iglesia de San Daniel propia de la Catedral, pasó
al dominio de la Condesa Hermesindis hacia el año 1015 por precio de
cien onzas de oro, que el Obispo Pedro Roger aplicó a la fábrica de
dicha Catedral: que entonces puso dicha Princesa monjas en San
Daniel, que continuaban allí en tiempo del Conde Ramón Berenguer el
viejo: y por fin que la Condesa Mahalta, mujer de Ramón Berenguer
II, restauró la casa y la puso en estado floreciente, con que ha
podido durar hasta nuestros días, a pesar de las calamidades de las
guerras, en que le ha cabido gran parte. No fue menor la complacencia
que tuve en oír a una docta monja, que con sus largos años y
conocimientos paleográficos ha llegado a conocer toda la localidad
antigua de aquella casa, copiando por sí misma la mayor parte de las
inscripciones sepulcrales que hay en sus claustros. Este edificio es
como del siglo XIV, con algunos trozos posteriores. Entrando en él,
a mano derecha, hay una inscripción lemosina del siglo XIII, que no
deja de ser notable por las pocas que se hallan de ese tiempo, en que
todas se escribían en latín. Cosa que a cualquiera debe causar
admiración, que con estar entonces tan en su auge y tan limado el
lenguaje vulgar lemosín, y con quedarnos muchas obras escritas en
él, sin embargo para los sepulcros prefiriesen la lengua latina a la
patria (Limoges, Francia, lemosín). Cualquiera que sea la causa de
esto, la inscripción dice así:
(N. E pongo espacio después del
punto y notas entre paréntesis)
ANNO. M.CC.L.I. PASA. LA DONA. NASIBILIA. (Na Sibila, Sibilia)
ESTRVSA. DAQVEST. = SEGLE. EIAQVI. XX. (e iaquí, jaquí, dejó)
SOVS. CEMONECA. DECOBLENTC. PERANIVE.SARI. (? Sous C Emone C A. De Coblent C per aniversari)
XV. SOVS. PERMISSES. V. SOVS. PERPIETANSA. (per misses, per pietansa)
ALESDONS. = ESLASVA. OSSA. ASI. EDASO.
ESTENGVT. SEYOR. DE. PVGOLS.
Algunas hay por allí leoninas, de las cuales la más curiosa me pareció la siguiente:
Dormit in hac cella Raimundus de Gerunella,
Qui bonus armatus placidus fuit et bene gratus
Hostes vitabat, et amicos exanimabat.
Milicie more fuit omni plenus honore
Perpetuo Christe tecum congaudeat iste
Annis transactis terdenis mille ducentis
Annus erat nonus quo transiit ipse Raimundus.
Quesivit patres Augusti quinque kalendas.
La iglesia es una cruz griega, y lo que en ella queda por remendar sabe a la construcción del siglo XII. En el altar mayor, que es de buena forma, está recondido (recóndito) un relicario curioso que contiene un pedazo de carne seca, tamaño como una nuez, envuelto en un trozo de lienzo humedecido con sangre. Dícese que dudando un sacerdote de si en la hostia consagrada por él mismo estaba el verdadero Cuerpo de Cristo, se convirtió la hostia en carne verdadera, y que esta es la que allí se venera, llamada por esa razón la Santa Duda. Digo que se venera con adoración de latria, y se pone de manifiesto al pueblo todo el día lunes de Pascua de Resurrección, en que se hace fiesta particular con sermón sobre aquel hecho. El caso es que no hay documento que lo apoye, sino una tradición vaga, que ni aun señala la época del portento. Porque un decreto de indulgencias de varios Obispos reunidos en Roma, y la tolerancia de los Obispos y los Prelados Benedictinos en sus respectivas visitas, ya se sabe cuan débil argumento es de la verdad de estas cosas. Más estimable es la cordura de la iglesia Catedral de esta ciudad, que guardan debidamente, mas no exponen a la veneración, las formas incorruptas que posee, y de que ya creo haber hablado. Debajo del altar mayor hay una capilla subterránea, o digamos una confesión, donde se venera el cuerpo de San Daniel Mártir, hallado, según se dice, en una cavidad o cueva inmediata, que se ve por una ventanilla, por la cual se extrae tierra para la devoción de los enfermos.
Los
huesos del Santo se veneran en un sepulcro de piedra, adornado de
varios relieves alusivos a su martirio, y construido hacia el 1345,
habiéndose comenzado la capilla dos años antes por mandado del
devotísimo Obispo Don Arnaldo de Monrodó, cuyo pontificado, como
habrás advertido, es la época de otras fiestas nuevas y singulares
en esta iglesia. En un Devocionario u oficio de la Virgen, propio del
monasterio de dichas religiosas, impreso en León por Francisco Juste
a fines del siglo XV, se lee entre otras oraciones al fin la
siguiente de dicho Santo Mártir: O rosa martirii Daniel speculum
paradisi: qui thalamum Christi mundo patiendo subiisti: fac nos
perpetua coelorum scandere regna, et Christo canere tecum pariter
valeamus, aleluya. = Oratio. Omnipotens sempiterne Deus qui fecisti
beatum Confessorem nominis tui et Martirem Danielem participem
passionis tuae, concede quaesumus ut eius intercessione nobis
indulgentiam tribuas, et perduc nos ad regnum gloriae tuae. Per etc.
Allí mismo se señala la fiesta en el calendario VIII kal. maii:
su nombre está en las letanías. Entre las piedras que sostienen el
sepulcro de este Santo Mártir hay una Romana, cortada por la parte
superior como le vino bien al bárbaro cantero y directores, en
quienes no fue efecto de sabiduría y de amor a la antigüedad el
haber perdonado a las dos últimas lineas, que con letras muy enteras
dicen HIC SITUS EST. Su carácter, situación, y el bocelito que
adorna la superficie donde está el letrero, hacen ver la antigüedad
que digo, al paso que excitan la indignación del más moderado.
SANTO DOMINGO.
El
convento de los padres Dominicos es fundación del Obispo de esta
ciudad Don fray Berenguer de Castellbisbal, religioso de la misma
orden. Estaba ya hecho en 1253, puesto que a 30 de diciembre de ese
año fue ya admitido por la orden como uno de sus conventos. Dícelo
una inscripción que está en su iglesia en la pilastra entre las
capillas de San Dalmacio Moner y Santo Tomás, donde se lee: tercio
kal. januarii anno Dni. MCCLIII fuit acceptus hic Gerundae conventus.
La iglesia actual se comenzó a construir tan pronto que ya hay breve
de indulgencias para su prosecución, dado por el Papa Inocencio IV
el año XII de su pontificado, que fue el siguiente y último de su
vida. El altar mayor lo consagró el Obispo de esta iglesia Don
Arnaldo de Monrodó día 31 de enero de 1338 (1339), poniendo en él
reliquias de ligno Dni. = De sepulcro Dni. = De osse digiti B.
Dominici. = De cuculla B. Benedicti Abb. = De scapulari B. Dominici.
= De osse B. Lucae et B. Dionysii Areopagitae. = De ossibus IV
coronatorum. = SS. Innocentium. = S. Laurent. M. = S. Alexandri. = De
tunica et capillis S. Francisci. = S. Martini Conf. = S. Macarii. =
SS. Simplicii et Ambrosii.
El retablo actual es de lo más
horrendo y monstruoso que ha podido producir el gusto churrigueresco:
en fin, obra de los principios del siglo pasado. Del antiguo quedan
algunos cuadros respetables, que son la prueba de la chabacanería de
aquel gusto, que prefirió tallas y estatuas tan indecentes a tablas
regulares. En la misma iglesia, y en capilla propia, se venera el
cuerpo del Beato Dalmacio Moner, hijo de este convento, que murió en
1341. En un ángulo de la huerta que escogió él para sus ejercicios
espirituales, se construyó después un oratorio, donde hallé suelta
una piedra, que antes debió estar colocada en la iglesia sobre su
sepulcro, y es sin duda coetánea a su
muerte. Léense en ella las siguientes rimas:
Exemplar humilitatis...
Normam dedit sanctitatis predicator solidus
Monerii nominatus frater Dalmacius
Nunc cum Deo exaltatus nobis sit propicius.
Miraculis decoratus et caritate fervidus
Abstinenciis laudatus ac puritate lucidus
Kalendis octobris natus in ecclesia hic tumulatus
Annis trecentis et mille quadraginta uno ille
Obiit tunc preteritis nunc premiatus meritis.
Así la iglesia como los claustros y capítulo están llenos de inscripciones sepulcrales que he leído sin provecho particular. La biblioteca abunda poco en obras modernas; mas esta falta está bien recompensada con los muchos libros antiguos y ediciones raras que no se adquieren sino a peso de oro. Entre ellos hay algunos que fueron propios del historiador y archivero real de Barcelona Pedro Miguel Carbonell, el cual mostró su gusto en la elección de buenos libros y en la curiosidad y limpieza de sus notas, mucho mejor que en las producciones que nos dejó de su ingenio. No sé por qué camino pararon acá estas alhajas. Diré de algunas.
I. Existe, pues, en esta biblioteca una colección de los opúsculos de re rustica de Catón, Varron, Columella y Palladio, impresa en Reggio, año 1482, por Bartolomé Bruschi, alias Bottoni, como se llama al fin de las obras de Palladio, o por Bartolomé Bottoni, alias Bruschi, como se llama al fin de las de Varron. En ambos lugares se intitula Regiensis. Al fin de toda la colección se leen estos dísticos:
Priscorum quicumque studet monumenta doceri
Terrarum et cultus arma deosque simul;
Hos legat antiquos, Varronem, tumque Catonis
Scripta, Columellam, Palladiumque legat.
Rura canunt, rurisque Deos: his vita magistris
Desuevit querna pellere glande famem.
Impressit Regii nuper volumina quorum
Optime Bottonus nomine Bartholomeus.
II. Los Comentarios de las Noches Atticas de Aulo Gellio, impressi, dice al fin, Venetiis per Andream Jacobi Catharensem M.CCCC.LXXVII. Andrea Vendrameno Duce Venetiarum inclyto. Carbonell nota que compró este libro de las galeras Venecianas en 1478.
III. Los XXXVII libros de la Historia natural de Plinio con este epígrafe final: Parmae impressus opera et impensa Andreae Portiliae anno Nativitatis Dni. M.CCCC.LXXX. idibus februarii, regnante illustrissimo Principe Joanne Galeazeo Maria, Duce Mediolani.
IV. Las Poesías de Catulo, Tibulo, Propercio y Papino Stacio: sin nota de lugar ni de impresor al fin, sino con esta sola enunciativa M.CCCC.LXXII. Carece no sólo de foliatura sino también de signatura de cuadernos. Carbonell lo compró en 1502.
V. Las Comedias de Plauto con este epígrafe final: Impressae fuere opera et impendio Joannis de Colonia Agripinensis et Vindelini de
Spira. Venetiis M.CCCC. LXXII. Nicolao Throno Principe iucundissimo et Duce foelicissimo. Carbonell dice que las compró de un librero Veneciano año 1486.
VI. Historia ecclesiastica Eusebii Pamphili, traducción de Rufino, impresa en Mantua por Juan Schall 1479.
VII. Las Vidas de los XII Césares de C. Suetonio Tranquillo con los comentarios de Beroaldo. Al fin se lee: Commentarios hosce a Philippo Beroaldo diligenter compositos impressit Leonardus Pachel Theutonicus adhibita pro viribus solertia et diligentia ne ab archetypo aberraret. Impressum Mediolani anno salutis M.CCCC.LXXXXIIII. quarto idus januarias illustrissimo Joanne Galeaz. Mediolani Duce sexto. Carbonell lo compró el mismo año a 5 de julio.
VIII. El Tito Livio impreso en Venecia por Felipe Pincio Mantuano, 1495.
IX. Los libros de Genealogiis Deorum de Juan Bocacio (Boccaccio, autor del Decamerón) con esta nota final: Venetiis impressum anno salutis M.CCCC.LXXII. Nicolao Throno Duce felicissimo impe. En el mismo volumen y del mismo autor se halla: Jo. Boccatii viri clarissimi de montibus: silvis: fontibus: lacubus: stagnis seu paludibus: et de diversis nominibus maris opus diligentissime impressum finit. Venetiis idus jan. CCCC.LXXIII. (sin la nota de M.) Era de Carbonell que lo compró en 1500.
X. El Speculum historiale de Fr. Vicente Bellovacense, que esta edición llama Borgoñón equivocadamente. Consta de tres vol. fol. a dos col. sin foliaturas ni signaturas de cuadernos. El 1.° contiene los diez libros primeros de esta obra: el 2.° los once siguientes: y el 3.° los restantes hasta el treinta y uno, que es el último. En el primer volumen se pone el gran prólogo, que lo es del Speculum maius, en que se da razón del naturale, doctrinale y morale, adoptándose en esta edición la fábula de que este último es obra del mismo autor. Especie desmentida sólidamente en la Biblioteca de Quetif y Echard.
Al fin del último volumen se leen estos versos:
Codicis insignis quin periodus quoque finis
Fauste nunc annotatur agente Deo.
In partes hunc sectum tres augustaque lector
Impressa litera dedit ecce tibi.
Hystorie
seriem cuiusvis complicat in se
Hystoricum speculum cui bene
nomen erit.
Illustris sentencia tempore quolibet apto
Omnis et inseritur florida queque viri.
Auctoris nomen Vincentius, ordine fertur
Prediquecator, Burgundia sed patria.
M.CCCC.LXXIIII.
No dudo que esta es la preciosa edición de Maguncia (pone Moguncia : Mainz) de Juan Fust (Faust ?), tan rara y poco conocida. Del mismo autor están los opúsculos de Gratia, de Laudibus Virginis Mariae, etc., impresos en Basilea por Juan Amerbach, 1481.
XI. El Praeceptorium divinae legis de fray Juan Nider, impreso en París per Martinum Michaelem et Udalricum, anno Domini M.CCCC.LXXIIII., die XI mensis novembris. Otras ediciones raras de obras del mismo autor hay allí, cuya noticia he tomado para la Biblioteca de escritores de mi orden. A este tenor hay algunas otras ediciones cuyo mérito conocen bien los literatos.
En el archivo del mismo convento hay algunos tratados militares que aunque modernos no será inútil darlos a conocer. Obras de Don Tomás de Casanova y Liberto, caballero de la orden de Cristo, teniente coronel, comisario provincial de la real artillería de España y Director de las reales fábricas de armas e instrumentos de gastadores del señorío de Vizcaya y provincia de Guipúzcoa, natural de Cáller en Cerdeña.
1. Corona y palma del arte militar, tratado universal de artillería. IV. vol. fol. = 1.° trata de cañones, morteros, etc. = 2.° de cureñas y cuanto en ello sirve la madera. = 3.° de todos los carruajes de campaña. = 4.° de los demás utensilios y pertrechos de campaña. Todo con oportunas y curiosas láminas.
2. Preparaciones militares para la guerra ofensiva y defensiva, IV. vol. fol. = 1.° Trata del estado de defensa en que se hallaba la plaza de Orán en 1740. = 2.° Método de hacer los detalles para formar cualquier proyecto: obligaciones de los Comandantes de varios ramos con noticia de la dotación de las plazas de Rosas, Barcelona, Tarragona, Cádiz, etc. = De lo que debe hacer el General de artillería en las varias funciones de la guerra ofensiva. = 4.° Modo de formar los inventarios en las tomas de plazas con noticia de los que él y otros ejecutaron en las guerras de Italia y otras partes.
3. Proyectos para la dotación de la ciudadela de Barcelona para en caso de sitio. 1 volumen, fol.
4. La fragua de Vulcano. 2 vol. fol: Es propiamente una historia del origen, progresos, Directores, etc., de las reales fábricas de Vizcaya y Guipúzcoa, con advertencias para su gobierno, mejora, etc.
5. Preceptos militares, 2 vol. fol. Tratan de los fueros y obligaciones de los oficiales de artillería.
6. Noticias de la vida del autor en la dilatada carrera de 57 años de servicio. Esta obra falta aquí, mas se da noticia de ella en la general de las demás que aquí se conservan. Todas estas obras con una porción de instrumentos matemáticos legó el autor a este convento con ocasión de su muerte, acaecida verosímilmente en Barcelona, de donde se envió su testamento junto con los libros el año 1754.
En el mismo archivo se conservan las obras mss. originales del famoso hijo de esta casa Fr. Nicolás Eymerich, Inquisidor de toda la corona de Aragón, en la última mitad del siglo XIV, el cual murió en 1399, y tiene su entierro en esta iglesia. Dichas obras son conocidas, aunque por la mayor parte no se imprimieron, por la cabal razón que dio de ellas la Biblioteca de escritores de la orden de Predicadores. De los Obispos hijos de esta casa se hablará en los catálogos correspondientes, y de los escritores en las adiciones a la citada Biblioteca.
SAN FRANCISCO.
Algunos años antes que el convento sobredicho se fundó el de los padres de San Francisco, para lo cual dio una huerta en el sitio actual el canónigo de esta iglesia Bernardo Esteve in manu et potestate fratris Johannis, Ministri Yspanie, como dice la escritura que he visto original en el archivo de dicho convento, fecha a 28 de febrero de 1231 (1232). Esta es la primera memoria de esta casa, a la cual sigue otra del 1234, en que se habla ya de convento sin expresar Guardián. Este con su comunidad suena ya en 1249, y se llamaba Fr. Raimundo de Castelló. En una de las escrituras del año 1256, hablándose del río Oñar, le llaman no Undaris, como solían, sino Ugyario. La iglesia es obra del siglo XIV. El altar mayor y algunos otros son de forma regular y del tiempo de buen gusto de arquitectura. En la sacristía vi dos cabezas de Santas Mártires en sendos bustos de plata. En uno de los cuales se lee: Senta Odilia, y en el otro Senta Narsaria. Serán de las once mil compañeras de Santa Úrsula. En el capítulo que hoy sirve de capilla de la tercera regla hay entrando a la derecha una inscripción curiosa, y es la siguiente: En layn de M.CCC.XXVIII. lo seyer A. Rafart en la tomba present soterrat aportá de la ciutat de Napols los lopins primerament en aquest bisbat de la qual cosa ses seguit gran profit á tota la comunitat. Requiescat in pace ejus anima per secula cuncta. Amen. Fo dels lupins la sement V migeres solament. Los lopins son los altramuces traídos e introducidos acá por este Arnaldo Rafart en 1328. Vivía todavía, si no era algún hijo suyo, en 1334, y estaba en Nápoles por razón del comercio, según parece en algunas resoluciones del Consejo general de ese año. No sé más de este público bienhechor.
En la biblioteca de este convento hay algunos libros raros castellanos del siglo XVI, y no faltan buenas ediciones del XV. = Tal es el tratado de Fr. Bartolomé Anglico de Propietatibus rerum, impreso por Pedro Ungaro (Húngaro) en 1482 sin expresar el lugar. = Joannis Aurelii Augurelli Ariminensis Carminum liber primus explicit. Impressum Verone anno Dni. M.CCCC.LXXXI. die quinto julii = Las Etimologías de San Isidoro, en París, por Jorge Wolff, 1499. = El Modus bene vivendi ad sororem, de San Bernardo, en Venecia, por Bernardino de Benaliis, 1492, que fue del uso del Obispo Don Fr. Miguel Pontich. = El Mamotrecto, de 1489, en Nuremberga. = Las Epístolas familiares de Cicerón, en Milán, por Leonardo Pachel y Olderico Scinzenceller, 1481. = Colección de las obras de San Gerónimo, con este epígrafe final: Impressum Rome in domo nobilis viri Petri de Maximis iuxta campum Flore presidente magistro Arnoldo Pannartz anno dominici Natalis M.CCCC.LXXVI. die vero XXVIII. martii sedente Sixto IIII. Pontifice maximo anno eius quinto. = La primera parte de la Suma de Santo Tomás, y concluye así: Explicit prima pars Summe Sancti Thomae de Aquino diligentissime castigata super emendatione magistri Francisci de Neritono per theologos viros religiosos Petrum Cantianum, et Joannem Franciscum Venetos. = Venetiis M.CCCC.LXXVII. Esta es la primera edición de la primera parte que Echard no hizo más que indicar.
PADRES CAPUCHINOS.
En el convento de P. Capuchinos he tenido el gusto, no esperado, de ver una edición de las obras de Lactancio con sus poemas el Fénix y el Paschale, o de Resurrectione, en fol., sin signaturas ni folios, y con sólo la nota del año al fin, que es 1471: libro muy bien conservado. También poseen la Crónica intitulada Fasciculus temporum de 1481, y así otras ediciones de menos cuenta del mismo siglo XV.
Más es que tienen algunos ms. buenos, tal es el Liber Scintillarum, de Beda, ms. del siglo XIII, y del siguiente una Biblia bien conservada. Sobre todos me pareció curioso un opúsculo de Musica cantuali, instrumentali et celesti: su epígrafe es: Tractatus Michaelis de Castelanis monachi de musica ad dominum Davidem de Natho monachum monasterii Mansiazillis ordinis sancti Benedicti Rutensis diocesis provinciae Tholosane incipit. = Pr. Davidi de Nato monacho monasterii Mansiazillis Rivensis diocesis provinciae Tholosane ord. S.
Benedicti
fratri suo carissimo et inter alios prememorando Michael de
Castelanis monachus totus tuus pro posse, quos prelibatum cenobium
educavit sub tegumine nigro iam dicti almi patris, etc.
Al fin
del primer tratado copia las opiniones y dichos de varios autores en
elogio de la música vocal, y entre ellos dice: Secuntur quedam pauca
de musicis et musicatoribus dicta per Samuelem Judeum Rabbi Sinagoge
oriundum de civitate Morochorum ad Ysaac
Rabbi Synagoge in civitate Subiulmeta eiusdem regni. Es un retazo de la carta de dicho Rabí, que ya publicamos. Esto sólo basta para hacer ver que este tratado de música es posterior al siglo XIV, en que tradujo al latín aquella carta el Dominicano Fr. Alfonso Buenhombre. Mejor se ve su época por el remate de la misma primera parte que dice: Apud sanctum Martialem in cacumine montium Montissigni (Monseny, Montseny) finivit hec scriptura anno divini Verbi nati 1496 currente, 29 die mensis decembris.
Uno de sus capítulos es este: "Et quid dicendum de crochetis et fuseis (fusas, fusa). Respondeo quod moderni tales denominationes penitus enervaverunt ab hodierno usu. Et ne simus contrarii nostrismet dictis, qui dicimus quod ultra minimam non est (no admite nota menor que la mínima) nos loco crochetarum dicimus minimas nigras. Et quelibet minima alba (blanca) valet duas nigras (vale dos negras), et quelibet nigra valet duas nigras habentes caudam crossatam (: cola cruzada, con cruz, rabillo)." Lo mismo dice respecto de las fusas.
Al fin del segundo tratado de Musica instrumentali incluye esta pequeña obrita: "Sequitur ars pulsandi musicalia instrumenta edita a magistro Ferdinando Castillo, comuniter dicto lo Rahorer, Yspano, nunc vivo, et civi pulcherrime civitatis Barchinone anno salutis eterne 1497. 25 die augusti." En el prólogo dice: "Est quidam Yspanus in civitate Barchinone in Cathalonia, vocatus magister Ferdinandus Castillo, qui comuniter dicitur lo Rahorer (cuchillero) propter suam artem cothidianam... Sed iste magister Fer. possuit istam suam artem in vulgari, quod non ubique est idem, et quia latinum est comunius ydioma, ego pono in latino." Cita luego a sus discípulos Vicente Symó, presbítero, Rector de Gasserandis, dioc. Gerund., fratrem Febrer, y a un hijo del maestro, llamado Joannot, que dice excedió a su padre. Dos o tres veces más llama Hispano a dicho Castillo, añadiendo que es ciudadano de Barcelona, por donde conjeturo que era natural de Castilla.
Otro tratadito añade, que copiaré entero, y es este:
"Sequitur
ars de pulsacione lambuti (pulsar, tocar el laúd), et aliorum
similium instrumentorum inventa a Fulan mauro
regni Granate. Mirum est ut dona Sancti Spiritus ipsis
infidelibus infundantur. Ea propter hoc dico quoniam quidam Fulan
nomine, maurus de regno Granate apud Yspanias inter
Yspanos cytharistas (cítara, citaristas) laude dignus, per
pulsatus spiritu sciencie invenit artem dandam hiis qui diligunt
pulsare lambutum, cytharam, violam, (laúd, cítara, viola) et hiis
similia instrumenta. Et dicit dictus Fulan quod postquam bonus cytharista grupaverit suum instrumentum per bonam artem, attendendum
est ubi sunt semythonia in ipso instrumento. Est eciam attendendum
ubi sunt semythonia in cantilena ponenda in ipso instrumento. Et
ponat tali modo cantilenam in instrumento, quod semythonia cantilene
respondeant semythoniis instrumenti; alias autem in vanum laborat.
Dicit denique dictus Fulan, quod omnis punctus, qu¡ fit sine
positione alicuius digitorum in grupis, est Alif in eorum
littera, quod in nostra sonat A. Alphabetum ipsorum maurorum
ego ponam per ordinem; verum ipsi mauri incipiunt in manu
dextra, et tendunt versus sinistram. Nos vero latini cum grecis è
contra, quoniam incipimus in sinistra, et finimus in dextra. Sequitur
alphabetum ipsorum maurorum...
Primus grupus post Alif in ipso
instrumento est semythonium. Secundus grupus respondet ipsi Alif per
thonum. Tercius grupus in instrumento respondet ipsi Alif cum thono
et semythono. Quartus grupus debet correspondere ipsi Alif per duos
thonos. Quintus grupus respondet ipsi Alif per duos thonos cum
semythono, et sic faciunt dyathessaron. Sextus grupus distat ab Alif
per tres thonos, et sic faciunt trithonum. Septimus grupus respondet
ipsi Alif per tres thonos cum uno semythono, et faciunt dyapentam. Tu
vero David (loquitur Michael de Castellanis monachus ad Davidem
monachum) pone alia plura; ego enim tedio aquarum multarum (que me
scribere non permittunt) fessus sum.
Omnia ista de pulsacione lambuti ego habui a fratre Jacobo Salvá, ordinis Praedicatorum, filio den Bernoy (vel Banoy) de linariis (Linars, Llinars), dioc. Barchin. qui caritate devictus revelavit michi ista. Deus sit sibi merces.
Amen".