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domingo, 22 de mayo de 2022

X. Cartas del marqués de Mondéjar al maestro Fr. Serafín Tomás Miguel

X.

Cartas del marqués de Mondéjar al maestro Fr. Serafín Tomás Miguel, del orden de Predicadores: se conservan en la biblioteca del Real convento de Predicadores de Valencia, tom, VI. Var. fol. 

I. 

Con singular gusto he recibido la carta de V. P. en fecha de 11 de Enero de este año: y en cumplimiento de lo que V. P. me dice en ella, ratifico el ofrecimiento de aprobar el primer tomo que V. P. dice me remitirá, añadiendo las circunstancias que se me ocurrieren al tiempo de leerle. Supongo tendrá V. P. la noticia de que no se llamó Félix el padre de Santo Domingo, sino D. Fernán Ruiz, como advierte D. Luis de Salazar y Castro en el fol. 320 del tomo III de la historia de casa de Lara (a); y así no repito los fundamentos de que lo justifica. 

(a) Sobre el verdadero nombre del padre de Santo Domingo padeció equivocación D. Luis de Salazar (casa de Lara lib. II. cap. XI pág. 89 y 348.), en cuyo testimonio apoyan su opinión así el Marqués de Mondéjar en el presente lugar, como Berganza en sus antigüedades de España (p. II. lib. VI. c. V. p. 99). La conjetura de Salazar de que F letra inicial de este nombre, en las antiguas escrituras de España significa Fernando, y no Félix, sería digna de consideración, cuando los antiguos escritores de la vida de Santo Domingo escribiesen el nombre de su padre con sola la inicial. Pero no le ponen así, sino con todas sus letras, llamándole Félix, y no Fernando, y menos Fernando Ruiz, como pretenden Salazar y Berganza. 

Bartolomé de Trento que floreció en el siglo XIII en su epílogo de las vidas de los santos, dice de Santo Domingo: patre Felice, matre Joanna editus. Constantino de Médicis, obispo de Orvieto, que floreció poco tiempo después en el mismo siglo, en las actas del Santo dice: patre Felice, matre verò Joanna nomine secundum carnem duxit originem. Teodorico de Apoldia hacia el fin del mismo siglo XIII: in Hispaniae partibus villa quae dicitur Calaroga... fuit vir unus qui vocabatur Felix, et accepit uxorem nomine Joannam. Pedro Esquilino: patre Felice, matre Joanna originem duxit.

Lo mismo se lee generalmente en los breviarios anteriores a la mitad del siglo XVI. Aun el romano impreso en París el año 1556, dice: natus est patre Felice, matre verò Joanna. Merecen leerse sobre esto las observaciones de Soler, y Cuper. comment. praec. ad acta S. Dominici §. VIII: n. 127. 

En cuanto a la duda que V. P. me pregunta, de si fue canonizado Santo Domingo el año 1233, en que se hizo su traslación, a 24 de Mayo, como muy por menor refiere Antonio de Paolo de Masini en su Bolonia ilustrada, advirtiendo fue autor de ella el B. Juan Sehio dominicano pág. 325; o el de 1234, según se contiene en la bula de su canonización, y que ofrece tratar el P. Bolando el día 4 de Agosto; como no ha pasado su impresión del mes de Junio, no se puede saber su sentir (a); (a) No obstante asegurar Humberto en su cronicón que fue canonizado Santo Domingo el año 1233, cuya sentencia siguió Alfonso Chacón en la vida de Gregorio IX, los editores de las actas de los santos en la disertación que precede a la vida de Santo Domingo, que no pudo ver el marqués de Mondéjar (§. XLVII. n. 871.), tienen por más fundada la opinión de Maluenda, que fija esta canonización en el año siguiente, esto es, el VIII del pontificado de Gregorio IX, añadiendo que se celebró no en Perusa, como había creído Humberto, sino en Rieti, como lo aseguran Martín Polono, Bernardo Guidon, y otros. (V. pág. Brev. roman. pontif. t. III. p. 273.) 

y consiste la dificultad en averiguar si todas las bulas que permanecen de las canonizaciones de los santos, tienen precisamente la fecha del día en que se ejecutó su canonización, como se observa en las modernas, o si en las antiguas se ponía el en que se despachaban, punto que no tocan ni Fortunato Scacco, ni Félix Contaloro, sin embargo de escribir entrambos de propósito de la canonización de los Santos; ni podré saber si le examina Juan Mabillon en el §. 6 de su prólogo al siglo quinto de las actas benedictinas, porque no tengo más que hasta el cuarto. Pero sin embargo de que asienta el P. Papebrochio en la disertación XX de su propyleo, precedían las canonizaciones a las traslaciones de los cuerpos santos, y parece lo da a entender así Nicolás Triveto en el cronicón que escribió por los años 1307, que se ofrece en el tomo VIII del spicilegio de D. Lucas de Achery, asegurando también, como todos los antiguos, fue canonizado el mismo año de 1233, según parece de sus palabras, que son como se siguen, hablando del propio año: Gregorius papa beatum Dominicum, qui primus ordinem Praedicatorum instituit, catalogo sanctorum adscripsit, cujus Corpus eodem anno in capitulo fratrum generali Bononiae praesentibus archiepiscopo Ravenatae, aliisque quatuor episcopis, ac potestate Bononiensi, cum multitudine civium ad eminentiorem translatum est locum. No parece se puede asegurar ejecutado lo mismo en la canonización de Santo Domingo; porque según se refiere en las actas de su traslación, sucedió a ella la información de los milagros que había obrado, y de la fragancia que salió de su santo sepulcro, en virtud de lo cual le canonizó el pontífice Gregorio IX. 

Sin embargo comprueba Papebrochio en el tomo I de Junio, fol. 98, que habiendo sido canonizado S. Simeón, recluso en la ciudad de Tréveris, a 8 de Septiembre del año 1042 por el papa Benedicto IX, no se despachó la bula de su canonización hasta 17 de Noviembre del mismo año; y así no es inverosímil, que llegando a Perusa la información que se hizo en Bolonia, sin mayor formalidad, con la noticia que el mismo pontífice confiesa tenía de las virtudes del Santo, con quien había tenido gran comunicación antes de llegar a la cátedra de S. Pedro, le canonizase el mismo año de 1233, dilatando expedir la bula hasta el siguiente de 1234; pues cuantos escritores hay antiguos, y más inmediatos a su canonización la refieren, resulta el mismo año de 1233, en que fue trasladado su sagrado cuerpo.

No quisiera ser prolijo; y así me contentaré con cerrar esta carta con otra traslación de la santa cabeza de Santo Domingo, que refiere el sobredicho Antonio de Paolo Masini en el lugar citado, por si tiene alguna circunstancia especial que no haya llegado a la noticia de V. P. (a) (a) De esta traslación de la cabeza de Santo Domingo habla también Sigonio (de episc. Bonon. lib. III. pág. 154), contestando también la aparición de la estrella por estas palabras: interim dum arca patuit, stella supra ecclesiam clarissimè fulsit: quae res animadversa, civitatis religionem erga sanctum confessorem accendit. Otras circunstancias omitidas por Masini, se refieren en el antiguo cronicón de Bolonia (ad ann. 1383), y las confirman varios documentos del archivo de dicha ciudad, a que se refiere Miguel Pío en su primer libro de los varones ilustres del orden de Predicadores. (V. Soler. loc. laud, §. XL. n. 898). 

Del 1383 á di 14 de Febrero alle hore 6 dinotte dal cardinale Philippo Carrafa vescovo di Bologna, presenti due altri vescovi, confaloniero, anciani, magistrati, dottori, è nobili della citta è li fratti di detto monastero, vestiti con veste sacre, con quantita di lumi, fú dal corpo di S. Domenico levato il capo, è posto in un precioso tabernacolo d' argento, mentre si faceva questa degna operatione, sopra detta chiesa una stella crinita con tre code da tutto il popolo fú veduta; e finita tal fonzione disparve. Si viddero ancora altri miracoli, fraguali Nicolo scoltore Bolognese, che si trovò presente, facendo per divozzione toca nil suo facioletto la cassa dou vera il santo corpo, ponendoselo nel seno, gionto che fú à cassa per riporlo, pieno di odoriferi fiori miracolosamente lo ritrovò. Edora insontuosa, é ben ornamentata capella finita del 1601, si conserva il santo corpo in un nobilissimo sepolcro di bianco marmo, evihan no lavorato et intagliato in varii templi famosi scoltori Nicolo Pisani, Nicolo de Bologna, detto dal Arca, Girolamo Cortellini, Alfonso Lombardi, é Michael Angelo Buonaroti, il quale fra l' alfre sue operationi fece l' Angelo á destra, et il S. Petronio, S. Francesco, é S. Procolo: et il Lombardi fece il bassamento devanti con moltissime figurine di messo rilievo della v tta del sudetto-santo: é fra le molte lampadi d' argento mandate da lontanissimi paesi stranieri al sepolcro di questo gran santo, una vi é mandata dall indie occidentali d' incomparabile artificio, é la manifattura dell artifice fabricatore di detta lampade, oltre l' argento, viene stimata circa otto milla ducati. Dios guarde a V. P. muchos años como deseo. = Mondéjar y Febrero 6 de 1702. = B. L. M. de V. P. su servidor el Marqués de Mondéjar. 


CARTA II. 

Respondo a la carta de V. P. de 8 del mes pasado, que se retardan mucho por Madrid las cartas; y así para que lleguen con prontitud, podrá V. P. escribir por Pastrana a Mondéjar. En cuanto a la autoridad de Alberto, monje cisterciense del monasterio de Tresfuentes, en el ducado de Bar, diócesis de Chalon en Champaña (Champagne), es muy celebrada en los escritores del siglo pasado: y aun antes de imprimirse le citan Andrés Duchepre, Juan Jacobo Chifletio, David Blondelo, y Carlos Dufrene, y Gerardo Juan Vosio, que hace mención de él entre los históricos latinos. Juzga es el mismo que se cita con gran frecuencia en el grande cronicón bélgico (belga), asegurando se conserva un ejemplar suyo en Alemania en el monasterio de S. Gal, fundado en la ciudad del mismo nombre, capital de uno de los trece Cantones de los sguízaros; y el P. Felipe Labbé hace también memoria de otro ejemplar suyo que permanecía en la biblioteca de Juan Dubouchet; así como Godefrido Guillermo Leibnitio (Gottfried Wilhelm Leibnitz) que le publicó  en Lipsia (Leipzig) el año de 1698, hasta cuando no había visto la luz pública; dice le copió cotejado con dos ejemplares, que permanecían uno en la biblioteca augustana, y otro en el colegio claromontano de la compañía de Jesús de París. En cuanto al nombre del padre de Santo Domingo, no me hace gran fuerza el número de los que le llaman Félix; porque si el primero que hizo memoria de él, le puso abreviado en su letra inicial; y el que después erró en lo que denotaba, leyendo Félix en lugar de Fernando, no pueden tener los que le siguieron más autoridad que la que resulta de su equivocación, cuando es constante que en dos siglos antes, y después del tiempo en que floreció, no se hallaba en España usado este nombre; ni conduce en prueba de lo contrario, se hallen en los concilios toledanos algunos que le hubiesen tenido; mayormente cuando cuantos escritores cita V. P. que lo comprueban así, son extranjeros, y por ventura menos noticiosos de los nombres usuales entonces en nuestra provincia; de manera, que o no fue ricohombre el Padre de Santo Domingo, ni de la casa de Guzmán, si se llamó Félix, no hallándose confirmado en ninguno de tantos privilegios como se conservan de la edad en que floreció, y siendo constante que todos los hijos de la casa de Guzmán, como una de las que gozaban el honor de la ricahombría de sangre, se hallan confirmando; o no se llamó Félix, sino Fernando; pues en las escrituras 29 y 94 del apéndice a las relaciones genealógicas de D. Fernando de Alarcón se ofrece confirmando como ricohombre D. Ferrant Roiz de Guzmán; y es el mismo que casa con Doña Juana Daza. Lo mismo digo del origen que comúnmente se atribuye a la casa de Guzmán de la de los duques de Bretaña; porque apenas se ofrece origen en nuestros escritores de nuestras primeras familias que no esté lleno de fábulas, como se reconoce del mismo Fernán Pérez de Guzmán, en quien se ofrece esta, y a quien siguieron sin ningún apoyo Ambrosio de Morales y Argote de Molina; y así me dirá V. P. si basta que lo diga él, para que creamos que los Osorios proceden del Rey Osiris, o de San Juan Chrisóstomo, llamado en latín os auri, cuando el nombre de Nuño, y el patronímico de Núñez tan frecuente y común en este gran linaje, es tan propio de nuestra nación en los tiempos más antiguos a que pertenece su memoria. En cuanto al sentimiento que dice V. P. manifiestan los prebendados de Osma de que se escriba, se crió Santo Domingo en casa del archipreste (arcipreste, archi presbítero) de Gumiel de Hizán (a), 

(a) Pudo haber dado motivo a esta opinión lo que dice el B. Jordán (vit. Sanct. Dom. c. I.) quem (S. Dominicum) ab annis puerilibus parentum suorum, specialiter autem cujusdam archipresbyteri avunculi sui diligentia nutriebat. A este deudo alude Maluenda (ad. ann. 1176. cap. I.), cuando d¡ce: erat Joannae frater germanus archipresbyter in ecclesia Gumielis Isanensis, que es la que llama Castillo Gumiel de Izán.

se descubre en esto su grande ignorancia; porque no se les ocurre, asegura el arzobispo D. Rodrigo le dio la reina Doña Beatriz y S. Fernando su marido a los Infantes D. Felipe y D. Sancho para que los criase en su casa; y que él les dio a cada uno una prebenda en su iglesia de Toledo; de la manera que el Rey D. Alonso los envió a entrambos a París para que estudiasen en aquella universidad; y que no le embarazó al gran cardenal D. Pedro González de Mendoza, hijo de los marqueses de Santillana, y hermano del primer duque del Infantado, haber sido cura de Ita para llegar a las mayores dignidades de la Iglesia; con que no hay por qué hacer mucho caso de semejantes reparos ridículos. Dios guarde a V. P. muchos años como deseo.= Mondéjar y Septiembre a 7 de 1702. = B. L. M. de V. P. su mayor servidor el marqués de Mondéjar. 


CARTA III 

(a: Copiada del original que se conserva en la citada biblioteca del convento de predicadores de Valencia tomo 6 Var.). 

Recibí por Pastrana su carta de vmd. de 23 del pasado, y por ella reconozco se ha perdido la que vmd. me escribía sobre los vaticinios del abad Joaquín, sobre que no puedo decir a vmd. nada hasta saber lo que vmd. me escribía en ella. En esta me pregunta vmd. cuando se empezó a usar en Alemania, en Italia, en España y en Francia a contar los años desde primero de Enero: cuya duda es tan difícil de satisfacer, que no es capaz de poderse resolver en la cortedad de una carta, no sin grande estudio y cotejo de las historias y de los monumentos de todas estas naciones; pues aún no se ofrece apurado, cuando se dejó de usar en ninguna de ellas los años de la Encarnación, estableciendo el cómputo por los de la Natividad (a); 

(a) Este punto le trató largamente el mismo marqués de Mondéjar en sus obras cronológicas, publicadas por Mayans el año 1744, cuyo principal objeto es probar que los 38 años en que precede a Cristo el principio de la era española, deben entenderse, no con respecto a la Natividad, sino a la Encarnación, época usada para el cómputo de la era vulgar o cristiana desde el abad Dionisio, llamado el pequeño, que floreció a principios del siglo VI, y continuada por algunos siglos en tiempo de los godos, y aun después: que en la reducción hecha posteriormente a la Natividad, debió añadirse un año por adelantarse el cómputo de la Encarnación los nueve meses que van desde 25 de Marzo hasta 25 de Diciembre; de suerte que en los sucesos reducidos al cómputo de la Natividad, deben rebajarse respecto de la era española, a juicio del marqués de Mondéjar, no ya 38 años como cuando empezaba la era cristiana por la Encarnación, sino 39 por la distancia entre el principio del año, tomada por 25 de Marzo, o por 25 de Diciembre, desde cuyo día fue fácil pasar al día 1.° de Enero en que comenzaba el año Juliano, para que coincidiese el principio del año cristiano con el del año civil. 

A esta conjetura de Mondéjar y a las razones con que la esforzó Mayans en el prólogo de su obra, alegando en confirmación de ella varios cronicones, inscripciones y escrituras antiguas, respondió sólidamente el M. Flórez en el tomo II de la España sagrada, demostrando a mi parecer, que el cómputo dionisiano no comenzó a usarse en algunas provincias de España hasta 600 años después de Dionisio, esto es, hasta que el concilio Tarraconense de 1180 decretó que en adelante no se rubricasen los instrumentos públicos con respecto a los años de los Reyes de Francia, como lo hacía aquella provincia desde Ludovico Pío (Zurita ann. lib. I, cap. 8.), sino por los años de Cristo, según el cómputo dionisiano: que desde este año hasta el de 1383 en que se le celebraron cortes en Segovia, en León y Castilla, se historiaban los sucesos no con respecto a la Natividad o la Encarnación del Señor, sino por la era española: que en el mismo siglo VI, y después, habiéndose usado tal cual vez en España reducir la era a los años de Cristo, se habló precisamente de la Natividad, y no de la Encarnación, y con la rebaja de 38 años, y que en este sentido deben entenderse Isidoro Pacense, San Julián, San Isidoro, y los primeros anales toledanos, escritos en la era 1257. Merecen leerse las juiciosas reflexiones de Flórez (loc. laud. pág. 5. seq) porque casi en todas se ofrecen a un mismo tiempo instrumentos calendados por entrambos cómputos. En Castilla se empezaba por el mismo día de la Natividad en el reino de D. Juan el II y los Reyes Católicos, de que hay expresos testimonios en Alvar García de Santa María en la crónica del primero y en la de Hernando del Pulgar del segundo: sin que se me ocurra, ni haya llegado a mi noticia desde cuando se empezó a contar por las calendas de Enero; ni el padre Juan Mabillon en sus eruditos libros de re diplomática, trata, como parece debía, este punto; ni se puede decidir con firmeza sin grande observación y muy prolijo estudio; que es cuanto se me ofrece que poder decir a V. P., cuya vida guarde Dios muchos años como deseo. = Mondéjar y Noviembre 12 de 1702. = B. L. M. &c. el marqués de Mondéjar. 


CARTA IV. 

Respondo a la carta de V. P. de 12 del mes pasado, y no lo he ejecutado antes por haber llegado muy atrasada a mis manos. Y en cuanto a la primera pregunta que V. P. me hace es constante se observó en España contar por los años de la Encarnación en la misma forma que introdujo esta época Dionisio Exiguo (a) 

(a) Ya dijimos en la nota a la carta antecedente que no se halla historia ninguna antigua ni otro documento de España, anterior al siglo XII, por donde conste haberse admitido en estos reinos durante ese tiempo el cómputo de la era dionisiana, como atestigua haberlo sido en Francia el cronicón de Adón el de Viena, que llega al año de la Encarnación 879. 

Antes al contrario, de una memoria alegada por Colmenares (Hist. de Segovia cap. XV, §. 10.), donde se lee: anno ab Incarnatione Domini 1140, secundum Francorum computum; era autem secundum Hispanorun numerum 1178, se colige que aún en el siglo XII se tenía en España por francés el cómputo de la era dionisiana en contraposición de la era española. Es verosímil que esta práctica adoptada en Francia hubiese pasado a nuestro reino por la provincia Tarraconense, donde se admitió el año 1180, y de allí fuese introduciéndose hasta llegar dos siglos después a León y Castilla. 

desde 25 de Marzo (a), siempre que uno se regulaba por la era de César, en la conformidad que reconoce Juan Mabillon en el c. XXV. del lib. 2. de re diplomática, y cuya forma se observa en Cataluña todavía en el siglo XIV.... 1300, en que floreció Fr. Juan de Paguera, monje benito, cuyas palabras copia el mismo Mabillon, que son del tenor siguiente: sciendum quod in die Incarnationis Verbi, videlicet 25 mensis Martii, debet mutari in isto *cethario novo; ita quod illa die debet accipi illa littera quae immediatè subsequenter ordinatur post illam litteram anni finientis, sub qua debet pronunciari: ita lunae per totum annum. 

En Castilla desde que prohibió el Rey D. Juan el I el cómputo de la era, se empezó a usar el de la Natividad, contando el año desde su mismo día 25 de Diciembre, como se reconoce de varios lugares del Rey D. Juan el II, en que se asegura corría el año nuevo desde aquel mismo día; y lo mismo se comprueba en Aragón y Valencia de la historia que escribió el Rey D. Jayme el Conquistador de su propia vida. (Véase el libro “colección de cartas histórico-críticas en que se convence que el rey D. Jayme I. de Aragón no fue el verdadero autor de la crónica o comentarios que corren a su nombre.” Joseph Villarroya. )

En Francia se varió mucho el cómputo, usando en la tercera estirpe capetina (Capeto) de sus Reyes, empezar a contar el año desde la pascua de Resurrección, como difusamente comprueba Juan Mabillon en el c. XXIII. del mismo lib. 2, con que desde aquel día iba su cómputo igual con el de los romanos. 

En cuanto a la forma de los términos, intrante, vel exeunte Augusto, que V. P. me pregunta, copiaré en satisfacción de su duda el testimonio de Rolandino Patavino, por sobrenombre el gramático, que vivía en los años de 1263, y de quien hace muy especial memoria Bernardo Scardonio en las antigüedades de Padua, el cual en el arte de notaría, que se imprimió juntamente con sus doce libros de cronicón en Turín el año de 1479, dice: ponitur dies in intrumentis diversimodo: uno modo secundum consuetudinem Bononiensem in hoc exemplo: primo die intrante Maio, et sic de singulis usque ad 16. Transactis autem 16 ponuntur per exeunto hoc modo: decima quinta exeunte Maio, decima quarta die exeunte Maio, et sic de singulis usque ad penultimum diem. In penultimo dicunt: ultimo die Maii, et ita de singulis mensibus, qui habent 31 dies. In aliis autem qui habent 30 dies, procedunt similiter usque ad 15 per hanc dictionem: intrante, et finitis 15 diebus primis, descendunt per alios quindecim cum hac dictione: exeunte; con que die 14 exeunte Augusto sería el 18 de aquel mes. 

En cuanto a las armas que conserva su orden de V. P. sólo podré decir, que hablando Bernardo Justiniano en la historia de las órdenes de caballería, que escribió en italiano, de la de Santo Domingo, de quien también trata S. Antonino de Florencia y Francisco Menenio Antuerpiense (Antwerpen, Amberes) en el libro que intituló deliciae aequestrium, dice, usaba por armas la misma cruz floreteada, compuesta de los dos colores blanco y negro, como la traen los familiares, y para decirlo con sus mismos términos italianos: l' insigna di questi cabalieri fú una croce di forma consimile alla constantiniana: ne poteva fare cosi mirabili progresi se non coquello standardo che appunto de gl' heretici fú lo terrore: discordava solo dall' allegata nel colore, essendo divisata di nero é bianco, infausto, et annontio felice, á gl' inimici o di degurarsi (esto es purificarse, porque así se ha de entender en lugar de deguarsi, como erradamente está en el texto impreso): coll acquisto della santa gloria, ó di prepararsi all' eccidio della loro vita. Añadiendo fueron llamados: fratelli della milicia di Santo Domenico. 

E perche nella croce sopra l' habito bianco v' apparisce il labbaro constantiniano, furono anco chiamati: equites laborum: con que es muy regular fuese este el origen de conservarla como especial insignia, y propia de su orden de V. P.; que es cuanto se me ofrece en respuesta de las preguntas que me hace V. P., cuya vida guarde Dios muchos años como deseo. = Mondéjar y Abril 17 de 1703. = B. L. M. de V. P. su servidor el marqués de Mondéjar. 

(a) Por los concilios de Toledo, por S. Isidoro y otros historiadores y coronistas (cronistas) antiguos se echa de ver que la era española comenzó en las calendas de Enero y que sus años convenían en el principio y en el fin con el Juliano de los romanos. Siendo cierto que aún después de Dionisio hasta el siglo XIV continuó en León y Castilla el cómputo de la era española, lo es también que en todo este tiempo comenzaban los años, no en 25 de Marzo ni en 25 de Diciembre, sino en 1.° de Enero, en cuyo día se añadía un número a la era, como dice S. Isidoro: à die kalendarum Januariarum accrescit. Esta cuenta de los años desde 1.° de Enero era general en España por los tiempos de D. Alonso el Sabio, en cuyas partidas se lee que empezó a reinar en la era de la Encarnación (esto es, como advierte Flórez, en los años de Cristo) mi é doscientos é cincuenta y un años é ciento y cincuenta y dos días más (dias mas en el original). Si se contaran entonces los años de Cristo en España como en otras partes desde 25 de Marzo, habiendo comenzado a reinar don Alonso en 1.° de Junio del año de Cristo 1252 (y de la era española 1290) debieran contarse para denotar el principio de su reinado el año 1251, y los 68 días que hay desde 24 de Marzo hasta 1.° de Junio: mas contando los 152 días que median entre 1.° de Enero y 1.° de Junio, se convence que en España, aún los años de Cristo conocidos con el nombre de la Encarnación, tenían principio como los de la era y los del año civil en las calendas de Enero. A este tan claro testimonio añade Flórez el de S. Julián (lib. III. contra judaeos) el del cronicón de los visigodos, llamado vulgarmente de Vulsa, y el de otros documentos para probar contra la opinión de Mondéjar y de Mayans, que el cómputo dionisiano rigurosamente tomado en cuanto fijó en 25 de Marzo el principio de los años de la era cristiana, como no se introdujo en España en los doce primeros siglos, no sirve para explicar los años de los antiguos españoles; y de consiguiente, que la diferencia de nueve meses que tuvo adelante cuando pasó la cuenta desde la Encarnación a la Natividad, no causó variación ninguna en España, donde muchos siglos después de Dionisio, y aun de Beda, se conservó fija la época del año de la era española en las calendas de Enero. (V. Flórez Esp. sag. t. II. c. I, §. III.) 


CARTA V. 


Respondo a su carta de V. P. holgándome mucho con las buenas noticias que me da de su salud, y de tener tan adelantada la impresión de su obra, y diré a V. P. lo que se me ocurriere sobre las dudas que me propone. 

A la primera en que extraña V. P. como desde el día de la pascua cuentan los franceses los años según los romanos, debiendo añadir uno por la diferencia de contarlos, los unos por la Natividad, y los otros por la Encarnación o por la pascua; procede de que así como los romanos seguían el cómputo de Dionisio, los franceses y todas las demás naciones ultramontanas atrasaron un año la Encarnación, según el cómputo del Venerable Beda, que es el mismo que contaban demás hasta la misma Encarnación o pascua; corriendo desde allí uniformes con los romanos. Aunque es común en nuestros escritores, se transfirió la universidad de Palencia a la ciudad de Salamanca, es error notorio: porque al mismo tiempo se conservaban entrambas, la de Palencia como propia del reino de Castilla, que fue la más antigua, a cuya imitación fundó el Rey D. Alfonso, padre de S. Fernando, la de Salamanca para su reino de León; y la de Palencia no se incorporó en la de Salamanca, sino en la de Valladolid, como demuestra el doctor Bravo en la dedicatoria, que le hace en uno de sus tomos de medicina: y yo compruebo más difusamente en las memorias históricas de la vida y acciones del Emperador D. Alonso el Sabio: a que puede V. P. remitirse, que ahora no tengo tiempo para detenerme a justificarlo. En cuanto a la bula de Urbano IV, es cierto que la produce (reproduce) entera Pulgar, copiada del archivo de su iglesia, en data del día segundo de los idus de Mayo año segundo de su pontificado, que corresponde con el de 1263 de la Natividad; y por ella consta que habiéndose pervertido la universidad de Palencia, la concede a instancias de su obispo D. Tello de Meneses los privilegios que gozaba la de París; y así no funda nueva universidad, sino ilustra y aumenta la que había fundado el Rey D. Alonso el Noble; con que no se opone, ni esta ni la precedente noticia al magisterio que atribuyen a Santo Domingo los escritores que V. P. cita. 

Pero para que mejor conste a V. P, no fue esta nueva erección, copiaré aquí las mismas palabras de la bula de que se le justifica, que dicen: "colebat hactenus deliciarum hortum civitas Palentina, de et sub cujus portis fons irriguus emanabat. Hortus ille profectò fructus uberes producebat, quorum suavitatem, et dulcedinem ad diversas mundi partes, fontis affluentia derivabat. Erat enim in civitate Palentina, sicut ex parte vestra fuit propositum coram nobis, scientiarum studium generale, rudes erudiens, debiles reddens studiosos et viros efficiens virtutum varietate foecundos: horumque gratiosa foecunditas litterarum dogmate plurimos instruebat; et quia per hoc non solum Palentia, sed tota Hispania spiritualis, et temporalis solebat percipere commoditatis augmentum, supplicastis humiliter, ut ad reformationem praedicti studii (quod est non sine multo ejusdem provinciae dispendio dissolutum), apostolici favoris partes interponere curaremus. Cum igitur, sicut accepimus, ejusdem studii reformatio possit eidem multipliciter provinciae existere fructuosa; Nos nolentes quod lucerna tantae claritatis in commune litterarum dispendium, sic extincta remaneat; quin potiùs cupientes partes nostras adjicere, ut solito fortius accendatur; tuis, frater episcope, supplicationibus inclinati, et singulis doctoribus, et scholaribus, quibus in eadem civitate in quacumque facultate studere contigerit; quod illis privilegiis, indulgentiis, libertatibus, et immunitatibus gaudeant, quibus magistri, et scholastici gaudent Parisiis, vel in aliis locis, in quibus habetur studium generale, auctoritate praesentium indulgemus; nulli ergo omnino hominum... Datum apud urbem veterem 2 idus Maii, pontificatus nostri anno 2.” Dios guarde a V. P. muchos años como deseo. = Mondéjar y Junio 2 de 1703. = B. L. M. de V. P. su servidor el marqués de Mondéjar. 


CARTA VI. 

Con mucho cuidado me tenía la falta de noticias de V. P. hasta que me sacó de él con igual gusto su última carta de V. P. de 18 del mes pasado, con que venía acompañada la erudita disertación de la apología por la inocencia del abad Joaquín, cuyas obras todas tengo, y el libro de Laude en su defensa. Lo cierto es que la de V. P. convence enteramente las calumnias con que han intentado obscurecer su fama los que no le han entendido; y sólo me pareciera más agradable si estuviera dividida en párrafos, para que se pudiese leer a trozos, sin necesitar de pasarla toda para comprenderla (comprehenderla). Espero con alborozo la vida de Santo Domingo, sin negarme a formar el juicio sobre ella, que tengo ofrecido a V. P., y cumpliré con mucho gusto, dándome Dios vida, que en quien se halla con setenta y seis años, no es muy segura la vana esperanza de cumplir más. Dios guarde a V. P. muchos años como deseo. = Mondéjar y Abril 12 de 1704. 

Si hallare vmd a mano la mistología de Olmo, estimaré mucho a V. P. me lo remita por medio del P. M. Pérez, avisándome de su coste para que se le dé. = B. L. M. de V. P. su mayor servidor el marqués de Mondéjar. 


CARTA VII. 

Respondo a la carta de V. P. de 6 del mes pasado, que el rodeo de venir de Alcalá, donde no hay estafeta, para esta villa, atrasa mucho las cartas: y me huelgo mucho de saber goza V. P. entera salud, y que esté tan adelantada la impresión de su obra. En cuanto a remitir a V. P. la del abad Joaquín que me pide, no tuviera dificultad, si no fuera tan contingente el que se pierda, habiendo de correr por tantas manos como V. P. me insinúa: y siendo libro tan raro como V. P. reconoce, sería mejor que me enviase a decir, pues tiene sacados sus apuntamientos, los lugares a la letra que necesita, que se los enviaré a V. P. con toda prontitud: pues aunque siento mucho no obedecerle enteramente, creo le servirán lo mismo. Dios guarde a V. P. muchos años como deseo.= Mondéjar y Junio 14 de 1704. = B. L. M. de V. P. su servidor el marqués de Mondéjar. 


CARTA VIII. 

Con el singular gusto que siempre recibo la carta de V. P. de 29 del mes pasado, alegrándome de que goce V. P. la salud que le deseo, y ofreciendo al servicio de V. P. la mía, que gracias a Dios es buena, sin embargo de los molestos achaches (achaques) de que se halla combatida mi crecida edad. Estimo mucho el cuidado que ha tenido V. P. en buscarme la litología de Olmo, que todavía no ha llegado a mis manos, aunque espero recibirla con brevedad, así como el fragmento que dice V. P. me remitirá de lo que tiene ya impreso de su obra, que ofrezco leer con atención, y expresar con toda ingenuidad mi parecer en su aprobación. Aunque he leído todo el capítulo IV del abad Joaquín sobre Jeremías (a), 

(a) Así en este comentario místico de Jeremías como en los demás sobre Isaías y algunos capítulos de Naum (Nahum), Abacuc (Abacuch), Zacarías, Malaquías y el libro del Apocalipsis, injirió este famoso abad cisterciense del siglo XII varios anuncios de lo que conjeturaba él que había de suceder, atendido el estado en que se hallaba por entonces la Iglesia. Aprovechóse de esta ocasión para reprehender (reprender) los vicios y desórdenes de aquella edad; tal vez precavió de algunos de ellos a los fieles con la amenaza de los trabajos pronosticados en sus escritos, algunos de los cuales se cumplieron, y otros no, como sucede comúnmente cuando se anuncia lo por venir por conjeturas de prudencia humana, y no por espíritu profético. Porque este don no le tuvo el abad Joaquín, como aseguran Santo Tomás, Guillermo de París, y otros sabios teólogos. El IV concilio de Letrán, celebrado en el pontificado de Inocencio III por los años 1215 c. II, condenó el tratado de este abad contra Pedro Lombardo sobre la unidad o la esencia de la Trinidad, explicando y confirmando la doctrina de Lombardo, a quien había pretendido él tratar de loco y de hereje: mas en nada intentó perjudicar al monasterio que había fundado Joaquín, teniendo en consideración, no sólo la observancia regular con que vivían sus monjes, sino principalmente que el abad había sujetado esta y las demás obras suyas al juicio y corrección de la Silla apostólica. Lo cual confirman los papas Honorio III (epistolam ad episcopos Lucaniae, y Inocencio III (cap. damnamus de summ. Trinit. et fide cathol.), libertándole por esta razón de la nota de hereje formal con que pretendían algunos denigrar su memoria. (V. Gabriel Baxius vit. abb. Joach. et Theoph. Rayn. Erotemata de malis ac bonis libris, partit. III. erot. II. n. 477.) Sin embargo, en la vida del abad Joaquín, escrita por Gregorio de Laude, e impresa en Nápoles el año 1666, mandó la Inquisición de Roma (en 6 de marzo de 1664), que en vez de las palabras: bene tamen intendimus Joachimi innocentiam defendere (c. 67. pág. 281), se sustituyesen estotras: conabimur tamen, si fieri potest, Joachimum defendere.   


no he podido hallar en él el texto de Isaías, que V. P. cita: y aunque le he encontrado en el capítulo II sobre el mismo Profeta, no he hallado la cláusula de servus natus est nobis, aunque en la Escritura lo mismo significa puer, que servus: pero por si acaso puede servir a V. P. el texto de Isaías, me ha parecido copiarle con lo antecedente y subsecuente a él. Empieza pues el capítulo II, diciendo: “aures Hierusalem ad quos clamant praedicatores, discipuli veritatis, et Deum timentes, qui obediunt evangelio (recordatur) dominus (miserando) recolens tempora in quibus (sequuta est eum in deserto) propter fideles apostolos, et praedicatores novissimos miseretur dominus aliorum, qui vel sequuti sunt illos in gente, vel istos in religione poenitentiae (charitas) est in baptismate (desponsationis) fideli. In professione regulari. In praedicatione evangelii (terra quae non seminatur) justicia: scilicet idolatria culta sterilis permanebat (sanctus Israel domino primitiae frugum ejus) usque ad hunc locum distulimus intactum: quod pertransivimus in exordio libri hujus. Primo tempore, semen Abraham electum est ex omnibus gentibus; secundo, semen Christi, id est, apostoli ex judaeis; tertio, eligendi sunt alii ex omni Judaea, et gente, id est, omni ecclesia latina. Sicut enim fuerunt primitiae israelitarum in primo statu; apostoli in secundo renatorum: ita et nunc in exordio tertii status quaedam primitiae christianorum, clericorum utique, fide sanctificandi sunt Deo, et mittendi, et spargendi in universo orbe. Horum omnium Hieremias tipum portat, qui fuit unus de primitiis David, seu Deo, et agno sanctificatus; quod et ipse nazarenus Deo consecratus, nam omne masculinum adaperiens vulvam: videsne quod jam in lege praedictum erat de Hieremia isto, quod esset sanctificatus in vulva, nazarenus effectus non discrepans ab Isaac, et Joanne, qui de senescentis utero ecclesiae prodierunt, quae in dolore, et afflictione antichristi pariet filios inferentes clericis, et obstinatis aliis moerorem: poenitentibus gaudium: designatos in illo loco ubi dicitur: puer natus est nobis, et filius datus est nobis. Puer quoad obedientiam, et doctrinam praedicatoris; filius quoad excellentiam, et amorem contemplationis; sive pro eo quod Christus est Deus, et homo: geminus ordo erit duorum, Deus quoad flagellum doctrinae homo quoad ocium psalmodiae: sive quia alii eorum ibunt ad pugnam exhortationis, alii manebunt ad sarcinam orationis, ut Israeli fiat victoria ex elevatione manuum Moysi, scilicet praedicatorum sustentandorum ab Aaron, et ut scilicet ferentium sacrificia pro peccatis, et devotionis, ac desideriis charitatis. Noli, inquit, dicere, quia puer ego sum, quia jam non dicam vos servos, sed amicos meos, sponsi scilicet veritatis, sic igitur anima devota quasi regina ¡n confessione laudis; princeps in sanctificatione operis; sacerdos in perfectione virtutis, offerens Deo holocaustum suavitatis, et devotionis.” 

En cuanto a la aseveración de que fue canonizado Santo Domingo el año de 1233, sin embargo de ser la fecha del siguiente de 1234, parece lo comprueba la cláusula que dice: ipsum de fratrum nostrorum consilio, et assensu, ac omnium tunc apud sedem, catholicam consistentium praelatotum, cathalogo sanctorum adscribi decrevimus, que con poca diferencia se halla igualmente en la de S. Antonio de Padua, expedida el antecedente de 1233, en la de S. Edmundo, arzobispo de Canterbury (pone Cantorbery), el de 1247, en la de S. Estanislao en 1253, en la de Santa Clara en 1255, y en la de Santa Heduvigis, duquesa de Polonia, el de 1267, donde se lee: tam de ipsorum fratrum, quam praelatorum, qui tunc apud sedem morabantur eamdem consilio, sanctorum cathalogo decrevimus adscribendam; immo verius denuntiavimus adscriptam. Porque en las que se otorgaron el mismo día de la canonización, como en la de Santa Brígida a 7 de Octubre de 1391, dice el pontífice Bonifacio IX, que la expidió: decernimus, declaramus, definimus. pronuntiamus, bonae memoriae beatam Birgittam, alias Brigidam, superius nominatam, sanctam esse; et tamquam sanctam ab universali ecclesia venerari, ac sanctorum cathalogo adscribi debere, et ipsam nunc adscribimus de praesenti. Esta misma cláusula, aunque con diferentes términos, se ofrece en la de S. Buenaventura, expedida por Sixto IV a 14 de Abril del año 1482; y en la de San Leopoldo por Inocencio VIII a 8 de Julio del año 1485, donde se lee: publicè sanctum definimus profitemur, et veneramur. 

Que sea estilo de la curia romana poner en las bulas la fecha del día en que se expiden, y no el de la canonización, se comprueba con evidencia de la de S. Ricardo, obispo de Chichester, en la provincia de Susser (Sussex) en la Inglaterra, otorgada a 20 de Febrero del año 1260; pues asegura en ella Urbano IV le canonizó el día de S. Vicente Mártir, y mandó celebrar su fiesta a 3 de Abril. Lo mismo consta de la que expidió Pío II a 1.° de Octubre de 1458 sobre la canonización de San Vicente Ferrer, celebrada por Calixto III, su predecesor, el día de S. Pedro 29 de Junio el de 1455, así como habiendo canonizado Adriano VI a S. Benno, obispo de Misnia, y a S. Antonino, arzobispo de Florencia, el día 31 de Mayo del año 1522, y expedido la bula de canonización del primero el mismo día; no se despachó la de S. Antonino hasta 26 de Noviembre del siguiente de 1523, en que ya había muerto el mismo Adriano, y sucedídole Clemente VII, que fue quien la otorgó, según podrá V. P. reconocer en el bulario de Cherubino, donde se hallan todas las referidas; que es cuanto se me ofrece decir a V. P., cuya vida guarde Dios muchos años como deseo." = Mondéjar y Agosto 26 de 1704.

Para que con seguridad lleguen las cartas de V. P. a mis manos, aunque a veces con alguna detención, por no ofrecerse cada día propios que vayan a Madrid, sin embargo de ser rara la semana que no los haya, podrá V. P. poner el sobrescrito a mi hijo D. Mateo Ibáñez de Mendoza, caballero de la orden de Calatrava, y del consejo de S. M. en el supremo de las Indias; porque cuantos van de aquí a Madrid tienen cuidado de ir a su casa en la red de S. Luis. = B. L. M. de V. P. el marqués de Mondéjar. 

XI. Preces

domingo, 24 de julio de 2022

Tomo 6, apéndice 15, Inventarium ecclesiae Ausonensis,

XV. 

Inventarium ecclesiae Ausonensis, factum ab Wilara episcopo Barcinonensi statim post mortem Wadamiri Ausonens. episcopi, anno Dñi DCCCCLVII. (V. pág. 145.) 

Ex autogr. in arch. eccl. Auson. 

Anno III regnante Leutario rege, sub die XVIII Kl. Iulii, sic obiit Wadamirus Ausonensis episcopus Sedis Vicho. Aderat enim ibi domno Wilara Barchinonensis episcopus, qui eum venerat ad visitandum, et tumulavit eum simul cum channonicis de ipsius ecclesiae Sancti Petri. Quo facto cepit inquirere ipsum avere de ipsa ecclesia vocitata. Et invenit ibi cruces argenteas II, et una de auro cum gemmis, et testo I, et archa I, et capsas V, chalicem aureum I, et argenteos III, et tabula I, incensarios II, sifon I, botharigo aureum I, balcos II, perpendulos IIII in chapis, chamisos paratos II, casullas IIII, greteschas (vel grezeschas) amictus cum auro IIII, stolas cum schillis II, cum phanones, et alias IIII cum auro, et phanones suscintas cum auro V, stola una cum argento et suo phanone, capas greteschas (vel grezeschas) V, curcibaldos greteschos IIII, et unum de purpura, et alium de cendato, et de pallio VII, et gonna I, dalmaticas IIII, planedas II, una vermilia (bermeja, roja; vermella), et alia blava (azul), et pallias II, et chamisos linios XVIII, et unum de alchotono (algodón; cotó), et facistergulos XXII, et pallios greteschos IIII, et alios pallios XXVI, mefraphos VI, et trapos polemitos IIII, tapitos veteres III, phanones III, suscintas obradas III, stolas III, obradas cum fanones, et alia cum argento, et suo phanone, corporales V, amictos II lineos, et de challigas parilios III, preceptos III, privilegios I, ampulla I cum balsamo, eptatiquos II, degada I, prophetarum unum, dispositos III, quarantenos III, Salomon I, hactus apostolorum I, Iob I, passionarios II, regum I, channones III, anthimphonarios IIII, martirlegium I, Isidorum I, vita channonicha I, pastorale I, Machabeorum I, lectionarios III, missales IIII, vitas patrum I, testum I, psalterios V, et alios libros IIII, breviario I, gisternos (f. quaternos) cum letania, et duos de dedicatione, guantos parilio I, scrinio ivorio I, chandelabros VI, scutellas de erame II, urceolos III, channadas cum chopertorios de stagno III, chaldeira I eramentea, bacinos parilio I, et alio cum manicho de botaricho I de stagno. 

sábado, 24 de diciembre de 2022

XLIV. Acta consecrationis ecclesiae Rotensis. an. DCCCCLVII. (957)

XLIV.

Acta consecrationis ecclesiae Rotensis. an. DCCCCLVII. (957) (Vid. pág. 137.)

Ex archiv. eccl. Roten. 

In nomine Dei Omnipotentis Patris, et in nomine Jhesu Christi, Filii eius, et Spiritus Sancti: ego Ragimundus Dei gratia Comes simulque et coniux mea AEresindis opitulantem clementiam Comitissa expuncxit nobis Deus et Trina Maiestas ut hedificaremus domum in honorem Domini nostri Jhesu Christi et Salvatoris in civitate quae vocitatur Rota, ut sit Sedis episcopalis secundum metropolitanae Sedis Narbonensis ab Emerico Archiepiscopo et patri nostro insertum atque concessum est. Et ideo anno DCCCCLVII veniente beato Episcopo intercedentes nosmedipsos superius nominatos ad locum venerabilem consecrandum, cuius basilica ab Hodesindo Presule vocabulum sumpsit Sancti Vincentii Martiris atque Levite: ad cuius dedicationem christiani et devotissimi populi religione katholica concurrentes ob devotione sua vel parentum decessorum facinus absolvendum, vel pro remedium animarum suarum, et incolomitate futura compuncti de rebus suis donaria adstante clero cum devotissimum populum praedicti Sancti Vincentii Martiris et Levite et ad servientes illius qui ibidem serviunt sub iussione Episcoporum quorum nomina inserta tenentur. Ego Ragimundus simulque et uxor mea AEresindis pro dotalis titulo donamus ad ipsa ecclesia iam dicta uno casale ante ipsam domum Sancti Vincentii, et una terra Adebuni capiente semente ex VI modiatas, et alia terra in loco ubi dicitur ad ipsum Siscare in litus Ysavana (Isábena) usque ad Penna. Et ipsa vinea plana subtus civitate Rota quae mihi Ragimundo advenit ex parte parentum meorum. Donamus et in ornamentis ecclesiae I calicem de argento, et una cruce de argento et I signo de metallo et III libros, missale, lectionario atque antiphonario et II vestimentos. Haec omnia donamus ut ad diem judicii ac tremende Maiestatis merces nobis exinde crescat, quia qui bene ministrat, gradum bonum sibi adquirit. Et est manifestum ut ab hodierno die et tempore iam dicta ecclesia et servientes illius habeant, teneant atque possideant, jureque perpetuo vindicent ac defendant, et indissolubile funiculum hereditatis possideant cum stipulatione subnicxa. Si quis sane, quod fieri minime credimus esse venturum, quod si nos supranominati, aut aliquis de heredibus nostris aut quilibet homo subposita persona de supra dicta donaria iam dictum locum venerabilem temptaverit, in primis iram Dei et Sancti Vincenti Martir et Levita incurrat, et super hoc quod repetit in quadruplo restituat, et ista donatio firma permaneat in omni robore et firmitate. Facta carta donationis in die kalendas decembrias anno III regnante Leutario Rege. = Sig+num Ragimundi Comitis. = Sig+num Eresindis Comitissa qui hanc donariam fecerunt et testes rogaverunt ut eam firmarent. Sig+num Bernardi. = Sig+num Galindoni. = Testes Chintus Abbas. = Sig+num Baroni clerici. = Sig+num Aponi. = Sig+num Dachoni. = Dedicatio Baselize Sancti Vincentii Martiris die kalendas decembrias. = Oriolus presbiter hanc donationem scripsit et subscripsit sub die et anno quod supra. 

viernes, 27 de enero de 2023

VII. Notitia bonorum Raimundi, Episcopi Illerdensis ab Arnaldo ejus successore emptorum an. MCCCXXVII. (1327)

VII.

Notitia bonorum Raimundi, Episcopi Illerdensis ab Arnaldo ejus successore emptorum an. MCCCXXVII. (1327) (Vid. pág 7.)

Noverint universi quod nos Arnaldus miseratione divina Episcopus Ilerdensis recognoscimus tenore presentium et fatemur nos habuisse et recepisse de bonis bonae memoriae Domini R. praedecessoris nostri res, quae inferius subscribentur.

Primo vasa seu apparamenta argentea de capella ponderantia viginti quinque marchas et tres uncias et tres quartos et medium. Videlicet unum turibulum ponderans III. marchas et tres onçs (uncias : onces, onçes, onzas). 

Item duo candelabra ponderantia III. march. III onz. et III quartos.

Item unam naviculam (naveta) cum esmaltis ponderantem II. march. et media.

Item una capsiculam (capseta : caixeta : cajita) pro tenendo crisma ponder. VI. onç.

Item I capsiam (capsa : caixa : caja) pro tenendo reliquias ponder V. oç. 

Item aliam capsiam pro tenendo hostias ponder. unam mar. et I. onç. minus medio quarto.

Item unam crossam sive baculum pastoralem sine trocio inferiori ponderantem X. mar. minus I. oç.

Item unum calicem cum sua patena deauratum ponderantem unam mar. minus II. oç. et I. quartum et medium.

Item duas canatellas ponder. unam mar. et III. onç. et III. quartos et medium. 

Praedictum argentum de capella fuit extimatum valens ad rationem quinque florenorum minus quarto pro marcha centum viginti unum florenor. (florenorum), et unum quartum. Pesave en suma XXV. marchs. et III quartans et mig.

Restituta fuit sacristiae Ilerdae.

Item unam mitram extimatam valere. LX. quinque florenor.

Item vexellam mensae seu vasa argentea quae sequuntur.

Primo XVI. scutellas ponder. XXI. mar. et V. oç. et med.

Item viginti quatuor taceas planas ponder. XIX. marchas minus media oç.

Item novem taceas deauratas et unam cum sobrecop, ponder. XIII. march. IIII. oç. et III. quartos.

Item VII. platerios seu discos parvos et unam grandem ponder. XIII. march. et quinque oç.

Item duos pelves cum esmaltis ponder. VI. march. VI. oç. et mediam.

Item duos petxellos (pitxell, pitxella, pichella; jarra para vino) maiores pro vino ponder. XII. march, minus media onç.

Item alios duos petxellos minores pro serviendo de aqua ponderantes VI. march. minus uno quarto.

Item viginti duas cuylerias et unam forquetam (22 cucharas y un tenedor; 22 culleras o culleres y una forquilla) ponder. II. march. minus media oç.

Ponderat autem tota vexella mensae, seu dictum argentum in summa nonaginta quatuor march. et mediam argenti.

Et fuit extimatum valere ad rationem quatuor florenorum cum dimidio minus sex denariis pro marcha, subtractis sive deductis inde pro triginta marchis argenti sterlinorum sex solid. pro marcha, quadrigentos et sexdecim florenos.

Item confitemur nos habuisse et recepisse de bonis praedictis unicos gavinetos (gavinyetganivetgaviñet) mensales cum manubriis (mangos; manecs) esmaltatis sub extimacione II. floren.

Item cappellam rubeam sive omnia vestimenta episcopalia capellae rubea seu vermilia (roja o vermella) cum complemento suo sub extimacione CXX. floren.

Item cappellam albam seu vestimenta alba capellae cum complemento suo exceptis caligis et cendalis sub extimatione. C. flor.

Item unum davantal episcopale et processionale cum signis dicti praedecessoris (se lee praedessoris) nostri sub extimacione XVIII. floren. 

Item unam albam et unum amictum cum imaginibus, et unum cingulum de serico albo sub extimacione VII. flor.

Item aliam albam cum apparatu murischo seu arabico, et unum amictum cum imaginibus et unum singulum (cingulum) de serico rubeo sub extimatione IIII. floren. cum dimidio.

Item duos pannos tartareschos, qui ponuntur ante altare sub extimacione VI. flor. 

Item unam cohopertam altaris de veluto violato (vellut : terciopelo) sub extimatione III. flor.

Item unam lineam altaris cum cabadura rubea sub extimatione I. flor. et medii.

Item unum davantale de serico virgatum cum barris lividis et albis sub extimatione II. flor.

Item unam mappam sacrandi cum opere de serico et auro sub extimacione II. flor. et medii.

Item duas tovayloles cum operibus de serico nigro sub extimacione I. flor. et medii.

Item unum birretum episcopale sub extimat. II. turonen. argenti.

Item unum pectinem eburneum sub extimat. medii flor.

Item XI. tovayloles sub extimatione. II. flor.

Item duos pannos qui serviunt ad pectendum sub extim. unius flor.

Item undecim palmos sindonis nigrae sub extim. medii flor.

Item unam pitxidem eburneam munitam de argento sub extimatione duorum flor. 

Item XIII. lapillas cum aliquibus platonibus de auratis et unum mundatorium dentium, sub extimacione I. flor.

Item duos amictos folrratos de opere tartarescho, cum imaginibus sub extimacione I. flor.

Item duodecim annulos auri et unum de argento sub extim. LX. flor.

Item unam bonetam sub extimatione I. flor.

Item duas casulas de somito, alteram croceam, et alteram albam sub extimatione XIII. flor.

Item unam albam et unum amictum et unum çingulum et stolam et manipulum sub extimatione I. flor. et medii.

Item duos tapetos et unum bancale viride sub extim. III. flor. et medii.

Item IIII. marçapeus virides sub extim. II. flor.

Item III. auriculares sub extim. II. flor. et medii.

Item unum coxinum (coixí, cuixí, cojín) de veluto sub extim. II. flor.

Item duo matalaffia (colchones; matalás, matalaf, madalap) et unum travesserium sub extim. VII. flor.

Item IIII. linteamina sub extim. I. flor. et medii.

Item quatuor manutergia sub extim. IIII. turonen. argenti.

Item unam cathedram sub extim. II. flor. et medii. 

Item unum servatorium pro corporalibus sub extim. medii flor.

Item duos mulos sub extim. LXX. flor. (a 35 florines el mulo, sólo con los que hay en la DGA, sin contar las mulas, pero sí las muelas, seríamos ricos en Aragón a 27.01.2023)

Item quatuor cofres, et duo manutergia sub extimatione VII. flor. et medii.

Item duas ampullas per vas de balsamo sub extim. I. flor.

Quae quidem res praedictae ut praedicitur extimatae ascendunt ad summam mille quinquaginta sex flor. cum dimidio auri (1506,5 florines de oro), et novem turonensium argenti (y 9 turoneses de plata).

In quorum testimonium sigillum nostrum duximus presentibus apponendum. Dat. Avinione undecima die septembris anno Domini M.CCC vicesimo septimo.

jueves, 11 de agosto de 2022

XXIII. Consecratio Guislaberti episc. Barcin., et ecclesiae S. Petri de Portella,

XXIII.  

Consecratio Guislaberti episc. Barcin., et ecclesiae S. Petri de Portella, tum et institutio confratriae in eadem, anno MXXXV (1035).: acta denique cuiusdam concilii Narbonensis. (V. pág. 117.) 

Ex autogr. in arch. monast. S. Petri de Portella. 

Anno Incarnationis dominice XXXV. post millesimum, era M.LXXIII, indictione III, epacta XX, XI. Kal. Octobris, anno V. regni Aienrici regis, convenerunt in unum in Dei Omnipotentis nomine Wifredus Sancte Narbonensis ecclesie archiepiscopus, ac nobilissimus antestis Ermengaudus, necne Guifredus episcopus Carcasonensis, ut consecraret episcopum Barchinonensem nomine Guilabertum, in cenobio Sancti Petri Frontenianensis, et consecraverunt eandem ecclesiam in honore Domini nostri Iesu Christi, et beati Petri apostolorum principis, ac Sancti Iohannis Bastiste (Baptista, Babtista, Bautista), simulque beati Martini confesoris Christi. Extulerunt autem eundem locum consecrando, et grates Deo rependendo, attollentes supra sidera, et dotaverunt eamdem ecclesiam fideles et proceres, qui ad dedicacionem venerunt, de rebus sibi a Domino conlatis, prout continent scripture ab eis condite. Nos ergo iam dicti pontifices confirmamus supra dicto cenobio quidquid constructores, idest, Wifredus, et mater eius Doda, necnon uxor eius Ermetruitis, eidem loco quoqumque modo profligaverunt, vel quidquid fideles pro Dei amore ibidem contulerunt. Quam conscriptionem manibus nostris firmatam manibus praedicti Wifredi tradidimus, ut nostro iussu obediens, futuro in concilio Narbonensi illam deferens, omnibus coepiscopis illic venientibus ostentet, quatinus quod a nobis nunc est estabilitum, illorum omnium afirmacione sit roboratum. Constituo etiam inter ea ego Ermengaudus praesul sedis Urgelli, cum domno archiepiscopo Narbonensi, aliisque episcopis michi consencientibus, ut quicumque homo vel femina ad iam dictum cenobium Sancti Petri venerit, vel ad ipsam ecclesiam, atque ad alia opera ex suo proprio avere aliquem adiutorium fecerint in pane et vino, auro et argento vel aliis rebus, ab Omnipotentis Christi dextera absolutus permaneat ex omnibus maioribus peccatis, unde penitenciam abet. Si quis vero ad ipsam caritatem, que vulgo fratrias vocant, bono animo pro Dei amore convenerit, vel adiutorium ibi fecerit, seu candela per se vel per sum nuncium direxerit, similiter in Christi regno a ianitore regni celorum introductus, permaneat absolutus ex omnibus peccatis, unde penitentiam accepit, quantumque ad nos ex nostra parte attinet, totum indulgimus. Si vero aliquis in hoc sanctissimo conventu adiunctus, in propria domo aut alicubi morte fuerit preventus, constituimus ut, si fieri potest, omnes alii fratres occurrant, maximoque cum honore a confratribus deductus cum missarum sollempniis in praedicto cenobio honorifice sepeliatur, sive dives, sive pauper sit. S¡ vero indigens fuerit in tantum ut indigeat victu atque vestitu, aut certe fuerit infirmitate detentus, non neglegatur ab aliis confratribus, sed unusquisque per se aut per suum nuncium visitare curet fratrem infirmum usquequo avidius sanetur. Ut autem quis fuerit morte preventus, unusquisque ex habitatoribus huius loci in conventu monachorum annumeratus III missas in conventu celebratas, unusquisque presbiter XXX narium pro eo curet expleri. Si vero clericus fuerit, qui propriam ecclesiam teneat, et honore sacerdotali sit fultus, III tantumodo missas cantare studeat. Si autem clericus tantum, et non sacerdos fuerit, tria psalteria pro excessu fratris decantet. Enim vero si frater in longinqua regione obierit, et non potuerit corpus ad hunc monasterium deportari, statim ut eius transitus omnibus fuerit (cognitus), hoc quod statutum est, peragatur pro illius anima, et in adiutorio iam dicte ecclesie dimittat unusquisque homo vel femina unum solidum, qui vulgo dicitur grossum. Si ergo pauper fuerit, ut hoc ipsum non possit abere, quantum vires sufficierint, tantum ad iam dictam operam dimittat. 

Huic institutioni statim in eadem charta adnectitur subsequens decretum concilii Narbonensis. 

Sancta Synodus apud Narbonam celebrata X. et VII. episcoporum, presidente domno archiepiscopo sancte Narbonensis ecclesie Guifredo, atque sanctissimo sancte Arelatennensis ecclesie Raiamballo, dilectissimis filiis et fratribus catolicae atque appostolicae matris ecclesiae subditis, sacreque fidei religione instructis, omnibus videlicet hanc nostre institutionis decreta ceruentibus, benedictionis divine donum, et cum sanctis perpetuum regnum. Notum facimus dilectioni vestre, quoniam adiit nos quidam illustris vir Guifredus nomine, petens confirmari a nobis ea quae cenobio beati Petri apostolorum principis a se suaque genitrice amore Dei constructo fuerant tradita atque concessa iure hereditario, quaeque fuerant adquisita adquirendaque alicuius dono. Nos vero petitionibus illius faventes, et Santorum Patrum precepta servantes decernimus, iustoque indicio agendum putamus, ut cuncta que illius cenobii sunt iuris, inconvulsa permaneant, atque integra nostrâ auctoritate confirmata. Interdicimus itaque atque obtestamur omnes, ut nemo aliquando presumat, neque ipsius Guifredi filii, neque quisquam sui generis futuris veniens temporibus, quicquam abstraere, tollere, minuere, disrumpere ex his quae supra dicto debentur cenobio. Si qui autem nostris praeceptis paruerint, et ammonitionibus obtemperaverint, Dei nostri gratiam eos cupimus consequi, et eterne retributionis gaudiis ditari. Qui ergo, quod nolumus, contemptores huius sancte institutionis extiterint, et nostrarum precum vocibus non obedierint, noverint se Dei Omnipotentis, et Sanctorum omnium illius iudicio damnari, et nostri excomunicatione conventus a cetu fidelium cunctorum separari, donec digno satisfactionis munere spem consequatur venie. Hec autem ut diligentiori, et ampliori firmentur decreto, manibus nostris firmavimus, et cunctis coepiscopis nostris firmandum mandavimus. 

Et ego Wifredus sancte prime sedis Narbone archiepiscopus, cum sanctissime vite merito sancte Arelatensis ecclesiae Raiamballo episcopo, cum aliis coepiscopis X et VII in concilio Narbonensi congregatis, rogatu Guifredi venerabilis viri, qui iam dicti loci noviter fundator extitit, pro Dei amore et beati Petri apostolorum principis honore, facimus constitucionem prephato loco, ut quicumque homo vel femina iam dictam institucionem domni Ermengaudi episcopi Urgellitani obaudiens, ad iam dictam fratriam venerit, sicuti prelibatum est, pro remissione suorum peccaminum, vel ad iam dictam ecclesiam ex rebus propriis, vel in lumine ecclesie adiutorium fecerit, quantum unius denarii precium potest estimari, de parte Dei et nostra maneat absolutus de I. ex maioribus peccatis, quod plus timet, et unde maiorem penitentiam abet. Constituimus etiam ut in diebus XL.e quicumque fidelium ibi usque in Pascha in servicio Dei perseveraverit, et lampada eius tota XL.a in ecclesia beati Petri apostoli arserit, sive ille qui toto tempore XL.e aliqua necessitate constrictus ibi perseverare minime potuerit, et tamen lampada ipsius per totum tempus XL.e in prephata ecclesia competenti tempore arserit, si penitentiam trium vel duorum aut certe unius diei tenuerit pro amore Dei et honore Sancti Petri, ex tribus vel duobus unum diem usque in capud XL.e, solvimus. Si quis autem pro remissione peccatorum in penitentiam abet, ut ad ecclesiam Sancti Petri Rome cupiat pergere, et ad iam dictum cenobium Sancti Petri peregrinus cum propria candela septies venire studuerit, tantum illi prossit, quomodo si longi itineris peregrinationem tenuerit. Qui vero ad iam dictam ecclesiam tres magistros (sic) vel certe duos XL.e diebus in pane et vino atque redemptione detinuerit, tantum mercedis accipiat, quantum si sancti sepulcri desiderio ductus, illic pergere voluerit, et gratiam Dei promereatur, et apostolicâ benedictione roboratus, nostrâ omnium adfirmatione et absolutione solvatur. Amen. Ermengaudus gratiâ Dei Urgellensis epus SS. (ab anno 1010 ad 1035.) = Guifredus Narbonensis ecclesiae epus SS. = Raiambalo (Riamballo antes) archiepiscopus Arelatensis +. = Stefanus epus Atensis +. = Willelmus epus Agatensis +. = Oliva epus Ausonensis + (ab anno 1018 ad 1046). = Raimundus gratiâ Dei Ausonensis epus (a 1110 ad 1146). = Bernardus epus Coseranensis +. = Arnallus presul + Tolosa +. = Wifredus praesul Carcasonensis + (ab an. 1031 ad 1054). = Ugo epus ecclesiae Uzetensis +. = Barnardus (sic) epus Comeniensis +. = Barnardus Lutevensis epus +. = Arnallus epus Magalonensis +. = Berengarius epus Elnensis +. = Froterius epus Nemaucensis +. = Petrus epus Cabalonicensis +. = Berengarius archiepiscopus Terragonensis + (a 1174 ad 1194). = Petrus epus +. = Bernardus Bitterrensis ecclesiae praesul +. = Willelmus gratiâ Dei Ausonensis ecclesiae + (a 1046 ad 1075). = Bertrandus epus Barchin. confirmat (a 1086 ad 1095). = Guislibertus Barchin. praesul (a 1035 ad 1065). = Berengarius Dei gratiâ Gerundensis epus (a 1051 ad 1093). = Remundus epus Rotensis SS (a 1076 ad 1094). = Guillelmus gratiâ Dei Urgellitanus praesul, qui haec statuta auctoritate episcopali confirmat (a 1040 ad 1075) = Arnulfus epus (certe Rotensis ab ann 1025 ad 1067.) = Dalmacius archiepiscopus Narbonensis. = Fulconi gratiâ Dei Barchinon. epus (a 1095 ad 1099.) = Raimundus Dei gratiâ Ausonensis epus (a 1186 ad 1194). = Petrus Ausonensis epus (a 1147 ad 1185.) = Datum per manus Bonifilii notarii die et anno prefixo. = Oto indignus gratiâ Dei tamen Urgellensis epus (a 1095 ad 1122.) = Bernardus gratiâ Dei Urgellensis epus (a 1142 ad 1162.) = Ego Bernardus Rogerii licet indignus Urgellensis ecclesiae epus hanc confratriam ex parte Dei et nostra laudo et confirmo (a 1163 ad 1166).

viernes, 24 de marzo de 2023

CARTA CXLVII. Que el sitio de la catedral fue antes mezquita de los Moros.

CARTA CXLVII. 

Que el sitio de la catedral fue antes mezquita de los Moros. Noticias del principio, progresos, conclusión y consagración de su fábrica: de los arquitectos y escultores que trabajaron en ella: sitio antiguo de su coro, claustro y cementerio: altar mayor antiguo de plata: qué era el Pedro o Pretorium. Silla episcopal detrás del altar mayor: coro actual: altares antiguos destruidos: puertas de la iglesia: llentoner, qué es: inscripciones notables en la catedral: trofeos militares conservados en ella por vanidad.

Mi querido hermano: A lo que tratamos en el correo anterior es consiguiente y muy conforme a lo que he practicado en otras partes, tratar de la fábrica material de este templo, su progreso, sus arquitectos y demás cosas notables que puedan interesar a los presentes y ausentes. Y primero bueno sería saber con certidumbre si estuvo la catedral antes que hubiese Obispo, en el mismo sitio que la de ahora. Innumerables son las escrituras que quedan de las donaciones que los fieles particulares, a imitación del Rey, del Infante Don Pedro y de los nobles, hicieron a esta iglesia. Todas son hechas ecclesiae cathedrali o cosa equivalente; mas en ninguna de ellas hay rastro de su localidad, ni aun en las que se hicieron después de haber Obispo. En este estado yo veo que no me engaño mucho, si digo que según la costumbre observada en otras ciudades que se conquistaban de los Moros, la principal iglesia de esta ciudad se colocó en la que había sido principal mezquita de aquellos bárbaros. Eran muchas las que aquí había, y de ellas hay memorias en varias escrituras de establecimientos hechos en 1240 y siguientes, que pueden verse en el citado Cartoral. Y ya que hablo de ello no quiero omitir la noticia de que el Obispo Raimundo en 1239 estableció quandam masquitam quae dicebatur Sanctus Victor (Ibid. fol. 69); y en 1241 dio a G. de Torrella quandam mezquitam de Sancto Salvatore (Reg. de Morella); y así otras que omito. Pues digo que entre ellas la principal sería la que tenían dentro de la Almudayna, que era lo más fortificado de la ciudad y lo que últimamente se ganó en ella. Porque esta era su costumbre en otras partes; y era muy natural que fuese así. Ahora bien, que esta mezquita fue destinada para sitio de la catedral, consta de las Actas capitulares del año 1386, en el cual a 30 de abril el Obispo Don Fr. Pedro Cima y su Capítulo dieron facultad a los obreros o encargados de la fábrica para tomar dinero a censo y buscar otros arbitrios para su continuación, puesto que la escasez de limosnas era muy grande. En el exordio, pues, de esta escritura se explican así: 

"Noverint universi quod cum reverendus dominus Episcopus et honorabile Capitulum Maioricensis subscripti, sedulo cogitantes modos et vias, quibus structura vetus ecclesiae Sedis Maioricensis, ubi facta masquita per Agarenos colebatur antiquitus nomen execrabilis Machometi, deleri queat et eici penitus ab eadem ecclesia, et chorus iam satis partim notabiliter operatus debito loco eiusdem ecclesiae sedeat, decreverint, statuerint et ordinaverint unanimes et concordes in pleno Capitulo de his pluries celebrato, quod duo pilaria lapidea, quae, scilicet, utrumque eorum sint intus in utroque latere ipsius ecclesiae secundaria, pilaribus aliis iam completis, situentur in solo nativae terrae profundius, et sicut alia construantur in altum, et iuxta formam in magno decore conceptam et inceptam fieri, in ipsius primario fundamento, super ipsis edificentur tres, scilicet, una superior, et duae medianae sive inferiores testudines continuative aliis testudinibus, duabus clavibus in qualibet earundem testudinum iam firmatis; ut hiis completis dicta ecclesia ab  ipsius deletae veteris structurae ruderibus expiata; possit dictus chorus, qui adhuc subest dictae veteri structurae, decentius situari.” Lo mismo se dice claramente en una bula del Papa Luna expedida en Peñíscola, año XVIII de su pontificado, con la cual confirmó el estatuto hecho por el Obispo Antonio Colell sobre aplicar a la fábrica las anatas de los beneficios vacantes, de que se hablará en el episcopologio. Pues digo que el Papa con esta ocasión se explica en estos términos: Cum ecclesia ipsa, quae adhuc sub oficiniis damnatae Sarracenorum, ut ipsorum (el citado Obispo y Capítulo) verbis utamur, mezquitae, quae ibi erat fundata, existit.

De estas palabras se infiere: 1.°, que en el mismo sitio de la iglesia catedral hubo antes una mezquita de Moros; 2.°, que esta mezquita ocupaba el sitio que ahora hay desde la mitad del coro poco más o menos hasta el altar mayor, puesto que tratando en ese año de construir la segunda nave transversal dicen bien claro que todavía quedaban las ruinas de la antigua fábrica, y que sobre el resto o último de ella estaba situado el coro; 3.°, que en la fábrica vieja de la iglesia de la Seo de Mallorca se adoraba por los Moros el nombre del execrable Mahoma. Todo lo cual en buen castellano quiere decir que la primitiva iglesia catedral fue la misma mezquita de los Moros, purificada de la impureza de sus ritos, como lo fueron también las de Valencia, Lérida y otras partes, y que la fábrica actual se comenzó y continuó arruinando a proporción de sus progresos la antigua de aquella mezquita. De modo que aun antes de haber aquí Obispo, ni estar ordenado el Capítulo de canónigos, podemos conjeturar que esta se reputó y fue la iglesia principal de Mallorca. Y esto quiso decir el Rey conquistador, cuando al tiempo de partirse de esta isla en 1230, decía que ya dejaba dedicada la iglesia en honor de Santa María, según se lee en Marsilio, lib. 2, cap. 40.

Mas en fin, esto ya es desviarme de mi objeto, que es hablar como viajero de cosas que se sepan por documentos, y no de lo que pudo o no pudo ser. Y así vamos a tratar del magnífico templo de la catedral, en el cual causa lástima que la claridad no corresponda al esmero y grandeza de corazón con que este clero comenzó y llevó al cabo tan grandioso edificio. Y no por culpa del arquitecto que ideó la obra, que cierto distribuyó las ventanas y óvalos con la debida proporción, sino que siempre debe haberse tocado la dificultad que habrá en cerrarlas con vidrios o piedras especulares, a causa de los terribles embates del viento; por donde se ha creído más fácil cerrarlas a cal y ladrillo, aunque a costa de la mayor hermosura del templo. También es reparable el mal estado del pavimento, que se hizo de una piedra común muy floja, de la cual se forman tableros que aquí llaman migans maresos, y sirven para levantar tabiques y otros usos. Acaso en tiempos más felices se remediarán estos defectos, que en nada hacen decaer el mérito de este todo; pues él tampoco se hizo de una vez, sino entre mil sudores y afanes, y no sin gran constancia pudo concluirse a los tres siglos y medio de haberse comenzado. El plan de la obra es de la mitad del siglo XIII, y es muy digno de elogio el esmero con que este clero ha cuidado de que en su continuación no se alterase en nada el gusto de aquel siglo y el diseño que en él se formó. Que cierto si no constara por mil documentos que su conclusión tardó tanto tiempo, cualquiera versado prácticamente en el conocimiento de esta clase de arquitectura, le tendría por obra hecha entonces de una vez. Tal es su unidad en lo interior, pues lo que son las portadas exteriores saben al tiempo en que se construyeron: libertad que no puede dejar de desagradar a los que aman en todas las cosas el simplex et unum de Horacio.

El templo es de tres naves, que cierran todas a la par a la entrada de la capilla mayor, prolongándose esta con una bóveda algo más baja hasta el testero. Las dos laterales rematan en sus capillas respectivas, y no circuyen la mayor; ni esto entró en el plan del arquitecto, el cual puso en el centro y en lo alto de esta última una graciosa capilla que estorbaba naturalmente el círculo de las otras. Hállanse divididas las naves por siete columnas de siete pies y medio de diámetro, con cuyo poco cuerpo suben a recibir las bóvedas. Las capillas son de gran capacidad y elevación proporcionada: hay ocho por lado, sin contar las cuatro que cierran las naves laterales al lado del altar mayor y a los pies de la iglesia, aunque estas últimas se hicieron indubitablemente para puertas que acompasen (acompañasen) a la principal. El coro está en medio de la nave mayor, como se acostumbra en nuestras catedrales, donde como en todas ellas hace inútil la mayor parte del templo a los fieles que concurren a los oficios y sermones. Es cosa para notarse, y ya te lo he dicho otra vez, que de todas las costumbres monacales que adoptaron nuestras iglesias antiguas sólo hayan conservado la de los coros en medio de la iglesia, que es puntualmente la que nunca debieron adoptar; porque los templos de las catedrales no eran hechos para sólo el clero, como lo eran para solos los monjes las iglesias de sus monasterios. 

Y todavía admira más que pudiese tanto la costumbre, que aun en las iglesias puramente seculares, como esta, se hiciese tal cosa de propósito. Aunque a decir la verdad yo me inclino a creer que el grande arquitecto que trazó su planta, ideó el coro en lo que ahora es capilla mayor, y acaso por eso se pusieron los bancos de piedra laterales que permanecen con algunas labores curiosas; los cuales ni tienen ni pueden tener uso ninguno para celebrar los divinos misterios en el altar mayor, tal cual está y ha estado en los tiempos de que queda memoria. Aún hoy, si se siguiese el pensamiento del artífice, sacando el altar a la entrada de la capilla, quedaría hermosísimo el templo con la traslación del coro, con no poca comodidad de los cantores, como la experiencia lo ha hecho ver prácticamente en el templo de Santa María del mar de Barcelona, a quien se le ha restituido estos últimos años la natural hermosura que le robaba el coro situado en medio de él.

Mas dejando esto a un lado voy a dar una idea del principio y progreso de esta fábrica, arquitectos que entendieron en ella, y otras cosillas dignas de reparo que existen en este templo. Comúnmente se cree que Don Jaime el Conquistador fue el que comenzó la obra de la iglesia. Mas si lo primero que en ella se construyó fue la capilla mayor con sus adherentes, como ciertamente lo fue, debemos decir que el que comenzó la obra fue Don Jaime II, hijo del Conquistador y primer Rey separado de Mallorca. Dícelo así su hijo Don Felipe de Mallorca, tesorero de la catedral de San Martín de Tours, tío y tutor y gobernador del reino en la menor edad de Don Jaime, último Rey de este reino, en carta escrita a 1 de marzo de 1327, desde Perpiñán a su lugarteniente Arnaldo de Cardellac, exhortándole a la conclusión de la obra capitis ecclesiae Sedis Maioricen. comenzada por su padre. La carta está en el archivo real en el registro de ese año. De esta se infiere también que en dicho año no estaba concluida dicha capilla mayor. Lo que debe entenderse de sus adornos y obras accesorias; porque lo principal estaba ya construido en ese tiempo, junto con las capillas de Corpore Christi, de San Pedro, de San Bartolomé, San Salvador, San Clemente y San Miguel, y otras que por ambos lados continuaban hasta las puertas laterales, que estaban ya abiertas, aunque adorno exterior no lo tenía, sino la que está junto al campanario. Esta hermosa torre, que es un magnífico y elevado paralelogramo, estaba también construida entonces, y servía ya para lo que ahora con su seny mayor, y tots los senys. Y es bien extraño que algunos la tengan por obra árabe, distando tanto su arquitectura de la de aquella nación, como de la greco-romana. Todo esto que he dicho consta del libro de fábrica que comienza en 1327, y es el más antiguo que nos queda de esta clase. Porque en él se hace continua memoria de la parte que he dicho de este edificio, como ya existente; Y si hay alguna partida de gasto en orden a esto, sólo es acerca de sus adornos, ventanas, complemento, etc. 

No por esto se entienda que estaba ya servible todo este trozo de iglesia, que es más de la mitad de ella. Por lo contrario, sólo lo estaba la capilla mayor, y a lo más la primera bóveda trasversal del cuerpo. La segunda de estas no se construyó hasta mucho después, como diré.

Del mismo libro consta que entonces se construía un nuevo coro, de madera que se trajo de Nápoles; sobre cuya traslación hay la partida siguiente del año 1330: "Item pague per manament del senyor Bisbe et del Capitol a la compaya qui cavaren lenpayment deligleya per rao de mudar lo cor de les cadires, III ll. VIII, sol.” Esta traslación indica muy claro que el coro estuvo en lo primitivo dentro de la capilla mayor, y que entonces se mudó al cuerpo de la iglesia hacia donde se halla ahora. 

A esta época pertenece la primera memoria de órgano en esta iglesia, el cual (que sin duda era portátil), compró el Capítulo a P. Roselló, y se colocó en la capilla alta llamada del Rey, y el mismo Roselló era el organista. Poco después se construyó un nuevo altar mayor, el cual consagró el Obispo Berenguer Balle, día 1 de octubre de 1346. Por fortuna se ha conservado este monumento a la espalda del nuevo churrigueresco que se puso en el siglo pasado. Su examen y registro detenido nos daría acaso algunas noticias más circunstanciadas de su artífice, etc. Mas lo guardé para los últimos días de mi viaje, y entonces me lo estorbó mi indisposición. Acaso de esta consagración, podrá inferirse que el altar primitivo no estuvo donde se puso el nuevo, y donde está el actual. Yo no decido nada, y sigo mi narración.

Fáltannos, como dije, los libros de fábrica anteriores a ese tiempo. Y así ni puede saberse quién fue el arquitecto que hizo el plano de esta grande obra, ni todos los que la continuaron hasta dicha época. Diré, sin embargo, lo que he hallado de estos artistas hasta la mitad de este siglo XIV.

En 1303 había en esta ciudad un arquitecto llamado Ponç o Ponce, capaz de dirigir esta fábrica, según consta de los graves encargos que se le confiaron. Uno de ellos fue la construcción de las murallas de Ciudadela en Menorca. Sobre lo cual existe en el archivo real una carta del Rey a su Lugarteniente en este reino Dalmacio de Garriga, fecha en Perpiñán a 1.° de julio del mismo año, que dice así: "Visis litteris vestris, quas nobis missistis, continentibus quod vos simul cum magistro Poncio ivistis et fuistis in Minorica, et quod incepistis ponere ibi fundamenta muri de Ciutadela; qui murus transibit et extendet se per ortum fratrum Minorum medio per medium; et quod ordinastis ut turres sint rotundae, sicut sunt in muro Perpiniani: sciatis quod praedicta bene facta reputamus...” 

Dos años después con carta de 2 de abril de 1305, decía al mismo lo siguiente: "Item audivimus turrim nostram Maioricarum, ubi stat angelus ictu fulgens” (existe hoy día esta torre en el palacio real, y el ángel que con sus alas extendidas sirve de veleta) "fuisse percussam et aliquantulum deformatam. Volumus quod celeriter, sicut magister Poncius et alii viderint faciendum, celeriter restauretur.” Había, pues, otros arquitectos además de Ponce.

Otro había entonces que dirigía la grandiosa obra de la iglesia de Santo Domingo de esta ciudad en 1317, de cuyo año queda una escritura en el archivo de este convento, en la cual se llama a sí mismo magister Jacobus Fabre, lapicida, civis Maioricarum, y promete volver a continuar dicha obra luego que se desocupe de las que tenía que hacer en Barcelona, a donde le llamaban el Rey y el Obispo de aquella diócesi. También hay noticia de haber entendido por entonces en esta iglesia de Santo Domingo un tal Maymo Periç. En el citado libro de fábrica de 1327 a 1339 consta que pintaron algunas tablas en la catedral Martín Mayol, G. Scardon, Bernardo Desdous y Jaime Pelicer; aunque por el contexto me inclino a creer que más bien eran doradores. El retablo de la capilla de Corpore Christi lo pintó en Loerí (o Loert, no se atina) en 1328. Los escultores que trabajaban entonces las sillas del nuevo coro que dije antes, y que ya no existe, eran mestre P. Johan, fuster, y maestre A. de Camprodon, ymaginayre de les cadires. Quede dicho para siempre que a los arquitectos se dio entonces el nombre de lapicida en latín y picapedres en vulgar; y a los escultores el de imaginayre o artífice de imágenes. Del año 1368 tenemos otra vez libros de fábrica, en los cuales se ve que el maestro mayor (así le llaman) de esta obra era Jayme Mates, a quien se le daban veinte libras anuales de dotación y además seis sueldos de jornal en los días de trabajo y dos en los de fiesta. Este profesor era jurado de la isla en el año 1382 y uno de los enviados al Rey que estaba en Valencia para tratar de sus negocios. Había ya muerto en 1389. Era escultor Lorenzo Sosquela y mestre de les vidrieres Francisco Sacoma (no se ve bien; ipsa coma). Trabajose entonces lo primer piyacle (no se ve bien) que comensem de la part del palau, que son los estribos exteriores que rematan en punta. Se cortaba en la cantera de Sentanyí la piedra para las columnas de la iglesia, que bien mirado todo eran la segunda y siguientes. En suma nada hay en los años inmediatos al 1368 sino perfeccionar lo hecho y preparativos para continuar la fábrica.

Estaba esta todavía muy atrasada, como que no se había construido aún la segunda bóveda transversal. Consta esto de las Actas capitulares del mes de julio de 1377 en que se resolvió que se buscase dinero pro expeditione nova constructionis et edificationis secundae voltae (volta : bóveda) maioris dictae eclesiae noviter inceptae, quae in praesenti aestate habet necessario construi et perfici, antequam perveniat tempus hiemale, metu ruinae, etc. Estaba todavía por concluir en el mayo de 1379. También estaba por hacer en 1385 la bóveda que cae delante de la capilla de Santa Ana, cuando a 16 de agosto concedieron el Obispo y Capítulo que se pusiesen en su llave las armas de Jaime Riguer (Act. cap.). Por estos mismos años, no queriendo esta iglesia ceder en cosa alguna a las vecinas del continente, resolvió construir el altar mayor de plata. Valiose para esto de un platero de Valencia, llamado Juan Perpiñá, el cual en el año 1373 tenía ya hecha unam tabulam argenti (esto es el primer cuerpo del altar) como se ve en las Actas capitulares y a 17 de noviembre del mismo año consta que seguía trabajando en lo demás: Johanni Perpiniani, dicen, magistro operis seu fabricae retrotabuli argenti quod nunc fit et fabricatur pro ornamento et decoratione altaris Beatae Mariae dictae Sedis. Nada queda en el día de esta obra, ni tampoco el diseño que se formó de ella, el cual estaba en la sacristía en el año 1399, como consta de un inventario de sus alhajas inserto en las Actas capitulares de ese año, donde se lee: unum panum longum depictum in figura faciendi retrotabulum in altari maiori de argento.

Volviendo a la obra, era ya su maestro mayor en 1389 Guillermo Ses Oliveres, y lo era todavía en 1397, en cuyo tiempo siguió la obra de las bóvedas transversales y se hizo el adorno de la puerta lateral que cae al mar, y se llamaba lo portal de la obra por estar allí los talleres de ella, y lo portal nou por estar haciéndose entonces. El principal escultor que trabajó la inmensa y en muchas cosas graciosa talla que hay en esta puerta y su atrio, fue Pedro Morell (o Morey, como pronunciaban ya entonces los Mallorquines, convirtiendo las ll en medio y fin de dicción en y); el cual murió a 29 de enero de 1394, como se lee en el libro de fábrica de ese año, llamándole ymaginayre mestre major del portal de la mar, lo qual ell comensá. Por su muerte escribió el Capítulo a 15 de julio del mismo año al Capítulo de Gerona para que permitiese venir a su arquitecto Guillermo Morell a concluir unum portale magnum forinsecum in celaturis et forma decentibus decoratum, el cual había comenzado su hermano Pedro Morell, lapiscida. Esto es de las Actas capitulares. La última palabra indica que Pedro dirigió la obra, no sólo como escultor, sino también como arquitecto. Bajo la dirección de este Pedro y de su hermano trabajaron otros dos escultores mandados venir en 1393, llamados Johan de Valentines y Rich Alamant. Este último fabricó varios tabernacles o tableros de relieve, entre los cuales se hace mención del gran tabernacle qui sta damunt la taule de la Cena, y es el que hoy se ve en el centro del arco. Valentines hizo ocho imágenes de Profetas: toda la sobredicha tabla de la cena dividida en tres piezas con cinco imágenes en cada una. Cada pieza costó cuarenta florines, a razón de ocho florines cada imagen, que eran en todo treinta libras cada pieza. Hay también allí mismo memoria de haber trabajado varias figuras de ángeles, cuyo pormenor omito por no molestar. Sólo añado que en esto todavía entendía en 1397. Continuó lentamente lo restante de la fábrica, como se ve en los libros de entonces. En 1401 era maestro mayor Pedro Massot, que aun continuaba en 1417. En 1405 se trabajaba en la capella del cloquer, o del campanario (cloquerio; Glocke en alemán campana), cuya llave se puso en el mismo año. En 1406 se abrieron los cimientos para la columna que está delante de la capilla de San Bernardo. En 1410 se pusieron los andamios para la O mayor. En 1422 era maestro mayor Guillermo Sagrera, y también en 1430, cuando se hacía la bóveda que corresponde a la capilla de Santa Ana; este es el que al mismo tiempo construía la famosa lonja de comercio de esta misma ciudad. Hacia el 1417 hay memoria de otro arquitecto, Antonio Sagrera, que acaso sería hermano del Guillermo. Faltan los libros de fábrica que siguen; pero en las Actas capitulares consta que, a 11 de octubre de 1485, por indisposición del arquitecto Arnaldo Piris, eligió el Capítulo a Juan Sagrera: y que, por muerte de este, nombró a 31 de mayo de 1504 a Jaime Creux, o Creix (como le llaman los libros de fábrica de estos últimos años), el cual lo era todavía en 1511.

Hasta esta época, poco más o menos, la iglesia era sólo la mitad mayor de la de hoy, quedando incluidas en su área las dos puertas colaterales que hoy existen. Lo restante del edificio, hasta cerca del castillo real, junto con parte de la plazuela que hay al lado de la iglesia, lo ocupaban su claustro y cementerio. El primero de estos edificios se comunicaba con la iglesia, y no por una sola puerta. En él había una famosa capilla dedicada a todos los Santos, construida en el siglo XIII por el Obispo Pedro de Morella, como se dirá en su artículo. Pero por otros documentos consta que hacia el 1430 se construyó la primera aula capitular. Por el claustro se hacían todas las procesiones de la iglesia, menos las generales. Contiguo a él estaba el cementerio, haciendo frente este último al castillo real, según aparece de las Consuetas y otros documentos de la iglesia, de cuya lectura verás algún día los frutos. 

Otro lugar notable había, llamado en lemosín lo padrò y pedrò, y en latín pedronus y pretorium. Era un puesto elevado, como púlpito o tribuna, donde cabían muchas personas, como que en él se publicaban algunas sentencias de la inquisición, se bendecían los ramos, se hacía la reconciliación de los penitentes en el Jueves Santo, se predicaban sermones y hacían otros actos solemnes, de que sin duda se hablará en lo sucesivo. Estaba dentro del cementerio, como aparece de la rúbrica del Domingo de ramos, en la Consueta del siglo XIV, que manda que la procesión intret per portam cimiterii quae est versus castrum regium, et omnes ascendant ad pedronum. Pero a la parte exterior del cementerio salía algún balcón o púlpito donde se ejecutasen los actos sobredichos. Con esto se entiende bien la siguiente partida de gasto que se halla en el libro de fábrica más antiguo, entre las del mes de noviembre de 1330, donde se lee: "Fiu pintar per manament dels Vicaris et del Capitol la carrera del padron entro al cloquer per la veniment (l' aveniment : la venida) del Senyor Rey; et costa (costá o costà, pasado) VII. ll.”  

Donde se ve que había una calle exterior desde el padrón hasta el campanario, por cuya puerta inmediata entró el Rey. Alguno dirá, y con razón, que este fue el lugar donde predicó San Vicente Ferrer, cuando vino a estas islas. Yo, por mí, no lo diré, porque no gusto de asegurar cosas, cuyos documentos guardan ocultos los que se dejan dominar más de las pasiones que del amor a la ilustración común. Y al cabo esta es muy pequeña cosa. Vuelvo a mi fábrica.

Para que se conozca el estado del templo entrado ya el siglo XVI, copiaré aquí, por su orden, los títulos de los altares que existían, en los cuales la Consueta de la sacristía, manuscrito de ese tiempo, manda poner paños o frontales (palis), el día de Ánimas; y son los del lado de la epístola: mayor, Santa Eulalia, San Sebastián, Santo Tomás, San Pedro, San Vicente, San Bartolomé, San Guillermo, San Lorenzo, San Clemente, Purgatorio, San Alejo, San Miguel, San Martín, San Honorato, San Bernardo, de la Pasión, de nuestra Señora, San Cristóbal, del Ángel y capella de na Companya. Al lado del evangelio: San Gabriel, San Onofre, San Juan, Corpus Christi, San Mateo, San Andrés, Santa Lucía, Todos Mártires, Santa Cecilia, San Blas, San Esteban, Santa Ana, San Cosme y Damián, altar del Capítulo, Santa Catarina y San Antonio. De estos altares había dos y tres en cada capilla.

Durante todo este siglo XVI fue continuándose la obra, hasta que a fines del mismo llegó a su conclusión. A 8 de agosto de 1578 eligió el Capítulo maestro mayor a Miguel García por renuncia de Juan Armengual. En enero de 1595 fue nombrado Antonio Fornari (Act. cap.). De la construcción de la puerta mayor, he visto en la citada Consueta de la sacristía (fol. 139) la nota siguiente: "Lo ilustris. et reverendis. Monsenyor Joan Vich y Menrich, Bisbe de Malorques, benei a 28 de noembre de 1592, lo die de Sant Simo y Aiudes, la primera pedra del portal maior apres vespres. Lo mestre de aquell es mestre Antoni Verger. Y dit portal se fa de dines de dit Reverendis. Senyor Bisbe.”  

Concluyose esta puerta en 1601, en cuyo año, a 19 de diciembre, resolvió el Capítulo quod praeparentur omnia necessaria ad consecrationem ecclesiae Sedis, quae fiet quamprimum fieri poterit (Act. cap.). Esta es la única memoria que he hallado relativa a consagración de esta catedral, la cual por ningún camino me consta si se verificó.

No quiero cerrar esta carta sin dar razón de algunas cosas particulares que hay en esta iglesia. En el testero de la capilla mayor hay una capilla intitulada de la Santísima Trinidad, que, a buena cuenta, sirvió de tribuna para los Reyes. Debajo de ella, a unos ocho palmos elevada del piso, está empotrada en la pared una magnífica silla episcopal de piedra, obra del siglo XIII, a la que se sube por dos gradas laterales. Servía en lo antiguo para cuando el Obispo celebraba de pontifical, el cual, dicha la confesión, subía a ella con todo el acompañamiento de doce presbíteros, y allí continuaba la misa hasta el ofertorio. De la singularidad de este rito, que sólo he visto practicado en Gerona, se dará razón extensa otro día. Ahora sólo añado que, estando esta silla tan poco elevada del piso, no podía el Obispo ser visto del pueblo, si el altar mayor no era muy bajo, o no estaba situado a la entrada de la capilla mayor. Y esta es otra razón para creer lo que dije al principio, que el coro estuvo donde ahora el altar. En medio de la capilla mayor está el sepulcro que dije del Rey Don Jaime II de Mallorca. La sillería del coro actual es obra de principios del siglo XVI. Está adornado con buenas tallas, que representan las principales historias del Viejo y Nuevo Testamento: cuya elección encargó el Capítulo a su docto individuo Gregorio Genovard en 21 de junio de 1514 (Act. cap.). Sus verjas de hierro se mandaron construir en 1596, como hasta entonces fuesen de madera.

Del altar mayor actual ya dejé dicho que es de mal gusto. Los restantes de la iglesia lo son también, cual más, cual menos, como lo son los de todo el mundo que se construyeron en tiempo de la decadencia de las artes. En su comparación, y aun sin ese respeto, son muy apreciables los pocos que se conservan de los que se hicieron en los siglos XIII y XIV. 

En las Actas capitulares, a 11 de julio de 1541, se halla que el Capítulo dio a la parroquia de San Juan de Sineu (: Síneu) varios altares viejos de la catedral, y entre ellos imaginem sive statuam S. Johannis Baptistae, quae fuit amota ex altari maiori dictae Sedis. Otros muchos se han dejado perecer, y aun dicen que se han quemado en estos últimos años. Cosa que no acabo de creer, porque la conservación de estos monumentos, que tanto sirven para la historia de las artes, no perjudica a los intereses de cuerpos y particulares; y así parece que sólo el odio y desprecio de las artes, o sola la ignorancia, pudo ponerse a destruir de propósito o enajenar estos altares, si es verdad lo que dicen. 

(N. E. Menos mal que este sabio hombre no vio la tremenda ignorancia de los rojos en una más de las guerras civiles de España, ni la situación actual a 24.3.2023) 

Y si tal hubo, debió ser obra de algún mandón ignorante, que nunca faltan en las corporaciones, que por lo demás el Capítulo de Mallorca conserva con aprecio el precioso altarcito de Santa Eulalia de Mérida, los de San Miguel y San Sebastián, y algún otro de los antiguos.

El adorno de las tres portadas de la catedral ya dije que no es del plan de la obra; y así cada uno de ellos es de su tiempo y gusto. La puerta lateral a la raíz del campanario estaba ya construida en 1327; y así es mucho más sencilla que la opuesta que mira al mar en que están como amontonados los relieves y órdenes de nichos para estatuas que no existen; en fin, como cosa de fines del siglo XIV. La principal, a pesar de haberse labrado en el tiempo que estaba conocido y practicado el buen gusto, ofrece un conjunto de partes no malas cada una de por sí, pero que componen un todo pesado y poco digno de los años 1592.

En medio de la capilla mayor cuelga un lamparero (llentoner llaman aquí) de gran magnitud, el cual he visto en casi todas las demás iglesias de la ciudad. Su objeto es el mismo que el de las arañas, sino que en lugar de cera se ponen en él vasitos de vidrio con agua y aceite y mechero, colocados en sus argollitas, pegados a los grandes círculos que suben en figura cónica uno sobre otro. Es bueno el efecto que causa mirado de abajo este grupo de luces, que serán como unas 300, clareando por entre el vidrio. Este medio de iluminación estaba ya en uso en el siglo XIV, como se ve en los libros de la sacristía, y la consueta del mismo tiempo le llaman circuli lampadarum. Dícense cosas raras sobre el origen de esta costumbre. Si lo era de los Judíos, que alumbraban así sus sinagogas, es preciso confesar que lo practicaron a un tiempo unos y otros, porque aquellos tuvieron sus sinagogas hasta el siglo XV.

Son varias las inscripciones sepulcrales que se conservan en las capillas y paredes de esta iglesia. Las más notables pertenecen a sus Obispos, de las que se hablará en el episcopologio. En la pared lateral de la capilla de San Bernardo, a la parte del evangelio, se halla depositada la V. Isabel Cifre, fundadora de la casa de educación de esta ciudad con esta inscripción: Isabellae Cifre, virgini ornatissime, domus educationis fundatrici, vitae sanctimonia et morum integritate conspicuae, Jurati Maiorici, Paulo III, Pontifice maximo, ob benemerita decernente, pie posuerunt anno M.D.XXXXV. Vixit annos LXXV. Obiit anno M.D.XXXXII. mense maio. Postmodum vero iidem munere, pietate pares, vetustate collabentem locum meliori structura denuo ornarunt, piae matri perennitatis monimentum, die XXVIII maii, anno 1675.

En la capilla de San Vicente, que antes fue del Ángel Custodio, hay dos urnas en lo alto de las paredes laterales con sus correspondientes letreros abajo. La de la parte del evangelio es de Isabel Pinos (Pinós), gran bienhechora de las escuelas Lulianas; y la de la epístola es de Juan Llobet, acérrimo defensor de la doctrina de Lull en esta isla, donde murió en 1460. Ha llegado a hacerse memorable su nombre por haber sido el primero a quien se concedió establecer cátedra y regentar escuela pública de dicha doctrina, lo cual fue en 1449, como consta de un privilegio que hay al principio de la edición que se hizo en Valencia de 1515 del Arte inventiva de Lull. No copio estas inscripciones por estarlo ya en las Disertaciones Lulianas de Casturer y Pascual. 

Detrás del altar de San Miguel (llamado vulgarmente S. Micalet) (N. E. como el Miguelete de Valencia) hay una inscripción en jaspe perteneciente a la familia de Mur, la cual hizo grabar uno de ella, el Deán de esta iglesia Jorge Gual, siendo ya muy viejo. La pondré aquí; siquiera servirá para los naturales, que no pueden leerla sin la incomodidad que yo tuve. Dice así:

Hoc memoranda latent Arnaldi membra sepulchro,

Stirps cui de Muro, nomen et arma dedit. 

Is celeber civis, sacroque in canone doctor,

Natorum gemina prole colendus erat. 

Nempe minor natu Jacobus fuit, isque Decanus,

Canonicus, doctor Maioricensis erat. 

Huius erat frater, verax in iure monarcha

Arnaldus patrio, nec pietate minor: 

Bisque duodenos ad corpora nuda quotanis

Legavit pannos, tegmina pauperibus. 

Id per Juratos, mercaturamque tuentes

Distribui munus jusserat ille pius. 

Ipse etiam Divi Nicholai quippe sacello

Prebendas quinque contulit obsequio: 

Quatuor et sacre templo venerabile Sedis

Condidit in laudem Virgo Maria tuam.

Fertur et ecclesiae frontem erexisse Mariae

Carmelitanae sumptibus ille suis.

Gual nunc canonicus Georgius canone doctor

Luciferam missam decanus constitit; isque

Condidit istud opus senio urgentibus annis,

Quo sua cum patruis dignius ossa cubent.

Entre las pinturas del mismo altar se ven retratadas las procesiones de penitencia que acostumbraba hacer San Vicente Ferrer; lo cual prueba la época de estas tablas. Sobre el altar de San Sebastián, colateral al sobredicho, se ven varios trofeos militares, adargas, celadas, etc. 

Dícese que pertenecen al caballero Mallorquín Salvador Sureda, y que son los mismos con que a 5 de enero de 1444 se presentó al desafío con el noble Francisco de Valseca, Catalán, en la ciudad de Nápoles en presencia del Rey Alfonso V. Todas las circunstancias verdaderas o supuestas de este suceso se hallan en la historia de Mut. Y cierto no sé cómo los que lo han leído pueden tolerar en el templo del Dios de la paz estas reliquias de la venganza y vanidad caballeresca. Mucho menos indecentes eran ciertos ritos antiguos con que se representaban corporalmente los misterios de la santa religión; y con todo la sabiduría de los Prelados y Capítulo supieron desterrarlos del templo. Si hicieran otro tanto con esto, lograrían además quitar estos depósitos de arañas y de polvo.

Descansemos por hoy, que esto cansa

Palma 15 de marzo de 1814.

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A la ciutat de Nàpols
Hi ha una presó
La vida mia
Hi ha una presó
La vida mia amor
Hi ha 29 presos
Que canten la cançó
La vida mia
Que canten la cançó
La vida mia amor
La dama està en finestra
Escoltant la cançó
La vida mia
Escoltant la cançó
La vida mia amor
Els presos se'n temeren
Ja no cantaven, no
La vida mia
Ja no cantaven, no
La vida mia amor
Per què no cantau, presos?
Per què no cantau, no?
La vida mia
Per què no cantau, no?
La vida mia amor
Com cantarem, senyora
Si estam dins la presó?
La vida mia
Si estam dins la presó
La vida mia amor
Sense menjar ni beure
Més que algun rosegó
La vida mia
Més que algun rosegó
La vida mia amor
Demà serà dissabte
Mos penjaran a tots
La vida mia
Mos penjaran a tots
La vida mia amor.