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domingo, 5 de junio de 2022

Tomo 3, apéndice 16, parecer, obispo, Pérez, planchas, plomo, Granada, 1595

XVI. 

Parecer del obispo de Segorbe D. Juan Bautista Pérez sobre las planchas de plomo que se han hallado en Granada, escritas con nombres de algunos santos este año 1595 (a: Copia sacada de la que existe entre los MSS. del Ilmo. Sr. D. Francisco Pérez Bayer en en la Biblioteca de la Universidad de Valencia.) (V. pág. 170). 

Debajo de la censura de hombres que en esto dieren mejor parecer, y es razón que se les pida por ser materia grave, digo: que tengo por nuevas estas planchas, y fingidas por algunos hombres de poca conciencia para hacer pecar a las gentes, no viendo el peligro en que los ponen de reverenciar huesos que no sean de santos. Pero ha querido Dios que el que lo ha fingido supiese poco de historia eclesiástica ni de antigüedad; y así (así) ello mismo trae consigo indicios para conocer su ficción, y a lo que yo entiendo, este fingidor como había leído en algunos libros modernos que Santiago tuvo siete discípulos en España, y que tres de ellos fueron Cecilio, Tesifón y Hicio, y que de estos todo el mundo confiesa que Cecilio murió en Granada: y así ha fingido que también Tesifón y Hicio están enterrados en este monte de Granada; y aun dicen haber hecho otras láminas de plomo para persuadir que los otros que restan están también en aquel monte, las cuales por ventura hallarán, si cavan más. Y aun ha fingido nombres de otros discípulos de estos siete santos, de los cuales se tratará abajo. Digo pues que se prueba ser falsas estas planchas, porque contradicen a las verdaderas historias eclesiásticas por las muchas razones siguientes. 

1. Que no murieron en Granada.

El primer argumento contra las planchas es porque dicen que los cuerpos de Tesifón y Hicio están en aquel monte de Granada; y no puede ser, porque consta de historias eclesiásticas que estos siete discípulos murieron en diferentes lugares o ciudades de España, y sólo Cecilio murió en Granada: y para que esto se entienda de raíz se presupone que todos los breviarios de España, antes que viniese el rezado romano, celebraban a 15 de mayo estos siete santos, que llamaban Torquati, et Sociorum; y no sé por qué no les han puesto en el cuadernito nuevo de las fiestas generales de España; porque todas las iglesias confiesan que estos varones apostólicos fueron como siete apóstoles de España, que enviados acá por S. Pedro y S. Pablo desde Roma, fundaron en España siete iglesias principales, y murieron en ellas. Y porque su primer llegada fue a la ciudad de Acci, que es Guadix, y de allí se esparcieron, se ve que su primera predicación fue en el reino de Granada. La historia de estos la ponen a 15 de mayo todos los martirologios antiguos de Beda, Usuardo y Adón que andan impresos, y el martirologio romano nuevo del papa Gregorio XIII. Pero donde está más a la larga es en un libro de pergamino antiguo, que está escrito de letra gótica en la librería del Colegio de Alcalá de Henares, del cual hace memoria Ambrosio de Morales en su historia lib. 9. cap. 13. Y yo he leído este libro gótico, donde está la dicha historia al fin de unas obras de S. Gerónimo, Gennadio, Isidoro, Ildefonso de scriptoribus  ecclesiasticis, y la saqué de mi mano, cuya copia envío con esta; y también está de letra menos antigua en los santorales de Toledo, y aun parte de la historia está en un libro gótico de concilios de S. Millán de la Cogolla, que ahora están en S. Lorenzo el Real, los cuales todos he visto yo. Allí dice como desde Guadix se esparcieron en las ciudades siguientes, con estas palabras: Deinde non mente se segregantes, nec fide, sed pro dispensanda Dei gratia per diversas urbes dividuntur Torquatus Acci, Tesiphon Berge, Hesicius Carcesae, Indaletius Ursi, Secundus Abule, Euphratius Illiturgi, Caecilius Eliberri; in quibus urbibus comorantes coeperunt &c. unde parum post tempore laborum suorum gloriosos palmae triumphos supernae patriae reportarunt, et felici obitu de hoc saeculo migraverunt. Nobis quoque reliquiarum suarum veneranda praemia reliquerunt, ad quorum sacra sanctaque sepulchra quisquis aeger pia devotione advenerit, invicto beatissimorum confessorum liberatur auxilio. 

Y prosigue allí a contar un milagro ordinario que acontecía cada año en Guadix en el sepulcro de S. Torcato (Torcuato). Los nombres de estos siete santos en este libro gótico y en algunos breviarios están algo corrompidos por descuido de los escritores. Pero sus verdaderos nombres están corregidos en el martirologio romano, y son: Torquatus, Thesiphon, Hesichius, Indaletius, Secundus, Euphrasius, Caecilius. (Torcuato, Tesifón, Hicio - Hiscio -, Indalecio, Segundo, Eufrasio, Cecilio) 

Y el que tuviere noticia de antigüedad, conocerá que los cuatro son nombres de nación griega, y los tres de latina, que son Torcato, Cecilio, Secundo. En lo que toca a las ciudades donde fueron obispos, lo que se puede averiguar por cosmógrafos antiguos (dejando aparte lo que algunos modernos se arrojan a decir sin autor ni fundamento) es lo siguiente. Acci, donde fue obispo Torcato, es claro ser Guadix, como se ve en el Itinerario antiguo del emperador Antonino, donde pinta los campos por leguas o millas, tan particularmente, que en esto no se puede dudar.

Verja, donde dice que fue obispo S. Tesifón, piensan algunos ser Verja en Aragón; pero no lleva camino, habiendo estos santos hecho asiento en Andalucía y en el reino de Granada. Así otros sospechan que está errado Verja por Bergi, y así se lee Vergi en la historia de estos santos en los martirologios de Beda, Usuardo y Adón, y es una ciudad muy conocida en la costa, la cual antiguamente se llamó Bergi, y ahora dice ser Verga Don Diego de Mendoza en la historia de Granada, y Ambrosio de Morales; y parece conviene el nombre. Aunque otros piensan ser Vera, por ser marítima; de donde se llama Sinus Virginatus en Pomponio Mela aquella ensenada que hace el mar en la costa de Vera entre Cartagena y Cabo de Gata.

La otra tercera ciudad, donde fue obispo S. Hiscio, se llama Carsessa en el dicho libro gótico y en el martirologio de Adón, aunque Usuardo y Vaseo y Petrus de Natalibus leen Carthesa; y el sitio de ella es dificil de averiguar por no hallarse en cosmógrafos antiguos. Y así Marineo Siculo, hablando de S. Torcato, y Fray Alonso Venero en su Enchiridion de los tiempos, y Joan Molano sobre el martirologio de Usuardo dicen ser Ventosa la despoblada junto a Valverde hacia Astorga. Yo he deseado saber de dónde lo sacaron estos; después he hallado que el primero que lo escribió fue un libro que anda de mano con nombre de Turpino, que trata de la venida de Carlo Magno a Santiago de Galicia, y anda al cabo de un libro de los milagros de Santiago. Pero no da razón de su dicho, y el libro de Turpino es tenido por fabuloso entre todos los hombres doctos; porque Carlo Magno murió año 814; y el cuerpo de Santiago no había sido aún hallado hasta el año de 835, y no pudo venir Carlo Magno a verle; y así no hay que hacer caso de la opinión de este libro. Otros, guiándose por el nombre, han sospechado ser la misma que Plinio y Ptolomeo llaman Carissa en Andalucía, que hoy podría ser Carrizal junto a Gerez (Jerez), a la que Ptolomeo llama Carsus, y podría ser Santa María de Villacorta junto a Guadalcanal. Y aun guiándose por la semejanza de los nombres podría ser Carrozo hacia Astorga, o Carrizosa en el campo de Montiel, u otros pueblos que pareciesen en el nombre a Carcesa, que en esto no hay claridad: el martirologio romano moderno por quitarse de estas disputas ha puesto por Carcesa, Carteja. Y si esto se hallara escrito en algún libro antiguo, fácil era soltar la cuestión. Porque Carteya de los antiguos es muy conocida en el estrecho de Gibraltar, y ha de ser Algesira (Algeciras) o Tarifa. Y los que corrieron a Carteya debieron regirse por ver que Plinio dice que Carteya y Tartessus es una misma ciudad; pero es cierto que en el libro gótico y en los libros antiguos hablando de estos siete santos se escribe Carcesa, como tenemos dicho. 

La cuarta ciudad, donde fue obispo Indalecio, se llamó Ursi en todos los libros, y creen ser Almería por el sitio, como lo dice el Rey D. Alonso en su historia. Y de esta opinión fue (fueron) Zurita y Morales; aunque D. Diego de Mendoza en la historia de Granada por el nombre piensa ser Orce una legua de Galera. Pero no está lejos lo uno de lo otro. La quinta ciudad, donde fue obispo S. Segundo, se llama Abula, y comúnmente se entiende ser Ávila, cabeza del obispado: aunque no falta quien diga por Ptolomeo que hay otra en tierra de Baza, porque no se alejase este santo tanto de sus compañeros.

La sexta ciudad donde fue obispo S. Eufracio (Eufrasio), es Elliturgi, como llamaron los godos, o Illiturgi, como escribieron los romanos. Y es claro ser Andújar. Y esto consta por el nombre y por el sitio que ponen Ptolomeo y Plinio y Antonino, el cual cuenta los caminos por millas. La séptima ciudad, donde fue obispo S. Cecilio, es Elliberris, como escriben los godos, o Illiberris, como escriben los romanos. Y es la ciudad de Granada o Sierra Elvira, dos leguas de Granada, como consta del sitio y nombre de Plinio y Ptolomeo, y por dos piedras que dicen haberse hallado con este nombre en Granada. 

La una dicen está en el cimiento de la torre de Comares en el Alambra (la Alhambra), o en el Alcazaba arriba de Santa Isabel; y la pone Ambrosio de Morales lib. 9, cap. 9; y otra piedra pone Alexo Banegas en los Escolios sobre el vellocino dorado, y dice que se halló en el Alcazaba en el año de 1540. Y en esta Illiberris se tuvo el concilio antiguo Illiberritano; y esta opinión es hoy común, que no tiene contradicción; y no hay para que tratar ahora de otra Illiberris, que estaba en la entrada de Francia, que hoy es Colibre (Colliure, Copliure, etc, donde está enterrado Antonio Machado) en Cataluña (entonces, ahora es Francia), ni de la verdadera ortografía de las dos, pues no importa para mi propósito. Habemos (hemos) contado hasta ahora las ciudades donde fueron obispos estos siete santos, para que se vea en cuan diferentes lugares vivieron y aun murieron. Pues los martirologios arriba nombrados y el romano dicen que murieron en esas ciudades, y el libro gótico dice que en ellas veneraban sus sepulcros, y que en Guadix, adonde estaba enterrado S. Torquato, se hacía cada año un milagro en su sepulcro; y aun S. Eulogio, el cual vivió ochocientos años después de los dichos santos, escribió que en su tiempo estaba el cuerpo de S. Eufrasio en Elliturgi, donde había sido obispo; y en el misal mozárabe, que creen ser compuesto por S. Isidoro, hay un himno muy galano donde pone estos versos.

Hic sunt perspicui luminis indices 

Torquatus, Tesiphon, atque Hesichius 

Hic Indaletius, sive Secundus

Juncti Euphrasio, Caecilioque sunt.

Y después dice: 

Post haec pontificum cara sodalitas 

Partitur properans septem in urbibus, 

Ut divissa locis dogmata funderent, 

Et sparsis populos ignibus urerent... 

Ex hinc justitiae fructibus incliti 

Vitam multiplici fenore terminant, 

Concepti tumulis urbibus in suis; 

Sic sparso cinere una corona est.

De esto se ve cómo murieron, y estaban sepultados en diferentes lugares, porque el cuerpo de S. Torcato se llevó de Guadix a Celanova, monasterio de Benitos junto a Orense, y allí está, como dice el Licenciado Molina, en la descripción de Galicia, y también Ambrosio de Morales. Y el cuerpo de S. Indalecio se llevó de Almería al monasterio de S. Juan de la Peña en Aragón en el año 1080 por el Rey D. Sancho Ramírez, como lo refiere la historia antigua de S. Juan de la Peña y también Zurita; y una parte de su cuerpo está en la iglesia de Burgos, como lo refiere (refieren) Vaseo y Morales. Y el cuerpo de S. Segundo es venerado en Ávila, donde dicen que fue hallado el año de 1519; y el cuerpo de S. Eufrasio fue llevado de Andújar a Galicia, y está en la iglesia de Santa María de Valdemón junto al monasterio de Samos, según dice (dicen) el Licenciado de Molina y Morales; y lo mismo dice debe ser de los otros tres cuerpos de estos santos, que estarán en las ciudades donde fueron obispos, si no consta donde los trasladaron: y en conclusión de lo dicho se saca et primer argumento que hicimos a estas láminas; porque dicen que estos santos están enterrados en Granada; pues consta de lo dicho como se esparcieron y murieron por diferentes ciudades, y que sólo S. Cecilio está en Granada. 

2. Que no murieron el segundo año de Nerón. 

El segundo argumento contra las dichas planchas es que dicen en ellas que murieron el segundo año de Nerón, y no puede ser, lo cual se prueba de esta manera. Porque el dicho libro gótico y los sobredichos martirologios y el romano dicen que los enviaron a España desde Roma los santos Apóstoles S. Pedro y S. Pablo, los cuales no se pudieron ver en Roma hasta el segundo año de Nerón, como dice S. Jerónimo en el libro de Viris illustribus, hablando de S. Pedro y S. Pablo y de S. Lucas; y es cosa clara, por historias eclesiásticas, que la persecución de Nerón a los cristianos no comenzó hasta el décimo año de su imperio, lo cual fue el año de Cristo de 65: siendo cónsules Cayo Licinio Basso, Marco Licinio Crasso; y aun Cornelio Tácito, que es autor en el libro 15, cap. 44, cuenta la ocasión que tuvo Nerón ese año de un incendio de Roma, que le achacaron a los cristianos, para comenzar a perseguirlos; y así fueron martirizados S. Pedro y S. Pablo el año de Cristo 68, según se saca de S. Jerónimo de Viris illustribus, y de Hegesipo, lib. 3, cap. I, y lo cuenta bien Onufrio Panvinio en su Cronicón, y César Baronio. Y así todos los años atrás S. Pablo predicó libremente la ley de Cristo, como dice Eusebio lib. 2, cap. 21; porque cuando le trajeron preso a Roma el año segundo de Nerón, fue porque los judíos le acusaban de alborotador, y no porque el emperador hubiese aún movido persecución contra los cristianos hasta el año décimo de su imperio; y es cierto que fue la primera persecución esta que hizo Nerón entre todos los diez de los emperadores que cuentan los autores eclesiásticos; de lo cual se concluye ser ficcion lo que dice la plancha que fueron martirizados en el año segundo de Nerón en Roma, y de allí salieron a las provincias. Antes no hay memoria que en España haya sido martirizado ningún santo en todo el tiempo del imperio de Nerón; porque una piedra de Nerón que pone Baronio, ya vio Morales ser falsa. 

III. Que no murieron en febrero, marzo ni abril. 

El tercero (tercer) argumento contra las planchas es que dicen en ellas que S. Hiscio murió 1.° de marzo, y S. Cecilio 1.° de febrero y S. Tesifón 1.° de abril, lo cual no tiene fundamento, porque todos los martirologios sobredichos ponen el día de estos santos a 15 de mayo; y habemos de creer a los libros tan auténticos y antiguos, más que no a estos modernos y inciertos. Y así Vandelberto, autor antiguo que escribió un martirologio en verso más ha de setecientos años, el cual le puso Molano en la primera impresión del martirologio de Usuardo, hablando de estos santos dice: Pontifices septem Hesperiam simul idibus ornant; porque los idus de mayo son a 15 de mayo; y advierte que algunos breviarios (aunque pocos) ponen la fiesta de estos santos a 1.° de mayo, y fue por un error de copias; porque en el dicho libro gótico de Alcalá está escrito así t. 5 mayas; y habiendo de leer idus mayas, ellos pensaron que era la letra K, y leyeron kalendas mayas. Pero todos los martirologios sobredichos los ponen en los idus de mayo, y demás de esto parece cosa acordada en estas planchas poner las muertes de los tres compañeros en el primero día de los tres meses febrero, marzo y abril. 

IV. Que no son mártires, sino confesores. 

El cuarto argumento contra las planchas es que llaman mártires a estos siete santos; lo cual es contra todos los autores, que ninguno dice que padecieron martirio, antes expresamente les llaman confesores el libro gótico de Alcalá y el breviario mozárabe, y en fin, todos los martirologios y autores que hablan de ellos. Y sólo podría a esto oponerse una carta de Gregorio VII al Rey D. Alonso, la cual pone Baronio en su Comento al martirologio romano: en la cual carta, hablando de estos siete obispos, dice: Ordinem et officium in divinis cultibus ostendere, et sanguine suo ecclesias dedicavere; pero hase (se ha) de entender que con su vida y trabajos fundaron las Iglesias, porque no contradiga esta carta a todas las historias y martirologios. 

V. Que no son discípulos de Santiago.

El quinto argumento contra las planchas es que los llama discípulos de Santiago, y no fueron sino discípulos de los apóstoles S. Pedro y S. Pablo, enviados desde Roma, como lo confiesan todos los libros dichos y martirologios, que son muy auténticos, y ninguno de ellos hace memoria que fueron discípulos de Santiago; porque pensaron que ninguno tuvo cuidado de la cristiandad de España sino sólo Santiago. Y el más antiguo de los que yo he visto de los que los hacen discípulos de Santiago, es un libro que anda de mano en nombre del papa Calixto II de la traslación de Santiago; pero aunque la traslación sea verdadera, el libro le tienen por fingido y de poca autoridad. Y todos los hombres doctos y el estilo del libro lo dice. Antes los discípulos de Santiago tienen nombres muy diferentes, que son Caloserus, Basilius, Pius, Chrysogonus, Theodorus, Archanasius, Maximus, como los nombra Pelagio, obispo de Oviedo, autor antiguo que vivió en el año de Cristo 1140 en una historia que hizo de España, y yo la he visto de mano, y de él la sacó Ambrosio de Morales l. 9. c. 7. 

VI. Que Ilipula no es Granada.

El sexto argumento contra las planchas es que murieron In hoc loco Ilipulitano; porque el que las fingió sabría poco cosmografía; y queriendo dar a entender que estaban enterrados allí en Granada, dijo que estaban en este lugar de Ilipulia, lo cual es gran error en cosmografía (geografía). Porque Granada es Illiberris, y Ilipulia no puede ser Granada. Porque Ptolomeo, que hace memoria de las dos Illipulas, las pone muy lejos de Granada. Y la una, que es la Illipula magna, la pone junto a Córdoba, más de veinte leguas de Granada; y la otra Illipula parva entre Sevilla y Portugal, más de cuarenta leguas de Granada; y Ambrosio Morales probablemente cree que son Peñaflor y Zalamea. Pero este fingidor de las planchas se engañó por un autor que se llama Juan Margarit, obispo de Gerona, que escribió una historia latina en tiempo de los Reyes Católicos, y allí pensó que Illipula era Granada. Y aunque allí no dice su fundamento, pero yo bien lo sé, y fue porque leyó en Plinio el nombre de Illipula tras del nombre de Illiberris; y antes había de sacar de Plinio lo contrario que las pone por dos ciudades diferentes. Pero de este autor no hay que hacer caso, porque en materia de geografía dice grandes disparates. De los cuales por ejemplo diré algunos, aunque parezca me detengo en esto, pero es para santo fin. Digo pues que este autor dice que Titulcia es Tudela, siendo Bayona, sesenta leguas de Tudela. También dice que Eliturgi (Illiturgi) es Medinaceli, siendo Andújar, como habemos dicho. Dice que Munda, donde pelearon los hijos de Pompeyo, dice que es Caymbria (Coimbra?), y sábese que es Menda junto a Málaga. Dice que Scalabis es Lisboa, y es claro que es Santarem, por el Itinerario de Antonino. Dice que Sisavo es Jerez, y no es sino Almadén, como consta de la mina de bermellón en Plinio. Dice que Bilbilis es cerca de Urgel, y no es sino junto a Calatayud (bilbilitano); y quien dice estas cosas, bien se le puede perdonar que haya dicho que Illipula es Granada. Y Alexo Banegas le siguió sin más examinar. Pero ahora se sabe más de estas cosas que entonces. 

VII. Que no se llamó Abenatar.

El séptimo argumento contra estas planchas es que dicen que S. Tesifón se llamaba Abenatar antes que se convirtiese, lo cual no tiene ninguna probabilidad; porque ese es nombre arábigo, y entonces ni se usaba lengua arábiga acá en España, ni andaban los árabes en el occidente, ni es de creer que los apóstoles sacarían predicadores de Arabia para enviar desde Roma a España, si no es que nos quiera este autor hacer adorar por santo algún moro de Granada, llamado Abenatar. Item porque todos los nombres de estos siete santos, como arriba dijimos, son griegos o latínos, y así es de creer que S. Tesifón no tuvo otro nombre sino el suyo, y que sería griego de nación. Item porque no se usaba entonces los cristianos mudar el nombre en el baptismo (bautismo), ni había para que, como se ve en los apóstoles y en todos los santos del martirologio, que todos se quedaron con sus nombres que tenían de hebreos o gentiles , y lo contrario sería caso rarísimo. Item ¿para qué había de dejar el nombre de Abenatar y tomar el de Tesifón? nombre era de gentiles y no de cristianos, como se ve en Tesifón, orador de Atenas en tiempo de Demóstenes, y en Tesifón, arquitecto, que labró el templo de Diana Efesia, y otros semejantes. Y sería como dicen huir del fuego y dar en las brasas. 

VIII. Que no escribió en arábigo S. Tesifón. 

El octavo argumento contra las planchas es que en ellas se dice que S. Tesifón escribió en lengua arábiga su libro y con caracteres de Salomón: lo cual no tiene ninguna probabilidad, porque en España no habían entrado los moros, ni sabían qué era lengua arábiga; y si él escribía su libro para los españoles, era cosa de burla escribirlo en lengua que nadie la entendiese de España; antes entonces todos los autores escribían en griego o latín, y más S. Tesifón, siendo griego de nación, como parece por su nombre. 

IX. Que no escribió con caracteres de Salomón.

Lo nono digo que parece cosa de burla decir que el libro escrito en lengua arábiga estuviese escrito con caracteres de Salomón: porque más conforme a razón era que siendo en lengua arábiga se escribiese con caracteres arábigos; porque escrito de una lengua con caracteres de otra, parece juguete para sólo hacer trabajar a los que se precian de descifrar, y no hay tal ejemplo de libros en toda la antigüedad. Item si este fingidor nos quiere dar a entender que estos caracteres son o se llaman caracteres de Salomón, respóndanos cómo con ellos escribía S. Tesifón en lengua arábiga, según él dice, y ahora con estos mismos caracteres se escriben estas láminas en lengua latina? porque está claro que están en lengua latina. Si no es que estos caracteres sirvan de malilla para todas las lenguas. Item que el llamar caracteres de Salomón, suena cosa de mágicos o encantadores; porque los nigrománticos tienen cierto libro de conjuros con caracteres incógnitos, el cual llaman clavicula Salomonis, y está vedado en todos los catálogos de la Inquisición; y los mágicos fingen que le escribió Salomón, fundándose en un lugar de Josefo, el cual dice en el octavo libro de las Antigüedades en el cap. 2 que Salomón escribió ciertos exorcismos; y en confirmación de mis sospechas se puede leer Petrus Comestor, que llaman Magister Historiarum, autor antiguo de más de quinientos años atrás, sobre el tercer libro de los Reyes cap. 4, donde escribe que se dice que Salomón inventó unos caracteres, que escritos en las piedras preciosas con cierta raíz servía para echar los demonios; y otro autor que anda con el libro dicho Malleus maleficarum de Jacobo Spinger, inquisidor, que allí se llama autor anónimo, tractatu 2 Exorcismorum folio 269, dice que los nigrománticos usan de un libro que llaman de Salomón, escrito en lengua arábiga, y que le halló Virgilio en unas cavernas de los montes de Arabia. Y cierto me parece que esto frisa con nuestro caso; pues se nombran caracteres de Salomón y Arcávigo y Cavernas: cuanto más que ni de la sagrada escritura, ni de los autores antiguos consta que Salomón inventase caracteres, sino es de esta relación de nigrománticos; antes se ve en las biblias hebraicas como Salomón escribió sus libros con las letras ordinarias hebreas, que eran las de su tierra, y en letras hebreas los tenemos hoy. 

X. Que estos son caracteres nuevos y fingidos. 

Lo décimo digo que el que fingió estas láminas las ha escrito con unos caracteres que nos quiere dar a entender son antiguos, y es cosa de burla: porque son nuevos y sacados del A B C español, y disfrazando un poco las letras, como lo echará de ver el que hiciere un alfabeto de las letras de estas planchas; y lo comprobare con letras españolas, y pone Z por M al fin de la palabra, que es cosa moderna, y así se conoce lo poco que supo este fingidor. Porque si supiera fingir, pudiera tomar caracteres extraños de las lenguas hebrea, arábiga, armenia, caldea, (y arameo), etiópica (etíope), índica, cuyos alfabetos yo tengo, y andan impresos por dos autores, el uno italiano, que se llama Jeseo Ambrosio, y el otro francés que se llama Guillermo Postello; y aun si supiera fingir alfabetos extraños y voluntarios, cuales suelen hacer los que escriben en cifra, de los cuales pone muchos Trithemio en un libro que llama Polygraphia: pero como el que fingió esto, no sabía lenguas, arrojóse al alfabeto español disimulado que él sabía, y no echó de ver que Salomón entonces no escribía letras parecidas a las españolas de ahora. 

XI. Que es fingido el libro: fundamentum Ecclesiae.

Lo undécimo digo que tengo por sospechoso el libro que dicen haberse hallado con título de fundamentum Ecclesiae, porque Gelasio papa en el capítulo Sancta Romana dist. 15, entre otros condena un libro que allí llama fundamentum, y otro que se llama contradictio Salomonis, y así me ofenden estos nombres. Item porque parece cosa de burla que al cabo de mil y quinientos años salgan ahora con un libro que es el Fundamento de la Iglesia, la cual estuviera buena hasta ahora por cierto si hubiera necesidad de este fundamento. Item porque libro tan pequeño para tan grande título, de cinco hojas no más en forma redonda como hostias, más parece juguete de niños que obra eclesiástica. Ni tal ejemplo se hallará en todas las obras de santos antiguos, de que están llenas las iglesias; y no hablo aquí de lo que contiene este libro, porque no me han enviado relación de él, ni del de Esencia Dei, que si los viera dijera mi parecer. Pero por el muro se saca la villa. 

XII. Que los nombres de los mártires son fingidos.

Lo duodécimo digo que los nombres de mártires que aquí pone por discípulos de estos santos los tengo por fingidos, los cuales son Mesitón, Jurilos, Panucius (panollo), Maronius, Centulius, Maximinus, Luparius, Setentrius, et Patritius. Porque en los martirologios y historias antiguas de los dichos siete obispos no hay memoria de tales nombres de discípulos; y sería temeridad tener por santos a estos, cuyos nombres no se hallan en martirologios eclesiásticos ni en libros que tratan de santos, como son Lipomano, Surio, Petrus de Natalibus, y otros semejantes, y más con tanta sospecha de estas planchas: y podrán ser estas planchas inventadas por algún hereje para hacer burla de la Iglesia, como sabemos que en tiempo de S. Gerónimo unos herejes de España, discípulos de Prisiliano, honraban por santos a muchos, cuyos nombres eran Instantius, Salvianus, Felicisimus, Armenius, Latronianus, Assarinus, Aurelius, Tiberianus, Tertullus, siendo no santos sino condenados por herejes, como cuenta Sulpicio Severo en el segundo libro de su historia eclesiástica; y también Ireneo y Tertuliano refieren que los herejes gnósticos inventaron más de ciento y veinte nombres incógnitos para engañar: y Santo Tomás en la secunda secundae en la cuestión 96, artículo 4, dice por autoridad de S. Crisóstomo sobre S. Mateo; Nomina ignota et caracteres inusitati suspicionem habent magiae; y lo mismo dice Aimerico en el Directorium Inquisitorum, 2 parte, cuestión 45; y me hace sospecha el ver que al fin de estas láminas hace tanta fuerza en que honren estos santos, que parece no se hicieron estas láminas para otro efecto sino para persuadir que los honren. Y esto no es cosa acostumbrada en libros ni títulos de sepulcros de santos. Porque sólo dicen que están allí los tales santos, y lo del venerarlos es claro, y se presupone sin que sea necesario persuadirlo allí mismo. 

XIII. Que no están escritas con buen latín. 

Lo decimotercio tengo por fingidas las láminas en este tiempo y por hombre que sabía poco latín para fingir, por la mala frasis, como lo entenderá el que tuviera buen oído al latín antiguo, porque son frasis de ahora y no antiguas: ellectus adhunc effectum; y también: vir literis, linguis, et sanctitate preditus comentavit profesias. Et pasus sub potentatu Neronis. Y mala gramática, petentibus transivire. Y demás de esto las malas ortografías de estas láminas, según la copia que me han enviado, no se compadecen en la antigüedad. 

XIV. De otras semejantes burlas.

Lo decimoquarto sospecho que es ficción lo de las láminas por la noticia que tengo de otras burlas semejantes que se han hecho. Porque en la primitiva Iglesia algunos herejes fingieron libros en nombre de los apóstoles, Santo Tomás, S. Bartolomé y S. Felipe, los cuales condenó por fingidos Gelasio papa en la distinción quince, y pocos años ha ha salido otro libro en nombre Nicodemus de la pasión de Cristo, y se ha vedado en el catálogo de la Inquisición; y los herejes helechesaitas mostraban un libro que decían ser caído del cielo, y los católicos le condenaron, como dice Eusebio lib. 6, cap. 31. Y otro hereje dicho Aldaberto fingió otra carta como caída del cielo, la cual fue condenada por Zacarías papa, como dice Surio en la vida de S. Bonifacio. Y Helecho hereje fingió unos libros en nombre de Adán, Henoc y Elías, que fueron reprobados, como dice Clemente Romano lib. 6, cap. 16; porque según dice S. Agustín en 18 de la Ciudad de Dios en el capítulo 38, era clara sospecha sacarlos al cabo de tantos mil años con estas palabras: Quo in auctoritate non essent, nimia fecit antiquitas, propter quam videbantur habenda esse suspecta. Y el arzobispo de Tarragona D. Antonio Agustín en un libro que escribió de medallas en el f. 448 cuenta algunas burlas de estas, y entre otras que Juan Antonio Biterbense (viterbense) en tiempo de los Reyes Católicos, para fingir la mucha antigüedad de Viterbo, su patria, hizo esculpir unas piedras con caracteres incógnitos, y las enterró en una viña para que fuesen halladas cavando, y espantaron a toda Italia. Y al Marqués de Pescara un burlador para sacarle dineros, y para lisonjearle la antigüedad de su linaje, le vendió una piedra, que hizo enterrar con letras esculpidas que decían: Sancio Avalo Calagurritano (de Calahorra). Y estando yo en Madrid el año 1572 me acuerdo que se hallaron junto al río algunas piedras tan grandes como la mano con letras relevadas (en relieve), que contenían ciertas profecías con palabras dudosas, y las andaba la gente glosando; y después vine a saber quien tal hacía, y me lo confesó el propio autor, y que lo hacía por burlar y hacer pecar. Y a Paulo IV le vendieron por antigua una medalla fingida con rostro de S. Pedro, que le parecía mucho al papa, y después se entendió el engaño como cuenta el mismo arzobispo D. Antonio Agustín folio 422; y en fin en este género de antiguallas fingidas me parece prudente consejo el que cuenta Tito Livio en el libro 40, que tomaron los romanos cuando una vez se hallaron en el campo de Roma unos libros en la sepultura antigua del rey Numa Pompilio como escritos del dicho rey en una arca guarnecida de plomo, que pareciéndoles cosa sospechosa por la mucha antigüedad (porque había quinientos años que aquel rey era muerto) hicieron reconocer en secreto los libros, y teniendo relación que los dichos libros contenían doctrina contraria a su religión, los hicieron quemar en público. 

XV. Que no se deben venerar estos huesos.

Dicen que junto a estas láminas se han hallado algunos huesos, y que los han recogido con alguna veneración, y es claro que se debe andar en esto con mucho tiento. Porque Granada ha sido ochocientos años de moros, y estarán enterrados infinitos por los campos y montes: y demás de esto ya está mandado en el drecho por los pontífices Alexandro III y Inocencio III en el título de reliquiis, et veneratione sanctorum, que no se veneren las reliquias que de nuevo se hallaren sin consulta de la Sede Apostólica, la cual es de creer que no dará tal licencia a estas, no habiendo fundamento para creer que estos huesos o aquellos, hallados y esparcidos por el monte sean santos, aunque las planchas fuesen verdaderas. Cuanto más siendo tan sospechosas de ficción por las razones sobredichas. He sido largo en desmenuzar algunas cosas, porque entiendo que es hacer servicio a Dios desengañar en materia tan grave, como es venerar verdaderas o falsas reliquias. Y si yo brevemente escribiera mi parecer no fuera de efecto; porque algunos dijeran que hablaba sin fundamento. Recíbase mi buena voluntad. 


Carta del doctor Benito Arias Montano para D. Pedro de Castro Quiñones, arzobispo de Granada.

Por mano del prior de esta Iglesia recibí dos cartas de V. S., y juntamente la relación impresa de las láminas. De todo había por acá diversas nuevas y relaciones que no concertaban bien unas con otras. Y así fue consejo digno de V. S. que se imprimiese, y mucho más digno será de su autoridad entretenerse en la calificación y juicio de negocio tan grave, por lo que importa saber la verdad y definirlas por todas sus condiciones, pues en todo género de cosas es muy común regla: Ne incerta pro certis habeamus, iisque temere assentiamur. Tiene este nuevo suceso tantas partes que examinar y averiguar para llegarlo a resolución, que proveyó Dios para ello, y para otras cosas de mucha importancia presidiese V. S. en esa iglesia a esta sazón. Año es este de semejantes ocurrencias, porque en estas tierras se han hallado muchas piedras, mármoles, ladrillos, azulejos grabados con diferentes formas de letras, algunas arábigas, de que me han traído parte clérigos, frayles y seculares con opinión y ansia de tesoros. Los adversarios de nuestra iglesia habiendo visto en algunos lugares dar fácil crédito a milagros no bien examinados, y a otras cosas tocantes a la religión, toman ocasión de afirmar que así sucedió en los tiempos pasados. Por otra parte el vulgo, amigo de novedades y materias de conversación, desea se autoricen tales cosas, más por tener que hablar, que por mejorar su vida en tales cosas. El interés y sus pretensiones favorecen en esta parte, y todos de magnis majora loquuntur, y ordinariamente alegan la autoridad de los hombres de crédito y prelados. Y si el prelado hace manifiesta demostración en contrario, dicen que es impío y hereje, como acaeció al obispo de León Cuesta en los milagros falsos de Mayorga en el año de 60. Todo esto me muestra ser muy necesaria la prudencia, destreza y constancia, y sobre todo arrojar pretensiones de interés, y que no se use mal de la piedad para ganancias ilícitas. Suplico a V. S. me perdone, que con el deseo que debo tener de que las cosas de la religión vayan muy esmeradas y lucidas, y con celo de la autoridad de V. S. que tengo sobre mis ojos como de mi señor y prelado, que con tal título le reverencio, y la obediencia a sus mandamientos me incitaron a apuntar esto, y holgara yo mucho de hallarme en disposición para ir a servir a V. S. como me manda en esta ocasión. Empero excúsame una indisposición de cabeza y ojos, de que están los médicos insignes de este lugar con recelo y cuidado. Y por ella me tienen en cura, y apenas consienten que salga de casa. Nuestro Señor guarde a V. S. en toda felicidad. Sevilla a 3 de mayo de 1595. 

lunes, 6 de junio de 2022

Tomo 3, ÍNDICE DE LAS COSAS MÁS NOTABLES. ERRATAS.

ÍNDICE DE LAS COSAS MÁS NOTABLES. 

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Abluciones. Se daban antiguamente a los legos en cáliz, 126. Prohibición de este uso, y causas de ella, 126.

Agua de algunos ríos y fuentes convertida en vino, 148. 

Card. Aguirre. No publicó en su colección de concilios todas las prefaciones del obispo Pérez, 182, 183, 185. 

Albarracín, fue dado por el Rey moro Lobo a don Pedro Ruiz de Azagra, 8. Cuando se erigió en silla episcopal, 3, 8, 9, 235. Por qué se intituló Arcabricense su primer obispo, 9. 33. Cuando mudó este título en el de Segobricense, 9. Fue sufragánea de Toledo, 9, 10. Cuando pasó a serlo de Zaragoza, 10. En qué tiempo se desmembró de ella la silla de Segorbe y por qué, 10, 12, 85.

Alexandro IV. Erigió la silla episcopal de Albarracín y la unió con la de Segorbe, 55, 235 y sig. 

Almería. Si es la antigua Ursi, 263.

D. fr. Alonso Cano, obispo de Segorbe, 108 y sig. Memorias de su celo y literatura, 109 y sig. 

Alpont. Si es el moderno Alpuente, 7.

Andújar. Si es la antigua Illiturgi, 264.

Anterio, obispo Segobricense asistió a los concilios XV y XVI de Toledo, 32. Fue el último prelado de esta iglesia antes de la invasión de los moros, 32.

Antigüedades supuestas de Granada. Su conexión con los falsos cronicones, 168. El obispo Pérez fue quien primero las combatió, 168 y sig. Razones que tuvo para ello, 259 y sig. Ficciones semejantes de otras edades y provincias, 276 y sig.

Antonio, obispo Segobricense, asistió al IV. concilio toledano, 30. 

D. Antonio Ferrer y Milán, obispo de Segorbe, 105. Memorias de su pontificado, 105, 106.

D. Antonio Muñoz, obispo de Segorbe, 63. Si asistió al concilio viniense, 64. Fundóse en su tiempo la orden de Montesa, 64, 65.

D. Antonio Pons, enmendado, 160. 

D. Aparicio, obispo de Segorbe, 61. Fue dado a la medicina, 62. Su gran pobreza, 62. 

Los VII. Apostólicos. Si fueron discípulos del Apóstol Santiago, 259, 268 y sig. Juicio sobre el lugar de su predicación, muerte y sepultura, 260 y sig. Sus verdaderos nombres, 261. Si fueron mártires, 268. Su historia copiada del códice complutense, 308 y sig. 

Archivo. El de la catedral de Segorbe tiene muchos documentos exquisitos y bien ordenados, 16. Su descripción 16, 17.

Arias Montano. Su carta al arzobispo de Granada con motivo de las antigüedades nuevamente descubiertas, 278. 

Arnao (Arnau) de Peralta, obispo de Valencia, despojó al de Segorbe, 11, 54. Resultas de este hecho, 11, 12, 55. 

D. fr. Atanasio Vives de Rocamora, obispo de Segorbe, 101 y sig. Celebró un sínodo, 102, 129. Otras memorias de su pontificado, 102, 103.


D. Bartolomé Martí, obispo de Segorbe, 79. Memorias de su vida, 79, 80. Celebró dos sínodos, 80.

Beuter, enmendado, 31, 32. 

Bienes eclesiásticos. Bajo qué plan los distribuía la iglesia, 86 y sig. 

Bilbilis. Su sitio, 270, 314. 

D. fr. Blas de Arganda, obispo de Segorbe, 108. Dio principio al Seminario clerical, 108. 


Cabeza del griego. Si es la antigua Segóbriga, 2 y sig.

Cabildos. Si elegían antes a los obispos, 56 y sig., 76, 79, 239. Método que en esto se guardaba, 239 y sig. Si los de las metropolitanas en sede vacante entienden en las apelaciones de los sufragáneos, 40, 227 y sig.

Caracteres de Salomón. Si los hubo, 272 y sig.

Carsessa o Cartesa. Antigua situación de este pueblo, 262 y sig.

Catálogos de obispos. Su utilidad para escribir la historia eclesiástica, 28. 

Caudiel. Lápida recién hallada en esta villa, 138.

Celestino III. Concedió al cabildo de Toledo que en sede vacante entienda en las apelaciones de los sufragáneos, 40, 227 y sig.

D. Cenebruno, arzobispo de Toledo, erigió la silla de Albarracín, 3, 8. Su constitución en que extiende el número de los canónigos de Toledo, 221 y sig.

Cepillos. Con qué motivo se pusieron en las iglesias, 86 y sig., 89, 90. 

Códice Soriense de concilios. Si es el de don Jorge Veteta, 180. Noticia de los que sirvieron para la colección de concilios de España, 299 y sig., 305 y sig.

Colación de los beneficios, con qué ceremonias se hacía antiguamente, 117.

Concilio IV. toledano. Estableció la uniformidad de la liturgia, 30. Varias opiniones sobre el número de sus obispos, 30.

Concilio VII. toledano. Por qué no se halla en él suscripción del obispo Segobricense, 31. 

Concilio IX. toledano. Varias opiniones sobre el número de sus obispos, 31. 

Concilio XII. toledano. Advertencia del obispo Pérez sobre sus suscripciones, 31, 32.

Concilios. Algunos nacionales en qué sentido se han llamado universales 131. Noticia de los códices por donde formó el señor Pérez la colección de los de España, 299 y sig., 305 y sig. 

Constituciones. Las antiguas de Segorbe cuando se establecieron, 35. Su conformidad con las de Toledo, 35.

D. Crisóstomo Royo de Castelví, obispo de Segorbe, 104. 

Cronicones. Noticia de los ilustrados por Pérez, 196 y sig. 

Cueva santa. Cuando se descubrió en ella la imagen de nuestra Señora, 81, 82. Sus capellanías, 100.


Danzas, las indecentes y ridículas no deben consentirse en las procesiones de la santa iglesia, 128, 134 y sig. Origen y antigüedad de este abuso, 134.

Demandantes. Cuando y con qué motivo se establecieron en la iglesia, 86 y sig., 88.

D. Diego de Heredia, obispo de Segorbe, 72. Memorias de su vida, 72. 

D. Diego Muñoz, obispo de Segorbe, 106.

D. fr. Diego Serrano, obispo de Segorbe, 99. Celebró un sínodo, 100, 128. Fue trasladado a Guadix, 99.

Diezmos eclesiásticos. Pertenecieron a nuestros reyes durante la monarquía goda, 88. 

Domingo, obispo de Segorbe, 39. Asistió en algunas conquistas a don Jayme I. de Aragón, 40.


Egidio, obispo de Segorbe, 38, 39.

D. Elías, obispo de Segorbe, 68. Celebró un sínodo, 69, 120. Fue nuncio de Inocencio VI., 69. 

Enfermero, dignidad antigua de la iglesia de Segorbe, qué oficio tenía, 13. 

Episcopologios. El de Segorbe le escribió hasta su tiempo el obispo Pérez, 29, 195. Noticia de los de Flórez, Balaguer y Villagrasa, 29. Su importancia encarecida por San Carlos Borromeo, 95. 

Eusicio, obispo Segobricense, asistió a los concilios IX. y X. de Toledo, 31. 


Fábrica. Qué parte le correspondía antiguamente en la distribución de las rentas eclesiásticas, 86 y sig. A quién estaba encargada su administración, 87.

D. Feliciano de Figueroa, obispo de Segorbe, 96. Cuánto hizo por la salvación de los moriscos, 96, 97.

Fiestas de los santos. No debe tolerarse en ellas ninguna profanación, 110. 

Floridio, obispo Segobricense, asistió al VIII. concilio toledano, 31. 

D. Francisco Aguilón, obispo de Segorbe, 75. Celebró sínodo, 76.

D. Francisco de Soto Salazar, obispo de Segorbe, 84, 85. Memorias de su vida, 85. 

D. fr. Francisco Gabaldá, obispo de Segorbe, 101. Celebró un sínodo, 129.

D. Francisco Quartero, obispo de Segorbe, 107.

D. Francisco Regner, obispo de Segorbe, 72.

D. Francisco Sancho, obispo de Segorbe, 90, 91.

D. Francisco Zepeda, obispo de Segorbe, 107.

Frutos. Cómo se dividían antiguamente entre los canónigos de Albarracín y Segorbe, 14, 15. Su división entre el obispo y cabildo de Segorbe, 35.

Fuente marsiliana. Milagro que en ella sucedía, 146 y sig. 

Fuentes bautismales. Milagros que obró Dios en algunas de ellas, 142, 146 y sig. 


Garibay. Se queja del desconcierto de algunos archivos, 16. 

D. Gaspar de Quiroga se valió de don Juan Bautista Pérez en la colección de concilios de España, 93, 154 y sig.; 298, 303. Dos cartas suyas inéditas al Papa Gregorio XIII. enviándole los concilios de España, 297, 302.

Fr. Gaspar Jofre de Borja, obispo de Segorbe, 82. Celebró sínodo, 82. Asistió al concilio de Trento, 83. Memorias de su vida, 82, 83.

Gelasio Papa. Condenó varios libros fingidos por herejes, 276.

Germanía, qué fue, 81.

Fr. Gilaberto Martí, obispo de Segorbe, 81.

D. Gil Ruiz de Liori, obispo de Segorbe, 91, 92.

D. Gisberto Pardo de la Casta, obispo de Segorbe, 77.

Gnósticos. Inventaron nombres para engañar, 275.

D. Gonzalo Fernández de Heredia, electo obispo de Segorbe, 79. 

Gregorio IX. Sus oficios a favor del obispo de Segorbe D. Guillermo, 230. Su carta a S. Fernando Rey de Castilla, 231.

Gregorio XIII. Dividió las iglesias de Segorbe y Albarracín, 85, 247. Causas que tuvo para esta desmembración, 248 y sig. Cuanto deseó que se hiciesen ediciones correctas y críticas de los cánones, de las decretales y de los concilios de España, 297, 302. 

Guillermo, obispo de Segorbe, 41. Bienes que le hizo el rey moro Zeit Abuzeyt, 41. Su gran pobreza, 43, 230.


Herejes. Forjadores de libros apócrifos, 275 y sig. 

Hispano, obispo de Segorbe, 35, 36, Éxito dé su viaje a Roma, 36. Asistió al concilio Lateranense IV., 36. Dónde murió, 37. 

Iglesia catedral de Segorbe. Si fue mezquita, 17. Descripción de ella y de sus oficinas, 16 y sig. Si son de Joanes las pinturas de su antiguo retablo, 17, 18, 81. 

S. Ildefonso. Si escribió la historia de los Reyes godos que se le atribuye, 322. 

Ilipula. Si es Granada, 269 y sig.

Illiberris. Sitio donde estuvo este pueblo, 264. 

Inocencio VI. Su bula a favor de don Sancho Dull, obispo de Segorbe, 46 y sig. 

Inscripciones inéditas, 136 y sig. 

D. Íñigo Valterra, obispo de Segorbe, 70. Memorias de su vida, 70 y sig. 

S. Isidoro. Adición a su historia de los reyes Vándalos, 306 y sig. 


Jacobo Gilard o Gerard, obispo de Segorbe, 76 y sig. Fue trasladado a Barcelona, 77. 

Fr. Joan Fernández. Si llegó a ser obispo de Segorbe, 65. 

D. fr. Josef Sanchís, obispo de Segorbe, 103. Fue promovido a Tarragona, 104.

Juan, obispo Doliense, con qué motivo gobernó la iglesia de Segorbe, 72.

D. Juan Bautista Cardona. Su deseo de que llevasen al Escorial los libros inéditos de muchos sabios españoles, 175, 176. 

D. Juan Bautista Pellicer, obispo de Segorbe, 99.

D. Juan Bautista Pérez, obispo de Segorbe, 93. Memorias de su vida, 93 y sig., 148 y sig. Cuanto trabajó en la colección de los concilios de España 93, 298, 303. Paradero de sus libros y mss., 96, 174 y siguiente. 294. Celebró un sínodo, 125. Cosas señaladas que en él se dispusieron, 126 y sig. Año de su muerte, 172. Carta suya al cabildo de Segorbe, 255. Otra al Papa Clemente VIII.., 256. Su parecer sobre las planchas de plomo descubiertas en Granada, 170, 259 y sig. Su testamento, y varias memorias, 280 y sig. Dos prólogos suyos inéditos a la Colección de concilios de España, 298, 303. Su censura sobre la historia de los Reyes godos atribuida a San Ildefonso, 322 y sig.

D. Juan de Barcelona, obispo de Segorbe, 69. Celebró un sínodo 69, 121. Recobró los papeles de don Sancho Dull, 69. Fue trasladado a Huesca, 69.

Fr. Juan de Muñatones, obispo de Segorbe, 83. Asistió al concilio de Trento, 83. Celebró sínodo, 83, 123 y sig. Otras memorias de su vida, 83, 84.

B. Juan de Ribera. Asistió al Sr. Pérez en su muerte, 96.

Fr. Juan de Tahust, obispo de Segorbe, 74. Celebró un sínodo, 75. Dónde está sepultado, 75. 

D. Juan Marradas, obispo de Segorbe, 80.

Juntas de fábrica. Cuándo, y con qué motivo se establecieron, 89.

 

Loaysa, enmendado, 30.

Lobo, rey moro de Valencia, cuándo entró a reinar, 22, 23. Es conocido por otros nombres, 22. Dio a don Pedro Ruiz de Azagra el lugar de Albarracín, 8, 235. Fue alabado por Alexandro IV., 21, 235. Y por el arzobispo don Rodrigo, 23.

D. Lucas de Tuy, algunas equivocaciones suyas corregidas, 322 y sig. 

D. Lorenzo Gómez de Haedo, obispo de Segorbe, 112 y sig. Memorias muy señaladas de su pontificado, 112 y sig.

D. fr. Lorenzo Lay, obispo de Segorbe, 111.

D. Luis Juan del Milá, obispo de Segorbe, 78. Memorias de su vida, 78. Su sepulcro, 78. 


Mano izquierda. En qué épocas ha sido lugar preferente respecto de la derecha, 26.

Marqués de Mondéjar, enmendado, 184.

S. Martín. Convento de religiosas de Segorbe. Cuándo se fundó, 97, 98. Sus pinturas, 98.

D. Martín, obispo de Segorbe, 33 y siguiente. Si fue canónigo de Toledo, 34, 35. 

D. Martín de Salvatierra, obispo de Segorbe, 92. Celebró sínodo, 92, 124. Memorias de su vida, 92, 93.

Mayans, enmendado, 172, 184.

Memoria, obispo Segobricense, asistió a los concilios XI. y XII. de Toledo, 31.

Merino. Se lamenta del estado de algunos archivos, 16.

D. Miguel Sánchez, obispo de Segorbe, 59. Abandonó su iglesia, y por qué, 59, 60.

Milagros fingidos. Por descubrir los de Mayorga fue tildado del vulgo el obispo Cuesta, 279.

S. Millán. Disputas sobre su patria y sepultura, 207 y siguiente. 313 y sig.

Morales, enmendado, 30.

Munda. Su sitio, 270.


Nerón. Reinó muchos años sin perseguir a los cristianos, 266. Origen y pretexto de su persecución, 266, 267. Si en su tiempo hubo mártires en España, 267.

Nicolás Antonio, enmendado, 157, 172.

Nispan, quién fue, 38.


Olipa, obispo Segobricense, asistió a los concilios XIII y XIV de Toledo, 32.

Orden de Montesa. Cuándo se fundó, 64.

Ortí, enmendado, 172.

Osset (osen, u osser). Si estuvo en España este antiguo pueblo, 142, 143. Milagro anual de las fuentes bautismales que en él sucedía, 142 y sig. 


Palavicino, enmendado, 83. 

Panvinio, enmendado, 78. 

Párrocos. En algunas diócesis debían confesarse con el obispo, 119, 133. O con el confesor que él les señalase, 133. Cuándo se revocó esta práctica, 134.

Pater noster. Debe cantarse en las misas solemnes, 127, 128.

S. Pedro, templo de Segorbe: su antigüedad, 20, 21.

S. Pedro y S. Pablo. Antigua práctica de pintarlos juntos, 25. Por qué se coloca S. Pedro a la mano izquierda y S. Pablo a la derecha, 25 y sig. Reflexiones de Pedro de Marca sobre esta costumbre, 26, 27. 

Pedro Argidio. Si fue obispo de Segorbe, 51 y sig.

Fr. Pedro Baldó, obispo de Segorbe, 79.

D. Pedro Fernández, señor de Albarracín, donó algunas primicias a la iglesia Segobricense, 224 y sig.

D. Pedro Fernández de Velarde, obispo de Segorbe, 108.

Fr. Pedro Garcés, obispo de Segorbe, 46 y sig. Si tuvo otros nombres, 49, 53. Fue despojado de su silla, 45 y sig. Carta que le escribió don Sancho, electo arzobispo de Toledo, 55, 56.

D. Pedro Ginés de Casanova, obispo de Segorbe, 97. Memorias de su vida, 98, 99. Celebró un sínodo, 98, 127.

D. Pedro Ruiz de Azagra. Fue el primer señor de Albarracín, 8, 33. Sus diligencias por poner obispo en esta ciudad, 33.

Pedro Serra, cardenal: memorias de su vida, 71.

Pedro Ximénez de Segura, obispo de Segorbe, 47 y sig. Cómo recobró esta Iglesia, 57. Compromiso que hizo con el obispo de Valencia, 58. Hallóse en el concilio Lugdunense, 58, Objeto de su viaje a Granada, 59.

Fr. Pedro Zacosta, obispo de Segorbe, 59 y sig. Memorias de su vida, 60, 61. Fue arrojado de su iglesia, 61. 

Platina, enmendado, 78.

Porcario, obispo segobricense, asistió al concilio toledano de DCX., 30. 

Priscilianistas. Veneraban como mártires a muchos condenados por herejes, 275. 

Próculo, obispo segobricense, asistió al concilio III de Toledo, 19, 30. 


Reliquias. No pueden venerarse las nuevamente encontradas sin aprobación de la Santa Sede, 278. 

Reservaciones pontificias. Cuándo comenzaron en España, 68. 

Reyes de España. Cuándo comenzaron a ejercer su patronato en el nombramiento de los obispos, 82.

D. Rodrigo, arzobispo: su historia enmendada, 37. Hizo la división de diezmos en Segorbe, 39, 225.

D. Rodrigo Marín, obispo de Segorbe, 106. 


Qüestores (cuestores). Véase Demandantes.


D. Salvador de Gerp, dónde está enterrado, 72.

D. Sancho, arzobispo de Toledo. Su carta al obispo de Segorbe don Fr. Pedro Garcés, 56, 237. 

Fr. Sancho Dull, obispo de Segorbe, 65. Sus sínodos, 65, 115, 120. Memorias de su pontificado, 66, 67. 

Sancho Muñoz. Si llegó a ser obispo de Segorbe, 56. 

Santos. Si pueden llamarse así los concilios provinciales, 162, 163.

Scalabis. Si es Santarén, 270.

Segóbriga. Opiniones sobre su sitio, 2 y sig.

Segobrigense (segobricense). Si usó de este título el obispo de Albarracín, y cuándo, 3, 4. 

Segorbe. Si es la antigua Segóbriga, 2 y sig. Nombre que le dieron los moros, 5. No fue siempre uno el título de su obispado, 5, 6. Si perteneció al antiguo de Valencia, 7. Desde qué época, y cuánto tiempo residió su obispo en Albarracín, 11, 235 y sig. Cuándo y por qué se dividió este obispado del de Albarracín, 10, 12, 85, 247. 

Bienes que se han seguido de aquella desmembración, 90. Oficios antiguos de esta iglesia, 13.

Segundas nupcias. Antigüedad de zumbar el vulgo a los que las contraen, 124. Prohibiciones de este abuso, 124. 

Sepulturas, en los templos no se consintieron en la primitiva iglesia, 131. Cuándo comenzó a variarse esta práctica, y por qué grados, 131 y sig. Restricciones posteriores de esta licencia, 118, 133.

Sínodos, Los diocesanos en qué sentido se llaman generales, 116, 130 y sig. 

Sisapo. Si es Almadén, 270. 

Sumos pontífices. Han condenado varios libros y monumentos como apócrifos, 276 y sig. 

Tercias reales, su origen, 88, 89. 

S. Tesifón. No pudo llamarse antes Abenatar, y por qué, 270 y sig. Si escribió algún libro, 271 y sig. 

Tirano Paulo. Su carta al Rey Wamba 318. 

Titulcia. Si es Bayona, 270. 

Toledo. Algunos mss. de su santa iglesia, 185 y sig. 


Valencia. En tiempo del concilio III de Toledo tuvo un obispo católico, y otro que había sido arriano, 30. Si perteneció Segorbe al antiguo distrito de su obispado, 7 y sig. 

Val de Christo, Cartuxa: cuándo se fundó, 71. Cuándo se consagró su antigua iglesia, 73. Se han celebrado en ella algunos sínodos, 76. 

Verja. Situación de este pueblo, 262. 

De Vert, enmendado, 126. 

S. Vicente Ferrer. Cuándo, y con qué ocasión predicó en Segorbe, 71. Siguió el partido de Benedicto XIII, 72. 

Villagrasa alabado, 53. Enmendado, 46, 52, 55, 78. 

Virgegio. Si es Verdejo junto a Tarazona, 314, 316. 

Vivel. Inscripciones inéditas que se conservan en esta villa, 136 y sig.


Universal. En qué sentido se da este título a algunos concilios nacionales, 131. 

Urbano II. Dio facultad al arzobispo don Bernardo para poner obispos en los pueblos conquistados de moros, 9. 

Ursi, dónde estaba este pueblo, 263. 


Vulgo, fácilmente adopta novedades, y por qué, 279. 


Wisegodos (visigodos). Crónica de sus reyes, 319 y sig. 


Xátiva. Es voz derivada de Sétabis, 7. Grados por donde padeció esta alteración, 141. 

Xérica. Vestigios de la antigüedad de esta villa, 139. Si fue la Segóbriga, 140 y sig. Conjeturas sobre el origen de este nombre, 141.

Ximeno, enmendado, 157, y 172.

Ximeno, obispo de Segorbe, 43. Es llamado Simón, 43, 44. Se halló en la conquista de Valencia, 44. 


Zaen, rey moro de Valencia, es conocido por otros nombres 24, 25. 

Zeit Abuzeit, rey moro de Valencia, favoreció mucho a la iglesia de Segorbe, 11, 44, 228, 232. Varios nombres con que le conocían los árabes, 24. Llamóse Vicente, 232. 

Zurita, enmendado, 78, 79. 


ERRATAS. 

Pág. Línea. Dice          Léase 

44 15         firma del Rey confirmación

51 19         1239         1259

61 9         Janzara         Fanzara

95 27          consignatis consignata

96 17         Figuereo         Figueroa

142 3          Filia annorum         Filia antulla annorum

143 ult.         speramine         spiramine

218 16         *gr (biothanati)         *griego

239 16         Anquitam         Anguitam

sábado, 3 de septiembre de 2022

Tomo 10. ÍNDICE DE LAS COSAS MÁS NOTABLES.

ÍNDICE DE LAS COSAS MÁS NOTABLES. 


Abades simultáneos en un mismo monasterio. 103 - 257.

Adoptivos (error de los). V. Félix. 

Adriano I, papa: su carta contra el error sobredicho. 22.

Adulfo, obispo de Pallás: se le permitió, durante su vida, conservar aquella sede separada de la de Urgel. 87 - 251. 

Agobardo: escribió contra los errores de Félix, obispo de Urgel. 25 sig.

Aiguatebia, lugar. 155.

Aimerico, obispo de Roda. 118 - 279 - 284.

Alaon (monasterio de): confirmación de sus posesiones. 58. - su sujeción. 167. 

Alcuino: sus escritos contra Félix, obispo de Urgel. 24.

Alós, lugar. 187.

Amelio: no fue obispo de Urgel. 145. 

Años de la Encarnación: se tomaron alguna vez por años Julianos. 94 sig.

Árabes: dominaron poco en el norte de Cataluña. 19.

Archivos: debieran ser registrados segunda vez por los anticuarios. 186. 

Ardevol, lugar. 42 - 226.

Ardocale, lugar: dedicación de su iglesia. 73 - 242. 

Arnulfo, obispo de Roda. 164  - 167 - 323.

Artesia, lugar. 161.

Aviá, lugar: dedicación de su iglesia. 85. 


Bages (monasterio de): dedicación de su iglesia. 109.

Baltarga, lugar: dedicación de su iglesia. 73.

Batalla de Córdoba: su época. 125 sig.

Beato, abad de Liébana: impugnó los errores de Félix, obispo de Urgel. 22 - 63. 

- obispo ignorado de Urgel. 62 - 238.

Bellera (S. Ginés de), monasterio: cedido al de Gerri en el siglo VIII. 32 sig. - 36 - 221. 

Benviure (Beviure; Benevivere), lugar. 183. 

Borrell, obispo de Roda: confirmado por S. Ermengol, obispo de Urgel. 136 - 167 - 288 - 291. 

Bucranense (valle). 115 - 263. 


Cabrera (vizcondado de): no era propio del condado de Ausona. 176. 

Calordo, abad de S. Saturnino de Tabernoles en el siglo VIII. 41 - 225 - 233. 

Canavite, lugar: dedicación de su iglesia. 83. 

Canónica Aquisgranense: cuando se introdujo en Urgel. 52 - 122 - 134. 

Caralps, lugar (Cheros albos): dedicación de su iglesia. 112 - 261. 

Cardona (vizcondado de): sus primeros poseedores. 157. - dedicación de la iglesia de esta villa. 173. 

Carlo Magno: diósele el título de emperador aun antes de serlo. 36 sig. - y hasta que lo fue no usó en sus diplomas de la nota de la indicción. 38. 

Carlos el Simple, rey de Francia: desde qué año contaron nuestros notarios su reinado. 83 - 84 - 92 - 93. 

Castell, lugar. 186.

Castriserra, lugar: dedicación de su iglesia. 85. 

Cesario, abad de Monserrate: es cierto que se intituló arzobispo de Tarragona. 110. 

Chintila, príncipe godo (rey): reinaba en Cataluña al tiempo que D. Pelayo en Asturias. 19. 

Ciudad, lugar así llamado: dedicación de su iglesia. 104. 

Códice de cánones. 5.

Códices varios: 12 - 13 - 59 - 216 - 235 - 257.

Codinet (S. Clemente de), monasterio; reunido al de Tresponts. 119. 

Concilios: solían firmar sus cánones aun los obispos no llamados a ellos. 8.

-  noticia de varios Toledanos. 7 - 14 - 15 - 16 - 17 -  18. - de Lérida 524 o 546. 9. - de Valencia 546. 14. - de Zaragoza 592. 15. - de Barcelona 599. ibid. - de Narbona 788. 22. - de Frioul 791. 23. - de Ratisbona 792. ibid. - de Francfort 794. ibid. - de Aquisgrán (Aachen) 797. 24. - de Urgel 799. ibid. sig. - 30. - de Tusi 860. 68. - de Fontanes. 70 - 75. - de Porto. 70 - 82. - de Urgel 892. 70 - 75. - de Barcelona 906. 86. - de S. Tiberio 907. ibid. - de Junqueras 909. ibid. - de Fontcuberta (Foncuberta) 911. 87 - 250. - pruébase la existencia de este concilio contra las cavilaciones de Masdeu. 89. - de Urgel 991. 117. - de Barcelona y Vique 1002. 120 sig. - de Narbona 1043. 146 sig. - 183. - de ibid. 1055. 187. - de Jaca 1063. ibid. - de Gerona 1068. ibid. - de Tortosa 1429. 180. - Tarraconenses: necesidad de formar una colección entera de ellos. 195 sig. - escasa noticia que da de ellos el cardenal Aguirre. 196. - plan de la colección general, 202 sig. - disertaciones que deben acompañar a la obra, y concilios de que debe tratar. Ibid. sig. 

Concurrente: qué es 137. (en las datas, fechas)

Condados de Cataluña: hasta fines del siglo VIII y parte del siguiente estuvieron muchos reunido en una sola persona. 34. - eran entonces beneficios cuando más vitalicios. 37 sig.

Consagración y dedicación de las iglesias: palabras sinónimas para los antiguos. 51. 

Corepíscopos: qué eran. 141. 

Cronología: observaciones necesarias en la de los reyes de Francia. 108. 

S. Ctesifon (Tesifón): no fue obispo de Urgel. 4. 

Cuxá (S. Miguel de), monasterio: su fundación. 69. - dedicación de su iglesia. 111. 

Curticita, lugar: propio de la sede de Urgel. 142. 


Decurias: qué eran. 296. 

Egigano, obispo de Urgel. 7 - 14.

Elipando, arzobispo de Toledo: sus errores. V. Félix.

Engilberto: no fue obispo de Urgel. 95. 

Enrique, rey de Francia: variedad con que los notarios contaron los años de su reinado. 163 - 165 - 183. 

Entredicho: ejemplar de uno puesto en el siglo X. 117 - 278. 

Era.: tomábase esta palabra algunas veces por año de la Encarnación. 73.

Eriballo, obispo de Urgel. 156. - su ascendencia. 157. - fue vizconde de Cardona. 158 - 176 - 321. - su testamento. 175 - 326. - y muerte. 177 - 332. - es tenido por santo. 180.

Ermemiro, obispo intruso en la sede de Gerona. 70.

Ermengol: etimología de este nombre. 129.

S. Ermengol, obispo de Urgel. 124. - 129 - 306. - si fue ordenado simoniacamente. 130 sig. - 285. - época de su muerte. 145 sig. - circunstancias de ella. 151 - 309. - principio de su culto. 152. - iglesias dedicadas a su nombre. 154. - oficio que se rezaba en su fiesta. 155 - 312. - su patrocinio, reliquias &c. 155 sig.

Ermengol I, conde de Urgel. 119 - 123 - 131. 

Ermengol II, idem. 144 - 161 - 165. 

Ermengol III, idem. 184 - 187. 

Ermengol VI, idem: heredado en Castilla, donde le pagaban parias los reyes de León. 185. (Pedro Ansúrez, Anzures, Peransúrez y variantes; Valladolid)

Err, lugar: dedicación de su iglesia. 97 - 98. 

Escrituras de homenaje y fidelidad: cosas que en ellas deben notarse. 132 - 192 - 336. 

Esteban VI, papa: condenó a Sclua (conocido como Selva) y Ermemiro, ob¡spos intrusos en Urgel y en Gerona. 70. 

Estoll, lugar: dedicación de su iglesia. 93. 

Eterio, obispo de Osma: impugnó el error de Félix, obispo de Urgel. 22. 

Exalada (S. Andrés de), monasterio en el valle de Conflent: su origen. 68. 


Félix, obispo de Urgel: su patria. 20. - origen de su error acerca de Jesucristo. 21 sig. - impugnación de él. 22. - y condenación en varios concilios. Ibid. sig. - su deposición y muerte. 25 - 39. - injustamente acusado de haber muerto en el error. Ibid. sig. - su santa vida y celo por la fe. 27. - tenido por santo. Ibid. - motivos que hay para dudar de los crímenes que le imputan los historiadores. 28. - plan de una apología que pudiera escribirse en su defensa. Ibid. sig. - noticia de los que le habían seguido en el error. 41 - 44 - 225.

Feria: la de Urgel en el siglo XI. 184.

Florencio, obispo dudoso de Urgel. 56.

Fredelao, conde de Cerdaña en el siglo IX. 49 - 228.

Frontiñá, lugar: dedicación de su iglesia. 84. 

Froya, obispo de Vique. 112 - 116. 


Gelida, lugar. 127. 

Gerona (iglesia de): la única que conserva la celebración del sínodo anual. 211. 

Gerri (monasterio de): privilegio de su abad cuando iba al sínodo de Urgel. 33 - 224. 

Golderico, obispo dudoso de Urgel. 79 - 247.

Gondemaro, obispo de Gerona. 116.

Guadallo: no hubo tal obispo en Urgel. 172.

Gualter (monasterio de): su fundación. 193.

Gudila, obispo de Urgel. 7 - 15.

Guillermo Guifredo, idem. 181. - si fue simoniaca su promoción, ibid. - su muerte violenta. 189 sig. - causas de ella. 190 - 336.

Guils, lugar: dedicación de su iglesia. 182. 

Guislaberto, obispo de Barcelona: su consagración. 146. Guisona, ciudad: conquistada de los moros por S. Ermengol. 143. - sus límites. 144 - 294.


Hichila, lugar: dedicación de su iglesia. 85. 


Imágenes (adoración de las): el concilio de Francfort de 794 condenó el dogma católico por no haber sabido leer el canon de Nicea. 23 sig.

Indicción: no la usó Carlo Magno antes de ser emperador; pero la usaban otros en Francia. 38. - está equivocada en muchas escrituras, acaso porque los notarios siguieron otra cuenta que nosotros. 43. - solían anticiparla contando en el Septiembre la del año siguiente. 105 - 107. 

Ingoberto, obispo de Urgel. 69. - arrojado de esta silla por Sclua. 70. - y restituido con la autoridad del papa y de varios concilios. Ibid. 

Isona. V. Sidona. 


Jacinto: si fue obispo de Urgel. 17.

Jorge, obispo de Vique: año de su elección. 95. 

S. Justo, obispo de Urgel. 7. - noticias de sus hechos. Ibid. - y de su culto. 10. - y de sus escritos. 11. - y de un sermón suyo inédito. 12 - 216 sig. - su patria. 218. 


Kabrils, lugar. 186. (Cabrils)

Keralt (Queralt), lugar: propio de la iglesia de Urgel. 120.


Lacorre, lugar: dedicación de su iglesia. 83. 

Laidrado, obispo de Lyon: si es el mismo que Leideredo, obispo de Urgel. 25 - 30 - 44 - 46. 

La Torre, lugar: dedicación de su iglesia. 93 - 165 - 325. 

Leiderado, obispo dudoso de Urgel. 40 sig. - 225. 

León VII, papa: no es suya la bula que se le atribuye en favor del monasterio de Ripoll. 65 - 100 - 101. 

Leuberico, obispo de Urgel. 17 sig 

Leuderico, idem. 15. 

Leyes godas: regían en Cataluña. 143. (y sus reyes eran los de Francia)

Lillet, lugar: dedicación de su iglesia. 57 - 231.

Livia, lugar: corte del condado de Cerdaña. 50 - 230. 

Llor (castillo de): su conquista. 143 - 295.

Lordense (valle): su monasterio se reúne al de Tabernoles. 141. 

Lotario, rey de Francia: cuenta que los notarios siguieron de los años de su reinado. 107 sig. - 112. 


Maluenda (Tomás de): primer borrador de su obra de Anti-christo. 201. 

Marca (Pedro de): yerro notable de este escritor. 67. 

Marca Hispánica: equivocaciones que hay en esta obra.

52 - 56 - 57 - 59 - 66 - 71 sig. - 76 - 86 - 99 - 102 - 115 - 123 - 126 - 127 - 130 - 144 - 166 - 172 - 174 - 179 - 182 - 185 - 193. 

Marcelo, obispo de Urgel. 14. 

Marracino, obispo de sede no conocida: confinado en Toledo. 8. 

Masdeu: impugnado. 75 - 89 - 110. 

Matfredo o Macfredo, conde del siglo IX. 64. - 61. (Manfredo, Manfred)

Maurelio o Maurello, obispo de Urgel. 7 - 16. 

Merles, lugar: dedicación de su iglesia. 74. 

Meyá (iglesia de): su construcción: inscripción antigua de ello. 162. 

S. Miguel (capilla de): fundada por S. Ermengol en Urgel, y no en Vique. 148. 

Miro, hijo del conde Wifredo II. 91. 

Monasterios: reunión de algunos. 94 - 119 sig. - 141 - 252. 

Mur (monasterio de): dedicación de su iglesia. 188. 


Nantigiso, obispo de Urgel. 82. 

Navés, lugar. 110. 

Nicolone, lugar. 99. 

Nifridio, obispo de Egara: cuando comenzó su pontificado. 7 - 9. 


Obispados: su erección y dependencia metropolítica debe arreglarse al bienestar de los señoríos temporales. 169.

Obispos: pudo haber dos en una misma iglesia. 39. - eran confirmados mediante el consentimiento de todos sus comprovinciales. 95 - 138. - uno nombrado antes de la muerte del antecesor.  118 - 130 - 285. - otro confirmado por un obispo sufragáneo. 136 sig. - 288 sig.

Obispos de Urgel: su catálogo impreso equivocado. 3. - catálogo antiguo de ellos. 5 - 215. - los anteriores al siglo VI están ignorados. 6. - y también son dudosos los de la época de la invasión de los árabes. 19. - aunque es verosímil que no se interrumpió su serie. Ibid. 

S. Olaguer, obispo de Barcelona: tierras con que le dotaron sus padres cuando entró canónigo de aquella iglesia. 154. 

Oriol, lugar. 177.


Pallás (obispado de): mandado suprimir. 77. - cómo continuó separado del de Urgel, y trasladado a Roda. 88. 

Paradiso, lugar: dedicación de su iglesia. 102. 

Parias: las pagaban los moros a los condes de Urgel. 184 sig. - y también los reyes de León (a Ermengol, conde de Urgel; Valladolid). 185. 

Pascual (Jaime): autor de una disertación sobre el obispado de Pallás. 87 - 98 - 103. 

Paz y Tregua: penas puestas a sus infractores, y conmutación de ellas. 188. 333. 

Pera de Sogar, lugar. 187. 

Perles, lugar. 186.

Petra fulgenti, lugar: dedicación de su iglesia. 106. 

Pino santo (monasterio de): su dotación. 108 - 259. 

Ponce Borrell, conde de Urgel: novedad que su nombre causa en la cronología de aquellos príncipes. 163. 

Posedonio I, obispo de Urgel. 49. 

Posedonio II, idem. 54. 

Prescripción: término de ella para los beneficios eclesiásticos. 87. 

Proyectos literarios: fácilmente se conciben, y se ejecutan con dificultad. 201. 

Purgaciones canónicas. 77 - 191 sig. - 336. 


Raimundo, marqués y conde de Tolosa, Pallás, Anao &c. 32 sig. - 221. 

Ranario, obispo de Urgel. 16. (Rainer en Alemania conozco alguno; Rainiero)

Raudulfo, idem, dudoso. 32 sig. - 222 sig.

Ribagorza (condado de). V. Roda.

Roberto, rey de Francia: algunos notarios calendaron las escrituras por los años de su muerte. 159.

Roda (obispado de): derecho que sobre él pretendieron tener los obispos de Urgel. 88 - 139 - 166 sig. - uno de sus obispos confirmado por el de Urgel. 134 - 140 - 288 - 291.

Rodulfo, obispo de Urgel: no fue monje de Ripoll. 96.

Romano, papa: su bula a Servus-Dei, obispo de Gerona, mal corregida por Balucio en la fecha. 71 sig. - defendida contra el pirronismo de Masdeu. 75. 


Salagosa, lugar: dedicación de su iglesia. 93.

Salices, lugar: dedicación de su iglesia. 65. 

Salinuas, lugar. 103 - 257.

Salla, obispo de Urgel. 106 - 113 sig. - época fija de su muerte. 124 sig. 

Santa Grata (monasterio de). 54. - 183.

S. Saturnino: fue el primero que predicó la fe en Cataluña después de los apóstoles. 6 - 48.

Scales (S. Pedro de) (Escales) monasterio: su origen. 93 - 104 sig. 

Sclua: verdadero nombre del obispo intruso en la sede de Urgel a fines del siglo IX. 71 - 74 - 76 - 247 - noticia de su intrusión y deposición. 70. - dudas sobre las circunstancias de este suceso. 71 sig. - 75 - el cual sin razón tiene Masdeu por enteramente fabuloso. 75 sig. - conjeturas sobre su patria. 77 sig. - y muerte. Ibid. - donación testamentaria del mismo. Ibid. 244. 

Segre, río: corrupción del Sicoris romano. 117. (Hay varias versiones del nombre)

Selva: llamado así equivocadamente Sclua, obispo intruso en Urgel. V. Sclua 

Seniofredo, conde de Urgel en el siglo IX. 61. 

- idem, en el siglo XI. 186.

Serrateix (monasterio de): su fundación. 111. 

Servus servorum Dei: frase común a obispos y reyes. 123. 

Sidona, ciudad: si es la Isona moderna. 104.

Sigberta, lugar. 159. 

Simplicio, obispo de Urgel. 15. 

Sínodos: tributo que se pagaba en ellos. 113 - 186 - 258 - 262 - 269 - 271. - eran dos cada año. 116. - sus constituciones deben tener lugar en la colección general de los concilios Tarraconenses. 204. - utilidad de su celebración. 211. 

Sisebuto I, obispo de Urgel. 50.

Sisebuto II, idem. 56.

Sogra mortua, lugar. 228.

Solsona: primera dedicación de su iglesia. 188. 


Términos: señales con que se demarcaban los de los pueblos y heredades. 296. 

Testamentos sacramentales: qué eran. 147 - 174. - se hacían dentro de los seis meses de la muerte del testador. 150 - 175. 

Tiufado y princeps cocorum (quoquorum): oficios subalternos de los condes. 49. 

Tumbo y Becerro: qué es. 40. 

Turrefracta, lugar. 189. 

Tuxen (villas de). 144 - 337. 


S. Urbicio: no fue obispo de Urgel. 4.

Urgel (condado de): no pertenecía a la Septimania francesa. 66. 

Urgel (iglesia de): conserva escrituras originales las más antiguas de España. 31 . - época de su restauración. 51. - e introducción de la canónica Aquisgranense en ella. 52. - 122 - 134. - su jurisdicción sobre el territorio de los obispados de Pallás y de Roda. 88 - 134 - 139 - 166. - clero que en ella había en el siglo X. 117 - 272. - sus prepósitos los elegía el capítulo. 149. - su dedicación. 172. - vestidos antiguos de su clero. 180.


Valencia: si es la patria de S. Vicente Mártir. 218.

Verennetano (pago): a qué territorio pertenecía. 59 - 234.

Vergi, ciudad antigua: no es el Urgel moderno. 4. (Berja)

S. Vicente Mártir: sermón inédito de este santo, predicado por S. Justo obispo de Urgel. 12 - 216. - su sepulcro, y traslación de su cuerpo. 218. - observaciones sobre su patria. Ibid.

Victoria y Emparán (Sebastián de), obispo de Urgel. 3.

Vico, y sede Vico: así era también llamada Urgel, y no solamente Vique. 148.

Vique (iglesia de): absuelta del tributo que le impuso la de Narbona. 86.

Vivas, obispo de Barcelona. 117.

Vizcondados: su división y títulos son posteriores al siglo XII. 176.


Wadallo, obispo intruso de Vique. 101 - 255.

Wifredo II (el velloso), conde de Barcelona: verdadera época de su muerte y lugar de su sepulcro. 91.

Wifredo III, idem: su muerte y sepulcro. Ibid.

Wigo, obispo de Gerona: su entronización. 86.

Wisado I, obispo de Urgel. 64.

Wisado II, idem. 80 - 94 - 100. - su parentela. 101 - 109.


Yel, lugar. 165 - 323.

lunes, 8 de agosto de 2022

CARTA LXIV. Casa de Puig en Berga. Viaje al monasterio de Serrateix:

CARTA LXIV. 

Casa de Puig en Berga. Viaje al monasterio de Serrateix: origen de esta casa y de su abadía: memorias de S. Urbicio y de otros santos venerados allí. Fábrica y renovación del templo. Sepulcro del conde Oliva Cabreta: códices, catálogo de los abades. 

Mi querido hermano: La misma tarde que salí de la Portella llegué a la villa de Berga, que es de un vecindario respetable, y en lo antiguo mereció ser cabeza del condado de su nombre. Me hospedó el comerciante D. Pedro Puig, que es al mismo tiempo arquitecto inteligente, y ha transformado su casa en una academia de las nobles artes, en las cuales se ocupan con fruto todos los individuos de su dilatada familia: tiene sus talleres separados de dibujo, de escultura, de pintura, y también un salón de música con la orquesta a punto, y varios instrumentos y colección de buenos papeles, y un órgano completo que se deja atrás a los de algunas iglesias. Viéneles de casta la afición a las artes de gusto, bien así como descendientes del célebre pintor Viladomat, cuyos estudios y borrones heredaron y conservan con el debido aprecio; los cuales, digo la curiosidad de verlos, fue la ocasión de que yo pudiese conocer a esta apreciable familia, y disfrutar de su afabilidad y trato dulce y festivo, que rara vez dejan de acompañar a los que estudian la naturaleza. Pocas horas me detuve, y esas bastaron para desengañarme de que el archivo de la iglesia parroquial no contiene ninguna de las otras delicias que yo apetezco; y así me pasé a la soledad del monasterio de Serrateix que abunda en ellas, cuyo abad el M. I. S. D. Felipe Antonio Escofet me recibió no sólo con el agrado propio de la hospitalidad monástica, sino con los deseos que suelen acompañar a un literato. El monasterio está situado a dos horas al E de Cardona en un llano que se forma en lo más alto del monte, que las escrituras llamaron Serra Texii, de Taxo, de Texo (árbol teixtejo; taxus baccata), de donde vino la dicción Serrateix. Pertenecía al appendicio o distrito de castro Edrale o Herralle, y tenía además su castillo y lugar, que algunas escrituras llaman Vico Serratex, y nos conservan memoria de guayta y bada, que no había sino en lugares poblados. Disfruta de un horizonte muy despejado, y de puntos de vista deliciosos.La primera memoria que hasta ahora se conoce de esta casa, es la publicada en la Marca Hisp. del año 977. Mas antes de eso es cierto que existía ya el monasterio, como consta del contexto de ese mismo instrumento, de que hablaré después. Y existía ya había 37 años, como se ve en una escritura que aquí está original (arm. de la camarería) fecha II. Idus Ianuarii, anno V. rege Ledevico filio Karloni, que es el Ultramarino (año 940 de Cristo); y contiene la donación de un alodio en el lugar de Arboceda junto al castro Edrale, hecha por Onofredo vizconde y su mujer Guinedella; los cuales dicen: Tradimus a domino Deo, et eius matri Sancte Marie CENOBII Serratexi, Sanctique Urbicii martiris, qui in presenti eius ecclesia requiescit. Había pues ya monasterio e iglesia dedicada a Santa María y S. Urbicio. Todavía se suponía en ese tiempo que la casa era anterior, pues en una escritura de que hablaré en la serie de los abades del año 987, se dice de ella: quam hedificavit Guifredus comes bone memorie. Y si hablaba de los Wifredos de Barcelona, ya se sabe que el III y último de ellos murió en 912. O pudo ser que lo aplicasen al Wifredo que fue conde de Besalú desde el año 950 hasta el 967. Con ser esto así, también lo es que no estaba allí señalada la regla de su profesión, ni tenían los monjes abad, ni la casa se hallaba autorizada por la potestad civil y eclesiástica. Todo esto dicen que se verificó a 15 de Octubre del año 977, en que se extendió la solemne escritura que hallarás en la obra citada (apend. n. CXXII.), la cual nota Balucio que se copió de un pergamino viejo de Manresa. En este monasterio se halla original, harto conforme con la copia impresa, cuanto basta para excusarme el trabajo de trasladarla de nuevo. Sólo hallo que aquí se nota en la fecha el año XXII de Lotario, y Balucio o equivocadamente o de propósito puso el año XXIII. Es cierto que si se sigue la cuenta usada de los años de aquel rey o desde el 10 de Septiembre de 954, o excluidos los meses de él, desde todo el 955, el día 15 de Octubre de 977 corresponde al año XXIII de ese rey. Mas yo entiendo que el notario no se equivocó en ello, sino que muy de acuerdo puso el año XXII, por ser de los que atrasaban un año la época de este reinado. Y para creer esto bastaría pensar que no es fácil hubiese equivocación de pluma, o ignorancia del autor en cosa tan principal como es la fecha de una escritura de la importancia que esta, en la cual subscribieron condes y obispos, y se trataba de la jurisdicción parroquial, de la erección de un monasterio y de su dotación. Pero hay además otros muchos ejemplares que apoyan esa cuenta que siguió el notario; y algunos verás en el episcopologio de Urgel. Basta ahora para prueba otra escritura de esta casa, donde se refiere la elección del primer abad Froyla, que sólo es ocho días anterior a la otra; cuya fecha entera dice: anno trabeationis Xpi DCCCCLXXVII, era millesima XV, indictione V, nonis Octubrii, anno XXII regnante Leutario Francigeno rege. Si en ambas escrituras en tan poca diferencia de días puso el notario el año XXII de aquel rey; ¿por qué le hemos de enmendar nosotros la plana, presentando el documento de otro modo que él lo dejó escrito? ¿Hay quien se atreva a decir que se equivocó, porque no se acomodó en su cómputo al nuestro? En resolución los documentos antiguos deben publicarse como están, y las correcciones que en ellos haya que hacer se hacen por medio de notas, pero no en el texto. Vengamos ahora al origen de esta abadía. Balucio como vimos la fijó en el 15 de Octubre de 977, apoyado en la escritura citada, donde se refiere esta elección del abad Froyla. Pero bien claro está en el texto de aquel documento que ya entonces la supone hecha, y fundado también el monasterio; porque aquella escritura no es más que de la dotación de la nueva casa, y está muy distante del carácter y manera de las que son verdaderamente de elección. La del primer abad Froyla está aquí mismo original, hecha ocho días antes, de la cual he copiado lo necesario, suprimiendo las cláusulas de estilo que pongo a la larga en otra de otro abad posterior, porque la copié primero. En resolución la cosa pasó de esta manera. El monje Froyla, por revelación de Dios y de su santa madre, quae demonstravit sibi suum proprium oratorium, edificó la primera iglesia, donde se recogió con algunos monjes, cuyos nombres pone la escritura de elección de abad. Lo cual visto por el conde Oliva Cabreta y su hermano el obispo Mirón, con el consentimiento de Wisado II, obispo de Urgel, resolvieron formalizar el monasterio, señalándole por distrito (parrochia) toda la sierra de Taxo, dándole el derecho de elegirse su propio abad con consentimiento del fundador y sus sucesores y de los obispos de Urgel, y determinando su alimento, vestido, camas &c., todo según la regla de S. Basilio y S. Benito, mandando por último que el monasterio sea iglesia mayor, esto es, parroquial con facultad de bautizar y enterrar a todos los que en aquel lugar vivieren. Y esta es una nueva razón para decir que allí debió haber población que mereciese llamarse Vicus como dije. El conde Oliva lo era entonces solamente de Cerdaña; y pues él obraba en este territorio como señor, y mandaba que los abades no se eligiesen sin el consentimiento de sus sucesores, claro está que este condado de Berga a que pertenecía el monasterio, estaba incorporado entonces y unido con el de Cerdaña. Lo mismo se verá mas adelante, cuando hallemos que solos los condes de Cerdaña dan su consentimiento para elegir estos prelados. Este es el origen del monasterio, cuyas vicisitudes en lo formal y material se dirán en el catálogo de los abades. Su titular siempre fue Santa María; mas juntamente nombran todas las escrituras antiguas y modernas a S. Urbicio M. (o Urbano, como le llama la de elección del abad Froyla), añadiendo qui ibidem quiescit. Y yo no dudo que este santo será el que en el viaje a Ripoll viste llamado patriae nostrae martyr (a: V. sup. pág. 26). Modo de hablar que claramente denota la tradición de que San Urbicio padeció martirio por estos países. Y ahora hallo en esta casa un martirologio del siglo XI, en el cual día 6 de Agosto hay escritas al margen y de letra del siglo XII estas palabras: VIII. Idus Augusti. Eodem die in Spaniis, in vico que nuncupant Taxo, depositio Sancti Urbicii martiris, qui cum esset in fide Xpi perseverans, a paganis iugulatus est, et sepultus infra baselica Dei genitricis Marie: et cum eo alii duo, Felicule et Victoris, cuius memoria habetur XVI. Kal. Marcii. La expresión a paganis iugulatus indica que este santo y sus compañeros fueron martirizados por los moros en alguna de las correrías que hicieron por acá: y que ellos vivirían en este lugar que después se llamó Vicus. El vulgo siguiendo la antigua tradición llama roc de Sent Urbici a un peñasco no lejos de este monasterio, señalándolo como el lugar de su martirio. Su fiesta se celebra aún aquí el día 6 de Agosto. El cuerpo no es inverosímil que estuviese debajo del altar mayor, donde hay una cavidad bastante capaz a modo de capilla o confesión pequeña. Hoy está en su altar propio, colocado en una urna recién hecha; la anterior que será obra del siglo XIV se conserva en el archivo. Ambas le representan como obispo y mártir, y con ese rito es venerado. Aténgome a los monumentos antiguos, que como viste sólo le llaman mártir. Sospecho que el añadirle el dictado de obispo pudo nacer de la opinión de los que ponen un S. Urbicio obispo de Urgel, en el siglo I.° de la iglesia, segundo después de S. Ctesifon (Tesifón). Lo cual aunque fuese así, y no tan incierto como es, no basta para confundir aquel prelado con estotro que bien claramente se da a entender que era lego y no más. También se veneran aquí los cuerpos de Santa Felícula, S. Víctor y S. Cenón en urnas nuevas. 

La iglesia actual es obra de fines del siglo XI y principios del siguiente. Además de su fábrica, lo dice una nota coetánea que hay al fin del martirologio citado con estas palabras: Anno XVII. Philipo rege, XVII. Kal. Septembris, feria IIII. post assumptionem Sancte Marie, sic inquoavit domnus abba Petrus, et Miro Sanla ipsa opera Sancte Marie. Es decir que empezó la fábrica de la iglesia miércoles a 16 de Agosto del año 1077 en que regía la let. dom. A. Más de 40 años tardó a concluirse el edificio, el cual finalmente consagró S. Olaguer, arzobispo de Tarragona, a petición y con asistencia del obispo de Urgel Pedro Berenguer, y del de Vique Ramón Gaufredo, y del abad Guillermo. No he topado con la escritura de este acto; pero sé que existía en el año 1586, cuando visitó esta casa el obispo de Elna Pedro, como subdelegado del nuncio apostólico César obispo de Novara; el cual en el inventario que formó de todas las escrituras, extracta esta que digo, copiando también su fecha de esta manera: anno MCXXVI. trabeationis Xpi, III. Kal. Octobris, anno XVI. Ludovico rege Francorum regnante. Consiguiente a esto es la costumbre que aún dura de celebrarse acá la fiesta de la dedicación el 29 de Septiembre; que es otra prueba de ser el mismo templo. Sin embargo lo mezquino e incómodo del edificio y la ninguna proporción y aun fealdad de su bóveda, obligó al señor abad actual a valerse de la pericia del arquitecto que dije D. Pedro Puig, para que sin alterar la substancia de la obra se le hiciese un adorno interior de buen gusto en el orden corintio, el cual está ya casi concluido. Y yo acordándome de la queja que tenemos de nuestros mayores, que por modestia o por pereza no nos dijeron cuatro palabras de sus edificios y de sus cosas, puse una sencilla inscripción por donde conste a los venideros, que este templo es el mismo del siglo XII. Con estas noticias de su fábrica ciertas y seguras, como tomadas de las memorias originales de la casa, no cuadra bien lo que nos dice la Marca Hisp. (col. 469 y 1189), que este monasterio fue unido y sujeto al de S. Martín de Canigó y a su abad Pedro Suñer en el año 1091. Porque si esto quiere decir que este monasterio quedó reducido a obediencia o priorato del otro, debe tenerse por falso; pues no faltó acá entonces la serie de abades propios, como lo verás luego. Y así no cabe aquí el derecho que se dice darse al de S. Martín sobre todo lo de esta casa, scilicet, de largiendis honoribus, et monachis mutandis, et regularibus disciplinis dandis &c. Mucho menos viene bien la causa que se alega para dicha cesión, que es lo arruinado y relajado que se hallaba el monasterio. De la relajación de los monjes nada diré; mas la ruina y descuido del edificio no cabe que se ponderase tanto en el año 1091 (XXXI. anno Philippi regis Francigeno), cuando acabamos de ver que catorce años antes el abad Pedro ya puso la primera piedra de la iglesia, y que poco después ya estaba concluida. Así que o la cesión que se supone hecha por Guillermo conde de Cerdaña es falsa, o pertenece a otra época que ignoramos. Aténgome a lo que me enseñan mis documentos domésticos. Entrando en esta iglesia a mano izquierda hay un sepulcro viejo de piedra sin inscripción alguna, ni empresa en los escudos que son llanos; sólo se ve sobre él tendida la figura de un caballero armado con daga y espada. La tradición ha dicho que esta es la sepultura del conde de Cerdaña y después de Besalú Oliva, apellidado Cabreta, que murió en 990, el cual quiso enterrarse aquí como fundador de esta casa, obra tan principal de sus manos y liberalidad. Esta circunstancia hace muy verosímil la tradición, y mucho más no habiéndose hasta ahora descubierto lugar alguno de la sepultura de aquel príncipe. Porque lo que se lee en la Marca Hisp. (col. 497) que está enterrado en la iglesia de Custoya del Rosellón, debe tenerse por una voluntariedad de Balucio que todo lo quisiera meter en Francia. El obispo de Elna hizo algunas donaciones a aquella iglesia por el alma de este conde; mas no dice ni hay rastro de su sepultura en ella. Y así yo estoy por el entierro de Oliva en Serrateix, mientras no se me demuestre lo contrario. Por consiguiente apoyé el pensamiento del actual señor abad, acerca de grabar en el pedestalón sobre que descansa el sepulcro una inscripción breve, de cuyo autor sé que quisiera fuese mejor y enteramente digna de príncipe tan católico, a quien tan sin razón han injuriado algunos escritores. Antes que se me olvide, en la escritura que dije de la consagración de esta iglesia, entre varias cosas con que entonces la dotaron, se halla lo siguiente: "Item, de dominicatura de Serrateix, cum ecclesia Sancti Petri, que ibidem est fundata, cum decimis &c." 

Existe todavía esta iglesita de S. Pedro, separada del monasterio.

Pocos códices antiguos quedan aquí, merced a las invasiones de los franceses, de cuyas manos es maravilla que se salvase lo que queda. Sin embargo se guarda un buen leccionario MS. del siglo XII, del cual se han tomado algunas notas para las vidas de santos &c. Mucho más apreciable es el martirologio que ya dije MS. del siglo XI, donde están alargadas las actas de los mártires, y la fiesta de la Anunciación de nuestra Señora a 18 de Diciembre, con otras vejeces de esta clase. Es sensible que le falten las hojas de más de la mitad del mes de Noviembre. Al fin del códice, y después de varios metros, se halla el calendario con la noticia de varios óbitos de personas de cuenta para la historia, con otras que nada le importan. De ello es el extracto que va adjunto (a: Apend. n. XXV).

El siguiente catálogo de los abades de esta casa, que he formado por escrituras la mayor parte originales, dirá también alguna cosilla curiosa tocante a la historia de este lugar.

Abades de Santa María de Serrateix. 

Froyla o Froylano (Froilán, Froilo), Ya se dijo que este es el que edificó la iglesia y monasterio, en el cual vivía con otros monjes en el año 940. Su santa vida llamó la atención del conde Oliva y de su hermano Miro y del obispo de Urgel Wisado II, bajo cuyos auspicios fue elevado el monasterio a abadía de la orden de S. Benito, dotada por ellos abundantemente, y elegido este varón para su primer abad día 7 de Octubre de 977, como verás en el extracto que dije del acta que acerca de ello se formó (a: Apend. n. XXVI), donde subscriben los monjes electores. Ocho días después confirmaron todo lo hecho los citados señores, con la escritura que dije publicada en la Marca. Hisp. Antes que muriese este abad, y a los diez años de su elección, hallamos otro llamado

Nimbla, es a saber, en el año 988, cuando Ermemiro vizconde de Cardona concedió a él y a su monasterio dos cargas de sal en cada semana, las cuales tomasen desde el jueves hasta el sábado. La fecha entera de esta escritura es era 1025, año de la Encarnación 987, año I. del rey Hugo, día 25 de Marzo. Y como ese rey no subió al trono hasta el 3 de Julio de 987, es claro que el día 25 de Marzo de su año I era el de 988; en el cual no sólo les duraba el año anterior, sino que contaron la era que a él correspondía. Y es de advertir que el 25 de Marzo era el primero de la Encarnación de 988, y sin embargo todavía lo contaron aquí como perteneciente al anterior. El estudio de la diplomática obliga a observar estas menudencias, de las cuales siempre se saca partido. Yo he copiado esta escritura que está aquí original (a: Apend. n. XXVII), no sólo por eso, sino porque claramente dice que el vizconde Ermemiro estaba entonces en el año II de su vizcondado; lo cual servirá bien para cuando se hable del origen de aquellos señores de Cardona. Hace también memoria de que este monasterio había sido edificado por el conde Wifredo: y expresamente menciona y aun tiene la firma original de Jozfredo o Jozcefredo, hermano del conde de Barcelona Borrell, que entonces aún vivía. Poco después debió morir este abad Nimbla, puesto que luego vuelve a comparecer en el gobierno de esta casa el mismo

Froylan, que debió separarse de él por su edad avanzada, como consta que lo hizo segunda vez en el año 993 de Cristo, VI del rey Hugo, en que hallándose ya muy viejo y falto de fuerzas, trató de dejar la abadía, o a lo menos de que se le nombrase coadjutor. Es para extrañar que no se halle el óbito de estos primeros abades en el necrologio que dije, hallándose el de los sucesores. Lo que puedo decir es que Froylan vivía a 20 de Abril anno VI. Ugo magno regi, que es el año 993, día en que Baro y su mujer Kemo hicieron una permuta ad Froylane abba, et Wadamiro monaco, et Blandinus monacus, et Sentelles monacus, et Eimilus sacer. Vivía también el día 5 de Junio del mismo año, que es el en que el mismo pidió que se le eligiese sucesor, con estas palabras: Ego Froylus abba non possum 

obedienciam Sancte Marie, sanctique Urbici exercere et gubernare, nec legem meam adimplere, quia defecit virtus mea, et loquela mea. Así hablaba él mismo cuando con los demás monjes procedió a elegir al sucesor 

Emilo o Eimilo, que era monje en aquella casa, el mismo que poco ha vimos era sacerdote. Halláronse presentes a este acto la condesa Ermengardis (variantes Armengola, Hermenegilda, Ermengauda) viuda de Oliva Cabreta, con sus cuatro hijos Bernardo (Tallaferro) conde de Besalú, Wifredo de Cerdaña, Oliva intitulado conde, después obispo de Vique, y Berenguer obispo de Elna, junto con Salla obispo de Urgel y varios nobles del país. De esta elección se extendió la escritura que va adjunta (a: Apend. n. XXVIII), la cual copié por entero, y por eso en la del primer abad que hallé después omití las cláusulas de estilo. En la fecha tiene el original algunas roturas; pero es cierto que es del día 5 de Junio del año VI del rey Hugo, que es 993. Habiendo sido Emilo aclamado abad ese día, es fuerza que pertenezca al año siguiente otra escritura original del día 9 de Marzo del mismo año VI del rey Hugo, en la cual Wiscafredus vicario, et uxori sue Ranlo firman una permuta de alodios, sitos en el término de Viver, con este monasterio, cuya congregación se expresa así: Froilus abba, et Emilus abba, Bladunis monachus, et Sentelles monachus, et Dato presbiter, et Ermemirus presbiter, et Wifredus presbiter. Aquí se ve que Froilán vivía y era abad juntamente con Emilo, lo cual, digo la coexistencia de dos abades, no es nueva en estos países. Emilo murió día 26 de Enero, que nota el necrologio, y debe ser el del año 1005, en que pocos días después fue electo el sucesor

Rainardo, como consta de la escritura que de ello se hizo fecha anno trabeationis Xpi millesimo V, era millesima quadragesima III. Indictione III, XVII. Kal. Aprilis, anno VIIII regnante rege Roberto Francigeno, aput nos autem imperante Domino nostro Ihesu Christo, cui honor &c. Todos estos datos cuadran entre sí. La elección se hizo cum consensu domni Wifredi comitis, necnon et domni Sanlani gerarchice sedis Vico, esto es, obispo de Urgel. El Wifredo era conde de Cerdaña; y esto es lo que me obligó a decir antes que a aquel condado estaba unido este de Berga al tiempo de la fundación del monasterio. Sigue la memoria de este abad en el año 1018, anno XXIII. quod Robertus rex Gotorum regnandi sumpsit exordium. Esta es la fecha de la donación de un alodio que hicieron a este monasterio Ansulfus Berengarii, et uxor Ollovara que vocant Blancha. Et facio hoc, dicen, propter metum famis, quia venit super me angustia, et dereliquerunt me filii mei, et filiae, et omnes propinqui mei, et deffecta sum usque ad mortem, donec aprehendit me domnus Rainardus abba et monachi Sanctae Mariae in helemosina Sanctae Mariae. Observa el dictado de rex Gotorum que dan a Roberto; que cierto debía equivaler a rey de la que llamaban Gotia. El óbito de este abad lo pone el necrologio VIII. Kal. Augusti, sin decir el año; mas es cierto que vivía aún en el de 1026: y con todo eso también lo es que seis años antes, en el XXV de Roberto, suena ya abadMiro, que ciertamente fue el sucesor, y ahora sólo sería su coadjutor. Del tiempo de este abad y del año XXI del rey Enrique 1051 de Cristo, hay una escritura en que Miro Sanllani (Sallani antes) da un alodio al monasterio propter misericordiam, quam fecit mihi Deus, et Sancta Maria; quia veni ad exitum mortis, tantum quod habuissent iam facta ipsa fossa in ipso loco Sancte Marie, et ipsum celum (sic) sive omnia vestimenta iam facta, unde induissent mihi ipsi mei homines; et Deus, et sua mater fecerunt mihi misericordiam. Acaso este Miro Sanla es el mismo que algunos años después emprendió la reedificación de esta iglesia, en acción de gracias del beneficio recibido. Las memorias del abad continúan hasta el año 1064 o siguiente (V del rey Felipe). Sucedió 

Pedro, en cuyo tiempo se construyó la iglesia actual, y gobernó hasta por los años 1089. Su óbito está a 3 de Febrero.

Bernardo lo fue hasta el 1093.

Guillermo existía ya en 1097, y siguen sus memorias hasta 1126 en que se consagró esta iglesia. Su óbito está en el 6 de Noviembre.

Miro existía en 1135. Desde este año no se halla noticia de ningún abad hasta el de 1167 en que suena otra vez 

Miro, que debe ser distinto del anterior, y cuyas memorias duran hasta 1191. El necrologio sólo menciona el óbito de un Miro.

Pedro lo fue desde 1195 hasta el día 13 de Octubre de 1246 en que murió. Apellidábase de Solio o de Solerio, porque no está muy clara una escritura del año 1230 en que el mismo dotó una lámpara en esta iglesia de los réditos del molino que él había construido in alveo de Anavel, el cual comenzó a moler dicho año. El año siguiente a la muerte de este prelado día 7 de Enero se vio en este monte el fenómeno que dice el necrologio, donde lo hallarás y excuso repetir aquí.

Benito gobernó desde 1249 hasta el 8 de Julio de 1267 en que murió. De su tiempo quedan aquí unos metros latinos que he copiado y van adjuntos (a: Apend. n. XXIX); en los cuales verás cómo el día 31 de Julio de 1251 llegaron acá varios nobles del país persiguiéndose unos a otros, cuyos nombres describe el poeta, y pugnando por apoderarse de los que se habían refugiado en la iglesia, mataron en ella a dos hombres y prendieron a otros, y cómo el obispo de Urgel (Ponce de Vilamur) purificó el templo violado en el jueves 15 de Junio del año siguiente. Parece que la invectiva principalmente es contra los habitadores de Cardona, a los cuales llama: homines VICI SALSI mortalis. En fin ello es una curiosidad, allá te lo hallarás.

Arnaldo existía en 1267.

Bernardo en 1269 y en 1271. Creo que este es el apellidado de Cura, cuyo óbito pone el necrologio día 1.° de Junio, y debe ser de ese último año.

Bertrando en 1272.

Arnaldo, según el necrologio murió en 1277. 

Bertrando. Hay memorias suyas hasta 1303. 

Berenguer de Llusá desde 1303 hasta 1329 en que murió.

Bernardo de Pons, electo 1329, murió en 1340. 

Mateo Juliá: 1340: murió en 1346.

Simón de Pons, en cuyo tiempo se hizo la torre de las campanas, electo en 1348, murió en 1373.

Berenguer de Sorigues, de 1377 a 1412 en que murió. 

Galcerán Canudes, de 1415 a 1429 en que renunció.

Gabriel Mas electo 1429, murió en 1466.

Bernardo Pujol renunció en 1469.

Luis de Claramunt murió en 1505.

(comendatarios, los 5 siguientes)

Enrique, obispo 1505 1508.

Gabriel Camp 1510 1529.

Lorenzo de Marimón. 1530 1533. 

Miguel Puig 1535 1541. Fue obispo de Elna, Urgel y Lérida. 

Bernardo Capeller 1544 1563.


Francisco Senjust, 1566, murió en 1593.

Ángel Juallar, de 1594 a 1600 en que pasó a la abadía de Canigó.

Luis de Alentorn, 1600, trasladado a Bañolas en 1611.

Juan Cristóbal Abella, 1611, 1613.

Bernardo Cedó, 1613, murió 1616.

Juan de Aymerich, 1616, murió 1627.

Francisco Camps, 1627, murió 1632.

Gil Jorge Bru, 1632, 1645.

Pedro Fontellas, 1645, 1648. 

Francisco Pascual, 1648, 1653.

Josef Bover, 1653, trasladado a Gerri en 1671. 

Miguel de Guanter, 1672, pasó a Gerri en 1686.

Gerónimo Abrich, 1686, murió 1687.

Jaime Ginestar, 1690, murió 1704.

Gerónimo Vidal y de Nin, cisterciense, 1710.

Onofre Nogues (Nogués) y de Anglesill, 1721, murió 1727.

Juan de Berart y Cortiada, 1728, murió 1761. 

Martín Martínez de Aspurz, 1762, murió 1780.

Francisco Escofet y de Roger, 1781, trasladado a la Portella en 1784, costeó el claustro que se reformó bajo la dirección del arquitecto D. Pedro Puig. 

Josef Ignacio de Figueras, 1785, murió el mismo año.

Peregrín de Verthamon, 1797, trasladado a Amer 1789. 

Miguel de Nicuesa, 1790, pasó a San Juan de la Peña 1793.

Juan Benito Carcavilla, 1795, murió 1797.

Felipe Antonio Escofet, 1798, actual.

A Dios y me paso a Cardona.